Mostrando las entradas con la etiqueta Messerschmitt. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Messerschmitt. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de enero de 2015

Cuando el pasado y el futuro se encuentran... De Alguna Manera...

Cuando el pasado y el futuro se encuentran...

Crédito: Tom Grünweg.

La firma Classic eCars, que reconvierte autos antiguos, lanzará este año en Europa un Messerschmitt con motor eléctrico.


Parece que fuera de ayer, pero funciona con la tecnología del mañana: la firma Classic eCars, especializada en reconvertir vehículos antiguos, ha presentado un Messerschmitt con motor eléctrico, el eSchmitt, que saldrá a la venta en Europa este año.

La batería tiene una autonomía de hasta 350 kilómetros y cuatro variantes de motores: de 20 y 34 caballos, que se pueden montar individualmente o por duplicado, explica el constructor Jens Broedersdorff. Según la configuración, puede alcanzar hasta 170 km/h.

En cuanto a la carrocería, los clientes podrán elegir entre un roadster, un cabrio o el “bubble-car” con capó de plexiglas. También está prevista una versión de cuatro ruedas al estilo del Messerschmitt Tiger.

Como la carrocería se hace a mano, el eSchmitt no será barato: costará en torno a los 50.000 euros (61.000 dólares).

© Publicado el viernes 23/01/2015 por la Revista Parabrisas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



domingo, 10 de noviembre de 2013

BMW ISETTA 300... De Colección... De Alguna Manera...

BMW ISETTA 300...

Fue el niño mimado de BMW. Es un modelo '58 del Isetta 300, que fue un éxito que revivió a la empresa alemana a mediados del '50. 

El BMW Isetta es uno de los íconos de la trilogía denominada "ratones alemanes", que completan el Goggomobil y el Messerschmitt, dos históricos que ya estuvieron en esta sección "de colección". Más allá de formar parte del mismo segmento, por decirlo de alguna manera, los tres son autos diferentes y el Isetta tiene su marca registrada en la estructura frontal, donde se ubica la única puerta, que porta toda la columna de dirección, más el volante y su respectivo tablero. Abrir la puerta implica, literalmente, partir el auto en dos. En la parte posterior se ubica la rueda de auxilio, detrás del asientito para dos pasajeros, y el pequeño motor de 1 cilindro y 4 tiempos, que está alojado sobre el lateral derecho.


Todos los autos que tuvimos el privilegio de mostrar en estas páginas se encuentran en un muy buen estado de originalidad, producto de un trabajo artesanal. ¿Por qué decimos esto? Porque en ese sentido, este BWM Isetta se destaca aún más. Impecable por donde se lo mire, con una combinación de colores que enaltece su vistoso diseño. Darío Dolfi, su propietario, lo encontró en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, y, luego de desarmarlo totalmente, lo sometió a una restauración que le llevó dos años de dedicación. Entre muchas otras cosas, se comunicó con BMW Alemania para conseguir información referida a su auto a través del número de chásis. Esto nos da una fiel muestra de la calidad que presenta este "ratón alemán", en cuanto a materiales y detalles de terminación.


Los libros dicen que este auto fue diseñado y armado para las necesidades de una Europa que a principios de la década del '50 no pasaba por su mejor momento. Entonces, la prioridad en ese entonces era la practicidad y la economía. Un vehículo pequeño, de fácil fabricación, con materiales livianos y motores chicos... Lo justo y necesario. Este que presentamos en la nota es modelo 1958, de los primeros que llegaron a nuestro país y que ya muestra la imagen renovada luego del primer restyling, producido entre el '56 y el '57, cuando de llamarse "ventana burbuja" pasaron a denominarse "ventana deslizante", por los notorios cambios en el techo y en la luneta trasera.

Al manejarlo, se destacan su agilidad y movilidad, aunque se necesita un buen rato para acostumbrarse, especialmente por la ubicación de la palanca de cambios, recostada sobre el lateral izquierdo. Parece espacial, pero definitivamente es un auto especial.

©  Escrito por Gastón Leturia el Jueves 02/12/2004 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires.