La vida es un tablero de ajedrez en donde los cuadros blancos son los días y los cuadros negros son las noches... Nosotros, somos las piezas que vamos de aquí para allá para caer al final en el cuadro de la nada... De Alguna Manera... Una Alternativa…
Médico, formado en Cuba y asmático como su tío Ernesto, se crió en la revolución cubana, combatió en Nicaragua y finalmente regresó al país, donde tuvo una fugaz participación en el programa de Canal 7Médicos por naturaleza.
"En la familia puede haber algún primo menos interesado en política, pero no hay nadie a favorde la invasión yanqui en Irak, por poner un ejemplo", cuenta Rafael. (Fotos: Eduardo Carrera)
La lúgubre medianoche de un encierro clandestino hacía temblar las manos de Rafa Guevara, tendido en el suelo de un séptimo piso, sobre un colchón y una almohada estrujada por sus abrazos aterrados, ante el golpeteo insoportable del ascensor amenazante que acechaba cada noche. “Cuando estaba listo para dormir, escuchaba ese ruido, ‘tucutuc, tucutuc’, y sentía un cagazo bárbaro, porque ya era conciente de lo que sucedía y tenía claro que si nos agarraban nos hacían cagar”. No había cumplido los 16, pero ya sabía que los buscaban y que un paso adolescente, un movimiento sin pensar, ponía en riesgo su vida y la de su padre. “Salía del colegio a las seis de la tarde y daba 275 mil vueltas, en el subte, en el colectivo, aquí y allá, para desorientar a quien pudiera seguirme, y llegaba a casa, en Boedo, a las 11 de la noche”. Desde la clandestinidad, entre amenazas y su labor como defensor de presos políticos, su padre, Roberto, hermano del Che, improvisaba una pedagogía quizá no tan acertada: “El viejo me decía: ‘Mirá Rafa, no tengas miedo. Yo me pongo acá; vos ahí, y hacemos ruido. Hay que tirar nomás’. ¡Dejé de tomar la sopa porque me temblaba el pulso! Ese fue el mensaje tranquilizador del señor Freud Roberto Guevara”. Temprano, demasiado temprano, descubrió Rafael la historia de lucha que portaba su apellido y precedía su existencia. Años antes del exilio forzado por la Triple A, su infancia se escurrió entre la angustia familiar por el asesinato del tío Ernesto y una incesante sucesión de llamados misteriosos. —¡Hola!— decía Rafita, con solo ocho años, en sus primeras incursiones telefónicas. —¡Comunistas hijos de puta, los vamos a matar!
De amenazas como esa y otras tantas que morían en el oído de mamá, cuando atendía y cortaba sin hablar, empezó a nutrirse otro Guevara revolucionario, también asmático, y médico, y militante, y latinoamericanista, y escritor. “Sí, sí, sí —interrumpe—, pero pará, pará. Te voy a decir una cosa: yo escribo cuentos y novelas. Ernesto nunca escribió una novela, ni un cuento. ¡Así que no me rompan las pelotas!, porque sabés qué… ¡Sabés qué, Ernesto! ¡Ahí te rompí el culo, viejo!”
Se ríe casi todo el tiempo y convida ron, mientras reniega de alguna foto que atenta contra su perfil subterráneo. Pero el paralelismo brota inevitable por tantas huellas rehundidas en el camino. “Mis decisiones fueron siempre propias —remarca— y, de hecho, mi faceta literaria viene de mi abuela Celia, que escribía buenos cuentos”. No admite comparaciones, Taco, porque “nadie puede llegar a los tobillos de Ernesto como pensador”.
—Al margen de esa admiración, ¿padecés a Ernesto pisándote los talones, como un superyó omnipresente?
—No, ni en pedo. Hay una gran influencia suya sobre mí, pero también del exilio, de la revolución, de Cuba… Y Che hubo uno solo. “Pioneros en el comunismo, seremos como el Che”; es bárbaro, pero debería decir: “Ojalá pudiéramos ser como el Che”.
"En la familia puede haber algún primo menos interesado en política, pero no hay nadie a favor de la invasión yanqui en Irak, por poner un ejemplo", cuenta Rafael. (Fotos: Eduardo Carrera)
Nadie discutiría que el uso es rey en materia de lenguaje. Se empieza a hablar de cierto modo, con acierto o con error, y por una suerte de destino lingüístico, los cambios se imponen y entran a formar parte de la norma, volver atrás es muy difícil. Los ejemplos históricos son tan abundantes que sin ellos no se comprendería cómo un idioma pudo haber adquirido el aspecto que tiene actualmente y que parece inamovible.
Sin embargo, el uso, con acierto o error, sigue palpitando y es como si quisiera seguir modificando lo establecido. Es arduo luchar contra él: uno de los rasgos fundamentales de la moral del uso es que aguanta todo lo que las normas preexistentes le quieren obligar a respetar; el uso se mofa y se destina a un triunfo glorioso que consistiría en imponerse, tal como ha ocurrido históricamente. Siempre ha ocurrido y ahora también. Sería una tarea gigantesca registrar y dar cuenta de los usos que están preparando sus ataques a la gramática, pero algunos sobresalen, tienen más chances aunque sus posibilidades de triunfo no sean demasiado claras.
Uno de ellos, y me divierte consignarlo, es la resistencia a usar el potencial cuando corresponde y la naturalidad con que se lo usa cuando es impropio; es corriente decir –lo hacen incluso escritores muy refinados “si yo hubiera hecho tal cosa hubiese logrado tal otra”, como si creyeran que es más elegante emplear esa variante gramatical en lugar del más preciso “habría” y, por el contrario, no faltan quienes dicen “si yo habría hecho tal cosa hubiera logrado tal otra”. Que se produzcan cacofonías parece no importar demasiado, no ya el atentado a la gramática cuyas formulaciones costaron lágrimas durante siglos.
Por cierto, los que amamos la lengua reaccionamos contra disparates semejantes, pero se puede vaticinar que seremos derrotados aunque por ahora a quienes los cometen les basta con decir, no sin arrogancia, “¡yo digo así y qué!”.
