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martes, 4 de marzo de 2025

Gente rota... @dealgunamanera...

 Gente rota. Nicolás Márquez.

A este grandísimo hijo de puta, que es una aberración de la especie humana, empecé a leerlo hará más o menos diez años.

Escrito por Alejandro Marzioni el domingo 03/03/2025, publicado en su perfil de Facebook.

Era el portavoz de las ideas liberales clásicas, las de la extrema derecha. Y estaba dando una batalla cultural bastante potente, por entonces recién asociado a otra criatura igual de abyecta que él, otro escritor, el muñequito ese medio pelotudo que es Agustín Laje.

De cuando en cuando les escribía algo en las redes, despreciando las aberraciones que publicaban. Una que otra vez me respondieron. Recuerdo, por ejemplo, que Laje me dijo que yo era un fracasado porque me dedicaba a la docencia en los colegios públicos.

El otro, el más grande, autor de un libro sobre el Che Guevara al que le fue modificando el título (El canalla, La máquina de matar), era todavía más representativo de las ideas que profesaba.

Supe que era un fervoroso católico del Opus Dei.

Que reivindicaba la figura de Videla, considerándolo el triunfador de una guerra contra los enemigos de la patria.

Que odiaba al feminismo y luchaba enérgicamente contra la ley del aborto.

Que era un explícito homofóbico. Hay un video en el que, junto a Laje, visitan un colegio de Neuquén, ellos, tan enemigos del adoctrinamiento, y largan una frase homofóbica detrás de la otra. Cuando los alumnos los cuestionan, Márquez le enseña a la clase que la homofobia no existe, que es un invento idiomático para desprestigiar a los que saben que un homosexual es un enfermo mental.

También supe que había tenido, por parte de su esposa, varias denuncias por violencia de género. Y que en el 2008 lo denunciaron por haber abusado sexualmente de su propia hija de tres años. Fue sobreseído, pero nada más con verle la cara y leer sus textos yo siempre sentí que era culpable. Que era un monstruo. Un verdadero psicópata que le daba salida a su abyección militando las ideas de la extrema derecha. Este sujeto es un ejemplo de que la política nunca es nada más que política: la visión ideológica suele ser un reflejo de la manera en la que uno ve al mundo.

Pues bien. Llegó Milei. Llegó el personaje que dio voz, representación y un partido político a esta gentuza horrible. Nicolás Márquez y Agustín Laje se convirtieron en fervorosos militantes de La Libertad Avanza. Se dice por ahí que Laje hasta le prepara los discursos al presidente y el otro no hace más que jactarse de ser su biógrafo.

Se consideran, como buenos representantes del fenómeno Milei, gente de bien. Y ya sabemos que cuando alguien usa esa expresión nunca quiere decir que los buenos son ellos: la idea es dejar claro que los demás, los que no son ellos, son el mal. Es un viejo, burdo y trillado recurso que nunca deja de ser indispensable para los líderes mesiánicos. Cuando alguien afirma pertenecer a la gente de bien hay que salir corriendo.

La verdad es que hace tiempo dejé de leer lo que este par de imbéciles mediáticos publican. Me costaba hacerlo porque me dan asco. Pero esta tarde veo la última noticia sobre Nicolás Márquez: conducía borracho, porque además el sujeto es alcohólico, y atropelló a uno de esos chicos que hacen delivery en moto. Otro motociclista tuvo que ir a capturarlo y después no quiso darle los datos a la policía.

No es una anécdota. Es un signo de nuestros tiempos.

Es del todo coherente que el biógrafo del presidente, y uno de sus más fervorosos apologistas, sea un psicópata del Opus Dei acusado de abusar de su propia hija de tres años que va por la calle borracho atropellando trabajadores y por la vida festejando el gobierno de Milei.

Cuando una sociedad está tan degradada, tan perdida, con el progresismo tan envilecido y sin que existan, a modo de faros, ningún tipo de ideales porque todo es frivolidad, consumismo, incultura y redes sociales, la gente que empieza a señorear sobre todo el planeta es la que tiene a Milei de referencia.


martes, 5 de junio de 2018

La disyuntiva del aborto (I)... @dealgunamanera...

