sábado, 26 de julio de 2008

Se todos los cuentos...


SE TODOS LOS CUENTOS
.
Yo no sé muchas cosas, es verdad
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos...
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos...
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos...
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos...
Y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos...
Y sé todos los cuentos.
León Felipe (1884-1968)

ESMA. Descubren escritos de un secuestrado…

Un grupo que trabaja en el edificio halló anotaciones que serían de Horacio Maggio.

Un grupo de colaboradores del Instituto Espacio para la Memoria, que realiza tareas de conservación en el ex centro clandestino de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), descubrió dos inscripciones que habrían pertenecido al desaparecido Horacio Domingo Maggio, un delegado sindical santafesino que, luego de escapar de prisión en marzo de 1978, denunció públicamente a la dictadura militar por sus crímenes y torturas.

"27/12/77 cio Maggio" y “3/3/78 H.M.” dicen los escritos ocultos en una de las vigas del sector denominado "La Pecera", en el Casino de Oficiales. Para Víctor Basterra, colaborador de el Instituto y sobreviviente del centro clandestino, no hay duda de que Maggio es el autor: “He cotejado con una carta manuscrita de Maggio y hay detalles inconfundibles", dijo Basterra a Críticadigital.

Las cartas a las que hace referencia Basterra son aquellas que Maggio escribió a varias instituciones nacionales e internacionales cuando logró escapar de la ESMA. Las mismas que el diputado nacional Miguel Bonasso incorporó en su libro Recuerdo de la Muerte.

En conversación con Críticadigital
, Bonasso reflexionó que los escritos “pueden haber sido de los últimos momentos", aunque se mostró sorprendido porque en la fecha de la última inscripción Maggio "estaba disimulando que se iba a fugar”.

“Él no estaba tratando de hacer ninguna cosa testimonial, sino más bien tratando de ocultar que había estado ahí. Que él hubiera dejado su nombre ahí la verdad que es una novedad total”, opinó el diputado nacional.

RECUERDO DE LA MUERTE. Maggio usaba los sobrenombres "Nariz" y "Polichinela", trabajaba en el Banco Provincial de Santa Fe y tenía 30 años cuando fue secuestrado por el Grupo de Tareas y trasladado a la ESMA. Luego de pasar unos meses en ese campo de concentración, consiguió fugarse y desde la calle llamaba por teléfono a los marinos que lo habían tenido cautivo.

"Con los bolsillos llenos de cospeles y monedas, llamaba a sus verdugos, se identificaba, los insultaba y les preguntaba cuanta gente más habían matado desde que él no estaba en la ESMA. Y como una premonición, decía al teléfono: 'Va a haber un Nüremberg para todos ustedes, asesinos'", cuenta Bonasso en su libro.

También mandó cartas "a Raúl Castro -Embajador de EE UU en Argentina-; a los monseñores Aramburu, Primatesta y Zaspe; al propio dictador Videla; a los mandos militares; los sindicatos; los dirigentes políticos; al staff del Ministerio de Relaciones Exteriores; al Secretario de Naciones Unidas (ONU); a Amnesty Internacional y a toda la prensa extranjera".

"En las cartas denunciaba su secuestro y los hechos que ocurrían en la ESMA , los nombres y alias de los represores que actuaban allí y los casos de asesinatos y secuestros que él conocía", agregó el legislador en su libro.

Poco antes del Mundial de Fútbol 1978 Maggio "tuvo una entrevista con el sub director de Associated Press que fue publicada en los principales diarios del mundo. En ella reiteró sus denuncias, el caso de las monjas francesas detenidas y desaparecidas y el caso de Dagmar Hagelin".

Según Bonasso, Maggio "se transformó en el objetivo primordial de la dictadura" hasta que fue nuevamente aprehendido y "desarmado, se defendió a pedradas contra sus captores y asesinos" que lo ejecutaron.

"Su pequeño cadáver fue expuesto en la ESMA como trofeo de guerra ante los prisioneros en el mes de septiembre de 1978", relató
Recuerdo de la Muerte.

La esposa de Maggio, Norma Valentinuzzi, docente de 28 años, fue detenida el 11 de septiembre de 1979 y desde entonces permanece desaparecida. De ese matrimonio nacieron sus hijos Facundo y María Eva, dos sobrevivientes del terrorismo de Estado.

© Publicado por el Diario Crítica de la Argentina de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, el día 22 de julio de 2008.

Latidos en el viento...

“PRIMERO MATAREMOS A TODOS LOS SUBVERSIVOS, LUEGO A SUS COLABORADORES, DESPUÉS A LOS SIMPATIZANTES, LUEGO A LOS INDIFERENTES, Y POR ÚLTIMO LOS TÍMIDOS”.

Gral. Ibérico Saint Jean. Gobernador de la Provincia de Bs. As. Mayo de 1977.

Prólogo

El caluroso y agobiante 6 de noviembre del 2004 son descubiertos en el sector privado de un cementerio de Provincia cuatro cadáveres enterrados como NN. Se sospecha que podrían ser los restos de victimas de la dictadura que asoló a la Argentina en la década del 70. Una comisión judicial, que es guiada por un viejo sepulturero de ojos muy claros, se hace presente en el lugar y comprueba que los esqueletos son de cuatro mujeres. Algo los impresiona. La posición de los restos. Los cadáveres parecen abrazarse y algo más. Entre los jirones de ropa sobresale una tela floreada que aún conserva sus intensos colores.

La Historia

En la madrugada de 10 de diciembre de 1977 Azucena Villaflor camina apresuradamente hacia un kiosco de revistas. Es una mujer de cincuenta años, de buen porte, que luce sin prejuicios un colorido vestido floreado. Al llegar al kiosco busca con ansiedad en el diario matinal una solicitada cuyo titulo es: POR UNA NAVIDAD EN PAZ. Sonríe satisfecha y emprende el regreso, pero a mitad de la avenida dos autos sin identificación la interceptan. Cuatro hombres de civil la golpean y a pesar de su resistencia logran introducirla a uno de los vehículos para trasladarla a la ESMA, el mayor Centro de Detención Clandestina de la Marina Argentina.

Encapuchada y engrillada Azucena es conducida al Casino de Oficiales donde la espera para interrogarla el “tigre” Acosta, jefe del grupo de tareas GT 3.3.2, una especie de GESTAPO Argentina. Acosta es un oficial “duro”, encargado también de la “inteligencia”, de la tortura a los detenidos que se realiza en los sótanos de la ESMA. En su escritorio el oficial tiene abierta una carpeta, abultada, escrita a máquina y con abundantes fotografías de Azucena en distintos lugares de la ciudad.

El informe fue realizado por Alfredo Astiz, un joven oficial de 26 años, espía, que en los últimos meses se ha infiltrado en las organizaciones de familiares de desaparecidos y sobre todo entre el grupo de las Madres de Plaza de Mayo cuya fundadora y líder es Azucena. Con exasperante paciencia Acosta comienza el interrogatorio, revisa la carpeta y como si fuera un profesor de historia elige al azar alguno de los hechos, de las “acciones” realizadas por Azucena en estos largos doce meses en que esta mujer, sencilla ama de casa de un barrio del suburbio obrero, comenzara la búsqueda de su hijo Néstor, de 24 años, secuestrado por las fuerzas militares. Pero Azucena no responde, debajo de la capucha que cubre su cabeza solo se escucha un susurro; que día a día se transformará con más fuerza en el sentido de su lucha: “Solo busco a mi hijo”. Acosta no se inmuta. Tiene la paciencia del torturador, el tiempo juega a su favor o al menos eso es lo que él cree. Azucena es trasladada a el altillo del casino de oficiales donde se hallan otros detenidos. En medio del silencio y la oscuridad se reencuentra con dos de sus compañeras de lucha, madres que buscan a sus hijos como ella, y a dos monjas francesas, Alice y Leonie, secuestradas cuarenta y ocho horas antes, en otro operativo comandado por Astiz. Las mujeres ya han sido torturadas, aún así, se preocupan por la suerte de los otros detenidos y preguntan insistentemente por Gustavo Niño y su hermana, un joven al que “las Madres” han adoptado meses atrás como a un hijo.

Lo que ellas ignoran es que “Gustavo” esta muy cerca, las vigila y también las tortura, ya que el muchacho no es otro que Alfredo Astiz y su supuesta hermana, una joven de 20 años, una detenida y alojada en la ESMA, a la que Astiz le proporciona un “trato especial”. En los cuatro días subsiguientes las cinco mujeres serán interrogadas y salvajemente torturadas Pero la saña de los marinos se centrará especialmente en Azucena a quien Astiz a sindicado como integrante de la organización guerrillera Montoneros. Será Azucena, dotada de una carismática personalidad de líder quién, a pesar de los tormentos, descubra el macabro entramado de convivencia de la ESMA, donde interactúan, como en una “familia disfuncional”, secuestrados y secuestradores.