Otro uso que me provoca erupciones –aunque también sé que el disminuido ejército de quienes militamos en la sensibilidad lingüística será fatalmente vencido– es el del “donde” en lugar del relativo “que”. Así, periodistas, escritores, políticos, locutores de radio y televisión, ensayistas y vendedores de baratijas lo emplean con soltura en frases como ésta: “Una afirmación doctrinaria donde se sostiene que...”, en lugar del más simple “una afirmación doctrinaria que sostiene que...”, o bien “el interés nacional donde los particulares se niegan a contribuir”, en lugar del más directo y preciso “el interés nacional al que los particulares se niegan a contribuir”. ¿De dónde, precisamente, salió ese uso del “donde” cuya proliferación provoca el espanto de correctores y que ha dado nombre a una epidemia designada como “dondismo”? No lo sé y no es un tema que me obsesione o me llame la atención como, en cambio, la universal presencia de la expresión “hijo de puta”, no sólo en castellano sino también en otras lenguas, el inglés por ejemplo, y de uso ya muy remoto: llegó alguna vez, quizás en el Renacimiento, época fértil en putas, para quedarse; dados sus alcances resulta indispensable para injuriar o para denigrar, es tan grande su poder de afirmación que quien recibe ese tratamiento queda congelado, como tocado por un rayo.
Lo curioso es que también se emplea para elogiar en ciertos lugares, momentos y cualidades de quien es objeto de su aplicación; la diferencia es muy sutil: una cosa es decirle, admirativamente “¡qué hijo de puta!” a alguien cuya inteligencia o astucia o habilidad le han permitido obtener algo importante, un pensamiento, o una ventaja o un hallazgo no previsto por quien emite la exclamación que conlleva un juicio positivo, en buena teoría de la argumentación, y otra, cuando se enuncia, fríamente, “es un hijo de puta”. Esta distinción, entre un modesto aunque enfático “qué” y un casi anónimo “un”, es importante y en la práctica comunicativa funciona puesto que como elogio ennoblece una relación y la hace admirativa y, por el otro lado, como insulto, descalifica terminantemente, sin remisión.
Estas variantes han sido estudiadas, claro que no en círculos académicos, pero le han dado a la expresión una especie de carta de ciudadanía para regocijo de quienes aprecian la creatividad lingüística.
Pero, ¿qué alcances tiene la expresión o, dicho de otro modo, qué se quiere decir cuando se la emplea? En principio, y como para aclarar un poco las cosas, se diría que el hijo de una puta, como hecho físico, no es necesariamente “un” hijo de puta. Pero también, para aclarar, hay que señalar que puesto que no es fácil que los hijos de las putas asuman esa proveniencia –una madre es, sea como fuere una madre, y en todos los casos está colocada en un altar, sobre todo si ha sido fiel a su condición y amorosa en sus cuidados– no se sabe quiénes lo son y quiénes no lo son, razón por la cual queda probado que el artículo indefinido “un” no se refiere a las relaciones de parentesco (ignoro si Claude Lévi-Strauss atiende a este punto en sus célebres estudios) sino a comportamientos y actitudes reprobables, de manera que en realidad se aplica sobre todo a hijos de madres que pueden o no ejercer, en principio, la noble profesión del putazgo.
No es poca cosa el universo de implícitos que acompaña a esta expresión sobre todo cuando tiene una clara intención ofensiva. Ante todo, es evidente que el destinatario inmediato es herido porque su carácter de hijo es menos puesto en cuestión que la índole de su mamá; es a ella a la que se ataca en la idea de que ser puta es algo muy feo, tanto que el hijo no podría defenderla ni reivindicarla; si arguyera “mi madre no es una puta” tendría que demostrarlo para lo cual es probable que no le dieran tiempo pues el insulto es veloz, se parece a una flecha que un arquero arroja con habilidad y que pega en el blanco. Pero además, al atribuir a la madre el ser puta se está diciendo que el hijo no tiene padre y, más grave todavía, que acaso tenga tantos padres como su madre ha atendido en una jornada muy pesada de trabajo. Y si un hombre no tiene padre no tiene referente, no tuvo continente, es un ser que porque anda a la deriva es capaz de cometer cualquier felonía, canallada, traición, asesinato por la espalda, robo a mano armada, ser fascista, violador, golpear mujeres, ser cruel con los animales y con las viejitas, etcétera.
Estos alcances de la expresión no son inverosímiles ni fantasiosos: se recortan sobre valores instalados en la sociedad, en especial en cuanto a los roles atribuidos a padre y madre. Por un lado se conoce de qué manera se practica un culto a la madre en muchos países y cómo la canción popular se ha hecho cargo de él pero, verbalmente, la palabra sufre muchos ataques semánticos; así, ha adquirido fama universal “Madres de Plaza de Mayo”, una culminación del ser maternal, pero no es lo mismo cuando se la invoca para referirse a la guerra, “madre de todas las batallas” se dice; cuando en México se ataca a alguien se le aplica una “madriza”, curiosamente, “de padre y señor mío” y cuando se lo quiere desbaratar se lo “madrea”; igualmente, es un grave insulto “chinga a tu madre”, con perfume del peor de los incestos, por no hablar del desagradable “huele a madres”, aplicado a sustancias en descomposición o impresentables corporales; en cambio, la expresión “de puta madre”, que reúne los dos conceptos, es un elogio mayúsculo; en suma, la palabra “madre”, lo mismo que ocurre con ella en la vida real, se presta para servicios varios, no muy reverenciales en muchos momentos o en muchos usos mientras que “padre” es siempre un elogio y en el aumentativo un superelogio, “padrísimo” se califica sentenciosamente.
La expresión “hijo de puta”, para volver al tema, se ha impuesto aunque no se la emplea con naturalidad en todos los lugares por igual; sin embargo, cuando la confianza suelda la conversación o las urgencias derrotan a los miramientos aparece definiendo muy bien las cosas, hasta en lo político, incluso internacional: interrogado un secretario de Estado norteamericano sobre un dictadorzuelo latinoamericano declaró muy llanamente “es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”, frase que no emplearía tal vez en el Congreso ni en la Asamblea de las Naciones Unidas, pero que acompaña toda necesidad de calificación sincera, claro que en el peor de los sentidos.
El historiador habló con politicargentina.com sobre la historia del Peronismo y su relación con el gobierno actual. También explicó la importancia del rol de los medios y sus falencias actuales. Además, puso la lupa sobre el respeto a las instituciones y el cambio social que se está dando en la sociedad argentina.
