El funcionario cercado por sus palabras…
Desde su provocadora frase sobre los desaparecidos,
el ahora ex ministro porteño se ganó el repudio generalizado del mundo de la
cultura y los derechos humanos. Seguirá al frente del Teatro Colón.
© Escrito por Paula
Sabatés el jueves 07/07/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Y finalmente se fue. Darío Lopérfido presentó su renuncia al Ministerio de
Cultura de la ciudad luego de seis meses de gestión cargados de polémica, y se
convirtió así en el primer ministro del macrismo en abandonar el cargo y el
primero en la historia de la cartera cultural en renunciar por un repudio
similar. Su alejamiento era exigido por cientos de trabajadores de la cultura,
organismos de derechos humanos y pensadores de distintos países desde que dijo,
en enero pasado, que “en la Argentina no hubo 30 mil desaparecidos” y que ese
fue un número que se discutió en una mesa chica “para cobrar subsidios”.
Tras una serie de acciones en su contra y con el temor a una movilización
aun mayor durante los festejos del Bicentenario que se celebra mañana en la
ciudad, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, entendió que el
rechazo al funcionario ya no era una cuestión cultural sino un problema
político, y le pidió al ex integrante del Grupo Sushi y funcionario de la
Alianza que diera un paso al costado. Sin embargo, Lopérfido seguirá como
director artístico del Teatro Colón y presidente de Opera Latinoamericana
(OLA), una organización que agrupa distintas instituciones de ópera en la
región.
Si bien el ex ministro negó su renuncia hasta últimas horas del martes
(dijo también que estaba siendo víctima de una “operación”), la noticia ya
había empezado a circular fuerte desde el fin de semana. El martes pasado, el
funcionario había denunciado el que consideró “el mayor fraude de la historia
audiovisual argentina” objetando a su vez el rol de diversos actores
“kirchneristas” en las ficciones financiadas por el Estado Nacional en los
últimos años.
Dos días después, durante la presentación del programa El San Martín en los
Barrios, un grupo de trabajadores de la cultura se volvió a manifestar en su
contra, pero en esta oportunidad frente a los propios Larreta, su vice Diego
Santilli y Lopérfido, quienes presenciaron una de estas acciones por primera vez.
Lo ocurrido fue tan fuerte (un grupo de artistas irrumpió en el acto de
presentación con máscaras con la cara del funcionario y carteles que pedían su
renuncia), que el jefe de Gobierno tuvo que irse del evento antes de que
terminara. Eso aceleró la decisión, que estaba en la agenda del gobierno
porteño pero pensada para fin de año.
En el comunicado oficial que difundió el gobierno porteño, sin embargo,
nada se dijo sobre aquellos episodios. En él se esgrime que Lopérfido le
presentó su renuncia al jefe de Gabinete, Felipe Miguel, en pos de poder
dedicarse en tiempo completo a su tarea al frente del Primer Coliseo nacional.
“Coincidimos con Darío en que era mejor que se concentre en la dirección
artística del Teatro Colón, trabajando con la directora general, María Victoria
Alcaraz”, expresó allí Larreta, mientras que Lopérfido destacó que “fue
agotador encarar simultáneamente tres tareas de semejante relevancia”.
Aunque ya circularon varios nombres, todavía no se sabe quién será su
reemplazante en Cultura. El anuncio se hará “en los próximos días”, según el
mismo comunicado, probablemente luego de los festejos del Bicentenario, que
serán justamente en la plaza lindante al Colón. Según fuentes del Gobierno de
la ciudad, el ex ministro no participaría de los festejos, pues aún se teme que
pueda haber alguna acción de repudio por su permanencia como funcionario al
frente de una de las instituciones de mayor peso simbólico de la ciudad.
Con la ida de Lopérfido se cierra el ciclo más corto de esta gestión
macrista. Su alejamiento deja una gran presión al jefe de Gobierno, que deberá
elegir a un sucesor que pueda calmar las agitadas aguas que el ex ministro
causó en el ámbito cultural. También a uno que aporte novedades en materia de
gestión ministerial, ya que de la gestión saliente sobresalieron más las
sucesivas polémicas que las acciones concretas. Pero, por sobre todas las
cosas, deja en claro la fuerza del reclamo y de la calle como impulsos clave de
la voluntad popular: cuando Lopérfido caminaba por la calle, alguien siempre lo
paraba y le decía “Darío, fueron 30 mil”.
