La triste discriminación de argentinos en España: malos tratos, cárcel y requisitos cada vez más insólitos para ingresar como turista. La inacción del gobierno argentino.
Ella nació en San Pelayo. Él en Villarquille. Fueron campesinos (él, también minero), hasta que un día Asturias les dijo que no esperaran mañana lo que no les había dado ayer. Y los expulsó para siempre. Antonio llegó a
Cuando escucho las historias de los argentinos que ahora sufren la discriminación de España, sufro por dos. Por el maltrato que reciben y por el recuerdo de lo que
Es entendible que, sin ser responsables de lo que hace su gobierno, los millones de españoles que conocen esta historia reciente sientan un poco de vergüenza. Saben que el maltrato hacia los "sudacas" es común en muchos países del primer mundo, pero comprenden que ellos no son "muchos países". Son
Ahora, además, la discriminación no sólo se limita a los argentinos que hacen el camino de la inmigración en sentido inverso. Hasta los que van como simples turistas, para ver a sus familias o sólo a pasear, son detenidos en Barajas durante horas, sometidos a interrogatorios, sin derecho para realizar llamados y, al final, obligados a tomar un avión de regreso.
El caso de la rosarina Gabriela Calvin me llamó especialmente la atención. Iba a visitar a su hermana. Antes de viajar, tomó una precaución que a mi no se me hubiera ocurrido, pero que hoy es obligatoria: le pidió a su hermana una carta de invitación certificada por la policía. Curioso y triste: la misma carta que debieron traer mis padres para vivir y trabajar en este país para siempre, es la que hoy debería llevar yo para visitar a mi familia española durante 15 días. Y no sé si me alcanzaría. De hecho, para esta mujer no fue suficiente. Ocho horas de malos tratos (su hermana la esperó en vano en el aeropuerto sin saber qué le había pasado), y la embarcaron de nuevo rumbo a Ezeiza.
Comprendo que esta España no es
Quizás eso es lo único que importa y el resto sea simple sentimentalismo. Pero no creo que los españoles, los de aquí y los de allá, estén tan de acuerdo con eso. Tienen la memoria suficiente para saber que este presente no es el pago justo por aquel pasado.
Y me entristece que su gobierno haya perdido esa memoria. Y me entristece que nuestro gobierno no se lo recuerde.
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