Un gesto noble…
No, no fue ninguna patoruzada. Fue un gesto
de nobleza y de búsqueda de la Verdad y la Ética. En una votación absolutamente
democrática, el instituto de enseñanza Julio Argentino Roca, de Santa Rosa, La
Pampa, pasará a tener el nombre de quien lo merece: del primer director que
tuvo ese instituto, Clemente José Andrada.
No fue fácil llegar a esa votación en la que
intervinieron docentes, alumnos, ex alumnos y ex docentes del instituto.
Elementos conservadores se opusieron. Uno de ellos, el sacerdote José Miguel
Padilla, del Instituto Nuestra Señora de Luján, salió a la palestra para
reivindicar la figura de Roca. Ese sacerdote había apoyado al levantamiento de
los “carapintadas”. Pese a todo, la votación tuvo lugar y se llegó al triunfo
de la Ética al terminar con el nombre del genocida Roca nada menos que en una institución
de enseñanza.
Algo justo. Roca, el que pidió la importación
de diez mil Remington, el fusil a repetición con que los norteamericanos habían
diezmado a las tribus sioux y pieles rojas, para “exterminar a los salvajes, a
los bárbaros de nuestras pampas”. Así se hizo para luego, como postre, repartir
cuarenta millones de hectáreas entre 1800 socios de la Sociedad Rural.
Un crimen indescriptible para aquellos
Creadores del Mayo de 1810 y de la Asamblea del Año XIII, que nos enseñaron a
cantar el “Ved en trono a la noble Igualdad. Libertad, Libertad, Libertad”.
Pero a la Ética no se la puede traicionar
porque siempre regresará a lo que se hizo a costa de sus principios. Y hoy, las
poblaciones de ese Sur argentino reaccionan. No a los genocidas, no a los
ladrones de tierras. Sí a los que trajeron la paz, y se basan en el trío de
palabras “Igualdad, Libertad, Fraternidad”, que expresaban el espíritu de Mayo,
siempre permanente en la emancipación argentina pese a los dictadores de turno
y a los que basaban todo en las razas superiores, los llamados occidentales y
cristianos, que conquistaron todo con la Cruz y la Espada.
Un instituto de enseñanza en La Pampa que nos
da el ejemplo. Una lección de Ética.
Otra noticia de las buenas es el anuncio del
Congreso Educativo II, que realizarán las organizaciones que aspiran a
construir el Movimiento Pedagógico Latinoamericano y cuyas sesiones se llevarán
a cabo en San Carlos de Bariloche el 28 y 29 de este mes.
Anuncios así hacen aparecer el optimismo. La
unión de docentes latinoamericanos en búsqueda de los mismos fines que pensaron
nuestros grandes libertadores. Educar para la Paz, educar para el Progreso,
educar para una Igualdad que una a las poblaciones de todo el continente y que
no las separe en barrios de lujo por un lado y en villas miseria por el otro.
Entre otros temas a tratar, figuran: “El
trabajo docente y la construcción de la unidad latinoamericana”, “Salarios,
inflación e impuestos, la distribución de la riqueza en la Argentina actual”,
“El nivel medio obligatorio, ¿de la escuela selectiva a la inclusión
educativa?”, “La escuela infantil: ¿el camino hacia un nivel integrado?”,
“Educación, integración e inclusión”, “Nivel primario, la jornada completa y el
trabajo colectivo”, “Nivel Superior, ¿hacia la expansión del sistema formador?”,
“Panorama latinoamericano: el trabajo docente y la construcción de la unidad
latinoamericana”, “La cultura popular y los pueblos originarios”, “Pedagogía:
hacia la construcción de una pedagogía latinoamericana”, “Género: la red de
mujeres latinoamericanas y las trabajadoras de la educación” y “La organización
de los estudiantes secundarios”.
Como se ve, un programa que piensa en el
futuro. Un paso más en búsqueda de la unidad latinoamericana. ¿Qué mejor para
impulsarlo que la enseñanza primaria y secundaria? Un congreso docente que mira
hacia el futuro. Eso es también abrir los ojos ante nuestras realidades
actuales y reaccionar con el sentido de mejorar, de traer más paz y menos
violencia social. Nuestras felicitaciones a los organizadores y los deseos de
muchos éxitos para el futuro. Que se vaya abriendo la senda que nos indique el
camino a seguir en el futuro.
Hablando de futuro, nos preocupa la política
interna que lleva a cabo la empresa Volkswagen. El despido de 19 trabajadores
por razones sindicales no hace quedar bien a esa empresa que precisamente se
originó para construir un automóvil que pudiera tener todo el pueblo, el “auto
popular”, así como lo expresa su nombre. Conozco a los despedidos, me consta
que son trabajadores de ley, honrados. Y su cesantía no concuerda con la
consideración que debe tener una empresa extranjera para con trabajadores del
país que no han demostrado ninguna inconducta y que sólo han luchado por sus
derechos dentro de la ley. Como hombre que por su familia pertenece a los dos
países –Argentina y Alemania–, me duele mucho este proceder de la empresa, ya
que la conducta de estos despedidos ha sido bien fiel al trabajo y a las
obligaciones para con él, y por supuesto han defendido los derechos de todos
cuando estos no han sido respetados en todo su contenido. Espero que se oiga
este llamado para llevar de nuevo la felicidad para estos trabajadores y sus
familias.
