Huracán SupercamPuch…
Huracán venció esta noche por 1 a 0 a River Plate en el estadio
Bicentenario de San Juan por la final de la Super Copa Argentina y de esta
manera se consagró campeón.
La siguiente nota no será una más. No será un simple comentario del
partido, pues habrá poco del mismo en él. No tendremos ni táctica, ni técnica,
ni estrategia. Sólo recordar, rememorar tanto los buenos momentos como los
malos, tanto la eliminación reciente como la consagración por la que se llegó
aquí.
Difícil saber cómo un equipo cambió tanto en quince días. Pasó de llevar a
Cruzeiro a su mínima expresión, luego tuvo un mal paso en Venezuela y dio una
gran muestra de carácter aquí, en la bella San Juan que nos vio campeones hace
meses y hoy nos regala un título más.
Desde la primer jugada, los de Parque Patricios dejaron todo. Con
vehemencia en cada jugada, a partir de un planteo inteligente y aguerrido se
consiguió mantener el cero en el arco propio y convertir en el ajeno. En una
contra prodigiosa a los veinte minutos de juego, Patricio Toranzo con una
habilitación magistral encontró a la joya del Globo. El pibe que nació en
Huracán, desde el núcleo y que moría por volver a jugar lo demostró en cada segundo
y en la jugada del gol al quebrar la cintura y eludir a Ramiro Funes Mori.
Envió el centro atrás y tras un desvío en Matías Kranevitter, una arremetida
desde atrás de la cordillera de Edson Puch finalizó con un remate seco, certero
y preciso que venció la guardia de Marcelo Barovero.
Lo demás fue pura garra y corazón. El encuentro se definió en la fiereza
del elenco Quemero, a partir de Federico Vismara y Lucas Villarruel con
sus constantes quites y recuperaciones, la desatención general del rival, el sacrificio
y la virtud de los delanteros, la firmeza y solidez de la defensa y la frutilla
del postre, las manos de Marcos Díaz. En el epílogo de las
acciones, cuando los corazones Quemeros no aguantaban más y latían más rápidos
que nunca al borde de la locura, Díaz tapó tres pelotas vitales para la
victoria y consagración.
Siempre desde el sector izquierdo primero a Rodrigo Mora en dos instancias
y luego a Fernando Cavenaghi a menos de un metro de distancia en dos ocasiones
ante su propio desvío. Años más tarde, Néstor Pitana indicó la mitad de la
cancha y el corazón explotó, la garganta se desgarró, los ojos eran mares y en
la boca, una mueca con sinónimo a sonrisa.
Esto es para vos quemero, que estás leyendo esto en el micro de vuelta de
San Juan. Para vos quemera que gastaste lo último del mes en la reservación del
hotel donde estás leyendo estas palabras. Para vos quemero que te quedaste en
Buenos Aires y vibraste adelante del televisor, golpeaste la radio cuando
perdía la señal, te abrazaste a tu papá y a tu mamá, lloraste con tu hijo,
llamaste a tu hermano y juntos gritaron una vez más:
¡¡¡HURACÁN CAMPEÓN!!!
Huracán: 1
Marcos Díaz; Federico Mancinelli, Martín Nervo, Eduardo Domínguez y Luciano
Balbi; Federico Vismara, Lucas Villarruel, Patricio Toranzo, Cristian Espinoza,
Edson Puch y Ramón Ábila. DT: Néstor Apuzzo.
River Plate: 0
Marcelo Barovero; Camilo Mayada, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori y
Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Matías Kranevitter, Ariel Rojas y Gonzalo
Martínez; Fernando Cavenaghi y Rodrigo Mora. DT:
Marcelo Gallardo.
Gol: Edson Puch 21′ (H).
Cambios: 12m. Leonardo Pisculichi por Sánchez (RP); 17m. Sebastián Driussi por Rojas
(RP); 27m. Agustín Torassa por Puch (H); 29m. Ezequiel Gallegos por Espinoza
(H); 34m. Iván Moreno y Fabianesi por Toranzo (H); y 39m. Augusto Solari por
Mayada (RP).
Amonestados: Sánchez y Kranevitter (RP). Vismara (H).
Arbitro: Néstor Pitana.
© Escrito por Rodrigo da Silva y fotos de
Daniel Méndez el sábado 25/04/2015 y publicado por el Departamento de Prensa
del Club Atlético Huracán.
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