El 11-S y las mentiras de Obama…
Un libro pone en dudas la versión
oficial sobre la muerte de Bin Laden. La campaña presidencial en medio de un
nuevo aniversario del atentado terrorista. Por qué Obama se vistió de Bush.
Barack Obama había
llegado a la Casa Blanca prometiendo cambiar la imagen de desprecio por las
instituciones internacionales que había ofrecido George W. Bush. Pero, en medio
de su campaña por la reelección, el presidente de los Estados Unidos recurre a
las mismas despreciables herramientas que utilizaba su antecesor.
Esto es lo que parece
sugerir la publicación del libro No easy day (No fue un día fácil), cuyo
subtítulo es El relato en primera persona de la misión que mató a Bin Laden.
El trabajo se publicó la
semana pasada y ya está conmocionando a Estados Unidos. Y al mundo. Fue escrito
por Matt Bissonnette, un miembro de los Navy Seal que participó de la Operación
Gerónimo, que el año pasado terminó con la vida del creador de Al Qaeda.
Bajo el seudónimo de Mark
Owen, el marine asegura haber disparado a un malherido Bin Laden para matarlo y
también da detalles de cómo se produjo la misión. El gobierno de Estados Unidos
acusó al autor de no haber entregado una copia a sus superiores, de revelar
secretos militares y de poner en peligro la seguridad de los Estados Unidos.
Pero ni el Pentágono, ni
el Departamento de Defensa ni la Casa Blanca acusaron a Bissonnette de mentir:
cuestionan por qué habló, pero no critican lo que dijo.
El libro resuelve
interrogantes que habían alertado a la comunidad internacional:
¿Por qué murió Bin Laden?
A las pocas horas haber
terminado la Operación Gerónimo, Obama anunció que Bin Laden fue asesinado
porque había “resistido en un tiroteo”. Pero el autor del libro demuestra que
el fundador de Al Qaeda estaba desarmado: “Antes de salir reparé en un estante
sobre la puerta. Estaba en el exacto lugar donde él (Bin Laden) había asomado
la cabeza. Deslicé mi mano y sentí dos armas, que resultaron ser un AK-47 y una
pistola Makarov en una cartuchera. Revisé las recámaras. Ambas estaban vacías
–asegura Bissonnette–. El ni siquiera había preparado una defensa. No tenía
intenciones de pelear. Les pidió a sus seguidores por décadas que usaran
chaleco-bomba o que estrellaran aviones en edificios, pero él ni siquiera
estaba armado”.
¿Por qué Washington
ocultó el cuerpo de Bin Laden?
La versión oficial de la
Casa Blanca sostiene que el cuerpo de Bin Laden fue arrojado al mar para
respetar una ceremonia islámica. Pero el autor demuestra que si Estados Unidos
mostraba el cuerpo, hubiese generado un caos internacional: “La cara del hombre
estaba deformada, con al menos una herida de bala y cubierta en sangre. El
agujero en su frente le había hundido la parte derecha del cráneo. Su pecho
estaba destrozado por las balas. Yacía en un enorme charco de sangre”
Bin Laden debía pagar por
las tres mil personas que murieron hace 11 años en Nueva York. Bin Laden debía
ser acusado por las decenas de atentados terroristas producidos por Al Qaeda,
la red que fundó y financió. Bin Laden debía responder por el terror que generó
en el mundo entero.
Pero Bin Laden debería
haber enfrentado una corte internacional para demostrar las diferencias entre
los que buscan justicia y los que siembran terror.
© Escrito por Rodrigo Lloret y publicado por el
Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 11 de Septiembre
de 2012
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