El último te amo… Reflexión…
Una madrugada tocaron a su puerta,
para su sorpresa era su esposo. No lo esperaba, ya que como todo conductor
tienen su horario.
Se quedó fría al verlo parado ahí,
en la puerta de su casa y en silencio.
-¿Y tus cosas? _preguntó aquella mujer.
-No las traje, solo vine hablar
contigo, respondió.
Ella se quedó aún más fría pues
antes habían discutido y llevaban días sin hablarse. Su marido entro, se
dirigió al comedor, ahí tomo de las manos a su señora mientras se sentaban en
el comedor.
-¿Qué pasa?
- No pasaba nada. Vine a decirte que
aunque hemos tenido nuestras diferencias, yo te amo, te llevo en cada momento,
te pienso siempre y estos días que hemos estado enojados, te quise llamar mil
veces pero fue más fuerte mi enojo, me quede a medias mientras te escribía un
mensaje para saber de ti, pero mi orgullo no dejó que terminara de escribir
esos mensajes.
Ella cambio su cara y enterneció su
mirada, acaricio su mano y observo que el reloj estaba detenido a las 03:45 AM
pero no le dio importancia.
- Yo también te amo y quiero que
sepas que mi amor por ti es muy grande pero he dejado que el enojo y el orgullo
sean una prioridad. Contesto ella.
Él continuó diciendo; tú eres lo más
importante que tengo. Se levantó y le dio un tierno beso en la frente y
finalizó diciendo: siempre voy a estar contigo pase lo que pase, me doy una
ducha porque ya tengo que volver a mi trabajo por un tiempo más largo.
Mientras escuchaba el sonido de la
ducha, sonó el teléfono.
-¡Hola! -Busco a la señora Silva Jessica.
-Dígame ella habla, ¿Que se le
ofrece?
-Señora le llamo para informarle que
su marido tuvo un accidente a las 03:45 Am aproximadamente donde
desgraciadamente perdió la vida.
-¡Debe de haber un error! Mi marido
está en casa, se metió a darse una ducha.
-No hay ningún error señora, lamento
informarle que sus compañeros de trabajo ya reconocieron el cuerpo y
efectivamente es su marido. -Deje le llamo a mi esposo para que desmienta esta
confusión.
Corrió al baño, buscó en cada rincón
y no lo encontró, un silencio invadió la casa y un escalofrío recorrió su
espalda, ahí entendió que sólo vino a despedirse de ella y que ya no iba a
volver.
Nunca salgas enojado de casa porque
puede ser la última vez que veas a la persona que amas...
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