173º años del Combate
de la Vuelta de Obligado…
La Batalla de la Vuelta de Obligado fue una de las acciones defensivas más
importantes de la historia nacional, por ella se conmemora el Día de la
Soberanía Nacional.
© Publicado el martes 20/11/2018 por el Periódico Digital Gaceta Marinera
de la Ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires.
Corría 1845 en la reciente Confederación Argentina, cuya conducción estaba
a cargo del Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas.
Este mandatario estaba enfrentado con el presidente de Uruguay, Fructuoso
Rivera, y sus sucesivos enfrentamientos debilitaron a las milicias argentinas.
Años anteriores, el gobernador de Buenos Aires había reforzado una pequeña
escuadra para lograr un bloqueo total a Montevideo, generando gran malestar a
distintos países que utilizaban la Banda Oriental para comerciar sus productos,
entre ellos, Francia y Gran Bretaña.
La intervención de dichas potencias era un hecho, y con la excusa de apoyar
a Rivera, planeaban en silencio impedir la expansión hegemónica de Rosas,
comerciar con el Paraguay y la provincia de Corrientes. El enfrentamiento
diplomático de la Confederación y la falta de las negociaciones con Uruguay y
sus aliados precipitaron los hechos en el tiempo. Así fue que el 22 de julio de
1845, las fuerzas navales europeas se apoderaron de la escuadra patriota,
comandada por Guillermo Brown, quien cansado y con su salud quebrantada, debió
regresar a Buenos Aires.
El 18 de septiembre del mismo año, una flota anglofrancesa decretó el
bloqueo a todos los puertos de Buenos Aires, sin existir previamente
declaración de guerra ni acciones bélicas que justificaran la medida. En
simultáneo, milicias de igual nacionalidad tomaron Colonia y saquearon
Gualeguaychú. Ante la inminente avanzada enemiga, Juan Manuel de Rosas ordenó
evacuar la isla Martín García. De esta manera, el plan anglofrancés de dominar
el río Uruguay y tener libre navegación del Paraná, ya no tendría más
resistencia. Al menos así lo creían.
Juan Manuel de Rosas, sin una fuerza naval competente para hacer frente a
la intromisión extranjera, dispuso la instalación de baterías próximas a San
Pedro, provincia de Buenos Aires, en la conocida Vuelta de Obligado. Este lugar
estratégico en la orilla occidental del Paraná es un recodo barrancoso con
escasos 40 metros de profundidad y unos 700 metros de ancho.
El General Lucio Mansilla estuvo a cargo de la instalación: dividió su
artillería en 4 baterías de sur a norte. La primera nombrada Restaurador Rosas,
compuesta por seis cañones, al mando del Sargento Mayor de Marina Álvaro
Alzogaray. La segunda fue bautizada General Brown, la componían cinco cañones y
la comandaba el Teniente Eduardo Brown (hijo menor del Almirante). La tercera
batería, llamada General Mansilla fue dispuesta sobre el nivel del río y
contaba con tres cañones: la conducía el Teniente de Artillería Felipe
Palacios. La última, denominada Manuelita, contaba con siete cañones navales y
la conducía el Teniente Coronel de Marina Juan Bautista Thorne. Junto a esta
batería de costa un ancla afirmaba tres gruesas cadenas que atravesaban el río
sostenidas por 24 pontones fondeados y sujetos en la margen opuesta por
el bergantín “Republicano”.
El combate se inició al amanecer del día 20 de noviembre de 1845, con un
intenso cañoneo y fuertes descargas de cohetes sobre las baterías argentinas.
El combate duró siete horas durante las cuales la intensidad del fuego y la
convicción de los defensores no dieron espacio para la tregua.
A medida que se iban agotando las municiones, las fuerzas argentinas
perdían iniciativa. Los anglofranceses desembarcaron para tomar las distintas
baterías. Pasado el mediodía, el Comandante Tomas Craig incendió el bergantín
argentino “Republicano”, para evitar su captura. Con pocas municiones en las
baterías argentinas, el fuego mermó y la flota invasora llegó hasta las cadenas
que impedía su paso, para romperlas a martillazos. Finalmente, los extranjeros
consiguieron liberar el paso, adjudicándose la victoria pero a un alto precio.
Los aliados europeos tuvieron en la Vuelta de Obligado más de un centenar
de bajas y sus buques fueron duramente averiados. Las pérdidas argentinas
alcanzaron 250 muertos y 400 heridos, los emplazamientos con sus cañones
quedaron destrozados, y tanto el “Republicano” como los pontones y demás
embarcaciones fueron destruidos.
Esta Batalla es un hito en la formación de nuestra historia como Nación,
porque unidos por la férrea convicción de la defensa y salvaguarda de nuestro
territorio, los argentinos demostramos ser un país joven pero maduro en sus
creencias. Aún en desigualdad de fuerzas y sin la tecnología de guerra que los
extranjeros desplegaron en los frentes, la defensa nacional resistió, con el
honor de quien por amor y patriotismo elige anteponer su vida antes que la
libertad de un compatriota.
Día de la Soberanía Nacional
En 1974, los restos mortales de Juan Manuel de Rosas fueron repatriados,
por lo que el historiador José María Rosa propuso al Congreso de la Nación
Argentina sancionar el día nacional en su conmemoración. Así se instauró por
medio de la sanción de la Ley Nº 20.770, confirmándose el 20 de noviembre como
Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de la Vuelta de
Obligado. El decreto Nº 1548 lo declaró feriado nacional.
En noviembre de 2010, año del Bicentenario de Argentina, la fecha fue
promovida a feriado nacional mediante un Decreto promulgado por la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner.
Por las condiciones en que se dio ese enfrentamiento, por la valentía de
los argentinos que participaron en ella y por sus consecuencias, es reconocida
como modelo y ejemplo de sacrificio en pos de nuestra soberanía.