A medida que transcurren los días crece la tensión entre Acosta y Astiz. El fantasma de “Gustavo Niño” se hace presente para quebrarlas y arrancarles alguna confesión. Pero todo es en vano. Azucena y sus compañeras son solo madres y religiosas que buscan a sus hijos. La fe inquebrantable de estas mujeres enfrentara a los torturadores a su propia conciencia y ya sin respuestas reflexionan acerca de su liberación. Si esto ocurre será un doble triunfo ya que Azucena no ha perdido el tiempo y en los días transcurridos, ayudada por una “detenida reconvertida”, ha confeccionado una lista de todos los secuestrados alojados en la ESMA.

Pero, en el exterior del Centro de Detención, una nueva jugada del azar cambiará para siempre el destino de las mujeres. Los secuestros del 8 y 10 de diciembre de 1977 han impactado duramente en la política internacional de la Argentina. Francia reclama por las monjas, y EEUU por las tres Madres “desaparecidas”. En un intento desesperado por inculpar al “enemigo”, Acosta recibe la orden de fotografiar a las monjas francesas frente a una bandera de la organización Montoneros.

El engaño se completa con un “petitorio” de cuatro puntos escrito de puño y letra de la monja Alice Domon. La embajada de Francia recibe la misiva pero rápidamente sus servicios de inteligencia descubren la maniobra. La suerte de Azucena y sus compañeras está echada. En el despacho de Acosta suena insistentemente el teléfono. Al atender el oficial recibe una orden precisa. En el atardecer del 15 de diciembre de 1977, Azucena Villaflor, Esther Careaga, Maria de Bianco y las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet son inyectadas con Pentotal y posteriormente arrojadas al mar, en un avión de la Marina, en los ya célebremente famosos “Vuelos de la Muerte”. Para el grupo de tareas GT 3.3.2 es un caso cerrado y para las victimas el comienzo de otra lucha: ahora contra la impunidad.

Epílogo

El 20 de diciembre de 1977, un pescador furtivo encuentra en las costas de Mar Chiquita, en el Océano Atlántico los cuerpos flotando de cuatro mujeres. Algo lo impresiona, están todas juntas, como tomadas de la mano. Una de ellas lleva puesto un llamativo vestido floreado. Rápidamente, el aceitado aparato represivo, ordena enterrar los cuerpos en un Cementerio de Pueblo como NN. Un joven sepulturero, de ojos muy claros, se encarga de tapar “la fosa común”. Es un manso atardecer, el joven sepulturero ha finalizado su labor.

El cementerio está desierto cuando el muchacho clava en la tierra húmeda una cruz con la inscripción NN. Luego se queda un segundo en silencio y quitándose la gorra se persigna. Por último coloca un ramo de flores en la tumba para luego retirarse, silbando, mientras anochece.

EN ENERO DE 1978, LOS GOBIERNOS DE FRANCIA Y EEUU, A TRAVÉS DE SUS SERVICIOS DE INTELIGENCIA COMPROBARON LAS MUERTES DE LAS CINCO MUJERES. LA “DECISION DE ESTADO” FUE SILENCIAR LOS RECLAMOS AL GOBIERNO DE LA JUNTA MILITAR PRIVILEGIANDO SUS INTERESES ANTE UN “HECHO IRREMEDIABLE”. EN JUNIO DEL 2005, EL EQUIPO ARGENTINO DE ANTROPOLOGÍA FORENSE APORTÓ A LA JUSTICIA LAS PRUEBAS DE ADN QUE COMPROBARON LAS IDENTIDADES DE LOS CUERPOS RECUPERADOS DE AZUCENA VILLAFLOR de DEVICENTI, ESTHER CAREAGA, MARÍA DE BIANCO Y LEONIE DUQUET. LAS PRUEBAS APORTADAS POR EL ANÁLISIS DE LOS HUESOS SE CONVIRTIERON EN LA CORROBORACIÓN CIENTÍFICA DE LA METODOLOGÍA Y LA EXISTENCIA DE LOS “VUELOS DE LA MUERTE”. EN AGOSTO DEL 2005, EL JUEZ TORRES CITÓ EN EL PALACIO DE TRIBUNALES A LOS REPRESORES PERTENECIENTES AL GRUPO DE TAREAS GT 3.3.2 PARA COMUNICARLES EL CAMBIO DE CARÁTULA EN EL EXPEDIENTE ELEVANDOLO A “PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LA LIBERTAD, TORMENTOS Y HOMICIDIO”. PARA ELLOS EL HALLAZGO DE LOS CUERPOS ES EL FIN DE UNA LARGA IMPUNIDAD. LAS CENIZAS DE AZUCENA VILLAFLOR FUERON ESPARCIDAS EN LA HISTÓRICA PLAZA DE MAYO.

LOS RESTOS DE ESTHER CAREAGA, MARÍA DE BIANCO Y LEONIE DUQUET FUERON ENTERRADOS EN LOS JARDINES DE LA IGLESIA DE LA SANTA CRUZ LUGAR DONDE FUERON SECUESTRADAS.

EL CUERPO DE ALICE DOMON AÚN NO HA SIDO HALLADO.

© Publicado en http://www.pampafilms.com.ar

martes, 22 de julio de 2008

Las dos horas en que el país estuvo sin vicepresidente ...

Desde Olvos. Kirchner condujo el operativo con su celular. Ordenó que Cobos no votara.

Las dos horas en que el país estuvo sin vicepresidente...

-¡Pelotudo, hay cinco millones de tipos mirando la tele! ¿A quién carajo querés que saque? ¿Quién carajo se va a levantar de la banca, Pepe? Todo el país nos está mirando. Cagamos, Pepe. Hagan algo ustedes.

Las paredes de madera de cerezo y roble de Eslavonia del Salón de Lectura del Senado contuvieron los gritos de Miguel Ángel Pichetto. Cerca de la medianoche del miércoles, enfurecido y derrotado, el jefe del bloque de senadores kirchneristas admitió que todas sus gestiones habían llegado a un límite. Que el peso del destino de su Gobierno ya no estaba en sus manos.

Su compañero de bancada, el presidente provisional del Senado, José Pampuro, apoltronado en un sillón de cuero marrón habano, comprendió que a partir de ese momento, si había alguna chance de revertir el resultado, esa llave estaba ahora en su poder. Pampuro llamó una vez más al jefe de Gabinete, Alberto Fernández: “Seguimos empatados y esto no cambia”.

–Entonces convenzan a Cobos. No me atiende el teléfono. Si vota, nos caga. Se va todo al carajo. ¿Entendés, Pepe? Cleto no tiene que votar.Hasta esa hora, la agenda kirchnerista del día sólo acumulaba fracasos. Y no había margen para uno más. La noche anterior, Pichetto y Pampuro se habían ido a dormir con la certeza de tener 34 votos en su haber, contra 33 que sumaba la oposición. También había cinco senadores que no habían revelado su juego. Con las primeras luces del día el conteo ya estaba empardado: 35 a 35. Después del mediodía, fue el propio vicepresidente quien les anunció que el santiagueño Emilio Rached, un radical K como él, acompañaría el rechazo a la resolución 125. “¿Y qué va a hacer Saadi?”, avanzó el mendocino. "Con Saadi están Florencio (Randazzo) y el Chueco (Mazzón). Todavía no sé nada”, respondió Pampuro.

Las definiciones de la tarde quedaron en absoluta reserva. Incluso los radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz cuidaron con celo la decisión de Rached. El santiagueño le había dicho a Morales que se sumaría a la postura de la oposición en el restaurante del primer piso del Senado. El reloj del comedor marcaba las 15.25. Rached salió temblando del restaurante, como quien sostiene el peso de la República sobre sus hombros. Morales, en cambio, terminó sus sorrentinos de ricota y corrió al despacho de Sanz disimulando una sonrisa.

Cuando Saadi confirmó en el recinto que votaría por el Sí, el temblor invadió al vicepresidente. ¿Cuánto pesa una República? Pichetto y Pampuro también se estremecieron. Ya no había dudas, Néstor y Cristina estaban en manos de Cobos.

“Esto se define esta noche. ¿Escuchaste, Pepe? Vamos de frente. Se hunde con nosotros o está afuera. Cleto no tiene que votar”, ordenó Kirchner desde Olivos.

Pichetto se ocupó del Plan A: forzar a uno de los díscolos a abandonar el recinto al momento de la votación. El jefe de la bancada K llamó a 16 senadores, no respondió ninguno. La presión subió. También la suya. Debió ser atendido por un pico de tensión arterial en la enfermería del Palacio. Los nervios se apoderaban de la tarde. Kirchner le pidió a Hugo Moyano que se sumara a la Plaza. La orden era clara: presionar.

El blanco del Plan A fue Carlos Menem. El blanco más fácil. “Le van a limpiar sus causas judiciales”, se dijo una y otra vez. El rumor se extendió hasta la noche. Menem no hizo nada por ahuyentar los fantasmas: desde el mediodía que no estaba en el Palacio. Tampoco atendía el teléfono. “Me juró que votaba”, decía Adolfo Rodríguez Saá.

Sanz entró en pánico: “Llamemos al hermano Eduardo”. El ex senador se ocupó del resto. Eduardo Menem llamó a su sobrina Zulemita. “Estamos con el papi en el Otamendi. Le hicieron unas placas de pecho por la neumonía. Cuando terminemos, lo llevo al papi de nuevo. No te preocupes”, dijo Zulemita.