Félix Luna es un reconocido historiador, escritor y abogado. De familia fuertemente arraigada en política –su abuelo fundó la UCR en La Rioja y su tío fue vicepresidente en el gobierno de Hipólito Yrigoyen- él también es miembro de la Unión Cívica Radical (UCR).
En relación a la gran cantidad de gobiernos peronistas que él vivió y estudió, politicargentina.com indagó acerca de rasgos comunes que se hayan extendido a lo largo del tiempo en el Peronismo; Luna respondió: “El peronismo tiene como característica de sus gobiernos una tendencia al autoritarismo, la cual en algunos casos puede exacerbarse, como en el del segundo gobierno de Perón, de una manera casi insoportable, o puede, como en otros casos, permanecer más controlado, aunque siempre con un toque autoritario y hasta antidemocrático”.
Siendo fácilmente reconocible la gran virtud del Peronismo de poder atraer y movilizar a las masas populares, Luna nos contó: “En algunos cosas ese autoritarismo es superado por el gran apoyo popular que tienen los gobierno peronistas, lo cual lo disimula. Tan es así, que muchas veces termina blanqueando episodios, hechos o personajes que de otro modo serían condenables. El hecho de tener el apoyo de las mayorías genera una impunidad muy difícil de enfrentar, terminan creyendo más en la violencia que en la persuasión.”, explicó el historiador.
A politicargentina.com le interesó buscar una relación, si es que existe, entre la fuerte incidencia de los sindicatos a lo largo de la historia peronista y la pérdida de relevancia política de algunos sectores de centro izquierda. A esta pregunta, Luna dijo: “Creo que es una relación que se podría hacer, porque es probable que el apoyo de los sindicatos al Peronismo haya desplazado a esos sectores de centro izquierda y hasta los haya hecho innecesarios, lo cual es una lástima porque se necesita una voz centroizquierdista en todo aspecto político”.
Intentando trazar un paralelismo entre el presente y el pasado, preguntamos al historiador acerca de los rasgos similares del Kirchnerismo y el Peronismo histórico, a lo que él nos respondió: “Creo que las semejanzas son las que antes nombré, el autoritarismo y los comportamientos antidemocráticos. La diferencia es que el contexto local e internacional cambió. No es lo mismo la Argentina de la posguerra que la actual, no es lo mismo la Europa de 1945 que la del 2008”.
Luego indagamos acerca de su rol como escritor y periodista. Como editor de “Todo es historia”, Luna siempre argumentó defender la posición imparcial del periodista modelo. Por esta razón, le consultamos acerca del rol actual que cumplen los medios. “Creo estos al cumplir una tarea tan importante no deberían tener una posición tan sesgada de la realidad. Pienso que muchas veces se encasillan en una posición ultra opositora al gobierno y pierden la esencia de su rol”, aseguró Luna.
Volviendo al Peronismo, a politicargentina.com le llamó la atención la gran diversidad que existe y existió entre diferentes gobiernos bajo la bandera peronista. “Muchos se guardan bajo esa insignia porque parecería que ahora para gobernar hubiera que ser obligatoriamente peronista, porque si no se es, el Peronismo ejerce una oposición tan tremenda que lo termina volteando”, afirmó el historiador.
En relación a eso, parece importante cruzarse de bando para entender el rol que la oposición argentina está ejerciendo hoy en día. Sobre este tema él opinó: “La oposición en la actualidad está muy fragmentada, lo cual es una lástima porque siempre hace falta que exista en forma seria y estructurada, para hacer un poco el contrapunto a la voz oficialista”.
Si hay algo que Félix Luna incorporó como bandera fue el respeto a las instituciones, sobre esto, politicargentina.com cuestionó el motivo por el cual esta práctica no se da como debería en Argentina. “La razón por la cual no sucede, es por la falta de tradición al respeto a las instituciones en nuestro país. Aquí siempre se ha girado en torno a la persona del Poder Ejecutivo y a nada más”.
Luego de la crisis del 2001, él siempre destacó que la sociedad no haya pedido la intromisión de un gobierno de facto, sobre este cambio él contó: “Esta variación en la forma de pensar y de comportarse en la sociedad se están dando, pero de manera lenta, casi invisible. Como sucede en todos los movimientos que tienen una base espiritual. Esto mismo que están haciendo ustedes (por politicargentina.com) demuestra que hay jóvenes que sí se preocupan por la participación política de algunos sectores, eso ya es un cambio”, afirmó Félix Luna.
Dado el elogio, politicargentina.com siguió con este tema y la importancia de que se suceda un cambio generacional en política. “Es importante que los jóvenes participen, siempre y cuando conozcan su límite y contención. Tampoco puede ser que un joven, sólo por serlo, se permita cualquier cosa. Es el caso de lo que sucedió en el Colegio Nacional Buenos Aires, una institución modelo que fue tomada, usada y degradada por jóvenes o no tan jóvenes”, afirmó el historiador.
Ya llegando al final de la entrevista y volviendo al gobierno y sus formas, pareció importante preguntar si la vuelta de términos como “golpismo” o “gorilismo” son adecuados para la realidad que nos rodea. Luna argumentó las razones por la que no es correcta la utilización de esas expresiones. “Utilizarlas para referirnos al presente es un anacronismo total y de mala fe. No se puede hablar de oligarquía en este momento o de golpismo, no existen. Nadie tiene un ánimo golpista hoy por hoy. Es un anacronismo que plantea el gobierno, ya que nunca la oposición se valió de esos términos. El oficialismo lo utiliza como un recurso político”, disparó.
Por último, a politicargentina.com le interesó saber qué pensaba Félix Luna sobre el ejercicio de memoria casi constante que el Kirchnerismo hace e hizo, esto fue lo que él respondió: “Como ya lo dijo Martín Fierro, saber olvidar lo malo también es tener memoria. Lo negativo poco a poco debe ir pasando al basurero de la historia. Ya se habló de eso, ya la gente tiene conciencia de lo que fue la Dictadura, no se puede vivir mirando el pasado. Y si no, vasta con mirar lo que pasó en España y su Guerra Civil. Ellos prefirieron bajar la cortina y no hablar más del tema. No digo que se haga eso acá, pero no se puede vivir mirando el pasado. Evidentemente acudir siempre al pasado es una manera de no centrarnos en el presente y de buscar nuevos enemigos. Todo sistema político busca o se genera un enemigo para concentrar en él todo el odio y desapego de la gente”, concluyó.
