El sencillo acto de ser un héroe…
Vivir sin esperanza en
el deseo de encontrar una voz. Leónidas Lamborghini.
El último de los héroes nos
propuso la redención a través del pecado. El último de los herejes nos dio
felicidad y la abrazamos. Tomar es tomar entero. Los héroes se hacen de
contradicciones. Como el Halcón Maltés, Diego estaba hecho del material con el que
se fabrican los sueños.
© Escrito por Facundo Milman el
miércoles 25/11/2020 y publicado por el Periódico Digital La Vanguardia
de la Ciudad Autónoma de los Buenos Aires, República de los Argentinos.
Maradona: héroe y pecador; salvador y salvado;
esperanza y esperanzador. El Héroe resguardó la felicidad no sólo mía, sino de
todos. Maradona fue capaz de trascender el mismo campo al cual pertenecía.
El Diego es mi Héroe. Un Héroe que se encargó de proteger con su
simple sonrisa, dar seguridad a través de ella y simbolizar lo que es Argentina
en el mundo. Un Héroe que cargó en su espalda con todos sus pecados, un Héroe
que trató de encargarse de sus errores, un Héroe que alcanzó la Redención como
categoría teológica, histórica y universal: la Redención a través del pecado.
El Diego descansa sobre su símbolo: su sonrisa. Pero ella no se agota. Su
sonrisa, su protección y su figura van más allá del límite, es decir, rompe la
misma idolatría popular que Él supo encarnar. Diego Armando Maradona va más
allá de su figura: su presencia se reafirma en su ausencia. Las huellas
psíquicas, sensoriales e ideológicas que dejó al abandonar el mundo terrenal
son testigo de la grandeza de su ser.
El Héroe llamado Diego Armando Maradona podrá abandonar la vida
terrenal, podrá viajar a través del tiempo en la memoria construida por el
pueblo y podrá no estar ahora con nosotros. Pero hay algo no podrá hacer el
Héroe: volver a repetir los actos heroicos. Diego Armando Maradona es la
esperanza que vive en el espíritu del pueblo, es la señal que supimos conseguir
como pueblo y, en lo fundamental, es pueblo únicamente por el pueblo. Maradona:
héroe y pecador; salvador y salvado; esperanza y esperanzador. El Héroe
resguardó la felicidad no sólo mía, sino de todos. Maradona fue capaz de
trascender el mismo campo al cual pertenecía.
Maradona es mi
Héroe, es D10S y también el anfibio.
El Diego no sólo se quedó en el campo de juego generando su expresión. Fue más
allá: surcó el campo de la política, de la soberanía, del comunismo y puedo
seguir nombrando. Es la trascendencia maradoniana: ir más allá de su campo de especificidad.
El ídolo popular, mi Héroe, el Dios, el anfibio solicita que abracen sus
singularidades, su especificidad y, por lo tanto, sus contradicciones. Abrazar
al Diego es no escindirlo.
No es
interesante recrear un personaje recortándolo porque, por un lado, le quitamos
su característica emancipadora y, por otro lado, es hora de aceptarlo para
habitar esas contradicciones que él supo suscitar. Acaso, ¿no es más genuino
habitar las contradicciones en vez de recortarlas? ¿No sucede un proceso
similar con la angustia? ¿No es mejor habitarla que escindirla de uno? ¿Estamos
creando un personaje? ¿Estamos creando un Diego que nos quede cómodos a todos?
¿Un Diego que sea soportado por nuestra moralidad? No, no interesa para nada.
Si algo así
sucede, si recortamos así, si lo amputamos de esa manera, ya no es El Diego,
sino un personaje de ficción. Preferible que la esperanza, el amor, la mesura,
la cultura popular que vive en la esperanza del pueblo encarnada por Diego
Armando Maradona sea con todas las contradicciones posibles, sea con la
incomodidad suscitada y, por sobre todas las cosas, sea con todos.
Preferible que la esperanza, el amor, la mesura,
la cultura popular que vive en la esperanza del pueblo encarnada por Diego
Armando Maradona sea con todas las contradicciones posibles, sea con la
incomodidad suscitada y, por sobre todas las cosas, sea con todos.
Un Héroe anfibio: un Héroe de la calaña de Diego Armando Maradona. Un Héroe que trasciende categorías, campos, pecados y dolores. Se hizo efectivo: la Redención a través del pecado. El último de los herejes. El Diego quizás es eso: una presencia que vive en la ausencia. Una posibilidad que radica más allá de su existencia. Una esperanza que sigue brillando interminablemente a través de los tiempos, a través de la trágica existencia que nos rodea y a través de la errancia de la historia humana.
Diego Armando
Maradona, mi Héroe.
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