Casi a la 1 de la madrugada apareció. Y después de una década, Carlos Menem volvió a adueñarse de la palabra. Sus enemigos de ayer y los de hoy le concedieron un profundo silencio. Menem estaba mareado por la fiebre, por el cansancio y por los años. No era muy diferente el estado de Pichetto, que ante la figura corvada de su ex jefe veía fracasar su última estrategia.

Cobos le cedió la presidencia a Juan Carlos Romero. Era la 1.30. El vicepresidente se fue a su despacho. Lo siguió Pampuro. Tenía la orden de ejecutar el Plan B. Se encerraron a solas.

“No podés bajar. No podés votar. Julio, está en juego el Gobierno. Tenés que acompañar a la Presidenta o irte”, le transmitió Pampuro. En ese momento llamaron Alberto Fernández y el ministro del Interior, Florencio Randazzo. No los atendió. “Ya di públicamente mi palabra. Dije que si llegaba el momento, iba a expresarme en la sesión. Eso voy a hacer”, afirmó Cobos.

En el recinto, los partidarios del No intentaron precipitar los hechos. “Sentá a todo el mundo”, le indicó Morales a Sanz, que junto a Rodríguez Saá se ocuparon de llamar a los demás senadores. Aún no eran las 2 de la madrugada. “Sería bueno que se acerque también el vicepresidente de la Nación, porque seguramente lo vamos a necesitar”, dijo Morales.

La chicharra comenzó a sonar. A las 2.35 el único senador que faltaba ocupar su banca era Pampuro. Tampoco estaba Cobos, que seguía con él. Pero nadie en el recinto, salvo Pichetto, lo sabía.

El turno para hablar le tocó a Sanz, al jefe de la bancada radical. “Si me está viendo el vicepresidente de la Nación, me gustaría que presidiera esta sesión en honor a los senadores que ya llevamos más de quince o dieciséis horas debatiendo”. Cobos no apareció.

–Pepe, no quiero votar en contra. Voy a pedir un cuarto intermedio para que busquemos un acuerdo. Tiene que haber consenso. Pero voy a bajar.

Pampuro le dijo una vez más que los Kirchner le pedían que se sumara al Gobierno o que se alejara de la votación. “Acepten el cuarto intermedio. Es lo que ofrezco”, insistió el vicepresidente.

Las negociaciones se desconocían en el recinto. “¡Qué bueno sería tenerlo al vicepresidente de la Nación!”, gritó Sanz al borde de la desesperación. Llevaba más de media hora prolongando su discurso, esperando. Ninguno de los 36 senadores que votarían por el No se atrevían a dejar sus bancas para averiguar personalmente qué estaba pasando.

Cualquier ausencia circunstancial podía abrir la puerta para una votación repentina, y fatal. Hasta las ganas de orinar también estaban vedadas.

Un colaborador de Sanz, mendocino como Cobos, se acercó al despacho del vice. Sólo se calmó cuando lo vio en persona.

–Julio, te estamos esperando.

–Ya estoy saliendo. Dame un minuto.

El asistente volvió al recinto y tranquilizó a Sanz. Pampuro ocupó su banca y Pichetto, el último orador, tomó la posta de los discursos. Cobos volvió por un segundo a su despacho. Hizo coraje y llamó a Alberto Fernández. Con vez temblorosa, le advirtió: “Voy a bajar. Ustedes pueden evitar que emita mi voto. Acepten el cuarto intermedio y busquemos consenso”.

Alberto cortó y alertó a Pampuro: “Esto se decide ahora. Cobos no puede llegar al recinto”. Junto al santacruceño Nicolás Fernández, Pampuro salió disparado. Mientras tanto, Pichetto entretenía a la tribuna con sus confesiones sobre las miserias electorales del oficialismo y sus aliados. Fernández y Pampuro interceptaron a Cobos a mitad de camino, entre su despacho y el recinto. Lo llevaron, casi a empujones al Salón de Lectura.

–Estás loco. Querés cargarte al Gobierno. Si votás en contra te tenés que ir. Va a presidir Pepe y va a desempatar Pepe.

–No voy a aceptar órdenes de ustedes. Si me tiene que decir algo, que me llame Cristina.

Pampuro volvió a llamar a Olivos. No consiguió dar con ella. A esa hora, la Presidenta ya estaba durmiendo.

–Julio, si pasás por esa puerta, tenés que renunciar. Cobos abrió la puerta, se volteó y los mandó al carajo. A las 2.58 el Vicepresidente entró al recinto.

A las 3.46 habilitó la primera votación: empate. Segunda votación, un nuevo empate. “¡Que la historia me juzgue! Pido perdón si me equivoco. Voto… Mi voto no es positivo”, le dijo Cobos a la historia. Pichetto le ordenó a su bloque: “Saquen la tarjeta (del voto electrónico). Nos vamos a la mierda”.

© Publicado por Damián Glanz en el Diario Crítica de la Argentina de la ciudad Autónoma de de Buenos Aires el viernes 18 de julio de 2008.

martes, 15 de julio de 2008

Doctor Nelson Castro... Mano a mano...

Doctor Nelson Castro... Mano a mano...

Sin lugar a duda alguna, el Doctor Nelson Castro es uno de los más destacados periodistas independientes de la República Argentina. Independencia en el periodismo significa solamente -no depender de nada ni de nadie- nada más, ni nada menos... En sus programas de radio y televisión, Puntos de Vista en Radio del Plata de Buenos Aires (A.M. 1030 Khz.) y Juego Limpio por el canal de noticas TN ratifican lo antedicho.

(Para leer el reportaje clickear dos veces en la fotografía)






© Daniel Artola y Marcelo Benini http://www.periodicoelbarrio.com.ar

Biografía del Doctor Nelson Castro

* Fecha de nacimiento: 5 de abril de 1955
* Lugar: San Martín, Provincia de Buenos Aires, República Argentina
* Documento Nacional de Identidad: 11.386.864
* Estado civil: soltero
* Ocupación actual: conductor del programa "Puntos de vista" que se difunde por LS 10 Radio Del Plata, de lunes a viernes de 06.00 a 09.00.
* Conductor del programa televisivo por cable "El juego limpio", que se difunde por TN (Todo Noticias) los viernes a las 22.00.
* Ecribe su columna de opinión en los diarios La Nación y Página/12.
* Integra la Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente (Periodistas) de la República Argentina.
* Participó, como panelista, en distintos Foros Internacionales para debatir temas tales como: Etica en los medios de comunicación; La necesidad de los argentinos de tener una justicia independiente; Futuro del Mercosur; y otros más.

Ganó los siguiente premios internacionales:

-NEW YORK FESTIVALS 1991: Medalla de Bronce en el rubro Producción de Mejor Programa de Investigación Periodística, "El narcotráfico en Argentina". Se difundió por LR1 Radio el Mundo de Buenos Aires.
-NEW YORK FESTIVALS 1992: Medalla de Plata en el rubro Mejor Documental, "A 10 años de Malvinas". Se difundió por LRS Radio El Mundo de Buenos Aires, el 2 de abril de 1992.
-PREMIO INTERNACIONAL "REY DE ESPAÑA" 1994: Primera distinción ganada por periodistas argentinos de radio por el programa especial difundido por LS 10 Radio Del Plata, el 24 de marzo de 1996,"10 años de democrácia: una década para recordar".
- NEW YORK FESTIVALS 1996: Medalla de Plata en el rubro Mejor Documental de radio del mundo, "A 20 años del golpe: la memoria del NUNCA MAS". Este programa fue difundido por LS 10 Radio Del Plata, el 24 de marzo de 1996.
-NEW YORK FESTIVALS 1997: Medalla de Oro en el rubro Mejor Programa de Investigación, "A 6 años de la primera bomba: demasiadas preguntas...sin ninguna respuesta" (trabajo referido al atentado contra la sede de la Embajada de Israel en Buenos Aires, ocurrido el 17 de marzo de 1992). Se difundió por LS 10 Radio Del Plata el pasado 17 de marzo de 1998.

Ganó los siguientes premios nacionales:

-Mención Especial por la serie de programas sobre el narcotráfico en la Argentina, otorgado por la Gendarmeria Nacional en 1988.
-SANTA CLARA DE ASIS: Mejor labor periodística en 1992.
-PRENSARIO: Mejor Programa Periodístico 1993, Puntos de vista.
-SIN ANESTESIA: Mejor Programa Periodístico 1994 y 1995, Puntos de vista.
-SIN ANESTESIA: Distinción especial por la producción del programa "10 años de democrácia: una década para recordar"(1993).
-BROADCASTING '96: Premio a la Mejor Producción Especial de Radio: "A 20 años del golpe: la memoria del NUNCA MAS".
-BROADCASTING: '96: Premio al Mejor Programa Periodístico de Radio, Puntos de vista.
-MARTIN FIERRO '94: Mejor Labor Periodística en programa de televisión por cable, En la mira, por CVN, Cablevisión Noticias.
-MARTIN FIERRO '95: Mejor Labor Periodística en radio con el programa, Puntos de vista.
- MARTIN FIERRO '96: Premio a Puntos de vista como Mejor Programa Periodístico de Radio.
-PREMIOS KONEX '97: Fue distinguido con el Konex de Platino en la disciplina RADIAL.

