EV-1. Electric Vehicle One
General Motors de los
Estados Unidos presentó recientemente el primer automóvil con propulsión
eléctrica producido en serie, diseñado desde un principio para este tipo de
impulsión de "cero emisiones", el EV-1 (Electric Vehicle One). El
singular vehículo, fruto de un gran trabajo de investigación y desarrollo, y de
grandes inversiones -que superan los 500 millones de dólares-, ha despertado un
vivo interés en el mundo del automóvil.
Muchos automovilistas saben que los autos eléctricos
no son un "invento" moderno. En realidad, fueron concebidos antes que
los rodados con motores que queman combustibles fósiles, y sus orígenes se
remontan a la Europa
de la década de 1880. La tracción por electricidad era sumamente apreciada
porque los vehículos se movían con gran suavidad, es decir todo lo contrario de
los primitivos autos a nafta, los que fácilmente eran reconocidos por ser
ruidosos, malolientes y muy proclives a las fallas más contundentes y también
insólitas.
El futuro del auto eléctrico
depende principalmente de las formas aerodinámicas y los materiales livianos.
Pero los autos eléctricos, a pesar de que ya pasó
mucho más que cien años desde su aparición en las calles, nunca pudieron
sobreponerse a su "enfermedad de la infancia": la escasa autonomía o
radio de acción que permitan sus voluminosas baterías. El interés por los autos
eléctricos quedó entonces bastante relegado por muchas décadas, hasta que de
pronto, por causa de las cada vez más severas reglamentaciones para la
protección del medio ambiente que se hicieron sentir por primera vez en los
países industrializados, la investigación cobró nuevos bríos y se hicieron
grandes inversiones para intentar obtener el éxito.
Orígenes del EV-1
General Motors empezó a concebir su EV-1 en 1990 y lo
presentó por primera vez como prototipo en la ciudad de Los Ángeles, bajo el
nombre de "lmpact". Es éste el primer automóvil que "nace"
eléctrico, es decir que no es una mera adaptación de un auto de serie con motor
a nafta o diesel a la tracción eléctrica. Se vende a un precio de 35.000
dólares en Norteamérica. La ley exigirá que en el año 2003, el 10 por ciento de
todos los automóviles nuevos que se vendan en el estado de California, deberán
ser de "emisión cero" de sustancias contaminantes, y esto se puede
lograr únicamente con la propulsión eléctrica. En años posteriores se
incrementará dicho porcentaje y regirán leyes similares en otros estados, por
ejemplo en Michigan, Arizona, Illinois y Nueva York.
El General Motors EV-1 se puso a la venta desde fines
del año pasado en el sudoeste de los Estados Unidos, en los estados de
California y Arizona, una región de clima seco que beneficia a la compleja
electrónica computadorizada del vehículo, a base de prodigiosos
"chips" de altísima integración.
El sistema de carga
inductivo, desarrollado junto con Siemens, elimina la necesidad de contactos a
la hora de recargar las baterías. El proceso dura tres horas.
Sin entrar en una descripción pormenorizada
de la sofisticada tecnología del EV-1, podemos decir que este rodado de dos
plazas y 1.350
kg de peso, tiene un motor
eléctrico delantero conectado a las ruedas motrices, de 140 HP. Dicho motor es
alimentado por un conjunto de baterías de plomo, que con su carga completa de
energía permite un radio de acción en el tránsito urbano de unos 110
kilómetros, cifra que asciende a
los 150
kilómetros al circular por una
ruta o autopista.
Como podemos apreciar, todavía no está
resuelto el problema de conseguir baterías que hagan realidad altas autonomías,
pero no obstante se han logrado importantes avances
tecnológicos, principalmente en lo que concierne a los controles electrónicos.
Esto abrirá las puertas a las súper baterías que la industria promete de aquí a
una década. De todas maneras, el radio de acción de algo más de 100
kilómetros en ciudad es suficiente
para la mayoría de las personas que se movilizan en los núcleos urbanos.
El EV-1 rueda de una manera absolutamente silenciosa y libre de vibraciones, y es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora.
Menor consumo de energía.
El Departamento de Energía de los
Estados Unidos, así como la
Agencia de Protección Ambiental (EPA), han
establecido que el GM EV-1 consume 30 kilovatios-hora por cada 160
kilómetros manejando en la ciudad,
y 25 kilovatios-hora al transitar en autopista. La energía eléctrica que
consume el vehículo reingresa a las baterías en el proceso de recarga, que puede ser realizado en estaciones de servicio especiales
que ya existen en California y Arizona, o bien en el propio hogar. Haciendo una
comparación con un automóvil a motor de nafta que consume un promedio de 10
litros de combustible cada 100
kilómetros, y recorriendo
anualmente ambos 24.000
kilómetros, el GM EV-1 requiere un gasto de 420 dólares anuales en
concepto de consumo de energía eléctrica (suponiendo que se recarguen las
baterías en horas pico de demanda de energía) mientras que el automóvil a nafta
requiere recargas de combustible por un total de 696 dólares al año.
En la estación de servicio especial, y
cuando el automovilista recurre a ella para la recarga de las baterías, lo
único que tiene que hacer es conectar una especie de gruesa manija (con un
sistema inductivo incluido) en un alojamiento delantero que queda visible al
levantar una tapa en el capot, a la vez que coloca su tarjeta de crédito en un
lector de la instalación y que debita de su cuenta la suma por la energía
consumida. Este sistema de recarga es totalmente seguro, a
prueba de accidentes, y con él las baterías recuperan su carga completamente en
sólo dos o tres horas.
El automovilista también tiene la
posibilidad de conectar su auto eléctrico a un tomacorriente de su casa (por
ejemplo, el del lavarropas) y esperar de 12 a
14 horas para que recupere su aliento vital.
Microcomputadoras con grandes reservas
de memoria se hacen cargo de todas las funciones de este original automóvil
eléctrico, desde el control de los órganos de la propulsión hasta el cierre de
las puertas con teclado para introducir un código, pasando por los instrumentos
del tablero y llegando a los frenos y la dirección electro-hidráulica. A
propósito, es éste el primer auto de serie que trae frenos eléctricos en las
ruedas traseras. Los delanteros son hidráulicos.
También se ha recurrido a los materiales
de la era espacial (plásticos especiales, súper aleaciones de aluminio,
materiales compuestos) para reducir el peso -algo de vital importancia en todo
vehículo eléctrico para minimizar las pérdidas de
energía- pero conservando las características
de seguridad de la carrocería y el chasis.
Incluso los neumáticos especiales están inflados a
muy alta presión para minimizar las pérdidas del
rodaje.
EV-1 hay que introducir un código de cinco cifras
en vez de una llave.
El General
Motors EV-1 es tan silencioso que los ingenieros tuvieron que diseñar un
sistema de sonido especial que puede accionar el conductor para alertar a los
peatones, es decir que se simula un ruido de un automóvil convencional.
El conductor es
informado en todo momento de la reserva de energía de las baterías a través de
un indicador en el tablero. Una computadora a bordo del vehículo calcula el
radio de acción en función de las condiciones meteorológicas, del estado del
tránsito y de la forma de manejar.
También llama
la atención la atractiva forma aerodinámica del vehículo, elaborada de forma
tal que presente la menor resistencia al avance posible. Todo para ahorrar
energía, y tenerla disponible en las ruedas.
De este modo el
automóvil eléctrico intenta nuevamente abrirse paso entre los devoradores de
combustible fósil y permanecer latente a la espera de que la era del petróleo
se extinga lo antes posible...
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