"La CTA es una zurda loca que manejan desde afuera", manifestó sin ponerse colorado Juan Belén, segundo de Hugo Moyano en la CGT instantes antes de que éste fuera desautorizado por la propia Cristina Fernández al pedirle que claudicara en su intento de marchar el viernes 20.
Indignada la presidente por la tapa del gran diario argentino que desnudaba la verdadera intención de dicha convocatoria, que es sin duda el terror de los sindicalistas tradicionales a ser arrasados por el vendaval de comisiones gremiales de izquierda combativa, le urgió al binomio D' Elía /Moyano dejar la misma para otra ocasión.
Pero lo interesante es la afirmación del mentado Belén, a quien obviamente se le saltó la cadena incurriendo en un involuntario viaje al pasado. Justamente cuando en estos días se conmemoraba el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín, un pope del sindicalismo vernáculo apela a una fraseología que parece remitirse a cuando dicha división estaba aún vivita y coleando.
El 9 de febrero de 1950, el senador Joseph Mac Carthy convocó a una conferencia de prensa, en la que pontificó que tenía en su poder una lista con los nombres de 205 comunistas que revistaban nada menos que para el Departamento de Estado. Al día siguiente, esto fue la noticia bomba que ilustraba la portada de los principales matutinos estadounidenses. Pero luego resultó que todo era falso, y lo peor del caso es que ningún editor ni redactor chequeó si la misma era cierta o un infundio. Es que en el contexto de la guerra fría, valía todo con tal de desacreditar a quienes no comulgaban con el credo de turno. Cualquier semejanza con la realidad actual, favor de echarle soda.
Los dinosaurios están aquí
Lamentablemente, no se trata de una secuela del éxito de Spielberg ni nada parecido. Pues la cosmovisión del gremialista en cuestión coincide con la de muchos de sus compañeros, empeñados en seguir embretados en una estéril disputa ideológica perimida y absolutamente fuera del contexto del aquí y ahora. Se parece a los devaneos autoritarios de Berlusconi, que cuando aparecen las acusaciones sobre su disoluta vida privada, se defiende torpemente acusando a un inexistente complot de ultraizquierda destinado a provocar un golpe de estado. Durante los 39 años que Franco fue dictador de España, siempre le adjudicó los males de su administración a un supuesto complot judeo-masónico-bolchevique, perpetrado desde Moscú y los países capitalistas. Se murió en 1975 convencido que esto era verdad revelada.
En la Argentina de los K parece ser que sucede algo muy similar. Cercados por todos lados por una realidad hostil, el matrimonio atrincherado en Olivos imagina una conspiración urdida por una oscura alianza entre los medios, la Sociedad Rural, la oposición y cualquiera que piense distinto. Con semejante paranoia, será muy complicado arribar al puerto seguro del 2011.
"El placer está en tus manos". Tal es el slogan de la flamante campaña para fomentar la masturbación que lanzaron el Consejo de la Juventud y el Instituto de la Mujer de Extremadura, España. La iniciativa causó polémica por la cantidad de dinero invertida en una región golpeada por la crisis económica que afecta a todo el país.
La campaña consta de tres cursos dirigidos a adolescentes de 13 a 17 años. Según la directora del Consejo de la Juventud de Extremadura, María José Pulido, la iniciativa busca "desmontar estereotipos e informar de una manera objetiva" y pretende "abordar las discriminaciones de género que se dan en el ámbito de la sexualidad". Los cursos incluyen enseñanzas sobre juguetes sexuales y estimulación con lubricantes
Desde la Junta de Extremadura aseguraron estar "encantados" con la campaña. Sin embargo, no pudieron evitar que el escándalo estallara cuando se conoció que la iniciativa tuvo un presupuesto de 14.000 euros, provenientes de las arcas públicas. Una cifra que a los críticos les pareció excesiva en una región que está tercera en el ranking de desempleo de España.
La oposición repudió con énfasis la campaña. El Partido Popular (PP) consideró que se trata de un "atentado" contra la inteligencia de los jóvenes, preocupados por el desempleo y no por "aprender a masturbarse". El vocero del PP, Hernández Carrón, pidió que se "asuman responsabilidades" y afirmó que Extremadura se convirtió en el "hazmerreir de toda España", según dijo al diario ABC.
Las críticas no sólo llegaron desde la política. La Confederación de Padres y Madres de Alumnos (Cofapa) dijo en un comunicado que la iniciativa es "una de las formas más tristes de subestimar a la gente joven" y representa una "clara intromisión en el derecho de los padres a formar a sus hijos en una materia tan importante como es la sexualidad".
Por su parte, la presidenta del Consejo de la Juventud de Extremadura, Laura Garrido, salió a defender la campaña y los contenidos de los cursos, incluyendo el uso de juguetes sexuales. "Yo pensaba que estaba en el siglo XXI", sostuvo.
Los indígenas del Paraguay estaban conformados por diferentes tribus, conocidas colectivamente bajo el nombre de Guaraníes, cuando, hacia el 1515, Díaz de Solís descubrió la región, seguido en 1525 por el portugués Diego García. Unos años más tarde, el navegante italiano Sebastián Gaboto, entonces al servicio de España, exploró en parte los principales cursos de agua del país.
En 1537, aventureros españoles en busca de oro establecieron un fuerte, llamado Nuestra Señora de la Asunción, sobre el río Paraguay; éste fue el origen de la ciudad de Asunción. El Paraguay colonial y el territorio de la Argentina actual fueron gobernados conjuntamente hasta 1620, antes de volverse dependencias separadas del virreinato del Perú.
A fines del siglo XVI, los jesuitas trabajaron en el establecimiento de un gran número de misiones llamadas reducciones, habitadas por indios convertidos por los misioneros y constituyendo pequeñas comunidades independientes en el plano económico y político, preservando la identidad cultural de los guaraníes. Provistos de una libertad casi total respecto a las autoridades civiles y eclesiásticas locales, los jesuitas llegaron a ser entonces el poder más importante de la colonia.
En 1750, por el Tratado de Madrid, el rey Fernando VI de España cedió siete reducciones del Paraguay a Portugal, a cambio de la colonia de Sacramento (el actual Uruguay); los jesuitas decidieron entonces apoyar a los guaraníes en su revuelta contra esta transferencia. Y en 1767, los misioneros fueron expulsados del país.