* Egresó de la Escuela Superior de Periodismo del Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires en 1975.

* Realizó un Master de Especialización en Periodismo Político en los Estados Unidos de América tras obtener la Beca del World Press Institute a la que accedió por concurso internacional entre 1500 periodistas del mundo. Durante esa beca realizó estudios de análisis político y económico en las Universidades de Harvard, Minnesotay Northwestern junto con internados en las emisoras KROC de Rochester, Minnesota, Nacional Public Radio de Washington D.C. y NBC de Nueva York.

* Cursó la carrera de Medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires de la cual egresó con el título de Médico con Diploma de Honor.

* 1984: Ganó por concurso la conducción del programa Convocatoria de Radio Municipal de la ciudad de Buenos Aires.

* 1986: Estando en Estados Unidos, cumpliendo con la beca World Press Institute, fue corresponsal para Radio Municipal de la ciudad de Buenos Aires. Cubrió las elecciones para la renovación de legisladores y gobernadores de ese año. Por su cobertura del "Irangate" fue autorizado por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca a tomar parte de las conferencias de prensa del presidente Ronald Reagan. Fue así el único periodista argentino que accedió a tal posición.

* 1987: Es contratado por Radio El Mundo de Buenos Aires. Allí se desempeña alternativamente como analista político de la emisora y conductor de programas de opinión tales como: La Columna, Cortando por lo sano y Punto de arranque.

* 1988: Como enviado especial de Radio El Mundo para cubrir la elección presidencial en Estados Unidos de Norteamérica, fue el primer periodista latinoamericano en dar a conocer el triunfo de George Bush, hecho que fue destacado por Voice of America.

* 1989: Como enviado especial de Radio El Mundo cubrió el plebiscito uruguayo por la amnistía a los militares y subversivos.

* 1990: Como enviado especial de Radio El Mundo cubrió el viaje del presidente argentino Carlos Saúl Menem, a los Estados Unidos. Tuvo a su cargo la transmisión directa de la Cumbre Mundial por la Niñez que se desarrolló en la sede de las Naciones Unidas en New York.
En abril del mismo año viajó a Alemania para cubrir la gira del presidente Carlos Menem.

* 1991: Cubrió la conducción principal de los programas que, por Radio El Mundo, se dedicaron a la cobertura de la Guerra del Golgo Pérsico. Merced a sus fuentes de información fue el único periodista argentino que, desde Buenos Aires, pudo acceder a dialogar con soldados, soboficiales y oficiales aliados en el mismo frente de batalla. Nelson Castro fue el periodista que le comunicó al capitán de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Ralph Scott, uno de los ayudantes de campo del general Norman Schwarkopf, que el presidente George Bush había ordenado el ataque final por tierra sobre las tropas iraquíes. Por este trabajo fue seleccionado por la Embajada de Estados Unidos en Argentina, para participar como panelista en la teleconferencia satelital de la Worldnet con autoridades del Departamento de Estado.

* En el mismo año viajó a Nicaragua para entrevistarse con la presidenta Violeta Chamorro (único reportaje que la jefa de Estado concedió a una radio argentina). Posteriormente entrevistó en Puerto Príncipe (Haití) al general Raúl Cedrás, Comandante en Jefe del Ejército de Haití y cabecilla del golpe que derrocó al presidente Jean Bertrand Aristide. Como consecuencia de las entrevistas que también realizara a los ex miembros del gobierno de Aristide, exiliados en la Embajada de Francia de Puerto Príncipe, fue conminado a dejar Haití por razones "de seguridad".

* Desde el 4 de enero de 1993 se dempeña como conductor del programa Puntos de vista que se emite por Radio Del Plata.

* En 1994 comenzó su labor televisiva por cable con el programa En la mira , por Clablevisión Noticias (CVN). Tras su desvinculación, ocurrida en marzo de 1998, fue contratado por el cable Todo Noticias (TN) para conducir el programa El juego limpio.

© http://www.netizen.com.ar/periodistas/integrantes/castro.htm

viernes, 11 de julio de 2008

Globalización y Pobreza... Alberto Romero...

Globalización y Pobreza...

La relación entre globalización y pobreza, tomada como punto de partida para el análisis de la problemática socioeconómica a escala mundial, nos permite comprender mejor las grandes contradicciones por las que atraviesa la etapa actual del modelo de desarrollo económico y social, sustentado en el mercado como único regulador de las relaciones de producción.

Una de estas contradicciones es que pese a los impresionantes avances en el campo científico y tecnológico, sus beneficios son para una pequeña parte de la población, residente en los países más desarrollados, al tiempo que por lo menos la cuarta parte de la humanidad sobrevive en condiciones de pobreza y miseria.

© Alberto Romero estudió economía en la Universidad de la Amistad, en Moscú, obteniendo el grado de licenciado en 1977 y el grado de doctor en 1983. Actualmente es Profesor de Economía en la Universidad de Nariño, Colombia.

Para bajar el libro -Globalización y pobreza- en archivo .pdf, cliclear en este link:


jueves, 10 de julio de 2008

Derechos Humamos, hacia la reconstrucción del otro... De Alguna Manera...

Hacia la reconstrucción del otro... 

Amnistía Internacional, Sección Argentina

Se me ha convocado aquí para hablar acerca de la situación de los Derechos Humanos en América Latina. No es que pretenda cambiar el tema de la propuesta, pero al momento de pensar cómo abordar esta propuesta, se me presentaron una serie de interrogantes acerca de cómo responder esta demanda, y el resultado de esa reflexión es el recorrido que paso a presentarles.

En efecto, una salida cómoda y elegante, pero también de circunstancia, hubiese consistido en "desayunarlos" con el largo rosario de los horrores que diariamente vive nuestra región. En Amnesty Internacional tenemos un material abundante acerca de estos crímenes. Y no es que descrea del valor que tiene el denunciar estas situaciones, todo lo contrario, como miembro de Amnesty formo parte de esta conspiración de la esperanza constituida por las millones de voces que, alrededor del mundo, funcionan como el eco distante pero valioso de los gritos de aquellos que no tienen el derecho a la palabra: de los torturados, los desaparecidos, de los muertos. Ese murmullo indecente, que viene a arruinar la sinfonía del libre mercado, salido del fondo de las prisiones donde se pudren los Presos Políticos, de las calles donde sobreviven los niños de la miseria, la explotación y la ignorancia. Porque este es el material con el que deberemos trabajar cuando hablamos de DD.HH. y la razón por la que innumerables veces hemos salido a la calle a gritar nuestra bronca. Queremos que el mundo sepa, que los sordos escuchen y que los ciegos vean. Nos enorgullecemos de ser los grandes aguafiestas de la indiferencia cómplice, y nuestra tarea como militantes pasa muchas veces por shoquear al auditorio. Pero hay un lugar y un momento para todo.

Yo no quiero shoquearlos, Ustedes ya están aquí... han decidido "perder", o si prefieren, "invertir" - suena más simpático - parte de su tiempo en asistir a un Seminario sobre Derechos Humanos que, a valores de mercado, convengámoslo, no tiene una cotización muy elevada. En otras palabras, mientras lo que prima en nuestras sociedades es la ética mercantilista, esto es: la resolución de los conflictos, en base a un cálculo costo/beneficio que atribuye un valor de mercado tanto a los objetos, como a las acciones. (Y que este valor sea imaginario, que "flote" en el vacío, en lo que podríamos llamar, utilizando la terminología de Baudrillart, un limbo transeconómico, es harina de otro costal). ¿Porque la pregunta que me interesa plantear es, en definitiva, que cuernos hacen Ustedes aquí? Porque a valores del mercado Ustedes no van a ganar nada, es más quizás incluso pierdan... Pero yo no puedo creer que Ustedes estén aquí para perder algo, es mas creo que han venido con la esperanza de apropiarse de algo. Solo que ese "algo", debe pensarse desde una ética bien distinta, la que llamaremos la ética de lo simbólico y que parece más adecuada para pensar el problema de los Derechos Humanos.

En dos palabras, nosotros no necesitamos ser shoqueados porque nosotros ya estamos shoqueados, y por eso estamos aquí. Y el resultado de ese shock es que hemos sido capaces de reconocer al otro, fundamentalmente a la víctima. Es más, lo que intento plantear es que lo que sucede en la relación entre víctima y victimario en las violaciones a los DD.HH. debe ser pensado como una ruptura del lazo de identificación con el otro. Y que paralelamente, lo que entiendo como Educación en Derechos Humanos, o incluso como educación a secas, es la construcción y mantenimiento de ese lazo y que por ende concibo:
  • A la educación: como un movimiento subjetivo, que puede ser pensado como el proceso de descubrimiento y apropiación de la relación con los objetos. Y tomo como objeto por excelencia, al otro.
  • A los DD.HH.: como esa parte de la ética que, más allá de los vaivenes jurídicos, políticos, sociales y culturales, apunta a plantear un horizonte de resolución a las relaciones, siempre conflictivas, que se establecen entre los sujetos.
Pero ya hablaremos de esto más adelante, por ahora, volvamos a nuestro tema: la situación de los Derechos Humanos en América Latina. Les dije que no buscaba golpes de efecto para presentar este tema. Pero no sólo porque crea que Ustedes ya son conscientes de los efectos que producen las violaciones a estos Derechos, o que vivan condicionados en estas sociedades donde cruzar un puente en el mal momento, en un mal tiempo, nos cuesta la vida, como a Teresa Rodríguez, 25 años, 3 hijos, empleada domestica en Cutral Co.

Creo sinceramente que si nos hemos reunido aquí en un seminario, lo hemos hecho para tratar de pensar estas situaciones. Y el problema radica en que existe una paradoja insalvable al momento de pensar acerca de las violaciones a los Derechos Humanos en nuestro continente: es el peso de las terribles imágenes que acompañan lo que no dudaría en calificar de genocidio - esto es, el balance de las violaciones a los Derechos Humanos de los, para elegir un lapso de tiempo relativamente corto, últimos 20 años -.

A esta suma de horrores, que en cierto sentido nos pertenece pero que seguramente nos condiciona, un psicoanalista Uruguayo, Marcelo Viñar, le ha dado el nombre de "Patrimonio mortífero". El se pregunta, y yo traigo aquí esta interrogación, ¿Qué podemos hacer? ¿Qué debemos hacer? con este patrimonio mortífero. No podemos ignorarlo, huelgan aquí las razones por las cuales es suicida la política del olvido. Solo digamos al pasar, que no es posible olvidar que lo que sangra, son las heridas abiertas en el cuerpo social mismo de nuestra América. Y si no queremos desangrarnos, deberemos cuidar esta herida, en lugar de querer ignorarla. De lo que tendremos entonces que debatir, es acerca de las estrategias de la terapéutica.

Y si de estrategia se trata, debemos tratar de definir el campo sobre el cuál aplicarla. Es decir, nuestro universo. Para ello, voy a jugar un poco al Grondona, y pedir ayuda a los griegos clásicos del siglo de oro de Pericles. Es claro que en 24 siglos nuestra concepción del Universo se ha modificado un poco, pero no deja de ser sorprendente que después de tanto tiempo aún nos encontremos discutiendo los mismos temas que esos ancestros lejanos debatieron en su ágora. De hecho, es casi imposible hallar un tema en filosofía sobre el cual los griegos antiguos no hubiesen emitido una opinión. La raíz de sus debates parece tener siempre la misma actualidad, y esta no es una excepción. 24 siglos después estamos aquí reunidos preguntándonos acerca de como deberían darse las relaciones entre las personas y el campo de lo social. Es decir, estamos haciendo lo que Platón en la República entiende por política. Platón entiende por política el campo de tensión que se crea en la articulación de lo que él llama las pasiones de la Psique y las pasiones de la Polis, es decir del Alma y la Ciudad, o lo que nosotros entenderíamos como el lugar en que se encuentran la subjetividad con el campo de lo social. Es de las regulaciones de este choque que hablamos, cuando hablamos de Derechos Humanos. Postulo entonces, que solo es posible abordar la dimensión de los derechos humanos si logramos abarcar las complejas relaciones que se establecen entre sujeto y poder. Por eso es que a lo largo de esta exposición voy a tratar de navegar entre esos dos polos que se retroalimentan constantemente.

En dos palabras, voy a hablarles de un sistema. Para ello quisiera recordarles tres leyes de los sistemas:
  • 1- Todos los sistemas tienden al equilibrio, cualquiera sea este. (Ley de entropía)
  • 2- Al interior de todo sistema, la posición de los elementos que lo componen, está determinado por las relaciones que se establecen entre los mismos.
  • 3- Todo sistema posee un nivel de elasticidad determinado, superado el mismo, la modificación de las partes modifica el todo.
Bien, con esto en mente volvamos al problema del patrimonio mortífero.

Porque es aquí donde se despliega la paradoja: nuestro patrimonio mortífero nos habla, valga la redundancia, de muerte, de sufrimientos y desgarramientos que superan la capacidad del lenguaje de soportar estos relatos. Quienes trabajamos como terapeutas con las víctimas, hemos aprendido a respetar esos silencios donde no hay nada que decir. ¿Qué más puede decir esa madre sobre la desaparición de su hijo? ¿Hasta dónde es posible poner en palabras la experiencia de la tortura? Pero es a esos límites, a esas fronteras en que se acaba el lenguaje, es hacia allí donde se nos convoca. Más allá, todos presentimos la presencia de la Nada, la inminencia del terror. Y el terror puede servir para muchas cosas, pero seguramente no sirve para pensar.

Una salida, en realidad una falacia, consiste en lo que yo llamaría la presentación mediática del patrimonio mortífero: es la invitación a visitar el museo del horror. Allí tienen a esas compasivas y buenas personas, llenas de buenas intenciones y lagrimas en los ojos, que miran alucinadas detrás de sus televisores las últimas imágenes de CNN acerca de la masacre del día. Por suerte la infinita compasión de los noticieros pasa sin transición a la receta del pollo a la Kiev. Y en fin... como Ustedes saben, estas imágenes no tienen nada que ver conmigo. Suceden en un tiempo y en un lugar que me son totalmente ajenos, aunque esto ocurra en la otra cuadra. Me gusta llamar a esta categoría de personas: los turistas.

Los turistas, Ustedes los conocen, son esos simpáticos personajes que deambulan por ahí vestidos con un poncho fucsia fosforescente, cámara de video ad hoc y mirada extrañada. No es que no registren lo que sucede a su alrededor, sino que simplemente no poseen los códigos necesarios para descifrar la situación en la que están inmersos. Nuestro continente está plagado de turistas, incluso algunos nunca salieron de su casa.

¿Qué hace el turista con el patrimonio mortífero? Lo consume como un thriller más en el supermercado de las sensaciones. Al fin y al cabo, eso es lo que el turista sale a buscar: sensaciones. Al regresar a casa le cuenta a quien quiera oírlo lo mal que viven los demás, lo raro de sus costumbres, lo mucho que extrañó la comida, etc. Es decir que el turista no ignora la existencia del otro. Simplemente es incapaz de abolir la distancia que lo separa del otro.

Frente a las violaciones a los Derechos Humanos el turista adopta una posición voyerista. Ellos no sabían, los turistas se enteran por los medios. En esta categoría se inscribe la "Historia Oficial". Aquí se anotan los políticos de lágrima de cocodrilo, las invocaciones al olvido y al perdón, a la unidad nacional o la razón de estado. Es decir, esto pasa, pero le pasa al otro. Y que interesante es esto de perdonar en nombre del otro. ¿Reconciliación mis amigos, reconciliación si... por qué no? Y aunque personalmente no tengo ningún interés en reconciliarme con los torturadores, me pregunto si este proyecto no sería un poco más viable, de mediar ese vapuleado concepto llamado Justicia. Ya volveremos aquí también sobre el tema.

Otro de los destinos posibles del patrimonio mortífero, es enfrentarlo a los pares de oposición que Aristóteles planteaba en su "Política". Es decir, a las categorías del Idiota y del Ciudadano. Si, del Idiota, ya que la palabra Idiota se deriva del griego Idion, y siguiendo a Aristóteles el Idion es aquella figura opuesta a la del Politicós, la del Ciudadano. Aristóteles nos dice que el Idión es aquel que no se involucra con los asuntos de la Polis, el campo de lo social diríamos nosotros; aquel a quién los asuntos de sus conciudadanos no lo afectan y vive en la indiferencia. Bueno mis amigos, como Ustedes saben, el mundo está lleno de Idiotas. Los hay de todo tamaño, color, ideología, condición social y opción sexual. Einstein decía al respecto que la estupidez humana es una constante Universal, pero que el problema radica en el crecimiento de la población. ¿Será nuestra tasa de crecimiento poblacional la que ha producido a tantos indiferentes en este continente?

El problema del Idiota radica entonces en su absoluta ruptura del lazo con el otro. Para él, el otro es una cosa, un objeto que en el mejor de los casos le es ajeno, y que en el peor es capaz de destruir sin por ello inmutarse en lo más mínimo. Aristóteles, hace 24 siglos, ya había comprendido el peligro que entraña la posición del Idiota. La ruptura del lazo social ataca el centro mismo de lo que se puede llamar, sin abusar del término, lo Humano.

En efecto, si lo humano se constituye a partir de la aparición de dos fenómenos: el lenguaje y los rituales funerarios. Bueno, al menos esto es lo que piensa la antropología estructuralista, empezando por Lévi-Strauss al ubicar en esa frontera, quizás arbitrariamente, lo que hemos de considerar cultura (y ya sabemos que lo humano es el pasaje de la naturaleza a la cultura). Sin lenguaje no hay pensamiento, sin pensamiento no hay cultura. Y la primera manifestación de la cultura son los rituales funerarios. Y los rituales funerarios son la marca innegable de la autoconciencia, porque reconozco la finitud de la vida propia, a partir de reconocer la existencia del otro como un semejante. Es la famosa frase de Borges: la muerte es un hecho estadístico, nadie puede aseverar que no sea el primer inmortal. Es decir, la experiencia de la muerte es siempre la experiencia del otro. Porque yo nunca morí. Es algo de lo que no puedo hablar, pero es también la prueba de la existencia de relaciones sociales en una cultura primitiva. Y estas relaciones sociales implican, no importa que tan simples sean, que esté incluido en un orden donde yo soy, en relación al otro. Sin un otro que me nombre, yo no soy. De modo que la percepción del otro, es un problema capital en la forma en que se dan las relaciones sociales.

