Las empresas españolas abandonan
el sector de los juguetes en China…
Durante la última década, las empresas jugueteras españolas han
subcontratado producción de juguetes en China para reducir costes, sin tener que instalar una fábrica allí. Esta
subcontratación ha alcanzado tanto a las grandes compañías como a las pymes,
que son la mayoría del sector de los juguetes en China y que llevan tiempo
haciendo negocios en
China.
Muestra de ello
es la empresa Famosa, que cuenta con una filial en Hong Kong, donde tiene centralizadas sus compras y que ya
suponen más de la mitad del valor de su producto final, o la valenciana
Falomir, que tiene subcontratadas más de veinte empresas chinas para que le
fabriquen diferentes piezas de sus juguetes. Esta producción se llevaba a cabo
sobre todo en la localidad alicantina de Ibi, pero el bajo coste de fabricación
en China obligó a estas empresas a mirar hacia Asia.
Además de
subcontratar parte de su producción en el gigante asiático, las jugueteras
españolas tienen acuerdos de colaboración con empresas chinas para tratar así
de introducirse así en el mercado asiático.
Las fábricas de
los Reyes Magos vuelven a España
Cada vez son más
las empresas jugueteras que están volviendo a nuestro país,
debido a una serie de factores que han cambiado las reglas del juego: el
incremento de los precios de las materias primas y del transporte, el aumento
del coste de la mano de obra, la nueva directiva europea sobre Seguridad de los
Juguetes, la cual es más estricta, etc.
De entre todos
estos motivos, el que más está afectando es el incremento de los costes de la
mano de obra en China, que aumentan en un 15% cada año, mientras
que en España estos costes han disminuido debido a la crisis económica que
atraviesa nuestro país. Es cierto que un obrero percibe un salario mayor en
España que en China, pero las jugueteras están invirtiendo en tecnología para
reducir el coste de aquellos procesos más intensivos en trabajo.
Otro de los
motivos que esgrimen los fabricantes de juguetes para regresar es la pérdida de
control de la calidad y de flexibilidad del servicio que supone fabricar en
China, ya que se debe producir un mayor número de juguetes para que el
contenedor en el que se transportan vaya lleno, y así hacerlo rentable. Esto
provoca que no se pueda trabajar bajo demanda, con el consiguiente coste de
almacenamiento de los juguetes ya producidos y no vendidos.
El hecho de que
parte de los fabricantes españoles estén regresando no significa que vayan a
dar la espalda a China, pero se fijarán en él como el país de
1.300 millones de habitantes que está incrementado de forma gradual la renta
media de sus familias, con la consiguiente oportunidad de negocio que eso
significa.
El mercado
internacional compensa el nacional
A pesar de la
débil situación del sector en España, cuyas ventas cayeron entre un 15% y un
20% durante el 2012 respecto a los datos del 2011, las ventas en los mercados
exteriores no hacen más que incrementarse, alcanzando ya casi el 40% de la
facturación total del sector, según los datos de la Asociación Española de Fabricantes
de Juguetes.