Fiesta para
Macri, desafío para Fernández...
Exclusivo: el
informe de la Umet sobre los efectos de la deuda y la fuga. Un reporte del
Observatorio de la Deuda describe el “flujo cómplice de capitales” de los
últimos cuatro años como “una gran estafa”.
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Escrito por Martín Granovsky el domingo 03/11/2019 y publicado por el Diario
Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
A las puertas de
una negociación dura pero inexorable con el FMI, el gobierno electo dispone de
una herramienta valiosa para decir qué quiere y qué no quiere de ahora en
adelante. El último informe producido por el Observatorio de la Deuda Externa
de la UMET define al macrismo como “la fiesta de la deuda” y “una fiesta de la
fuga de capitales”. Con un agregado: el macrismo no construyó un modelo
neoliberal clásico, “pues no buscó compensar con exportaciones los resultados
negativos de las balanzas comercial y de la cuenta capital”. Al contrario, “se
sintió atraído por el flujo cómplice de capitales”. Lo que viene, al menos a
nivel de metas, es un gobierno situado en la postura opuesta.
El ODE de la
Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo está dirigido por el
ex director del Banco Central Arnaldo Bocco. Las conclusiones de política
económica y los datos surgen del vigésimo informe del observatorio, al que tuvo
acceso Página/12.
“Gran estafa”
“Además de otros
problemas, cuatro años de Cambiemos nos dejan la deuda externa como un problema
complejo y difícil”, dijo el rector de la UMET Nicolás Trotta. “Porque además
no es un problema que se pueda resolver de manera unilateral.” Según Trotta
“Macri fue implacable y opaco con la deuda, la más cara y la menos necesaria de
la historia”. Se trató de “una gran estafa que benefició a los aliados del
Presidente: lo que ingresaba como carga simultáneamente salía como fuga de
capitales”.
La opinión de
Bocco es que la deuda fue tanto “el motor del modelo macrista” como la causa
del derrumbe, y condujo al default. Si hay que buscar una causa de la
inestabilidad económica en el período 2015-2019, esa causa es “el crónico
desequilibrio de la balanza de pagos”, es decir la diferencia entre las divisas
que entran y las que salen por todo concepto, incluyendo las importaciones, las
exportaciones, los servicios y los intereses de la deuda. Además de
desestabilizar la economía, la deuda empeoró la capacidad productiva y las
condiciones de vida de los trabajadores.
Bocco dijo a este
diario que la Administración Macri “se sintió atraída por la exuberante oferta
de crédito internacional” a comienzos de la gestión y se movió en dos
direcciones:
*Por un lado,
Macri cerró las negociaciones con los fondos buitre, abrió la economía, dio
ventajas a los amigos (las empresas de energía, por ejemplo) en los desajustes
de precios y achicó la capacidad de producción hasta llegar a sectores con la
mitad de las máquinas tapadas con lonas.
*Por otro lado
promovió el endeudamiento público y benefició solo al negocio de una crema del
agro, la energía, el petróleo, la minería, el gas y el negocio financiero.
“Durante el primer período los acreedores externos y los fondos invirtieron en
la Argentina sin límites, gracias a las altísimas tasas.” Ese período concluyó
en marzo y abril de 2018, sostiene Bocco, “cuando las autoridades regresaron de
Wall Street, donde actuaban como locales, con la espalda helada después de
escuchar que los fondos no financiarían más sus excentricidades”.
Al margen de la
fuga, el déficit generado por el turismo al exterior es calificado por Bocco
como “alocado”, con una cifra superior a los cien mil millones de dólares.
Por la deuda “la
Argentina es hoy más vulnerable y frágil”.
Todo lo agravó el
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, buscado y firmado después del
colapso del primer semestre de 2018. A 15 meses del arreglo la deuda llegó a la
cesación de pagos hacia el exterior y tampoco el Gobierno pudo hacer frente a
la deuda interna, aunque estuviera contraída en pesos y no en dólares. La
catarata resultante “llevó a una devaluación aún no controlada y a un retiro de
fondos en dólares y en pesos que hicieron la crisis aún más dolorosa”.
Bocco resume la
catástrofe en cinco carencias que usan la preposición “sin”. La economía quedó
sin precios, sin tasas de interés razonables, sin ingresos garantizados, sin
empleo y sin futuro previsible. La destrucción de capital productivo a tal
escala “ni siquiera ocurrió en la dictadura”. Y tampoco transformó la economía
argentina en un modelo que permita aumentar la recaudación de dólares por sus
exportaciones. Fue todo al revés: el déficit generado por el pago de la deuda
generó una presión alcista en el tipo de cambio y “fue la principal causa de la
inflación”. Un círculo vicioso que, cuando se acabó la cajita feliz del
endeudamiento externo, se convirtió en un ajuste salvaje.
Malos aires
El informe del
ODE calcula que, al ritmo actual, cuando Macri termine su mandato la deuda
pública se habrá incrementado en 87.990 millones de dólares. En relación con el
Producto Bruto Interno, en octubre de 2015 representaba un 37,3 por ciento. A
fin de este año ese porcentaje podría alcanzar entre el 89,9 por ciento y un
119,9 por ciento. La diferencia depende del valor final del dólar. Ése será el
núcleo financiero de la herencia que recibirán Alberto Fernández y Cristina
Fernández de Kirchner.
En cuatro años la
fuga de capitales más el drenaje por turismo al exterior llegó a 114.127
millones de dólares. Si se añaden los intereses de la deuda la salida de
dólares trepó a 152.050 millones.
La provincia de
Buenos Aires es un capítulo especial. Ya se reunieron la gobernadora María
Eugenia Vidal y el gobernador electo Axel Kicillof. Estos días entrará en
funciones el equipo de transición integrado por Carli Bianco, Augusto Costa,
Federico Thea y Agustina Vila. El informe del ODE les da una pista que podrán
corroborar con el gabinete de Vidal. El 83,2 por ciento de la deuda emitida por
el gobierno bonaerense se integra en divisas. Son 5.332 millones de dólares. Al
momento de cualquier disputa jurídica se hará presente una dificultad: siete de
cada diez títulos se rigen por legislación internacional y no argentina, de
modo que los eventuales litigios se celebrarán afuera. El informe del ODE
revela que entre 2020 y 2023, los años del mandato de Kicillof, la provincia de
Buenos Aires tendría vencimientos por 10.030 millones de dólares.
Reinserción
Agosto de este
año fue el mes más cruel. Se fueron divisas por 5.909 millones de dólares en
simultáneo con la megadevaluación de un 33 por ciento. Desde 2003 que no
ocurría un fenómeno similar.
Cuando hizo su
balance, en los dos debates presidenciales, Macri subrayó la supuesta
reinserción argentina en el mundo. También esa conexión parece haberse dado por
el endeudamiento más que por cualquier otro factor. En el segundo trimestre de
2019 la deuda llegó a ser cuatro veces y media mayor que el monto de las
exportaciones.
Link: INFORME DEUDA PUBLICA
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