El estatus
de la libertad de información en 2018.
La libertad
de información y de prensa en 2018 en una gran infografía.
Para hablar de Libertad de Prensa y de
información en 2018, sólo hay que asomar un poco la vista al retrovisor
para recordar cuán peligroso es ser un reportero.
© Escrito por Andrés Tovar y Luis Roberto Martínez el martes 22/05/2018 y publicado por la Revista Cambio 16 de la ciudad de Madrid, España.
Los recientes horrores que asesinaron a nueve periodistas en Afganistán. El asesinato de tres periodistas ecuatorianos en la frontera con Colombia. Los once periodistas que perdieron la vida en México tan sólo en el 2017. Los excesos autoritarios y el control de la información en Venezuela y Cuba. Los encarcelamientos en Turquía. Y la creciente violencia verbal contra la prensa presente en los cinco continentes, desde Filipinas a Estados Unidos. Todo parece configurar un obituario con más retos que celebraciones.
El libre ejercicio del periodismo está seriamente
comprometido en muchos países. Por ende, la situación de la Libertad de Prensa 2018 presenta importantes
retos a mejorar. “Cada vez más jefes de Estado electos democráticamente
ven a la prensa como un adversario”, advirtió Reporteros Sin Fronteras (RSF) en
su Ranking Mundial de la Libertad
de Prensa 2018, presentado el mes pasado.
Los problemas de la libertad de prensa
Los problemas de libertad de prensa no se limitan a una
región o tipo de gobierno. Países como Reino Unido y Estados Unidos
cayeron dos niveles en el ranking. El Reino Unido cayó
al número 40, mientras que Estados Unidos se
hundió a 45. Por ende los coloca detrás de lugares como Ghana, Eslovaquia y
Uruguay.
América Latina, por su parte,
es el triste escenario de algunos de los casos más alarmantes a nivel mundial
en términos de libertad de prensa. Según la clasificación de RSF, países
como Colombia (130), Venezuela (143), México (147) y Cuba (172) se
encuentran hacia el fondo de la tabla global. Y nada más en esta región
está el país más mortífero para los periodistas (México)
y dos de los países más represivos en cuando a la libertad y acceso a la
información se refiere (Cuba y Venezuela).
Y si extendemos la mirada de forma más amplia, la
situación en el Medio Oriente, Turquía –el
peor carcelero de periodistas del mundo, con 73 reporteros
actualmente encerrados de 262 que estuvieron tras las rejas en 2017-, Siria,
Gaza o Afganistán nos muestran escenarios de terror para la profesión.
¿Qué no hay nada que celebrar?
Hay mucho de qué preocuparse sobre el clima actual de la
libertad de prensa. Pero los medios no han dejado de ser combativos y
eso le proporciona a nuestro mundo una gran esperanza. Las
“nuevas armas” lo han permitido. Un mayor conocimiento de la tecnología. Nuevas
formas creativas de contar historias y una tenacidad y valentía que no se
aprende en las escuelas forma parte de esta nueva generación de periodistas en
los cinco continentes.
Por ello, pesar de los horrores en Oriente Medio. De la
situación crítica en Latinoamérica y de una censura cada vez más estricta en
todo el mundo, estamos convencidos que los periodistas de todo el mundo
continuarán recogiendo sus equipos, saliendo y cubriendo las historias
importantes. Incluso si eso significa que ellos mismos podrían convertirse en
objetivos. Ya hay muchas pruebas de ello.
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