Y de la misma manera que las células protozoarias se agruparon para formar organismos complejos vivos, en pos de su supervivencia y adaptación al entorno. Las culturas son el resultante de un negocio entre individuo y grupo, es decir, si quieren Ustedes, con los otros. Así, el sujeto acepta perder algo de su autonomía a cambio de protección por parte del grupo. Acepta por ejemplo, determinadas reglas de convivencia para poder soportar al otro y ser soportado por el otro, un pacto social como lo llamaba el viejo Rousseau. Así, cuando nos pisan los callos en el colectivo, en lugar de romperle la cara al agresor, que es lo que se merece, respondemos con una sonrisa exculpatoria, murmuramos un "por favor, no es nada" ritual, mientras especulamos sobre la profesión de su madre. A este proceso se lo conoce con el pomposo nombre de sublimación de las pulsiones.

Pero a cambio de sublimar nuestras pulsiones, a cambio de renunciar a nuestra agresividad y conformarnos con la especulación acerca de la profesión de la madre de nuestro agresor, pretendemos recibir protección y amparo por parte del grupo. Y esta protección y este amparo implican forzosamente la emergencia de la Justicia, es decir reclamamos que una instancia superior nos considere en un plano de igualdad con los otros. A esta operación por la cual renuncio a parte de mis satisfacciones pulsionales a cambio de recibir un lugar en el orden del lenguaje, la psicoanalista francesa Pierra Aulagnier la llama Pacto Narcisista. Y, esta operación, el Pacto narcisista es la base de lo que entendemos por "campo de lo social", es lo que relaciona al sujeto con el grupo y viceversa.

Es claro entonces, lo que con otras palabras, nos advierte Aristóteles: los Idiotas constituyen una amenaza al funcionamiento del pacto narcisista, que es, lo hemos visto, lo que funda este lazo social destinado a proteger al sujeto, y por ende a mejorar su calidad de vida, cuando no a asegurar su mera supervivencia.

Pero es igualmente cierto que en la posición del Idiota, la desaparición, o mejor dicho la degradación del reconocimiento del otro, genera violencia a dos puntas: 
- por un lado, lo hemos visto, rompe con el mecanismo de la sublimación, haciendo emerger en aquél que no es reconocido como sujeto, es decir como otro, estas pulsiones agresivas y descontroladas, dirigidas hacia el primero que se le cruce en el camino. Es aquel que efectivamente le rompe la cara al pisador de callos.

La crónica de la violencia cotidiana nos habla constantemente, en general por boca de los turistas, de esas escenas de extrema violencia que, OH casualidad, ocurren preferentemente en ámbitos de extrema miseria. Es decir, allí donde se amontonan los excluidos del pacto narcisista, social, o como quieran llamarlo. Allí donde intentan sobrevivir los pobres de toda miseria, allí donde están los marginales involuntarios. Es decir, en aquellos sectores donde se pretende que el sujeto sublime sin recibir nada a cambio por parte del grupo. 
- por otro lado, la violencia del Idiota encerrado en su fortaleza narcisista, presenta el peligro de su propia autoexclusión del comercio simbólico entre los sujetos. Al iniciar mi exposición hice referencia a la ética mercantilista, les decía que, como toda ética, se plantea ofrecer un mecanismo de resolución de conflictos. Partiendo de la base que la vida es un conflicto permanente por la supervivencia, y que hemos visto que este conflicto se internaliza en el circuito social - ahora el hombre es el lobo del hombre - .
La ética, y esto es lo que la distingue de la moral, postula la aplicación de una teoría general, a situaciones particulares. Es decir busca encontrar una coherencia entre cierta concepción de la realidad, cierta postulación de la verdad, y la respuesta que debería dar un individuo frente a una situación determinada. 
La moral en cambio, postula una cierta cantidad de verdades, y requiere que el sujeto se adecue a estas en toda circunstancia, en todo tiempo y en todo lugar.

A título de ejemplo podríamos decir que los 10 mandamientos dicen claramente: no mataras. 

Poco importa si aquel al que vas a matar es un sujeto armado hasta los dientes que se encuentra descuartizando a tu pequeña e inocente hija de 6 meses. No mataras, punto y se acabo.

La ética, en cambio, encontraría en el mismo ejemplo algunos puntos de discusión, por los cuales el haberle partido el cráneo al agresor con un mazo no constituye forzosamente, una falla ética. La ética es una práctica situacional, es decir que lo relevante no tiene tanto que ver con los resultados de un acto, sino con los valores puestos en juego en ese acto. Siguiendo con los ejemplos absurdos, si al llegar esta mañana nos hubiéramos encontrado aquí con dos cadáveres con un tajo en el pecho, heridas de cuyas consecuencias hubiesen fallecido estas personas, no hubiésemos considerado de igual modo los dos casos, es decir, no hubiésemos considerado que hay falla ética en ambos, de haber sabido que uno murió a manos de Jack el Destripador y el otro en una operación de trasplante de corazón. Definitivamente, Jack el Destripador y el Dr. Favaloro no pueden ser juzgados con la misma vara. Entonces lo relevante aquí son los valores puestos en juego en relación a este acto.

Después de esta pequeña digresión, volvamos a nuestro Idiota narcisista y su ética mercantilista. ¿Qué clase de valores sostiene? Los del mercado claro, es decir un sistema en el cual las cosas, los objetos, tienen un lugar determinado en una escala de valores construida en base a su utilidad. Así, por ejemplo, un equipo estéreo con Compact Disc, que me proporciona el inmenso placer de escuchar una música maravillosa, de una calidad celestial, mientras paseo confortablemente sentado por la gran ciudad, vale mucho más que la vida del sucio ratero que me lo robó. En efecto, esa sucia lacra social, que no trabaja porque no quiere, en este maravilloso país lleno de oportunidades para todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para prueba de ello véanme a mí, el ingeniero Santos, o a mi abuelito el inmigrante que vino con una mano atrás y otra adelante. Si, esa sucia lacra social no vale nada, mi estéreo vale 200 Dólares. Eliminemos la lacra, y protejamos a todos los inocentes estéreos de este mundo. Este razonamiento es impecable, este razonamiento es totalmente falaz, porque está basado en los intereses de un sujeto que se toma como centro del universo sin reparar en que para poseer su preciado estéreo, es más, para ser sujeto del lenguaje, sujeto pensante y disfrutar de la música, depende del otro, depende de que el otro lo reconozca. Y por ello tiene una deuda con el otro. En dos palabras, depende de esa categoría que acaba de asesinar. Mal negocio, mi amigo.

Tomemos otro ejemplo absurdo de como se aplica la ética mercantilista, pero esta vez, tomémoslo de la realidad. Ya nos advirtió García Márquez que la realidad siempre supera la ficción, así que agárrense. En este, nuestro querido país existe una institución que, personalmente, nunca deja de sorprenderme: es la Honorable Cámara de Diputados. Hace unos años, más exactamente en 1986, nuestra joven democracia salía a duras penas de la dictadura militar. Seineldin, Rico, Videla y asociados nos querían convencer que los desaparecidos tomaban sol en Marbella o esquiaban en las laderas de los montes Urales, en la demoníaca Unión Soviética. Para hacer más contundente su punto de vista decidieron rebelarse y vinieron los famosos levantamientos. Un levantamiento, Ustedes lo saben, es una huelga al revés. Es decir, en lugar de cesar sus actividades, cosa que eventualmente nos hubiese encantado a varios, un levantamiento es un aumento de actividad. Básicamente estos buenos muchacho planteaban lo siguiente: eso que hicimos, no lo hicimos, pero si lo hicimos es que teníamos que hacerlo. ¿Qué otra cosa podíamos hacer? Y si no te gusta, te coso a tiros y felices pascuas.

Poco tiempo después, nuestros amados legisladores parieron una obra maestra del terror. La famosa Ley de Obediencia Debida. ¿Y que decía la misma? Decía que: si yo soy un subordinado que ha cometido crímenes de lesa humanidad, es decir pavadas como el secuestro, la tortura y posterior asesinato de miles de ciudadanos indefensos, no debo responder ante la justicia porque me encontraba encerrado en una situación sin salida. Puesto que de no obedecer me castigarían. Esto es, que yo, soy un Idiota, porque para poder cometer estos horrendos crímenes debo desconocer la existencia del otro. Nadie tortura a su igual, nadie arroja a su igual por la puerta de los aviones. En la tortura, se pone en juego precisamente un mecanismo de desconstrucción del otro. Se trata de vaciarlo de su humanidad, de considerarlo una cosa, un número. Los Nazis, que fueron especialistas en la materia y llevaron el genocidio a la escala industrial lo sabían.