Y, por último, regresemos a La Pampa, esa
provincia tan gaucha. Estamos cerca del 12 de octubre, llamado antes, con toda
irresponsabilidad, Día de la Raza. Yo lo titularía Día del Robo y la
Esclavitud. Todo eso se puede encontrar en los documentos enviados por los
conquistadores a Europa. El oro y la plata, como principales objetivos, y la
esclavitud para los pueblos originarios. La mita, la encomienda, el yanaconazgo
y otras designaciones para la esclavitud de las poblaciones autóctonas. El
asesinato horrible con torturas inimaginables para los que se opusieron a la
“civilización europea”.
En nombre de la civilización y de la religión católica. Por eso me pareció un acto de alto coraje civil lo que en el 2004 llevaron a cabo los pampeanos: establecieron una ley por la cual, en los 12 de octubre, se mantuviera en los edificios oficiales la bandera argentina a media asta. Como duelo por los miles de muertos por los conquistadores españoles en su “colonización”, por lo horrible de las ejecuciones y por haber traído la enfermedad mental que es el esclavizar a su semejante, en nombre de la civilización occidental y cristiana.
El proyecto fue originado por la diputada Gette y lleva el número 2122. Todo un ejemplo antidemagógico y de recuerdo a las miles de víctimas del “descubrimiento”. Los gauchos pampeanos que lucharon por nuestra independencia se deben haber movido con gusto en sus tumbas, como se deben haber alegrado los descendientes de los muertos en las masacres de Roca ante el cambio de nombre de ese instituto de enseñanza.
En nombre de la civilización y de la religión católica. Por eso me pareció un acto de alto coraje civil lo que en el 2004 llevaron a cabo los pampeanos: establecieron una ley por la cual, en los 12 de octubre, se mantuviera en los edificios oficiales la bandera argentina a media asta. Como duelo por los miles de muertos por los conquistadores españoles en su “colonización”, por lo horrible de las ejecuciones y por haber traído la enfermedad mental que es el esclavizar a su semejante, en nombre de la civilización occidental y cristiana.
El proyecto fue originado por la diputada Gette y lleva el número 2122. Todo un ejemplo antidemagógico y de recuerdo a las miles de víctimas del “descubrimiento”. Los gauchos pampeanos que lucharon por nuestra independencia se deben haber movido con gusto en sus tumbas, como se deben haber alegrado los descendientes de los muertos en las masacres de Roca ante el cambio de nombre de ese instituto de enseñanza.
Argentina, vamos para adelante.
©
Escrito por Osvaldo Bayer el sábado 22/06/2013 y publicado por el Diario
Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Chau Roca...
FOTO: archivo Plan B, cuando la escuela y la
avenida principal llevaban el mismo nombre. Ahora, la calle se llama San Martín
Oeste y el establecimiento educativo se llamará Clemente Andrada.
Por
amplio margen la comunidad educativa votó por el cambio de nombre. Mayor
diferencia en la urna de alumnos que en la de docentes. De todos modos, el
rechazo fue generalizado: el 74,89 % le dijo no a Roca. Che Guevara, el segundo
más votado. Clemente
Andrada fue el primer director de la institución. Obtuvo 243 votos y fue de los
9 candidatos el más votado. Segundo quedó Ernesto Che Guevara.
La
elección tenía dos tramos, una vez rechazado el nombre de Roca, debía
proponerse uno entre los que se habían seleccionado. Podían optar por Ernesto
Che Guevara, Osvaldo Bayer, Clemente José Andrada, Pueblos originarios de La
Pampa, Simón Bolívar, José Martí, Alfonsina Storni, 22 de abril, y Adolfo Pérez
Esquivel.
Se
presentaron a votar 928 personas, y el por amplio margen ganó el cambio de
nombre de la Escuela.
Votaron
466 alumnos por el SI al cambio de nombre y 72 por el NO
Entre
los docentes, ex alumnos, y ex docentes el resultado fue 229 por SI y 152
por el NO
En
total asistieron a la elección 544 alumnos y 384 docentes
El
total indica que 695 personas votaron contra Roca y 224 por mantener el nombre
del responsable del genocidio de los pueblos originarios. En porcentajes, Roca
fue rechazado por el 74,89%, mientras que por el apoyo al ex presidente se
manifestaron el 24,14%
Votación por candidatos
El primer número en cada candidato
corresponde a ex alumnos, ex docentes y docentes actuales. El segundo a alumnos
de hoy. El tercero es el total.
CLEMENTE JOSÉ ANDRADA 87, 156: 243
CHE GUEVARA 20, 112: 132
PUEBLOS ORIGINARIOS 44, 60: 104
BAYER 41, 26: 67
ALFONSINA STORNI 13, 33: 46
22 DE ABRIL 3, 39: 42
BOLIVAR 8, 16: 24
JOSÉ MARTI 8, 8: 16
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL 3, 11: 14
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL 3, 11: 14
© Publicado
por Plan B Noticias el sábado 08/06/2013 de la Ciudad de la Pampa.
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