200 Años del Cruce de Los Andes 16/01/1817 - 16/01/2017
Parece mentira, pero frente a tanto bombardeo mediático
que nos tiene muchas veces prisioneros de hechos nacionales e internacionales
no trascendentes, comienza a pasar casi desapercibido el recuerdo de una gesta
nacida en estas tierras, clave para el continente Americano y que reunió tres
requisitos muchas veces difíciles de amalgamar: inteligencia estratégica,
capacidad organizativa y apoyo popular; eso fue el Cruce de los Andes.
© Escrito por Roy Cortina el sábado 21/01/2017 y publicado en Facebook Roy Cortina
Pensada brillantemente por San Martín, esta maniobra
militar que duro 20 días y que nos llena de admiración por quienes la llevaron
a cabo, consiguió que un pequeño ejército bien entrenado atravesara una de las
cadenas montañosas más complicadas del mundo, que lo hiciera en distintos pasos
y que con una precisión asombrosa lograra la confluencia de todas las columnas
de soldados en tiempo y forma para derrotar a los españoles en Chacabuco,
prácticamente mientras bajaban del lado Chileno.
El cruce de los Andes, la desobediencia de Belgrano de
retroceder a Córdoba y lograr las victorias de Tucumán y Salta y la resistencia
de Güemes en el norte, son las tres causas que cambian el curso de la
independencia de Sudamérica de los españoles, porque si caía el territorio de
la actual Argentina, el regreso de la monarquía española a través del Rio de la
Plata, hubiera sido un hecho y quien sabe cuántos años se habría extendido y
cuan cruenta hubiera sido la guerra de liberación.
Sin embargo
tanto la Guerra Gaucha en el norte y la audacia en Tucumán y Salta, fueron, si
bien heroicas y populares, acciones defensivas.
En cambio la
estrategia pensada y ejecutada por San Martin de cruzar los Andes y liberar a
Chile, les dio a los patriotas la iniciativa por primera vez y desato el nudo
de la guerra a escala continental aliviando a los ejércitos liderados por
Bolívar en el norte sudamericano.
El cruce de 5400 hombres cañones, víveres y miles de
mulas y caballos, en un frente de 800 kilómetros, atravesando picos de 5000
metros de altura y con temperaturas que iban de los 30 grados de día a los 10
grados bajo cero de noche, es considerado una obra maestra a la altura de las
mejores campañas militares de la historia universal.
Se hizo por la
obstinación de un grupo político que comprendía la necesidad de hacerlo a toda
costa, por el liderazgo de San Martin y sobre todo por el sacrificio del pueblo
cuyano que tuvo una voluntad y una determinación férreas para costear y
organizar el cruce.
El parco, enigmático y metódico andaluz por crianza y
correntino por nacimiento, regresó a su tierra, después de guerrear por toda
España y verla caer por la inoperancia de una monarquía con la que ya no estaba
de acuerdo en ideales y en aspiraciones personales, sea que esta sucumbiese para
siempre a manos de los franceses, sea que el famoso e incorregible Fernando
Séptimo recuperara el poder, como finalmente lo hizo.
En Cádiz
buscaría entusiastamente las ideas para realizarse en el nuevo tiempo que
nacía.
En el continente
Americano, en lo que iba a ser nuestro país, encontró el lugar donde esas ideas
tomarían cuerpo.
Probablemente en Inglaterra, haya llegado a sus manos el
famoso plan del escoces Maitland, que ya en esa época indicaba que la mejor
estrategia para derrumbar al imperio español en América, era tomar Perú a
través de Chile y tomar a Chile desde Mendoza cruzando los Andes.
Sea como fuere,
el teniente coronel San Martin, sospechado de espía apenas piso Buenos Aires,
no paró hasta lograr ser gobernador de Cuyo, fogonear la independencia y
organizar la gesta con la que se inmortalizó y entró para siempre en nuestra
historia.
Vale la pena
recordarlo en estos días, cuando se cumplen 200 años del histórico
acontecimiento, en los tiempos fundantes del país.
Cuando queríamos
ser libres y que lo demás no importe nada.