En 1776, España creó el virreinato del Río de La Plata, que comprendía la Argentina, el Paraguay, el Uruguay y la Bolivia actuales.
Siguiendo el ejemplo de Argentina, Paraguay proclamó a su vez su independencia, el 14 de mayo de 1811, ratificada por el Congreso dos años más tarde. El país conoció entonces una sucesión de regímenes.
En 1865, López lanzó al país en una guerra contra Argentina, Brasil y Uruguay: fue la guerra del Paraguay o guerra de la Triple Alianza (1865-1870), que provocó la ruina del país, diezmó la población masculina y originó su ocupación por el ejército brasileño hasta 1876. Por otra parte, Paraguay debió ceder la región de Misiones y el territorio situado al norte del río Apa a Brasil, así como una parte del Chaco a Argentina.
A partir de 1912, se sucedieron períodos de estabilidad política y de revueltas. La frontera con Bolivia, en la región del Chaco, engendró numerosos conflictos, en particular a causa de la presencia de petróleo. Así, en 1928, la guerra del Chaco estalló, seguida de la invasión de la región por Bolivia. Después del armisticio de 1935, Paraguay recibió alrededor de tres cuartos de la región disputada, por el Tratado de 1938. Desde entonces, el gobierno paraguayo se orientó hacia profundas reformas económicas y sociales.
Desde 1940, el país vivió una nueva alternancia entre los liberales (colorados) y los conservadores (azules), a través de regímenes dictatoriales y juntas militares. El poder pasó sucesivamente a manos del general Higinio Moríñigo, de 1940 a 1948, de Federico Chaves, de 1949 a 1954 y del general Alfredo Stroessner, sostenido por el Partido Colorado, de 1954 a 1988.
En los años '70 y a comienzos de los '80, Paraguay vivió un período marcado por la crisis económica y el aumento del desempleo. Stroessner fue separado del poder con un golpe de estado, en febrero de 1989, dirigido por el general Andrés Rodríguez, apoyado por el partido Colorado. Su gobierno orientó su política hacia numerosas reformas, tanto en el dominio económico, por el lado de las privatizaciones, como en el político, orientando al país hacia una democratización (ratificación de la nueva Constitución en 1992). En política exterior, Paraguay adhirió al Tratado del Mercosur en marzo de 1992.
En mayo de 1993, Juan Carlos Wasmosy accedió a la presidencia con la mayoría de los votos; fue el primer presidente elegido democráticamente.
¡Yo me opongo! (Marcha de la Oposición o... ¨Marcha Atrás¨)
Letra, música e intérprete: Ignacio Copani
Vista adelante… No!... Vista a la izquierda… Jamás! Entonces qué hacemos… Nos oponemos!!!
A la carga correligionarios, vamos todos, todos para atrás, a juntarnos…. que hoy es tan necesario para hacer más daño y perturbar la paz.
Que el gobierno no llega a fin de año, que se viene la hiperinflación, que el modelo… se está yendo a los caños, que son mercenarios y todo es corrupción.
A los que dicen que acá no hay ni una propuesta, les tiramos nuestra eterna indignación. Y a cada cosa que nos dicen, en respuesta, entregaremos nuestra clara vocación: Difamación!
Yo me opongo… Yo me opongo… A la idea que ofrecieron, sea de cualquier color. Yo me opongo… Yo me opongo… si el futuro pinta negro, para mi, mucho mejor
Vamos al frente…. Yo me opongo…Vamo´ al costado… Yo me opongo Vamos colgando en la cola del tren… Yo no voy nada, me opongo también.
Yo me opongo como ayer me opuse, a ordenar las cuentas y a avanzar, yo me opongo… a que enciendan las luces y a que el pobre abuse de tanta libertad.
Yo me opongo a la buena memoria, y a derogar las leyes del punto final, yo me opongo… a cambiar nuestra historia y a ver la zurda escoria en un acto oficial.
A estatizar el viejo avión que se caía, a devolverle al pueblo el fondo de pensión, a re ubicarnos en América Latina, toda la vida gritaremos nuestra opción: Oposición!
Yo me opongo… Yo me opongo… a las leyes que al estado y a la gente le convienen. Yo me opongo… Yo me opongo… y aunque aun no las conozca yo me opongo a las que vienen.
Yo me opongo… Yo me opongo… Con fervor me opongo a todo, por que todo salga mal. Yo me opongo… Yo me opongo… No se bien a qué me opongo pero yo me opongo igual.
Me paso a la Oposición.
Ignacio Copani (Sin verso)
Todo tiene un límite, viejo. Y un artista debe comprometerse con las causas justas sin especular.
Por eso, me paso a la oposición.
Me paso a la Oposición porque el oficialismo no le dará $ 180.- a mi nietito para que se compre otro jueguito de la play station.
Me paso a la Oposición para que mi madre duerma tranquila con sus aportes puestos en una afjp que le devolverá millones cuando ella lo decida.
Me paso a la Oposición para que mi hermano en lugar de hacer fila para tomar el colectivo que lo lleva al trabajo, haga fila en la embajada de España.
Me paso a la Oposición para que los pobres viejitos ex represores ya no tengan que penar por juzgados y el borrón y cuenta nueva pacifiquen a la patria.
Me paso a la Oposición para exigir diálogo y no dialogar
Me paso a la Oposición porque por ser pobre, soy un cabeza hueca sin pensamiento propio y presa fácil del clientelismo.
Me paso a la Oposición porque las Organizaciones Sociales, cuando se organizan, son maffias patoteras.
Me paso a la Oposición para desorganizarlas.
Me paso a la Oposición porque estoy crispado.
Me paso a la Oposición porque esto es un Kaos.
Me paso a la Oposición porque las propuestas del gobierno siempre tienen trampa, traen algo atrás, son un disparate y un mamarracho.
Por todo esto y por mucho más, con mi convicción Nacional y Popular, con mi espíritu militante y con Fervor Maradoniano...
