La
Agencia Federal…
Gustavo
Beliz, el dia que mostró la foto de Stiuso. Foto: elsindical.com.ar
La
AFI que lanzó la Presidenta es la misma que anunció Kirchner en 2004 para
transformar a la SIDE y jamás se concretó.
Salió
publicado en todos los medios: el Gobierno anunció la creación de la AFI, una
agencia federal que, entre otras consideraciones, puso en debate los límites
que deberían existir entre seguridad exterior, control interno de la población
y el rol de los servicios de Inteligencia. “Reafirmo la defensa del derecho, la
justicia, la libertad y los derechos humanos”, explicó Kirchner ratificando que
los espías estarían ajenos a cualquier tipo de control de las actividades
internas del país.
Sucedió
en abril de 2004, acaparó la atención de todos durante varios días y fue la
reacción oficial para correr el foco mediático del monotema de aquella época:
el crimen de Axel Blumberg.
Quien
hizo ese anuncio fue el presidente Néstor Kirchner, acompañado por su ministro
de Justicia, Gustavo Beliz. El pomposo título de esa superestructura de
seguridad era Agencia Federal de Investigaciones. Quedó en la nada rápidamente.
Más
de una década después, aquella AFI resucitó en la desesperación de su esposa
por, también, correr el foco de interés público sobre otro tema conmocionante,
la muerte del fiscal Alberto Nisman. Sólo que en lugar de Agencia Federal de
Investigaciones se llamará “de Inteligencia” y su objetivo exclusivo es acabar
con la ex SIDE.
La
versión 2004 de la agencia no funcionó, según recuerdan hoy protagonistas del
proyecto, precisamente por la oposición de la SIDE, que presionó para no perder
poder.
De
hecho, la ida de Beliz de aquel Gobierno se dio tras una dura reunión en Olivos
con Néstor y Cristina, en julio de aquel año, cuando denunció supuestas
maniobras ilegales de los espías y de Jaime Stiuso. En ese encuentro le hizo
saber al matrimonio que estaba al tanto de que ellos se beneficiaban con las
pinchaduras telefónicas de sus espías.
¿Qué
habrá pensado Cristina cuando decidió reflotar aquel plan anunciado con tantos
bombos y platillos como el actual? ¿Se habrá dicho “igual que hizo Néstor, lo
importante ahora es salir a anunciar algo y recuperar la iniciativa, después
Dios proveerá”? ¿O directamente no se acordó que el relato ya había transitado
el Capítulo “Ahora vamos por los Servicios” y decidió protagonizarlo como si
fuera la primera vez?
Quizás
la realidad la somete a ella misma a tantas sorpresas, que habrá perdido la
cuenta de cuál relato es estreno y cuál remake.
El
problema es que el argumento de este reestreno es malo. En 2004 podía ser
creíble que un nuevo gobierno quisiera transformar al espionaje nativo. En 2015
no, después de tres mandatos consecutivos. Además, ahora el kirchnerismo tiene
en contra a la mayoría de los medios que cuando lanzó aquel plan lo recibieron
con optimismo o, al menos, con neutralidad.
No,
segundas partes no son buenas. En especial, cuando ni siquiera la primera lo
fue.
© Escrito por Gustavo
González el jueves 28/01/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
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