Bruno Betelheim, psicoanalista judío alemán, sobrevivió a uno de sus campos y escribió un libro desgarrador en el que relata sus observaciones acerca de la vida en el campo de concentración. Este libro se llama "Sobrevivir" y describe la maquinaria de aniquilamiento en pleno funcionamiento. Un pasaje del mismo me llamó poderosamente la atención: relata el combate de las mujeres por conservar su cabellera. ¿Pero por que alguien en un campo de concentración con su vida pendiendo del humor de su carcelario se preocuparía por su cabellera? Porque precisamente ese pelo simbolizaba la fina línea de resistencia que aún las mantenía unidas a un rasgo de humanidad. El pelo largo, distintivo de ser mujer, de pertenecer a la especie, de resistirse desesperadamente a ser un número, una cosa, un fantasma. Miren esas fotos, esos documentales que nos muestran a las víctimas. Esos cuerpos son los cuerpos de algo que yo no puedo ser, eso allí no es mi igual... es una cosa. Miren esos ojos que se aferran a la vida, son los mismos ojos aterrorizados que los niños del África que agonizan en otros campos, en otros tiempos. En esas miradas que cruzan el tiempo como una flecha está dicho lo que no puede decirse, lo que solo puede presentirse, y que no tiene nada que ver conmigo. Bruno Betelheim, el autor de "Sobrevivir", el que escapó a la cámara de gas, se suicidó 40 años más tarde colocándose una bolsa de plástico en la cabeza. Murió por asfixia. ¿Y si estamos vivos después de sobrevivir al gran campo de la dictadura, en cierto sentido se puede decir que todos somos sobrevivientes, cuantos Betelheim de entre nosotros se han asfixiado ya? ¿Cuántos más lo harán en el futuro?

Pero volvamos a nuestra ley de Obediencia Debida y a nuestros genocidas caseros. No contentos con incluirlos solamente en la categoría de Idiotas, nuestros legisladores fueron más lejos: también los incluyeron en la categoría de Imbéciles. En efecto, se habla de imbecilidad en relación a la disminución de las facultades mentales al punto de suspender la capacidad de distinguir, entre el bien y el mal. Nuestro código penal y civil son muy claros al respecto en lo que concierne a los adultos: a menos que medie una oligofrenia, una psicosis o alguna patología psíquica y/o física que afecte la salud mental del interesado; se presupone que el adulto es capaz de distinguir entre lo que la moral promedio entiende por bien y por mal. Claro que, para los exquisitos, siempre se puede recurrir a la figura de "emoción violenta" que dice algo así como: si yo calentarum, tu corto vivirum. Pero yo no creer que ellos estar calientes 8 años seguidos. Si estarlo, responder ante justicia o ante psiquiatra.

¿Creen que esto termina aquí? Por favor, no subestimen a nuestros legisladores, ahora viene lo mejor. Para hacerla completa, los muchachos incluyeron un artículo muy revelador de lo que postulo como ética mercantilista. Este artículo, dice que no se extinguirán las causas si mediara el robo de propiedades o de niños, que en el razonamiento del legislador se asemejan a propiedades, y coincido con ello, ya que los más de 400 chicos desaparecidos, es decir robados en nuestro país, fueron tratados como tales.

Resumiendo: la ley de Obediencia Debida dice que si Usted es un oficial de baja graduación, suboficial o soldado, en el Ejército Argentino, además de ser un Idiota, Usted es un Imbécil. Pero no se preocupe, si llega a coronel, dejará de ser lo segundo. Ah, pero si Usted es civil, quédese tranquilo mi amigo, sepa que en caso de conmoción interna su heladera lo sobrevivirá. Porque nosotros los legisladores y el poder ejecutivo consideramos que es dable concebir la desaparición, tortura seguida de muerte de 30.000 personas, y leyes de obediencia debida, punto final e indultos mediante no pasa nada, nadie va preso. Pero de ninguna manera dejaremos sin protección su heladera, su televisor o su colección de figuritas, para eso está la larga mano de la Justicia. Ergo, yo valgo menos que mi heladera. Mensaje terrorífico. En este punto quizás a algunos de Ustedes les asalte una duda: ¿Y si no tengo heladera? Bueno, si no tienen heladera ya hemos visto que son una lacra social, y por lo tanto no existen, así que tranqui: esta ley no es para Ustedes. En fin, si no fuera que está involucrado el peor genocidio del siglo en nuestro país, yo diría que este es uno de los mejores chistes de la década: porque una vez que esto fue publicado en el boletín oficial, se convirtió en ley de la Nación que los militares son Idiotas e Imbéciles y que nosotros valemos menos que una heladera. Y si bien yo no soy precisamente militarista, créanme, soy sincero, nunca pensé eso del Ejercito Argentino ni de sus integrantes.

Para concluir este punto, me parece que algo de esto es lo que percibió el Capitán Scilingo, responsable de haber arrojado a al menos 40 personas desde un avión, cuando insistía en obtener respuestas de sus superiores. Su planteo sigue más o menos el mismo derrotero que el nuestro, claro que aquí se acaban las semejanzas: el dice que no entiende el indulto o las leyes de exculpación, porque si lo que hizo está mal, entonces quiere ser juzgado como responsable de esos actos, es decir no quiere que se lo trate como a un imbécil. En cuanto a la lectura de su relato a Verbitsky, en el libro "El Vuelo", algunos detalles son reveladores: en ningún momento puede referirse a sus víctimas más que como "subversivos", "el enemigo" o metáforas en esa línea. Aquí tienen al Idiota en acción, a esto me refiero con desconstrucción del otro. Porque una vez más, nunca se destroza al igual, siempre se destruye al "enemigo", al subversivo, al judío de mierda, al negro inferior, al coreano estúpido o simplemente al que no piensa como yo, es decir a la cosa. Pero algo falló en Scilingo que no lo hace el perfecto Idiota, a diferencia de Astiz por ejemplo. En un punto del relato el recuerda que en un vuelo una de las víctimas trato de llevarse al victimario con él a la muerte. En ese gesto desesperado, Scilingo logra una chispa de identificación con el otro, en sus sueños, mejor dicho, en sus pesadillas, el que cae es él. Es decir, él es el otro. Es allí donde algunas briznas de la inmensidad de su crimen recobran cierta densidad. Por más que trate de asfixiar estas imágenes entre pastillas y alcohol, las imágenes vuelven una y otra vez. Aquí tienen el revés de la moneda en materia de exculpación: por más que Scilingo trate de confrontar su acto, y toda ética implica este movimiento, Scilingo está destinado a caer una y otra vez, una y otra vez. Está impedido de realizar este movimiento por las mismas leyes que le aseguran impunidad.

Y una última para mi molino, Scilingo nunca fue juzgado o preso por sus crímenes. Scilingo fue a parar a la cárcel por haber librado un cheque sin fondos a un videoclub por un valor que rondaba los 100 pesos. Vaya, valemos menos que un video.

En el otro extremo del arco encontramos a las víctimas del Idiota. Porque en sus dos modalidades, el Idiota pasivo, al que no le importa nada, y el Idiota activo, el que destruye, generan víctimas y victimizan. El ejemplo perfecto para explicar este movimiento lo constituye la Desaparición Forzada de Personas. La desaparición es la más cruel técnica de terrorismo de estado que haya sido aplicada en América Latina. Lat. Porque no solo ataca a la víctima en sí, o a su núcleo primario, sino que busca afectar al conjunto de la población... y lo logra. ¿Veamos, que es un desaparecido?, en principio es una persona sobre la cual el estado dice, después de llevárselo, desconocer su paradero cuando no su misma existencia. Nadie se los llevó, nadie los mató, pero vivos no están. En dos palabras Juan Pérez se esfumó. Sólo es posible tener la pretensión de hacer creer semejante locura cuando se está instalado en la posición del Idiota. Es decir, cuando se cree con fe de carbonero que el otro no existe, y por lo tanto se intentará hacer creer a la gente que efectivamente esto es así. El genocida Ibérico Saint Jean lo dijo muy claramente en 1979: "primero vamos aniquilar a los subversivos, después a los que simpatizan con ellos y finalmente a los tibios", es decir, a todos los que son distintos a mí... mejor dicho a él. Ejemplo de Idiota activo.

¿Qué pasa cuando una persona desaparece, en su núcleo primario? Primero aparece el terror, es decir la inminencia de la catástrofe, se intenta que los afectados no hablen es, tal como lo señala la Dra. Diana Kordon, la inducción al silencio, el famoso "El silencio es salud". Pues no, el silencio es enfermedad. Si los afectados no pueden hablar de lo que les está pasando, quedan a un paso de la locura. Porque la fantasía que aparece es que esto solo les está pasando a ellos, es decir, por su culpa, es el paso de la Culpabilización de la víctima. ¿Pero y con quién podrían hablar? Cuando surge un conflicto entre partes en tiempos normales, la vía de resolución del mismo, si las partes no pueden ponerse de acuerdo, pasa por recurrir a lo que Fernando Ulloa llama "El Tercero de Apelación". Esto es, se va directamente a la Justicia, a la autoridad o a uno de sus subrogados. Pero bajo el terrorismo de estado y sus prácticas esto es como ir a apelar al verdugo.