Esto es una reliquia de los años 60... No es para los que tienen 60 años o para los que andan cerca, es de los años 60 y es ... para todos. Beatles -un film inédito- "GET BACK"... No sé si saben la historia. Dicen que la letra de esa canción, que manda a alguien volver al lugar de donde vino, fué escrita por Paul Mc Cartney en "homenaje" a Yoko Ono. El video muestra la grabación en el estudio y se aprecian cambios de miradas entre los personajes, que son muy interesantes. Para el que quiera un poco de historia: Este video fué encontrado entre los escombros de la antigua compañía de grabación de los Beatles (Abbey Road Studios) y muestra una sesión de grabación de la famosa canción de los Beatles (Get Back), ya en el crepúsculo del grupo. Más historia: Se ven dos artistas, hoy consagrados, en la grabación: Participando al teclado el gran pianista negro americano Billy Preston (que posteriormente haría una carrera muy brillante en solitario); asistiendo a la grabación -pásmense, a la altura del minuto 02:11- el líder de un grupo que comenzaba a tener éxito como sustituto natural de los Beatles, un tal Mick Jagger.
El jefe de la jefa del Estado y el de los camioneros y la CGT refuerzan su concubinato y suman desprestigio. Conducen de la misma manera: administrando miedo y dinero. Y editando la realidad a su antojo.
La gran paradoja nacional es que Néstor Kirchner y Hugo Moyano son los dos hombres más poderosos de la Argentina y, simultáneamente, dos de los más desprestigiados. Esta aparente contradicción aparece si uno se fija en la tabla de posiciones de la imagen positiva. Tanto el jefe de la jefa del Estado como el líder de la CGT están a punto de irse al descenso. Sin embargo, hay un consenso social que indica que Kirchner y Moyano son los dirigentes que más capacidad de daño tienen. Y esa es la clave de la asociación, por ahora lícita, entre ambos. Son más que compañeros peronistas, socios o cómplices, según el cristal con que se mire. Kirchner y Moyano, espalda contra espalda, controlan y comparten la propiedad de la calle y de la caja. Ambos son capaces de convocar a grupos de choque organizados y de disponer del efectivo suficiente como para operar en cualquier dirección. “Son los dueños del país”, suele quejarse mucha gente. No es para tanto. Pero sí es cierto que de sus decisiones depende gran parte de lo que ocurra en nuestra bendita Argentina. El concubinato entre Néstor y Hugo es sólido porque tienen intereses complementarios. Y eso que vienen de las antípodas armadas del peronismo de los 70, la Juventud Peronista vinculada a Montoneros y la JP de la República Argentina, parida por José López Rega.
El patrón del peronismo, que renunció en forma indeclinable pero está por volver también en forma indeclinable, y el mandamás de los trabajadores conducen de la misma manera: administrando miedo y dinero. Ambos disponen de infinitos fondos que no son propios pero utilizan como propios y son más temidos que queridos en el mundo político y sindical. Si hay que apretar a los diarios y revistas que no son obsecuentes con el Gobierno, allí están los muchachos de Moyano dispuestos a bloquear las puertas de las empresas, amenazar con tiros al personal de seguridad y a atemorizar a los cooperativistas distribuidores. Si hay que entregarle mil millones de pesos de las obras sociales para que Moyano las maneje como se le cante, allí está la arbitrariedad de Néstor para designar en un santiamén nada menos que al apoderado del gremio de camionero. Los Kirchner ponen al zorro a cuidar el gallinero y Moyano pone todo su aparato para limitar peligrosamente la libertad de prensa, para rogar que Néstor vuelva a la presidencia del PJ y sea presidente en 2011 o lo que guste mandar. A este intercambio de favores contantes y sonantes, Graciela Ocaña lo bautizó Moyanolandia. “Alerta que camina el moyano-kirchnerismo por América latina.”, podría ser la consigna-chicana. Es la República del Temor. La Argentina triste y peligrosa en la que mandan los que tienen el látigo y la chequera más grandes. Al revés de la creación de Walt Disney, Moyanolandia en nada se parece a un parque de diversiones. Es el reino de la impunidad. La triste democracia patotera.
En los últimos tiempos, Hugo Moyano fue marcando la cancha. No sólo porque apareció al lado de Daniel Scioli visitando el nuevo estadio del Independiente de sus amores y donde también recluta parte de su fuerza de tareas rápida. No está dispuesto a aceptar ningún tipo de apertura democrática para que el Gobierno le otorgue la personería gremial a la CTA ni reconozca como sindicato por afuera de la UTA al cuerpo de delegados del subte. Esta es una de las madres de la batalla. Y explica la intransigencia del ministro Carlos Tomada, apuntalada como promesa de Kirchner a Moyano. Moyano quiere el monopolio de la representación sindical. Que ningún cordero se escape de su corral. Si Néstor Kirchner cumpliera la promesa que le hizo a Víctor de Gennaro apenas asumió, navegando frente al Perito Moreno con Lula como testigo, Moyano lo tomaría como una declaración de guerra. Kirchner no come vidrio. Sabe que el gobierno de Cristina quedaría flameando en el viento frente a piquetes de camiones, marchas de taxistas o colectivos paralizando la cadena productiva.
El propio Emilio Pérsico, convertido ya en un lugarteniente de Néstor Kirchner y principal aliado de Moyano, confesó: “Como peronista estoy a favor de que exista una sola CGT y un solo sindicato por actividad”. Con el paso del tiempo se han licuado las peleas históricas que sectores de la izquierda peronista tenían contra los burócratas sindicales a los que solían llamar vandoristas.
Moyano hace ostentación de su poder cuando cierra con candado las puertas de la CGT y la UTA y tira la llave. También cuando controla la principal empresa estatal de transporte, Aerolíneas Argentinas, a través del hijo del diputado Héctor Recalde, su gran abastecedor de ideas.
Es verdad que la pérdida de un millón de dólares diarios por parte de Aerolíneas, su increíble tour para ver a la selección de Diego en Montevideo y otras groserías similares sólo generan más cuestionamientos sociales al gobierno y a Moyano. Pero la relación con la opinión pública no es algo que les preocupe. Son conscientes de los altísimos niveles de rechazo que tienen: Néstor arriba del 75% y Hugo, más del 85%.
