Se hizo una panzada...
Fabbiani volvió con todo y metió un doblete para el Albo, que sumó tres puntos claves en Floresta pensando en los promedios. El Ogro no gritaba desde el 2005... Huracán no levanta y cada vez se acerca más a la Promoción.
Demasiado vértigo tuvo ese comienzo de ida vuelta, de goles y golazos, de adrenalina y de superacción en este sábado por la noche. Tanto vértigo que uno, Huracán, se mareó de entrada y el otro, All Boys, se confió tanto que puso en riesgo un triunfo que tenía encaminado desde el comienzo del partido. Porque el equipo de Pepe Romero golpeó rápido. O, mejor dicho, el que golpeó fue Fabbiani. El Tanque metió un giro de los suyos en la puerta del área y sacó el remate potente que se coló junto a un palo de Monzón. Y, minutos después, capturó un rebote en el área y facturó a lo goleador. A falta de uno, dos goles en un mismo partido y en menos de 20 minutos. Algo que el Tanque no lograba desde hacía casi seis años, cuando le clavó un doblete a Almagro en la goleada de Lanús por 6-0, el 11 de junio de 2005.
Pero Huracán reaccionó rápido, fue a la carga sacudido por los dos cachetazos tempraneros, y encontró el descuento a través del goleador Cámpora. Otra vez en carrera, embalado y a tiro del empate, fue a la carga y tuvo el 2-2 con una llegada de Machín, que tocó hacia adentro en lugar de rematar de primera, y al goleador le quedó mal acomodada la pelota. Ese primer tiempo de ida y vuelta, de golpe y golpe, prometía un segundo tiempo con más acciones. Pero quedó en promesas, nomás. Porque All Boys definió el partido con un remate de penal de Gigliotti y a Huracán no le quedaron fuerzas para intentar el milagro.
Huracán, que quería ganar para despegarse de Gimnasia y olvidarse de esa amenazante plaza de descenso directo que se disputa con el Lobo, otra vez hace cuentas. El Albo festeja. No sólo los tres goles, la misma cantidad que hasta acá llevaba en todo el torneo, sino también un triunfo que lo ayuda a subir en la tabla que más lo ocupa.
© Publicado por el Diario Deportivo Olé el sábado 16 de Abril de 2011
Huracán protestó el penal del 3-1, pero la falta comenxó afuera y terminó adentro. Estuvo bien Abal.
Fue la jugada que definió el partido, cuando iban cinco del segundo tiempo. A partir de ahí, Huracán quedó lejos de la remontada. Pero, a pesar de las protestas, Diego Abal acertó al cobrar penal.
La jugada comenzó con una corrida de Torassa por la derecha, Angeloff lo tomó de la camiseta fuera del área, aflojó sobre la línea y lo terminó de soltar cuando ya estaba dentro. El árbitro, bien ubicado, no dudó en señalar el punto penal. Fue el 3-1.
También hay acierto del juez al no cobrar un penal que reclamó Battaglia a los 25 del primer tiempo, por un agarrón y una mano que no existieron.
© Publicado por el Diario Deportivo Olé el sábado 16 de Abril de 2011
Este dolió y mucho...
Del mismo modo que Quilmes y Gimnasia eran partidos que había que ganar, éste no era el partido que había que perder. Sencillo y sin lugar a análisis. Porque en el torneo que jugamos dentro del mismísimo torneo, los de Floresta eran y son rivales directos. Y más allá de ser testigos de dos goles del peso pesado que usa la número 23 y que, encima, no jugó más de un tiempo porque no puede (con lo cual duele más y vuelve sobre nosotros los viejos fantasmas de los elefantes que son habituales meadores de nuestra realidad), Huracán se equivocó puntualmente dos veces. Y por el malísimo Apertura realizado, lamentablemente, el equipo no está en condiciones de equivocarse.
Primero, Machín falló un gol hecho (tenés que definir vos, de cara al arco y con la pelota redonda-redonda), porque se la regaló a un incómodo Cámpora. El posible 2-2 a los 41’ PT, luego de otro 0-2, nos dejó maldiciendo al cielo. Pero no estaba perdido. Un gol abajo y un tiempo por delante aventuraba chances reales de empatarlo, y por qué no ganarlo... Sin embargo, el pibito Angeloff hizo una de lo que es, un lógico inexperto por sus apenas 121 minutos en cancha, y camiseteó a su rival marcado para que, de penal y apenas iniciado el complemento, nos sacaran del partido definitivamente. Huracán ya no fue el mismo. Y, en consecuencia, perdió el partido que no tenía que perder. Pifió dos veces y se sigue hundiendo en la Promo.
El dolor es profundo y entendible. No se acabó todo, podemos salir. Aunque la de Floresta fue una chance valiosa que no había que dejar pasar.
© Escrito por Ricardo Sapia y publicado por el Diario Deportivo Olé el sábado 16 de Abril de 2011
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