¿Cuál es la diferencia entre depresión y tristeza?
¿Estar triste significa
tener depresión? No. Estar triste, afirman los expertos, es un síntoma,
mientras que la depresión es una enfermedad.
© Publicado el jueves 25/03/2021 por el Blog de Farmacias del Doctor Ahorro
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
república de los Argentinos.
El doctor Javier Schlatter, psiquiatra
de la Clínica de la Universidad de Navarra (España) contó que hay una
diferencia esencial en Medicina que es la
diferencia entre tener un síntoma y padecer una enfermedad.
Por eso, el psiquiatra mantuvo que la
tristeza y la depresión se parecen en ese síntoma, en la tristeza, que está
presente en ambos casos, aunque la depresión tiene muchos más síntomas, como la
falta de ganas, la apatía o anhedonia a la hora de hacer las cosas, la
irritabilidad, así como estar más emotivo o sensible.
“La enfermedad tiene lugar cuando estos
síntomas de depresión se mantienen más de dos semanas, y llegan a afectar a la
vida de la persona. No obstante, siempre tienen que ser supervisados estos
casos por un especialista”, afirmó el experto.
El psiquiatra
recordó que la depresión suele ser
más frecuente en la mujer, aunque por regla general manifestó
que tiene menos problemas a la hora de solicitar ayuda cuando la necesita; algo
que al hombre no le pasa, porque suele tener una mayor dificultad para
reconocer que tiene un problema y pedir ayuda.
Orígenes de la depresión
El psiquiatra
destacó sobre el origen de la depresión que no siempre esta depende de la
persona, y señaló que, clásicamente, habría dos tipos: biológica, y psicológica. “La más
frecuente es la segunda, y en los países occidentales sobre todo la relacionada
con el estrés”, explicó.
Además, el experto
de la Clínica Universidad de Navarra señaló que la
depresión tiene un componente genético, que aumenta el riesgo,
aunque es bajo. “No es como en otras enfermedades, donde se hereda muchísimo.
En las depresiones de origen psicológico puede darse un aprendizaje, personas
que han visto en sus familiares la depresión, que su forma de ser se puede
hacer depresiva, y esto es otro factor que no se hereda pero que también se
transmite externamente en este caso”, aseguró.
También explicó
que muchas personas caen en depresión por causas
externas que les sobrepasan. “Algunas depresiones son
resistentes, pero la mayoría tienen curación porque son de origen psicológico y
se podrían superar porque se dan por circunstancias concretas que pueden dejar
de existir. En este caso, en las que tienen curación, el tratamiento es mitad
psicológico y mitad biológico, farmacológico”, aclaró Schlatter.
Fuente: Europa
Press para Diario La Nación
Diferencias entre tristeza y
depresión
© Escrito por Edith
Sánchez el domingo 04/08/2018 y publicado por La
Mente es Maravillosa de la Ciudad de Salamanca, Reino de España.
Uno de los
ejemplos clásicos de esto es la dificultad que muchos tienen para establecer
las diferencias entre tristeza y depresión. Así, la inclusión en el lenguaje
popular de la palabra “depresión" en ocasiones ha dado pie a la confusión
e incluso al desprecio de esta como enfermedad.
También se ha ido fomentando un cierto rechazo a algunos
estados de ánimo. La tristeza, entre ellos. Por eso a algunos les resulta más fácil decir que están
deprimidos, a confesar que se sienten tristes. Lo primero suena
más técnico; lo segundo, más asociado a la fragilidad humana.
Lo cierto es que hay grandes diferencias entre tristeza y
depresión. La primera y más importante de ellas es que la tristeza es un estado de
ánimo, mientras que la depresión es un trastorno y como tal debe ser
tratado. Por eso es importante diferenciar bien estos
conceptos..
1. Duración, un factor decisivo
La duración de
los fenómenos psicológicos no es un dato exacto. Pese a ello, sí se trata de un
dato que, junto con otros, permite hacer una aproximación más precisa a lo que
le sucede a una persona. Por definición, una emoción tiene una duración breve.
Una de las grandes diferencias
entre tristeza y depresión es que la primera es una emoción pasajera, mientras
que la segunda es relativamente crónica (salvo que se realice la
intervención adecuada). Una persona debe experimentar la tristeza durante seis meses de manera
continuada para que, según los criterios diagnósticos, podamos sospechar la
existencia de una depresión.
La abulia es básicamente una dificultad o resistencia
para actuar. Cuando una persona está triste
se siente menos motivada para realizar algunas actividades.
Quizás reduzca su vida social, o le dedique menos tiempo al trabajo o a otras
tareas que realizaba habitualmente. Aún así, sigue manteniéndose activa.
Una persona deprimida, en
cambio, es superada por este desánimo. Desatiende sus obligaciones y no es
capaz de llegar a los reforzadores que le ofrece el medio. Habla frecuentemente
de su cansancio o fatiga y reduce sus actividades al mínimo por un tiempo
relativamente largo. De ahí que la depresión en términos clínicos presente un
cuadro muy parecido al de un trastorno de ansiedad.
3. Grado de aislamiento
Otra de las
diferencias entre tristeza y depresión se refleja en el grado de aislamiento
que hay en cada uno de esos estados. Es habitual que una persona triste busque a personas cercanas para
hablar acerca de lo que siente. También es usual que busque consuelo
en otros, pese a que puede mantener cierto grado de aislamiento social. En este sentido, dependerá de
la personalidad y de las estrategias de afrontamiento.
En la depresión, en cambio,
comienza a aparecer un rechazo constante al contacto con los demás.
La persona
deprimida se guarda para sí sus sentimientos y aunque no se siente bien estando
sola, lo prefiere a tener que compartir con los demás. Progresivamente se
aísla, incluso de las personas más cercanas.
4. Nivel de funcionalidad
Un factor que marca grandes diferencias entre tristeza y depresión es el nivel de funcionalidad. En el caso de una persona triste, su estado de ánimo solo modifica levemente su tren de vida habitual. Quizás sea menos dinámica o más reservada, pero básicamente realiza todas las actividades que realizaría en un día normal.
En cambio, cuando una persona padece depresión, su rutina
habitual se ve frecuentemente alterada. Le cuesta mucho trabajo cumplir con sus
obligaciones laborales, familiares, sociales, afectivas, etc. Es usual que se
vea repetidamente dando o inventado excusas para encubrir su falta de
compromiso o su incumplimiento. No logra ajustarse a una rutina “normal”.
5. Desesperanza
Una persona
puede estar triste por diferentes motivos, casi siempre asociados a una pérdida
o a una situación conflictiva que no logra resolver. Aunque experimenta dolor emocional, también es capaz de reírse,
de mirar hacia el futuro y de hacer planes. Puede que no tenga
respuestas, pero siente que hay un mañana que podría ser mejor. En el de
la persona deprimida, lo que hay es desesperanza. Cuando se mira hacia el
mañana todo lo ve oscuro. No hay ni interés, ni deseo, ni capacidad de proyectarse hacia el
futuro. ¿Cómo hacerlo si vivir el presente ya le cuesta
un mundo?
Como vemos, hay existen diferencias importantes entre tristeza y depresión. Esta última debe ser atendida y tratada por un profesional de la salud mental, ya que se trata de un trastorno que no va a desaparecer por sí solo y que, por lo tanto, demanda una intervención especializada.
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