A esta altura, Moyano encarna un nuevo tipo de sindicalismo equidistante de los combativos de izquierda del subte o Kraft y los jerarcas millonarios de derecha, tipo Armando Cavallieri. Muchos de los gremialistas llamados gordos cimentaron sus fortunas en connivencia con las patronales, justificando el empobrecimiento de los trabajadores y ganando elecciones amañadas con listas únicas. La familia Moyano también tiene un patrimonio difícil de explicar. Dicen que su compañero de ruta, Juan Manuel Palacios, tuvo que dejar el gremio de los colectiveros porque estaba tan flojo de papeles en sus propiedades que se fue a vivir a Miami. Pero los camioneros están entre los trabajadores que más ganan de la Argentina. Y tienen cada vez mejores hoteles y hospitales para sus afiliados. Por eso Moyano es querido por sus bases. Será el único orador de un acto multitudinario en la cancha de Velez donde exhibirá su capacidad organizativa y disciplinaria.
El gran problema de los Kirchner sigue siendo la negación de la realidad. Están convencidos de que lo que no se nombra no existe. Como bien dice Edi Zunino en su libro Patria o medios, se transforman en malos editores porque intentan manipular, ocultar o maquillar la verdad. Hacen lo mismo que ellos les critican a los medios de comunicación. El caso más notorio tal vez sea el tema de la inseguridad. Hace tres años que está al tope de todas las demandas en las encuestas. Sin embargo, hay que buscar muy profundamente en los archivos o en Google para encontrar menciones autocríticas, reconocimiento de la problemática y propuestas de soluciones para un drama cotidiano de robos y asesinatos que existe y que mucha gente cree que existe mucho más de lo que realmente existe. Ese es el diagnóstico y sobre eso hay que operar para encontrar los remedios. No alcanza con decir que los índices de violencia y asaltos todavía son inferiores a los de Brasil, Colombia o México. Consuelo de tontos. Los Kichner miran para otro lado. Sus prejuicios les hacen ver una demanda justa por más seguridad y por el derecho humano a vivir en paz y con tranquilidad como una bandera ideológica de la derecha de la mano dura o como una factura que los medios les pasan como parte del plan destituyente. Por eso el principal reclamo de los argentinos les estalla en las manos a Cristina y Néstor. No lo ven como un problema que tienen que solucionar. Lo ven como una mentira que tienen que desnudar. Eso explica que en muy poco tiempo se hayan tenido que comer cachetazos de los cuatro argentinos mas populares. Mirtha Legrand hizo una apelación demoledora a la presidencia de la Nación mirando directamente a la cámara. Que la diva de los almuerzos, expresión de cierto sentido común y también de los prejuicios de la clase media, haya convocado a salir a la calle para reclamar seguridad es un dato político importante. “Nos están matando todos los días. Es una cosa terrible, no se puede vivir así, no se debe vivir así”, fueron sus palabras.
Marcelo Tinelli, también desde su tribuna televisiva, “editorializó” sobre el tema, conmovido por la situación del ex futobolista Fernando Cáceres. Se puso serio y dijo: “Están matando a la gente por la calle de una manera impresionante. Sólo queremos paz y justicia. Que alguien haga algo para que no tengamos que tener un muerto por día, dos, tres o diez”.
Desde aquel recordado “se viene el zurdaje”, Mirtha Legrand siempre expresó sus prevenciones con los Kirchner. Pero Marcelo Tinelli mezcló momentos de excelente relación y de brutales diferencias con ellos. En un platillo de la balanza hay que colocar cuando Tinelli inauguró un gimnasio en Bolívar y hasta se fotografiaron los tres jugando con una pelota de voley. En el otro, el día que caracterizó a Alberto Fernández como “el López Rega de Kirchner”, aunque luego se arrepintió y pidió disculpas. Durante el tiempo en que fue propietario de Radio del Plata les puso el pecho a las terribles apretadas que sufría desde el Gobierno para que censurara a los periodistas más críticos de su programación. Si hasta un aliado clave de los Kirchner como Diego Maradona dijo que “es una bomba de tiempo salir a la calle porque nadie hace nada” para combatir el delito. Lo de Susana Giménez, en su momento, levantó mucha polvareda cuando reclamó que “el que mata tiene que morir”.
Mirtha Legrand puso además el dedo en otra llaga. Le pidió a Cristina que “use la cadena nacional para llevar tranquilidad a todos los argentinos”. Es parte de la misma deformación de políticos devenidos comunicadores o constructores del relato. El abuso de un mecanismo excepcional como es que todos los canales y las radios sacrifiquen sus programaciones para dar paso a las palabras de la Presidenta puede terminar como el cuento del pastorcito y las ovejas. Las cadenas utilizadas todo el tiempo y para todos los temas terminan por quitarles impacto. Ojalá nunca venga el lobo. Pero si alguna vez la población debe estar realmente atenta a algo que necesite comunicar la Presidenta, el sistema, por repetido y rutinario, habrá perdido potencia e impacto.
En este mismo plano de las desmesuras que le produce el odio al periodismo, Cristina llegó a decir que los medios son poco menos que responsables de la pobreza y que utilizan a los “negros” cuando lloran y que luego los estigmatizan como revoltosos. Fue el propio Aníbal Fernández, jefe de Gabinete, el que descalificó como “stalinistas” a los piqueteros que cortaron la avenida 9 de Julio y ella misma la que puso afuera de su gobierno las responsabilidades por el aumento de la pobreza. Después de 6 años de gobierno kirchnerista, con mayorías parlamentarias, con superpoderes, con excelente viento de cola producto de los precios internacionales, con tasas casi chinas de crecimiento y con una oposición débil y fragmentada, decir que los medios son culpables de la pobreza es una injusticia que falta absolutamente a la verdad. Es cierto que hubo algunos dueños de medios y empresarios importantes que usufructuaron las políticas neoliberales y antiproductivas de los 90. Pero da la ¿casualidad? que la mayoría son aliados estratégicos de este gobierno. Otra gran paradoja nacional.
A mediados de los años 90 el Gobierno español levantó 8,2 kilómetros de alambrada en Ceuta y 12 en Melilla.
El muro de Estados Unidos y México
EE UU comenzó a construir en 1994 un muro metálico en un tercio de su frontera con México.
El muro de Río de Janeiro
El Gobierno regional de Río de Janeiro (sede de los Juegos Olímpicos de 2016) comenzó a levantar el pasado mes de marzo muros para cercar algunas favelas. Está previsto construir 11 kilómetros de muros.
El muro de Cisjordania
Construido por el Gobierno de Israel, se extiende en un 20% a lo largo de la Línea Verde internacional y en un 80% en territorio cisjordano palestino, donde llega a adentrarse hasta 24 kilómetros con el fin de incluir asentamientos israelíes. Cuando esté terminado, el 10% del territorio cisjordano quedará en el lado israelí y aislado del resto de Cisjordania.
