sábado, 10 de abril de 2010

Huracán 3 vs. Gimnasia y Esgrima de La Plata 1... De Alguna Manera...

Huracán venció a Gimnasia y se arrimó a la pelea…

ABRAZO. El Ducó grita el gol de Rodríguez con el festejo de los jugadores. Sessa se lamenta. (Télam)


Ganó por 3-1 en el Ducó con los goles de Franzoia, Rodríguez y Balvorín (descontó Agüero). El equipo de Rivoira sumó su quinto partido sin derrotas con cuatro victorias y quedó a cinco puntos de la cima. El Lobo cortó una racha de dos triunfos consecutivos y se complicó con la Promoción.


De una ráfaga de viento, como dice el Corán cuando se refiere a cómo Alá creó a un caballo, Huracán sumó otra victoria. Es un equipo que está levantando en la progresión que muestran los resultados favorables que está obteniendo.


Cuatro victorias y un empate en sus últimos partidos. La de ayer en el Ducó fue construida de esa forma, con una ráfaga que hizo volar a los corazones quemeros no bien comenzó el segundo tiempo. En siete minutos hubo dos goles para comenzar a darle forma a un 3 a 1 que quizás fue excesivo porque Gimnasia está jugando bien. Lo demostró contra Independiente y ayer, sin estar en su mejor registro, se puso 2 a 1 y en los minutos finales intentó siempre pero chocó con la fortaleza de Goltz, el oficio de Filipetto y la seguridad de Monzón, especialmente cuando salió a cortar centros, dado que le costó mucho a Gimnasia poner cara a cara a un jugador con el arquero contrario.


Esa ráfaga del comienzo del complemento tuvo al minuto un gol de Franzoia en el que le ganó bien la posición a Maldonado y con una zurdazo cruzado venció a Sessa. La jugada la convirtió en gol el ex Boca, pero el pase, después de un par de gambetas, fue colocado al centímetro por Toranzo, quien ya comenzaba a brillar en esa función de doble enganche en la que descolló a pesar de que su compañero de puesto, Adrián Peralta, no fue el mejor socio.



Gimnasia sintió el impacto. El intenso partido que jugó con Independiente el miércoles dejó marcas en el equipo dirigido por Diego Cocca. Y para colmo, Diego Rodríguez se inspiró en una jugada y marcó el segundo tanto cuando su tránsito por el partido era casi inadvertido. Fue a los 7 minutos. El uruguayo arrancó por el sector derecho y dejó en el camino a Encina, a Ormeño y cuando Maldonado salió a cubrir, le dio un pase a la red en un gol de alta concepción. Gol que fue un punto de quiebre. Cocca tardó en mover el banco. Confió en los que estaban en la cancha y no se dio cuenta que Machín no tenía más aire y que por el medio Rinaudo y Aued mandaban.


Será por ese gol de cabeza de Agüero marcado a los 9 minutos que el técnico se aferró al mismo planteo. Diego Villar entró recién a los 18 y cambió el panorama. Pero Huracán, este Huracán ganador, se refugió con Goltz como el caudillo y Toranzo dibujando gambetas complicadas para sus rivales. Se hizo intenso el partido. Jugado con buena fe (hubo apenas un amonestado). Lunati falló en varias decisiones pero los jugadores prefirieron no entrar en polémicas. Y fue Gimnasia. Entró Cuevas, pero nada cambió. Y antes entró Balvorín y algo cambio porque el ex Vélez tuvo un mano a mano para liquidar el partido a los 27 y lo desperdició en dos oportunidades. Gimnasia avanzó pero no atacó. No tuvo desborde. Balvorín le pegó fuerte y cruzado y marcó el tercero coronando otra gran jugada de Toranzo. Huracán ahora sopla fuerte.


Ayer fue una ráfaga... Ahora espera a San Lorenzo.


© Escrito por Adrián Casaccio y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Abril de 2010



Los Goles...










Un equipo Chulo...



Huracán transita por su mejor etapa en el Clausura y reconquistó a su gente, que ahora quiere el clásico.


La etapa de la madurez le llegó a este Huracán de Rivoira, que encontró su punto de equilibrio y desde ahí camina firme. No tiene la billetera llena como para ir seguido a tomar un cafecito en algún bar pituco, pero le alcanza para comer todos los días y llevar una vida digna. En la infancia de este torneo la pasó mal, sufrió carencias, más de una vez estuvo desalineado tirando a rotoso, tocó fondo. Y como peor no podía ir, sólo le cupo ir mejorando. Con la fuerza que los factores psicológicos tantas veces entregan, se reagrupó y se decidió a crecer. Por momentos se dio gustos lindos, de a ratos se arregló con lo puesto, pero salió adelante, hecho y derecho. Hoy Huracán es un equipo de fútbol de punta a punta, con mucho criterio y un esquema que empieza a primar por sobre las individualidades. Y el mejor ejemplo es que afrontó este partido ante Gimnasia (un partido de seis puntos, porque pensar en el promedio para el año que viene sigue siendo una obligación y es parte de la madurez) sin dos hombres importantísimos por su alto aporte de experiencia, como Eduardo Domínguez y Esmerado. El primero reemplazado por un juvenil, Villán, y el segundo con una improvisación: Machín, quien al cabo terminó siendo el mejor jugador de la cancha.



Gimnasia se presumía un rival mucho más complicado de lo que finalmente fue. Con una estrategia definida, de apuesta a la salida del fondo con la pelota por abajo y el concepto de ancho para ser profundo como bandera. Pero si los intérpretes no funcionan, es difícil llevar a adelante cualquier estrategia. Lo opuesto al presente de Huracán que, endulzado por una impensada racha de 13 puntos de los últimos 15 en juego, se siente fuerte y confiado hasta para soñar con pelear hasta el final. ¿Una locura? Puede ser: a Huracán no le sobra nada.



Pero con lo que tiene, con este equilibrio que encontró, se constituyó en un conjunto de voluntades sólidas y bien acopladas, porque a esta racha de cuatro triunfos y un empate hay que sumarle que es con apenas un gol en contra, el que ayer le hizo el Lobo. Está claro que ya no es fácil ganarle ni meterle goles a este equipo que se va reencontrando con el cariño de su gente, que no entierra el tiki tiki -en sus mejores sueños sigue vigente- pero que, al igual que sus jugadores, va madurando y acomodándose a su nueva y chula realidad.


© Escrito por Luis Calvano y publicado por el Diario Deportivo Olé el sábado 10 de Abril de 2010


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