Ola de repudios
Desde la primera negativa de Larreta, el 2 de marzo pasado, de revocar de
todos sus cargos al ahora ex ministro de Cultura, luego de un pedido masivo que
organismos de Derechos Humanos y artistas le hicieron llegar a la Jefatura de
Gobierno, distintos grupos decidieron llevar a cabo acciones de repudio contra
el funcionario. Una de las últimas tuvo lugar hace veinte días, cuando quedó
formalmente presentada la Mesa de Acción Cultura y Derechos Humanos, una
iniciativa que tuvo por objetivo impulsar actividades para lograr la renuncia.
El colectivo no llegó a accionar concretamente (por la actitud que Larreta
sostuvo desde aquel primer “no”, se pensaba que la renuncia sucedería más lejos
en el tiempo), pero su fundación tuvo un profundo peso político, porque significó
que, por primera vez en más de quince años, los organismos de DD.HH. se unieran
con un mismo objetivo común. La presentación fue en la ex ESMA y tuvo que ser
postergada por una amenaza de bomba.
Además de esa acción, muchas otras se sucedieron durante estos meses,
impulsadas fundamentalmente por artistas del circuito independiente y sobre
todo del ámbito teatral, aunque también participaron cineastas, bailarines,
circenses y músicos. Desde las provocadoras frases de Lopérfido, estos artistas
se unieron y crearon un colectivo que se reunió una vez por semana durante
cinco meses para planear acciones pensadas, financiadas y llevadas a cabo por
los propios artistas. Entre todas ellas se destacaron, en orden cronológico:
- Un reparto de volantes con la cara de Lopérfido y la leyenda “Persona no
grata para la cultura. Renuncia YA” en las escalinatas del Teatro Colón, el día
de la apertura de la temporada lírica.
- Una masiva columna de repudio durante la marcha del 24 de marzo por la
Memoria, Verdad y Justicia, en la que cientos de artistas marcharon con
pancartas y canciones contra el funcionario.
- La lectura de un texto y la reproducción de un fragmento de audio con los
dichos de Lopérfido luego de las funciones teatrales en la mayoría de las salas
independientes de la ciudad.
- El pronunciamiento de algunos de los directores participantes del Bafici,
que estaba bajo la órbita del Ministerio de cultura (la película ganadora del
festival, La larga noche de Francisco Sanctis, fue dirigida por dos de cineastas
que se sumaron al reclamo).
- Una acción sonora durante la feria arteBA, en la que se proyectó
nuevamente el audio con los dichos y se repartieron volantes de doble cara –de
un lado el logo de la muestra, del otro la cara de Lopérfido con su pedido de
renuncia– simulando que se trataba de la folletería oficial del evento.
- El repudio, el último fin de semana, de las compañías a cargo de las
obras del Complejo Teatral de Buenos Aires, que depende del Ministerio de
Cultura porteño.
Las reacciones
Tras la confirmación de la noticia, el colectivo de artistas que llevó
adelante su pedido de renuncia celebró a través de su página de Facebook
oficial (Lopérfido Renuncia Ya), desde la cual durante estos meses se
difundieron videos de todas las acciones realizadas. “Lopérfido renunció ya.
Momento de festejar y también de pensar cómo llegamos a tener a semejante
personaje de ministro y lo que hizo falta para que renuncie: el esfuerzo y la
persistencia de organismos de DD.HH., trabajadores de la cultura del teatro
independiente, artistas, sindicatos, compañías de teatro oficial, ciudadanía,
ciudadanía, ciudadanía”, escribieron los artistas.
En comunicación con este diario, el director y dramaturgo Juan Pablo Gómez,
uno de los impulsores de las distintas acciones y miembro del colectivo,
expresó: “Tanto el nombramiento de Lopérfido como su breve gestión y su
renuncia estuvieron envueltas en polémicas, porque no sólo es un negacionista y
un macartista sino que además se fue como entró, en medio de operaciones y
roscas y dejando de lado la verdadera gestión cultural. Es un licenciado en
maniobras que utilizó su poco tiempo en el gobierno para perseguir artistas y
trabajadores”, evaluó.
Varios artistas célebres también se manifestaron al respecto (ver aparte).
En diálogo con el programa Detrás de los que vemos, por AM 750, Gerardo Romano
ironizó sobre la renuncia y dijo “Primero Messi, después Martino y ahora
Lopérfido. Tengo una sensación de abandono...”. El actor aseguró que “el
negacionismo de Lopérfido fue espantoso” y se preguntó: “¿De política sí podía
hablar Lopérfido, que integró un gobierno corrupto y asesino y que volvió
gracias a Macri?”, haciendo alusión a una frase del ex ministro, que “aconsejó”
a los artistas “hablar de arte y de teatro” y no de política, porque la
política es “muy complicada”.
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