El muro de Irlanda del Norte
En Belfast, Derry y otras localidades de Irlanda del Norte se han levantado que empezaron a construirse en 1970 y se las conoce con el eufemismo de "Líneas de Paz".
El muro de Corea del Norte y Corea del Sur
Una franja de 4 kilómetros de ancho y 250 de largo divide Corea del Norte y Corea del Sur desde el final de la guerra entre ambos países, en 1953. Es la zona desmilitarizada.
El muro de Arabia Saudí
El reino saudí está fortificando su frontera de 9.000 kilómetros con una de las barreras de seguridad más largas del mundo. Se trata de un proyecto de alta tecnología. La barrera será física en algunas zonas y virtual (satélites, radares, infrarrojos), en otras.
El muro del Sáhara Occidental
El Gobierno de Rabat empezó a construir en 1980 una barrera en el Sáhara Occidental (antiguo territorio español ocupado por Marruecos) cuya longitud alcanza ya los 2.720 kilómetros, y que está formada por muros de piedra y arena de hasta 2,5 metros de alto, alambradas, campos de minas y zanjas.
El muro de Bagdad
El ejército estadounidense comenzó a construir en 2007 una barrera de 5 kilómetros de largo y 3,6 metros de alto en la capital iraquí, rodeando el distrito de Adhamiya.
El muro de Chipre
Una Línea Verde gestionada por la ONU divide Nicosia, la capital de Chipre, en dos partes. La alambrada tiene 180 kilómetros.
El muro de Bostwana y Zimbabue
En 2003 el gobierno de Bostwana levantó en la frontera de este país con Zimbabue una cerca de alambre de púas de 2,5 metros de altua y 500 kilómetros de largo.
El muro de India y Pakistán
Los dos países (ambos con armas nucleares) están separados por muros y alambradas en aproximadamente la mitad de su frontera común (2.900 kilómetros).
El muro de Cachemira
Medio millar de kilómetros de alambrada se extienden a lo largo de la disputada Línea de Control en la zona de Cachemira controlada por India.
El muro de India y Bangladesh
India está construyendo a lo largo de 4.000 kilómetros de su frontera con Bangladesh una verja de seguridad.
El muro de Irán y Pakistán
En su frontera con Pakistán, Irán está levantando un muro de cemento de casi un metro de grosor y más de 3 metros de altura.
El muro de Irak y Kuwait
La barrera tiene 190 kilómetros y fue construida al término de la primera guerra del Golfo por orden del Consejo de Seguridad de la ONU. Se trata de una cerca electrificada, con alambre de púas , muros de arena y zanjas.
El muro de Uzbekistán
Uzbekistán ha optado por defender su territorio a base de vallas. En el norte, una gran verja de alambre de espino le separa de Kisrguistán. En el sur, un alambre electrificado (380 voltios) y campos de minas cubren parte de la frontera con Afganistán.
El muro de Tailandia y Malasia
En los años 70 ambos gobiernos acordaron construir muros de cemento coronados de alambre a lo largo de parte de su frontera común. Desde 2007 Tailandia construye un muro de 75 kilómetros.
El muro de Brunei
Brunei está construyendo una verja de seguridad a lo largo de sus 20 kilómetros de frontera con la región malaya de Limbang.
El muro de Egipto y Gaza
La separación en el paso de Rafah, entre la Gaza palestina y Egipto fue construida por los gobiernos egipcio e israelí tras el tratado de paz que ambos países firmaron en 1979.
Berlín celebra hoy el vigésimo aniversario de la caída del muro con una gran “Fiesta de la Libertad”.
"Somos lo que hacemos, sobre todo lo que hacemos para cambiar lo que somos." Eduardo Galeano.
El Muro de Berlín era la noticia de cada día. De la mañana a la noche leíamos, veíamos, escuchábamos: el Muro de la Vergüenza, el Muro de la Infamia, la Cortina de Hierro... El Muro de Berlín era la noticia de cada día. De la mañana a la noche leíamos, veíamos, escuchábamos: el Muro de la Vergüenza, el Muro de la Infamia, la Cortina de Hierro... Por fin, ese muro, que merecía caer, cayó. Pero otros muros han brotado, siguen brotando, en el mundo, y aunque son mucho más grandes que el de Berlín, de ellos se habla poco o nada. Poco se habla del muro que los Estados Unidos están alzando en la frontera mexicana, y poco se habla de las alambradas de Ceuta y Melilla. Casi nada se habla del Muro de Cisjordania, que perpetúa la ocupación israelí de tierras palestinas y de aquí a poco será quince veces más largo que el Muro de Berlín.
Y nada, nada de nada, se habla del Muro de Marruecos, que desde hace veinte años perpetúa la ocupación marroquí del Sahara Occidental. Este muro, minado de punta a punta y de punta a punta vigilado por miles de soldados, mide sesenta veces más que el Muro de Berlín.
¿Por qué será que hay muros tan altisonantes y muros tan mudos? ¿Será por los muros de la incomunicación, que los grandes medios de comunicación construyen cada día?
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En julio del 2004, la Corte Internacional de Justicia de La Haya sentenció que el Muro de Cisjordania violaba el derecho internacional y mandó que se demoliera. Hasta ahora, Israel no se ha enterado.
En octubre de 1975, la misma Corte había dictaminado: “No se establece la existencia de vínculo alguno de soberanía entre el Sahara Occidental y Marruecos”. Nos quedamos cortos si decimos que Marruecos fue sordo.
Fue peor: al día siguiente de esta resolución, desató la invasión, la llamada Marcha Verde, y poco después se apoderó a sangre y fuego de esas vastas tierras ajenas y expulsó a la mayoría de la población. Y ahí sigue.
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¿De qué han servido las mil y una resoluciones de las Naciones Unidas contra la ocupación israelí de los territorios palestinos? ¿Y las mil y una resoluciones contra el bloqueo de Cuba?
El viejo proverbio enseña: La hipocresía es el impuesto que el vicio paga a la virtud.
El patriotismo es, hoy por hoy, un privilegio de las naciones dominantes. Cuando lo practican las naciones dominadas, el patriotismo se hace sospechoso de populismo o terrorismo, o simplemente no merece la menor atención.