Hubo fiesta en Bahía Blanca ante un Huracán muy desinflado: Galván, Brum y Bareiro pusieron el 3-0 a la media hora de juego, y después el equipo se dedicó a florearse. Vega clavó el cuarto y desató la euforia de los hinchas, que pese a que Olimpo aún no salió del descenso directo, se fueron cantando que "de Primera no se va".
Para hacer un culto perfecto a la media inglesa, recurso consumido al máximo por aquellos que provienen de abajo y pretenden quedarse en Primera, a Olimpo le falta conseguir, al menos, su primer empate en el campeonato. El equipo de Omar De Felippe es una fiera en su casa, pero se quita los colmillos para ir afuera en búsqueda de una pardita que permita soñar con la permanencia.
Cualquier consulta, preguntarle a Huracán, víctima de la cuarta victoria del Aurinegro (las otras fueron Gimnasia, Lanús y Racing) en el Apertura y, obvio, en el Carminatti. El Globo, valga la redundancia, llegaba a Bahía Blanca inflado con helio después de un clasicazo ante San Lorenzo. Pero cometió el error de aspirarlo y, tal cual provocan los componentes del gas en la voz humana, quedar finito. Eso, precisamente, fue el equipo de Miguel Angel Brindisi, que tuvo la misma formación inicial que contra el Ciclón.
Olimpo no le dio chance alguna a los pibes del Globo. Rodrigo Battaglia y Darío Soplán, encargados de la marca y la soltura a la vez, no cumplieron su función. Así, César Montiglio y Diego Rodríguez nunca fueron abastecidos por los costados. Enfrente, se dio la antítesis: Diego Galván y David Vega aprovecharon bien las bandas. Los volantes de Olimpo se juntaron en el primer gol y dieron rienda suelta a una goleada en otra combinación para el cuarto. Claro que Gastón Monzón tuvo que ver. El arquero pudo haber hecho algo más en zapatazo de Roberto Brum y se mostró perdido en el córner que Néstor Bareiro cabeceó a gol.
Ese primer tiempo letal en el que Olimpo repartió goles como vendedor de diarios, fue demasiado para los chicos de Huracán. Esta vez no hubo pelotas paradas para aprovechar al ciento por ciento el error rival, esta vez no sonó el "vamos, vamos los pibes", esta vez no estuvo San Lorenzo enfrente... No, el equipo de De Felippe fue claro y jugó con esa soltura que no evidencian sus números, ya que todavía no son suficientes para salir del descenso directo. Pero, se sabe, no es fácil jugar en el Olimpo...
ã Escrito por John Jones y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 5 de Noviembre de 2010.
Bahía... se la Banca...
Olimpo ganó su cuarto partido en el Carminatti y se hace fuerte de local. Goleó a Huracán, que se deshizo en un tiempo y fue una sombra del que venció al Ciclón.
Es histórica esa resaca.
No hay explicaciones, no hay motivos, no hay porqués: al codo empinado de un clásico le sigue, irremediablemente, un insoportable dolor. Hace poco le ocurrió a Independiente, que le había ganado a Racing y luego se comió una tripleta de All Boys. Huracán pisó Bahía Blanca con el torcido paso de la mamúa, aún nublado y dominado por la fiesta de dos domingos atrás. Los pibes que habían abollado el Falcón se dejaron marear por un Olimpo que sólo en el Carminatti se parece a lo que pretende su entrenador. Era un choque para ratificarse: Olimpo y su localía, Huracán y su recuperación. Ganó Olimpo, por cuatro gritos y la repentina ausencia quemera.
El equipo de Omar De Felippe sufre de localitis.
Se escribe sufre porque jugó siete partidos de visitante y ni un solo punto sacó, aunque anoche le haya refregado su mejor versión a Huracán. A los ocho minutos nomás, Vega se aprovechó de un Lemos que la quiso dominar y la dejó corta. El centro fue poderosísimo, veloz, para Galván, que lo cabeceó: 1-0 y adiós. Adiós, sí, porque Olimpo ganó serenidad y jamás dividió la bola.
Suele decirse que la cancha del Carminatti motiva a los centros y las segundas jugadas, pero Cobo, Vega y Galván demostraron que hay otro camino. La iban a buscar para que la zaga saliera tocando, la dormían en el medio para que Huracán se agrietara un poco y la abrían, finalmente, con velocidad. El 4-0 es una demostración de esto. El 3-0, la excepción que confirma la regla. El 2-0, directamente un golón.
Battaglia había dicho que el de anoche era "un partido de seis puntos". Huracán no pudo alejarse de River, a quien aún tiene a seis unidades y juega con otro rival directo, All Boys, mientras Olimpo encuentra, al fin, arena firme. El riesgo de saber defender, uno de los puntos altos del Globo ante San Lorenzo en los primeros minutos del 3-0, es que sólo un buen ataque puede remediar cualquier falla. El visitante no tuvo ni tiempo de acomodarse, y luego se desnudó su verdad: sólo Bottaro incomodó a Tombolini.
Antes y después, cero movimientos en el medio, retorno lento, imprecisión.
El desafío de Olimpo será, otra vez, alejarse de una Bahía que lo banca. En la próxima, Independiente, en Avellaneda. O sea: qué va a ser de ti lejos de casa, nene, qué va a ser de ti...
ã Escrito por Diego Vita y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 6 de Noviembre de 2010.
“Fue inesperado”...
El golpazo bahiense dejó pasmado a Miguel Brindisi, quien ayer bancó al piberío otra vez. “No hay nada que discutir, el resultado habla por sí solo”.
Ni siquiera el hincha más pesimista de Huracán se imaginaba este golpe. Y mucho menos Miguel Brindisi, quien en Bahía apostó al mismo equipo que celebró en el derby con San Lorenzo, pero que ayer se fue con tres pepas en el entretiempo. “Es un resultado inesperado para nosotros, sobre todo teniendo en cuenta lo que había pasado en el clásico. El primer tiempo fue terrible...”, hizo catarsis el entrenador del Globo.
Miguelito sabe de lo que habla, claramente. Se refiere a esa falta de actitud de los pibes, a los desacoples defensivos que dejaron en jaque a Monzón, quien tuvo una noche para el olvido. Y también apunta, sin duda alguna, a la efectividad de Olimpo: “Nos superaron en todos los aspectos posibles, nunca supimos revertir el juego que nos plantearon. No tenemos nada que mencionar ni que discutir, el resultado lo dice todo. Ya en el segundo tiempo intentamos mover las piezas, aunque a esa altura la diferencia era muy grande. Eso sí: hablaremos mucho puertas adentro”.
Qué lejos queda aquel 3-0 frente a San Lorenzo con lo sucedido en Bahía. No solamente por los cuatros goles del Aurinegro, sino también porque Huracán continúa comprometido con el promedio. Ah, y eso Brindisi también lo sabe: “En la semana tendremos que mejorar como sea. Hay que levantar la cabeza y ponerse a trabajar ya”. Si Miguelito lo dice...
ã Escrito por Diego Vita y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 6 de Noviembre de 2010.
Las Fotos...
Los Goles...
La Tabla...
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