León Gieco: setenta años, dos fiestas y un millón de
amigos…
León Gieco festejó con Taty Almeida, Estela de Carlotto y Delia Giovanola.
Después de festejar el sábado en el Centro Cultural
Kirchner, el autor de "Sólo le pido a Dios" volvió a reunirse con
artistas que interpretaron su obra, y con un público que mostró su fervor.
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Escrito por Karina Micheletto y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.
León en Tecnópolis. Siete décadas para toda la vida. Con esta invitación a celebrar el
cumpleaños redondo de uno de los artistas más admirados y queridos de la
Argentina, ayer León Gieco volvió a
festejar sus setenta, esta vez en el predio de Villa Martelli. Y como ya
había ocurrido en el Centro Cultural Kirchner el sábado, lo hizo rodeado de
amigos y amigas, músicos y músicas que festejaron la belleza de sus canciones.
Y también de Madres y Abuelas de Plaza
de Mayo, de hijos e hijas, que lo abrazaron, le agradecieron, le desearon
cumplir muchos más con esta misma fuerza creativa con la que sigue haciendo
discos, y compartieron el escenario con él en el tramo final. Fue cuando
sonaron, entonados por todos y todas, los himnos "La memoria" y
"Sólo le pido a Dios", el cierre de una fiesta que siguió en la noche
excepcionalmente cálida por las calles de Tecnópolis, con una multitud que
seguía cantando y recordando lo vivido mientras emprendía el camino de regreso.
Liliana Herrero, Luis Gurevich, Hilda Lizarazu, Claudia
Puyó, Miss Bolivia, Nahuel Pennisi, la armoniquista Sandra Vázquez, Julia
Zenco, Leo García, Manu Sija, Javier Calamaro, Emme, Juan Subirá, Dani Suárez y
Cóndor Sbarbati de La Bersuit, formaron parte de esta
segunda --pero no menos intensa-- parte del festejo de los 70 León. La
dirección musical estuvo, nuevamente, a cargo de Lito Vitale.
Y estuvieron
también presentes en el estadio Taty
Almeida, Estela de Carlotto y Delia Giovanola, además de representantes de
H.I.J.O.S. y de otros organismos de derechos humanos. "Madres de la Plaza,
el pueblo las abraza", fue el canto colectivo que resonó en Tecnópolis,
junto a las canciones de León.
La fiesta tuvo
mucho de reencuentro: con León, con
sus canciones, con las y los artistas que las interpretaron, con la experiencia
de un evento en un lugar masivo como el microestadio de Tecnópolis, ya superada
la etapa de mayores restricciones de la pandemia. Pero sobre todo, por la fiesta que se vivió, algo que trajo
a la memoria de los cuerpos los momentos de los grandes conciertos pre
pandemia, con ese clima de energía
compartida alrededor de una obra que se admira y se disfruta.
Con el corazón en la voz
Así se vivieron
temas como "El fantasma de
Canterville", en la potente voz blusera de Claudia Puyó, o el siempre vigente "De igual a igual",
que hicieron los integrantes de La
Bersuit. Fueron momentos festivos, de reencuentro catártico con la
experiencia de recital, en un público que entró al estadio ya coreando el nombre de León.
En el otro
extremo de las emociones, el momento en que Liliana Herrero interpretó, con el corazón en la voz, "Todos los días un poco", fue de alta
intensidad. "Claro que celebramos, con el corazón de León en alto, y con
la música de este país en alto", agradeció la cantante antes de recibir un
largo aplauso del público.
"Los salieris de Charly". "La cultura es
la sonrisa", "Pensar en nada", "Cinco siglos igual",
"El país de la libertad", "El desembarco",
"Carito", fueron parte de un repertorio que
comenzó, transcurrió y terminó con grandes himnos de la música argentina.
Canciones que a todos y todas las presentes los interpelaban desde un lugar
emotivo cercano e intenso, muy propio. Como ocurre con las canciones con las
crecimos, las de León despiertan recuerdos, remiten a momentos, sensaciones,
etapas. Pero también siguen cantando con gran potencia en tiempo presente.
Estuvo también
representado Mundo Alas, ese gran y
único proyecto inclusivo que comandó León, que se transformó en una gira por el
país (incluido un concierto en el Luna Park para la celebración de los 20 años
de este diario), en una serie y en un documental muy premiado. En este
concierto sumó su arte la artista plástica Antonela
Semán, que pinta con los pies y a lo largo del show hizo un cuadro en vivo,
y estuvo como invitado Pancho Chévez,
el armoniquista y compositor que, según León, "fue el responsable de que
toda esa locura comenzara".