Por otra parte, es imposible hablar con el Idiota, ya que él se mira el ombligo y no podrá hacer funcionar los mecanismos de contención social necesarios. En cuanto al Turista, bueno el turista simplemente no entiende nada. Así que sólo nos queda recurrir a la tercera categoría que les anuncié, la segunda de Aristóteles, el Ciudadano. El ciudadano es el único capaz de generar una corriente de empatía en la que se reconoce en el otro. Es el que es capaz de abolir la distancia con el otro. Así se formaron nuestros organismos de Derechos Humanos, porque el trabajo en DD.HH. es un asunto de ciudadanos. Todos conocemos la historia de las Madres de Plaza de Mayo, de cómo se fueron encontrando en el camino de la búsqueda y construyeron ese colectivo de contención y lucha que es su organización. Lo mismo Familiares, Abuelas y, sorprendentemente, lo mismo pasó 17 años más tarde con HIJOS. Ellos no dicen solamente estoy buscando a mi hijo, mi nieto o mi padre. Dicen, soy madre o hijo o familiar de los 30.000. A eso me refiero con la capacidad del ciudadano de reconocer al otro. Pero dejemos la categoría del Ciudadano para más tarde, ya que esa es mi conclusión.

Volvamos al tema de la Desaparición. Al pasar el tiempo, se hace evidente la dimensión de la tragedia: si deseo que mi hijo esté vivo, y sé lo que significa un campo de concentración, deseo que esté sufriendo. Por lo tanto caigo en el mecanismo de la culpa ya que le deseo sufrimiento. Si deseo que este muerto, para que deje de sufrir, entonces le deseo la muerte, y por lo tanto también caigo en la culpa. En dos palabras, este mecanismo perverso va destrozando al sujeto por dentro ya que no hay un corte posible a este sufrimiento. No hay duelo posible, o si se quiere, lo que hay es un duelo infinito en la medida en que no tengo respuesta. Yo nunca termino de apagar esa llamita de esperanza de que él ande por ahí, enfermo, psicótico o amnésico. Y aquí volvemos a caer en la importancia de los rituales funerarios.

Hace 24 siglos, Sófocles escribió al respecto una obra maravillosa "Antígona". No soy el primero en decir que nuestras Madres de Plaza de Mayo son Antígonas modernas. Porque al igual que la heroína de la tragedia, enfrentadas a los Creontes de turno, reclaman su derecho a la verdad. Porque al igual que todas las Antígonas de la historia nos enseñan que por sobre la ley de los hombres está la ley de los dioses, lo fundante de la especie. Y en una magistral lección de ética nos señalan que la opción siempre existe, aún a costa de nuestra propia vida, como Antígona, o como Azucena Villaflor, fundadora de las Madres.
Para cerrar el extenso capítulo del Idiota, solo cabría agregar que en la situación de Desaparición Forzada de personas, la actitud tomada por el conjunto de la población repercutirá directamente sobre el sufrimiento de los afectados: mientras que la solidaridad alivianan la pena, el rechazo y el "no te metas" aumentan el peso del sufrimiento. Es en esas lides donde Idiotas, Turistas y Ciudadanos resuelven lo que ha de acontecer con en el campo de lo social.

Es hora de pasar a hablar de los Ciudadanos y de cerrar con ellos esta exposición. Hemos centrado nuestra perspectiva desde la relación con el otro. Hemos dicho también, que el solo hecho de vivir en el orden del lenguaje, de la cultura, implica un nivel de conflicto, inherente a la condición humana, que se debate entre sus necesidades y las del otro. Esta situación constituye una nueva paradoja, porque a la vez que mi naturaleza me lleva a la satisfacción inmediata de mis necesidades encuentro permanentemente como obstáculo las necesidades del otro. La tentación de aniquilarlo para mi satisfacción es muy fuerte. Pero es igualmente cierto que mi existencia depende del otro. Freud presenta esta situación con la paradoja de los puercoespines en invierno. Nos dice que cuando hace frío los puercoespines se enfrentan a la siguiente disyuntiva: si se acercan demasiado, se pinchan y mueren; pero si se alejan demasiado mueren de frío. La solución, claro está, es encontrar la distancia justa. Es decir, lograr comprender que por más que el otro pinche, si quiero sobrevivir lo necesito. Y esta es la posición del Ciudadano. El Ciudadano no es un santo, pero toma en consideración el hecho de que existe un otro y lo reconoce como tal. Es decir, tiene una capacidad de empatía con el otro. E independientemente de cuán diferente es ese otro, le reconoce una identidad común con él mismo. Es decir, desarrolla una política con respecto al otro, en los términos en que hemos definido la política. Esto es, reconoce las pasiones del alma del otro. Esto no quiere decir que no las combata en el foro de esta ágora imaginaria, pero le reconoce el estatus de Ciudadano a igual título que él. Y como la carta de Ciudadanía viene con ciertos derechos, pero también con ciertas obligaciones, reconoce que existen determinados límites, límites éticos que no pueden ser traspasados.

Me propongo llamar a esos límites éticos, los Derechos Humanos, y creo haber demostrado mínimamente el porqué son imprescindibles a la dura tarea de la convivencia. Y la razón por la cual, en última instancia, son un buen negocio para el conjunto de los individuos.
Desearía agregar que la segunda característica del Ciudadano es su comprensión del hecho social en sí. Es decir su capacidad para posicionarse en relación a las redes del poder, a lo que Aristóteles llamaría las pasiones de la Polis. Desde un lugar diferente al del terror. Esto releva de su entendimiento, innato quizás, del valor que el mismo posee, por el solo hecho de ser. Y su disposición a aceptar la responsabilidad que le cabe, por el solo hecho de ser parte de la trama social.

Conclusión:

A modo de conclusión sólo nos resta hilar lo que hemos desplegado. Esto podría resumirse diciendo que:

Lo humano, lo que podríamos llamar lo propio de la especie, es su condición de animal social. Es decir, sólo somos en la medida en que quedamos atrapados en las redes del lenguaje. Esta condición nos hace dependientes de las formas que adoptan las relaciones que se tejen al interior del campo de lo social, el cual hemos definido como sistema. La característica de este sistema es su inestabilidad, su continua tendencia al conflicto, el cual es inherente al choque de los deseos que en él se hallan representados por las necesidades dispares de los individuos que lo conforman.

Frente a este estado de cosas, y movidos fundamentalmente por la necesidad y la dependencia hacia el otro, lo social establece un orden. Cualquier orden, pero este orden es más inestable en la medida que crece la cantidad de individuos excluidos del mismo, lo que genera un grado variable de violencia por la ruptura del pacto narcisista, pero que genera también instancias de contención y búsqueda de restablecimiento del pacto que hemos llamado tercero de apelación. Función que, en un estado ideal debería desarrollar el estado, como representante y garante de este pacto, el cual en el nivel superior hemos llamado pacto social. Al fallar el estado en esa función, y para preservar la vigencia del pacto narcisista, la sociedad civil desarrolla contrapoderes de resistencia que intentan restablecer los parámetros necesarios a la convivencia. Estos parámetros, en lo que hace a la violencia política, es decir al lugar en que chocan sujeto y poder (las pasiones de la ciudad de Aristóteles), están representados por el conjunto de los Derechos Humanos, práctica aplicada de un conjunto más amplío al que llamamos ética.

A su vez, la ética se propone como un sistema de resolución de conflictos coherente con una teoría acerca de este universo. Pero en la medida en que no hay una teoría unificada acerca del mismo, la ética es llamada a ser a su vez una práctica en conflicto y evolución permanente, lo que la distingue de la moral, que es una verdad revelada.

En ese estado de cosas, los sujetos alternarán entre 3 posiciones que hemos llamado del Turista, del Idiota y del Ciudadano. Las mismas no son cualidades ontológicas inherentes al ser del sujeto, sino que frente a cada acto, el sujeto realiza una elección y se hace responsable de la misma. Desde esta perspectiva, podríamos decir que todos somos alguna vez Turistas, Ciudadanos o Idiotas. Pero en la medida en que solo la posición del Ciudadano reconoce al otro, aún en su diferencia radical, las dos restantes implicarán que el sujeto pague en su subjetividad el costo de haber traicionado el pacto que lo une con sus semejantes, y a la larga es el conjunto social el que zozobra, pagando esta falla ética en la emergencia de la violencia dirigida contra sí mismo o entre los miembros de su comunidad.

Es por eso que los Derechos Humanos son un asunto de ciudadanos. Y en esta línea, la educación en Derechos Humanos no es ni más ni menos que la más importante de las tácticas, de esa estrategia terapéutica que reclamábamos al comienzo. Implica buscar los modos de abordaje y facilitación para que el proceso de construcción del otro llegue a buen puerto.

Vine aquí a hablar de la situación de los Derechos Humanos en América Latina, y aparentemente la he nombrado poco, y sin embargo, considero que no he hecho más que hablar de mi tema. Si Ustedes están de acuerdo con lo que expuse, solo les resta la tarea de adaptar lo enunciado a los parámetros que Ustedes consideren propios de nuestro continente.

Gracias.

Thierry J. E. Iplicjian
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