La disyuntiva del aborto...


No puedes abortar. Tampoco puedes tener muchos hijos. Tienes que cuidarte. Pero tampoco puedes andar con condón en la cartera, eso es de puta. Y no puedes ser puta. La mujer se tiene que preservar. Sino, ningún hombre va a querer casarse contigo.

No salgas con ropa corta, apretada, transparente, escotada, ropa de puta. Así, estás pidiendo que abusen de ti. Después un tipo pasa y te toca y todavía quieres reclamar. No seas zorra. No seas promiscua.

El hombre actúa por instinto. No lo provoques. No quieres merecer que te violen. Pero, si te violan, no puedes abortar. La criatura no tiene la culpa.

Cuando salgas a un bar, no puedes tomar. Después te emborrachas, te pasa algo, y todavía reclamas. Tomar es de ordinarias. Tienes que ser rectita. Sino ningún hombre te va a querer. A los hombres no les gustan las mujeres que viven en la calle. Pero tampoco vivas encerrada en tu casa, porque así no vas a conseguir novio.

No te acuestes en la primera cita. El hombre no se casa con la mujer que coge de primera. ¿Cómo que no te quieres casar? Toda mujer se quiere casar. Ya hace un año que te casaste, ¿y? ¿Para cuándo el bebé? Toda mujer tiene que tener hijos.

Pero no engordes después de tener hijos. Al hombre no le gusta la mujer gorda, dejada. No te puedes descuidar. Pero tampoco adelgaces mucho. Al hombre le gustan las curvas.

¿Cómo que no te gustan los hombres? No puedes ser lesbiana. Las lesbianas son promiscuas. Las Bi son todas sinvergüenzas. Andan con esas pendejadas de ser lesbianas o Bi porque nunca se las cogieron bien.

Hay que casarse, tener hijos, tener un cuerpo que encaje en el patrón de belleza y estar bien arreglada. Al hombre no le gustan las mujeres desarregladas. Después te caga, y tú todavía reclamas.

También tienes que trabajar. ¿Las mujeres no querían tener derechos? Hay que trabajar igual que los hombres, pero ganar menos. El hombre se siente inferior si la mujer gana más. Y, si por acaso, ganas más que él, no le digas a nadie, así no lo haces sentir mal.

Estudia. Al hombre no le gusta la mujer ignorante. Pero no estudies mucho. Con que te recibas está bien. No precisas de posgrado, maestría, doctorado, esas cosas. Al hombre no le gusta la mujer que quiere ser más inteligente que él.

El Feminismo es cosa de putas. No puedes ser puta. Si quieres igualdad, anotate en el ejército. Que no te guste el fútbol ni los videojuegos, ni nada de esas cosas de hombres. Al hombre no le gusta la mujer que quiere saber más de deportes que él. La mujer solo quiere saber de esas cosas para llamar la atención de los hombres.

Al hombre no le gusta la mujer que vive llamando la atención. Al hombre no le gusta la mujer que se pone a discutir sobre cosas de hombres. Después sufres algún tipo de violencia y todavía pretendes reclamar.

No seas puta. No seas puritana.

Ten hijos, pero solo cuando te lo permitan.

No engordes. No seas muy flaca. No quieres que te violen o te den una paliza. Ponte en tu lugar. No te pongas a exigir derechos.

Ubícate. No cuestiones. No reclames. Cumple tu rol de mujer. Tu rol de novia. Tu rol de esposa. Tu rol de madre.

¡Qué papelón! No cojas, a no ser que sea para tener hijos. No hagas nada de lo que tengas ganas.

No seas feliz. No pienses. Y si es posible... ¡Ni existas! 

Anónimo.

© Publicado el domingo 29/04/2018 en el muro de la Red Social Facebook de Himura Kuranay Ciudad de Trujillo, República del Perú.