Ricardo Piglia (1941 – 2017)…
Tenía 75 años. Fue una de las grandes plumas de la literatura argentina.
Plata quemada fue una de sus obras más conocidas.
© Publicado el viernes
06/01/2017 por el Diario Los Andes de la Ciudad de Mendoza.
Murió hoy el escritor Ricardo Piglia. Sus obras más reconocidas fueron
Respiración artificial (1980), Plata quemada (1997) y Blanco nocturno (2010).
Nombre clave para comprender la literatura argentina contemporánea, Piglia
(Adrogué, 1941) falleció hoy a causa de las complicaciones derivadas de la
esclerosis lateral amiotrófica que sufría desde hace dos años.
Su muerte enluta al mundo de las letras a poco de haber sido publicada la
segunda parte de esa obra total que conforman "Los Diarios de Emilio
Renzi"; alter ego que atravesó con mayor o menor asiduidad su trabajo y
que comenzó a delinear hace 57 años como por obra del azar, cuando tomó un
cuaderno y en medio de una mudanza que lo obligaba a abandonar con sus padres
su ciudad natal de Adrogué, anotó las primeras observaciones sobre su propia
vida.
Esos diarios, tarea titánica que implicó un inmenso trabajo de relectura y
edición que lo mantuvo ocupado hasta el fin de sus días, son el legado más
cercano que deja Piglia a sus lectores: el presente constante de un narrador en
estado puro, siempre interviniéndose a sí mismo. Caracterizada por los cambios
de registros y estilos, la escritura profana de Piglia funcionó como
radiografía de época y, mejor que nadie, encarnó ese borramiento de bordes con
textos que destilaban pura literatura más allá del género en el que pudieran
encuadrarse y de la insistencia con que los cruzara.
De esta manera, su huella trasciende la novela para alcanzar el cine -como
guionista y a partir de su propia obra en el caso de la taquillera "Plata
quemada"; pasa por la pantalla chica, donde ofreció una gimnasia similar a
la del claustro y el ensayista, con programas como "Borges por
Piglia"; y se inmisculle hasta en la ópera, para la que adaptó "La
ciudad ausente".
Esa versatilidad no fue su única constante, la otra acción irrenunciable de
este escritor fueron sus diarios: páginas y páginas escritas pacientemente, en
forma aleatoria, repetitivamente durante más de 50 años; las mismas que
concibieron a Emilio Renzi, personaje, alter ego y seudónimo de quien reconoció
en esta reiteración "la novela de una vida".
"Para mí es una novela aunque el material sea verdadero y
personal", dijo sobre los diarios que comenzó a garabatear a los 16 años
mientras dejaba Adrogué para migrar a Mar del Plata; que lo acompañaron en sus
primeros días de escritor en Buenos Aires; y luego en los Estados Unidos,
adonde impartió clases durante 15 años en universidades como Harvard y
Princeton; hasta el reconocimiento a su regreso, en 2001, al país.
Ricardo Emilio Piglia Renzi nació el 24 de noviembre de 1941; este crítico
y teórico que supo surfear la "desliteraturización" de la
novelí¡stica actual, se formó en Historia de la Universidad Nacional de La
Plata (UNLP); trabajó 10 años en distintas editoriales durante su estancia en
Buenos Aires; y dirigió la emblemática Serie Negra que difundió autores como
Dashiell Hammett y Raymond Chandler. En 1967 recibió una mención especial del
VII Concurso Casa de las Américas de Cuba que derivó en "Jaulario",
su primer libro de cuentos; en 1977 llevaba publicados "La invasión"
y "Nombre falso", pero pasaron tres años más hasta su reconocimiento
internacional, en 1980, con Renzi protagonizando su primera novela,
"Respiración artificial".
De 1986 es "Crítica y ficción", libro que reúne ensayos de sus
obsesiones: "La lectura de la ficción", "Sobre Roberto
Arlt", "Narrar en el cine", "Una trama de relatos",
"Sobre Cortázar", "El laboratorio de la escritura" y
"Sobre el género policial". Su siguiente novela demoró seis años.
Era "La ciudad ausente", que en 1992 mostraba cuentos generados
por una máquina inventada para sustituir a una amante muerta; subtextos
similares entrecruzó en "Blanco Nocturno", la novela donde él mismo
resumió: "Renzi tiene una pequeña crisis, se encierra en una casa de
Adrogué y se produce una historia con una mina que vive enfrente".
A mediados de los 90 comenzó a guionar filmes como "Corazón
iluminado" (1996), de Héctor Babenco; o "La sonámbula, recuerdos del
futuro" (1988), de Fernando Spiner; mientras que "La ciudad
ausente" fue transformada en ópera junto al músico Gerardo Gandini y
estrenada en el Teatro Colón tres años más tarde.
De esa época, 1997, es el pequeño escándalo del Premio Planeta en torno a
"Plata Quemada", en el que uno de los finalistas, Gustavo Nielsen,
denunció "predeterminación en favor de la obra de Piglia". Con el
nuevo milenio su reconocimiento se acrecentó, la cuestionada novela llegó al
cine con un premio Goya; el mismo año guionó "El astillero", de David
Lipszyc, sobre la novela homónima de Juan Carlos Onetti; y de 1999 es el ensayo
"Formas breves".
Los premios arreciaron y llegó el Iberoamericano de Letras José Donoso, en
coincidencia con el lanzamiento en 2005 de dos ensayos ineludibles, el
"Diccionario de la novela de Macedonio Fernández" y "El último
lector"; seguido por el premio de la Crítica de España en 2010; el Rómulo
Gallegos en 2011 y el Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas en 2013, cuando
Anagrama lanzó su última novela, "El camino de Ida".
Su incansable trabajo escribiendo y analizando literatura lo llevó al Konex
de Brillante en 2014, mientras estaba al frente de la filmación para televisión
de "Los siete locos" y "Los lanzallamas", sobre las novelas
de Roberto Arlt. Experto en las obras de Jorge Luis Borges y Witold Gombrowicz,
en 2015 compartió con esos escritores el Premio Formentor de las Letras, el
mismo que habían recibido maestros como Samuel Beckett y Saul Bellow, en
reconocimiento a una obra "que se desenvuelve armónicamente entre la
originalidad, la cultura popular y la tradición más exigente".
Fue Carlota Pedersen, nieta de Marta Eguía -su pareja-, quien recibió el
galardón junto a su amigo y editor español Jorge Herralde, responsable de
publicar "Los diarios de Emilio Renzi" que restan completarse, luego
de la aparición en 2016 de "Los años felices", con el tercer volumen
titulado "Un día en la vida", que aparecerá este año.
"Nunca he podido estar en el lugar indicado o en el momento justo. O
no llego, como en este caso", escribió en la carta de agradecimiento. Es
la literatura, esa "forma privada de la utopía" siempre "un poco
incómoda" que había definido en "Prisión perpetua", la que
definirá ahora, sin su mirada atenta pero con su legado a cuestas, hacia qué
nuevas formas y lecturas se encamina su obra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, indicar Nombre Completo y Lugar de Origen. Muchas Gracias