Los fabricantes de motos apuestan a que el mercado vuelva a arrancar en la
segunda mitad del año...
Las terminales locales prevén un crecimiento de la demanda de modelos
urbanos de mayor cilindrada.
© Escrito por Sofía Diamante el lunes 25/01/2016 y publicado por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2016 promete ser un año de transición para el mercado de las motos en el
que las empresas deberán adaptar y reacomodar sus planes para volver a
arrancar. Como toda industria dependiente de insumos importados, la liberación
del cepo es una caricia para las terminales locales que en los últimos tiempos
sufrieron una limitación en su capacidad de producción. A la posibilidad de
importar se sumó el efecto positivo de la baja en el impuesto que alcanzaba los
modelos más caros. Las buenas noticias, igualmente, no llegaron para compensar
el impacto que tuvieron en la demanda los aumentos de precios tras la
devaluación de diciembre, aunque en el sector se descuenta una recuperación de
las ventas para la segunda mitad del año.
La devaluación de enero de 2014 ya había golpeado al sector que cayó de un
récord de más de 700.000 unidades vendidas en 2013 a apenas 484.000 el año
siguiente y a 479.000 en 2015. Para este año se espera un nivel de ventas
parecido, dado el contexto internacional y la situación económica actual. Sin
embargo, las empresas aseguran que el mercado tiene un potencial de crecimiento
enorme.
"Había varios frentes que se tenían que modificar como el cepo, que
dejó de ser un problema, y la tasa impositiva que era muy distorsiva",
indicó Lino Stefanuto, presidente de la Cámara de Fabricantes de Motovehículos
(Cafam). "La restricción de divisas complicaba los pagos a las casas
matrices. Por suerte se solucionó y la deuda que estaba atrasada se va a ir
regularizando", agregó.
La consultora Abeceb sostiene que la imposibilidad de las marcas de acceder
a las divisas para el pago de importaciones había afectado negativamente la
producción los últimos períodos, ya que la industria utiliza casi un 70% de
componentes que no son fabricados localmente.
"El sector venía limitado por la situación de la oferta. Este año se
espera que se normalicen los problemas y las marcas se recuperen. La demanda es
la que se verá más afectada debido al ajuste cambiario que impactará en los
precios de las motos y el aumento de las tasas de interés que encarecerá el
crédito y hará aumentar la cuota mensual comparada al salario", detalló
Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb.
Honda Motors fue una de las empresas más golpeadas por la restricción al
dólar y por las limitaciones a la importación: "Bajamos un 30 por ciento
las ventas y también cayó nuestra participación de mercado porque no podíamos
comprar piezas del exterior para abastecer a nuestra planta local. Ahora
tenemos una mejor perspectiva para 2016 con resultados palpables en la segunda
mitad del año. El panorama es más claro y con el fin del cepo podremos pagar la
deuda y los embarques que llegan", detalló el gerente de Relaciones
Institucionales de la compañía japonesa, Martín De Gaetani.
La reducción del impuesto interno es otra noticia positiva para el sector.
A principios de mes se modificó la carga tributaria: se elevó el piso para el
pago de 39.700 a 65.000 pesos, mientras que los modelos que superen ese monto
pasaron a tributar una tasa del 10% contra el 50% que había fijado Axel
Kicillof hace un par de años.
"Que hayan bajado la tasa impositiva es muy positivo para todo el
mercado, porque permite que haya mayores motos con más valor agregado. Antes
era imposible de pagar el impuesto, ya que casi duplicaba el precio", se
entusiasma Leandro Iraola, socio del grupo Iraola que comercializa las marcas
Corven y Bajaj. "El fin del cepo además nos permite enfocarnos
exclusivamente en mejorar el rendimiento de la empresa, lo cual significa mayor
efectividad", agrega el empresario.
Su competidor Zanella también tiene una visión positiva sobre las
perspectivas del mercado para el año que recién comienza. "Con el cambio
de gobierno se avecinan reglas más claras e iguales para todos; por ejemplo
pudimos sacar mercadería que teníamos hace dos años en el puerto. La motocicleta
era considerada un lujo para (el ex secretario de Comercio Interior) Guillermo
Moreno", asegura Walter Steiner, presidente de la compañía de capitales
nacionales.
Steiner también se manifestó entusiasta con la posibilidad de vender
motocicletas en el mercado brasileño. "Desde hace muchos años queremos
exportar, habíamos realizado una gran inversión, pero el impuesto extra a las
motos lo hacía inviable; además, a la Argentina entraba toda la producción del
país vecino, fabricada en Manaos, sin aranceles, en lo que constituía una
competencia asimétrica. Esperemos que este gobierno defienda más la industria
nacional", sostuvo el ejecutivo.
Después de la devaluación que acompañó la salida del cepo, en promedio las
motos aumentaron un 15% en el mercado local, con el argumento de que gran parte
de los insumos y las piezas que se utilizan en su fabricación son importados.
En el sector aseguran que no tienen en carpeta nuevas subas.
"Los precios ya se habían corregido antes de la devaluación. Tenemos
casi un 90% de productos importados, pero no vamos a seguir aumentado porque no
se espera una gran demanda en los primeros meses del año", admiten en el
Grupo Iraola.
Motomel fue la empresa que más motos vendió en 2015 con más de 85.000
unidades patentadas, seguida por Honda (con 72.000 unidades), Corven (55.600) y
Zanella (54.100).
El uso de la moto está cada vez más instalado en las grandes ciudades. La
gran variedad de modelos, la mejora en la relación precio-calidad y el buen
clima que suele haber la mayor parte del año en el país, son las principales
razones por las que cada vez más personas se animan a movilizarse en dos
ruedas.
"La falta de infraestructura de transporte hace que la solución más
económica sea el scooter. Es más rápido y menos costoso que un auto. Cada vez
más empleados de bancos la utilizan y Zanella apuesta muy fuerte a ese
producto", expresó el presidente de la marca.
El impulso del delivery
El año pasado, las motos cubs-underbone (las más comunes, utilizadas
generalmente por los servicios de delivery) fueron la categoría más vendida,
superando las 217.000 unidades patentadas seguidas por los modelos street
(motos urbanas de mayor potencia, preferidas por los mensajeros), que
alcanzaron las 160.000 unidades. "El mercado de motos se concentra en la
baja cilindrada, pero tiene un potencial de crecimiento enorme que se va a
expandir a otras categorías", sostienen en Honda Motors.
Iraola confía que el mercado argentino avanza hacia una mayor
sofisticación. "Las motos street son las que más van a crecer en los
próximos años. Tienen más aguante y mejor tecnología que las motos cub de 110
cilindrada, que son más fáciles de usar para un público que recién comienza. En
los demás países como en Brasil o Colombia, casi el 90% del mercado se lo
llevan las motos street. A medida que la economía vaya mejorando vamos a ir
pasando a modelos más grandes. Esperamos que dentro de tres años el mercado se
expanda a 900.000 unidades anuales. En 2013, que fue el mejor año, se estuvo
cerca y es un número que no es imposible de llegar", augura el empresario.
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