Potencia presente
Están las
canciones de siempre de León. Y están las nuevas, que también sonaron con
potencia en el festejo de cumpleaños. Entre los temas del disco que el
cantautor ya fue presentando por estos días, sonó desde la pantalla "La
amistad", que Gieco grabó con su amigo de siempre Gustavo Santaolalla, y en el que también recuerda a otros amigos: Mercedes Sosa, Sixto Palavecino y Elpidio
Herrera.
Miss Bolivia fue la encargada
de versionar otro de los temas del nuevo disco --que León hizo con Luis
Gurevich y presentará completo el año que viene--: el "rap trap alimenticio" "Alimentación.com".
Al estilo de "Ojo con los Orozco", allí Gieco va jugando con
palabras, pero esta vez son las sustancias que tienen los alimentos que
comemos, esas que aparecen en la letra chica de los envases. Linduras como
"ácido clorhidrato, mononitrato de tiamina, alfatocoferol acetato,
ascorbato de sodio".
"Gracias
Miss Bolivia por cantarla por mí, porque yo no sé cómo voy a hacer para
cantarla en vivo", bromeó el homenajeado sobre la dificultad de pronunciar
--y rapeándolas-- esas sustancias tremebundas. "Para grabar fue más fácil
porque tenemos yeites, cortamos por frases, engrupimos mucho", siguió en
tono jocoso.
Un millón de
amigos
Al igual que el
sábado en el Centro Cultural Kirchner, la previa del concierto fue con saludos
que le enviaron a León sus amigos y amigas alrededor del mundo. Silvio Rodríguez, Rubén Rada y Pablo
Milanés en un jocoso video compartido, Susana
Rinaldi, el jurista Baltasar Garzón, los expresidentes Pepe Mujica y Rafael
Correa, Víctor Hugo Morales, Graciela Borges, Ana Belén, Joan Manuel Serrat,
Litto Nebbia, Taty Almeida, Estela de Carlotto, entre muchos y muchas, le
hicieron llegar su cariño al homenajeado.
Diego Capusotto saludó a
"Juan Domingo León". Kevin
Johansen recordó que "del dicho al hecho, hay mucho Gieco". Hugo Soriani, director periodístico de Página/12, apuntó que "los títulos
de las canciones de León, muchas veces han sido títulos del diario". Y
esta vez se sumó el saludo de Zamba
--el personaje de PakaPaka-- por los 70. "Me encantó, y seguro que le
encanta a mi nieto Oliver", agradeció León.
León es, según se
escuchó entre esos saludos, "el
artista más querido de la Argentina". El tipo que siempre estuvo
parado en un lugar coherente entre obra, palabra y acción, el que defendió
siempre las causas justas. El que regaló canciones que quedarán para siempre.
El que supo cosechar un millón de amigos, el que hoy le canta a la amistad.
Algo así le fueron a decir, y por eso le fueron a agradecer, todos los artistas
y el público presente. Y por eso en los 70 de León se multiplican los festejos,
y se seguirá celebrando.
El empujón a los nuevos artistas
La previa del
concierto de León Gieco fue con una inauguración: se relanzó el CIAM, Centro de Investigación Aplicada a la Música,
con tecnología de grabación y sonido de punta, pensado para servir como espacio
de experimentación y grabación para los músicos y músicas emergentes. León fue nombrado padrino de la sala que se
bautizó con el nombre de "Mercedes Sosa", y la invitada especial a la
inauguración fue Taty Almeida.
"Yo grabé en
muchos estudios del mundo y puedo asegurar que este está a la altura de los
mejores, no se puede creer lo que encontré", halagó León el equipamiento
técnico de una calidad única en Latinoamérica. "Estoy contentísimo de ser
el padrino artístico de un lugar que estará abierto y a disposición de todos
los músicos, sobre todo de los que están empezando. Es el empujón que todos los
artistas, cuando hemos empezado, hemos necesitado", expresó.
El lugar retomará
las funciones que había dejado de tener durante la gestión anterior: será un
centro de investigación, formación y capacitación para estudiantes y
profesionales vinculados al mundo del sonido, la música, el cine y los
videojuegos. El estudio A cuenta con una sala equipada con un piano acústico y
amplificadores de instrumentos, lo que permite grabar sesiones simultáneas y
hacer mezclas Estéreo, Dolby Surround 5.1, 7.1 y Dolby Atmos. El estudio B
también es de avanzada: permite mezclas Estéreo e Inmersivas al estar está
equipado con sistema Ambisonics.