Se hallaron
los restos del submarino A.R.A. San Juan (S-42) un año después de su
desaparición…
La
nave de la Armada Argentina, con 44 tripulantes a bordo, está alojada en el
lecho marino a 800 metros de profundidad.
A modo de homenaje permítanme nombrar a nuestros
compatriotas que están en este momento en el A.R.A. San Juan (s-42):
Capitán de fragata Pedro
Martín Fernández,
Capitán de corbeta Jorge
Ignacio Bergallo,
Teniente de navío Fernando
Vicente Villarreal,
Teniente de navío Fernando
Ariel Mendoza,
Teniente de navío Diego
Manuel Wagner,
Teniente de navío Eliana
María Krawczyk (Primera mujer submarinista de América Latina),
Teniente de navío Víctor
Andrés Maroli,
Teniente de fragata Adrián
Zunda Meoqui,
Teniente de fragata Renzo
David Martín Silva.
Teniente de corbeta Jorge
Luis Mealla,
Teniente de Corbeta Alejandro
Damián Tagliapietra,
Suboficial Principal Javier
Alejandro Gallardo,
Suboficial Primero Walter
Germán Real,
Suboficial Primero Hernán
Ramón Rodríguez,
Suboficial Primero Alberto
Cipriano Sánchez
Suboficial Segundo Cayetano
Hipólito Vargas,
Suboficial Segundo Roberto
Daniel Medina,
Suboficial Segundo Celso
Oscar Vallejos,
Suboficial segundo Hugo
Arnaldo Herrera,
Suboficial segundo Víctor
Marcelo Enríquez.
Suboficial segundo Ricardo
Gabriel Alfaro Rodríguez,
Suboficial segundo Daniel
Adrián Fernández,
Suboficial segundo Luis
Marcelo Leiva,
Cabo principal Humberto
René Vilte,
Cabo principal Jorge
Ariel Monzón,
Cabo principal Jorge
Eduardo Valdez,
Cabo principal Cristian
David Ibáñez,
Cabo principal Mario
Armando Toconas,
Cabo principal Franco
Javier Espinoza,
Cabo principal Jorge
Isabelino Ortiz,
Cabo principal Hugo
Dante Cesar Aramayo,
Cabo principal Luis
Esteban García,
Cabo principal Sergio
Antonio Cuellar,
Cabo principal Fernando
Gabriel Santilli,
Cabo principal Alberto
Ramiro Arjona,
Cabo principal Enrique
Damián Castillo,
Cabo principal Luis
Carlos Nolasco,
Cabo principal David
Alonso Melián,
Cabo principal Germán
Oscar Suárez,
Cabo principal Daniel
Alejandro Polo,
Cabo principal Leandro
Fabián Cisneros,
Cabo principal Luis
Alberto Niz,
Cabo principal Federico
Alejandro Alcaraz Coria,
Cabo segundo Aníbal Tolaba.
Cabo segundo Aníbal Tolaba.
© Escrito por Federico Rivas Molina el sábado 17/11/2018 y publicado por el Diario El País de la Ciudad de Madrid, España. Fotografías: Armada Argentina.
La búsqueda llegó a su
fin. Cuando el destino de los 44 tripulantes del A.R.A. San
Juan (S-42) pareció perdido para
siempre en algún punto remoto del Atlántico sur, una empresa privada halló los
restos de la nave a 800 metros de profundidad y a unos 600 kilómetros de la
costa de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia argentina. El
hallazgo llegó a un año y un día de la última comunicación del submarino argentino con su
base y horas antes de que Ocean Infinity diera
por abortada la misión. El gobierno de Mauricio Macri deberá ahora decidir si
emprende el rescate del casco, una operación compleja que aún no fue ni
siquiera analizada, o deja que los cuerpos de los marinos descansen para
siempre en el fondo del mar. Los familiares de la tripulación enfrentaron el
jueves al presidente en un acto realizado en Mar del Plata, destino final del
submarino, descreídos ya de que el hallazgo fuese posible.
Según las primeras informaciones aportadas por la Armada,
el A.R.A. San Juan (S-42) se encuentra en la zona 1, que corresponde con el
lugar donde hace un año organismos internacionales encargados del control de
pruebas militares submarinas no autorizadas detectaron una "falla
hidroacúsica", es decir una explosión. La zona 1 fue en su momento
rastrillada, pero sin éxito. El submarino está apoyado sobre un sector de
fuertes corrientes submarinos, conocidas como cañadones.
La Armada Argentina confirmó el éxito de la misión de búsqueda mediante un breve mensaje que subió a su cuenta en Twitter y luego de comunicarse con las familias de los marinos muertos. “El Ministerio de Defensa y la Armada Argentina informan que en el día de la fecha habiéndose investigado el (Punto Dato) POI 24 informado por la empresa Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV (vehículo de observación remota) a 800 metros de profundidad, se ha dado identificación positiva al submarino A.R.A. San Juan (S-42)”, informó. Luego, el portavoz de la Armada, Rodolfo Ramallo, dijo que "ahora se abre otro capítulo" en la historia del submarino. "Hay que continuar con el análisis y ver realmente lo que pasó. Es necesario tener cautela, por respeto a las familias", agregó Ramallo en declaraciones al canal de noticias TN.
La
posibilidad de hallar el submarino creció en la mañana
del viernes, cuando la empresa decidió enviar un vehículo a analizar un punto
donde los sonares habían detectado un objeto de 60 metros de largo apoyado
sobre el fondo marino. La imagen había sido catalogada como categoría C, de
“fuerte probabilidad”. Por eso volvió a la zona del hallazgo cuando el tiempo
lo permitió y, tras unas pocas horas de búsqueda, las cámaras de un vehículo no
tripulado confirmaron que, efectivamente, la imagen registrada un día antes
correspondía al A.R.A. San Juan (S-42).
"Un 15 nos lo quitó,
y un 15 nos los trajo de vuelta. Tantos sentimientos tenemos en estos momentos,
pedimos respeto y honor para ellos, un paso más cerca de volver a casa
#44heroespresentes #arasanjuan", escribieron los familiares de los tripulantes
en su cuenta oficial en Twitter.
La empresa se había
puesto este viernes como plazo máximo para la búsqueda. Recibirá ahora 7,5
millones de dólares, una suma que estaba supeditada al éxito de la operación,
iniciada a principios de septiembre. Cuarenta tripulantes trabajaron durante
dos meses a bordo del buque Seabed Constructor,
de bandera noruega, y rastrillaron 7.000 kilómetros cuadrados de lecho marino.
Ocho horas antes del
hallazgo, la Armada informó de que la nave había puesto proa "hacia
el Sitio 1, área 15A-4, para investigar con ROV el punto de interés N°24. Por
mejora de la meteorología el arribo será aproximadamente a las 22 hs". Al
filo de la medianoche confirmaba el hallazgo. Ha sido toda una proeza, cumplida
al límite y cuando el gobierno argentino y los familiares ya daban por perdido
al A.R.A. San Juan (S-42).
En el homenaje realizado
el jueves en Mar del Plata, Macri escuchó el reclamo de las familias de los
marinos desaparecidos que se consideraron maltratados y olvidados por el Gobierno.
El Presidente tuvo que prometerles que la búsqueda continuaría, pero un fracaso
de la empresa Ocean Infinity dejaba sin
demasiadas opciones a la Casa Rosada. "¡Cuánto lamento que nada de lo que
diga pueda calmar el dolor!", les dijo Macri, sin saber aún que horas
después una imagen de sonar daría pistas certeras sobre el casco.
Durante el primer mes que
siguió a la desaparición del A.R.A. San Juan (S-42), diez países prestaron
buques y aviones en las operaciones de búsqueda. En un momento dado, hasta 27
barcos rastrillaron a un mismo tiempo las zonas posibles, ubicadas en la ruta
que une Ushuaia, el puerto de partida del submarino, con su destino en Mar del
Plata. Pero ni siquiera los equipos más modernos de Estados Unidos y Rusia
pudieron dar con el casco.
El A.R.A. San Juan (S-42)
se comunicó por última vez con su base de operaciones en Mar del Plata durante
la mañana del 15 de noviembre del año pasado. Su capitán informó entonces de
que una entrada de agua había producido un cortocircuito en uno de los bancos
de baterías, lo que derivó en un principio de incendio. Pero eso fue todo. El
submarino se encontraba en buenas condiciones y con rumbo a Mar del Plata,
según lo fijado en la hoja de ruta.
Horas después de aquella
comunicación oficial, un sistema de alertas de pruebas militares detectó una
explosión en el Atlántico Sur y tanto el Gobierno argentino como las familias
supieron que se trataba del A.R.A. San Juan (S-42). Los motivos que provocaron
el colapso del buque son aún materia de especulación. Un cuerpo de expertos
determinó que lo más probable fue una falla en el snorkel, que permitió una
entrada de agua en una maniobra de recuperación de oxígeno realizada con mar
muy bravo. Tras una noche de trabajo para controlar el incendio, en medio de un
ambiente irrespirable por el aire contaminado por la combustión, el buque volvió
a sumergirse y siguió su ruta.
Pero un segundo incendio
habría terminado en desastre. La tripulación, agotada, poco pudo hacer. La
explosión detectada fue, según los expertos, una implosión, producida por la
presión de afuera hacia adentro del casco, que quedó reducido a un amasijo
apretado de hierro. El hallazgo del A.R.A. San Juan (S-42) podrá ahora ayudar a
reconstruir que pasó realmente hace un año en el fondo del mar.
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