Cuando las pymes se expresan por sí mismas...
Reunión
del jueves en la Comisión Pyme de Diputados. Las pequeñas empresas se
diferenciaron del Grupo de los Seis.
Cinco entidades pymes llevaron a la Cámara baja su
posición con respecto a la Ley de Emergencia Ocupacional. Se diferenciaron de
la posición de rechazo del Grupo de los Seis y reclamaron una ley de Emergencia
Pyme.
© Escrito por Raúl Dellatorre y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
La presencia y el testimonio de las entidades que representan directamente
a la pequeña y mediana empresa en el Congreso desarticularon la maniobra que
las cámaras empresarias que representan a los núcleos más concentrados,
reunidas en el Grupo de los Seis, habían armado junto al gobierno nacional para
trabar el avance en Diputados del proyecto de ley de emergencia ocupacional y
prohibición de despidos por seis meses. Durante la semana que pasó, se
sucedieron por lo menos tres reuniones en Diputados, en las que dirigentes de
cinco entidades que representan a sectores pyme manifestaron su repudio a
quienes quieren oponer las urgencias de las pymes a las necesidades de los sectores
laborales.
El bloque del PRO se había montado en tal argumento para intentar
frenar el proyecto contra los despidos en la Cámara baja, mientras que
integrantes del sector Renovador (massismo) que reportan a organizaciones de la
cúpula empresarial, operaban a favor de modificar la ley “en favor de las
pymes”, con la implícita intención de demorar la sanción de la ley. Pero la
postura de la dirigencia pyme desmontó la maniobra e inclinó la cancha: sin más
excusas, el proyecto votado en el Senado avanza en Diputados para su sanción.
Por separado, la Cámara baja tratará un proyecto de “ley de emergencia mipyme”
(micro, pequeñas y medianas), con el compromiso de darle tratamiento
inmediatamente después que se apruebe la emergencia ocupacional.
Con un argumento idéntico al expuesto por el presidente de la Nación y
parte del gabinete económico, el denominado Grupo de los 6 (Unión Industrial,
Adeba, Bolsa de Comercio, Sociedad Rural, Cámara de la Construcción y Cámara
Argentina de Comercio) sostuvo, desde la última semana de abril (antes que el
proyecto se votara en el Senado), que “la contracción de la actividad económica
y la falta de crecimiento en el empleo privado comenzó a fines de 2011 y ha
persistido a través de estos años”, pese a toda la evidencia estadística en
contrario. La conclusión, por lo tanto, era que no había ninguna situación
nueva que pudiera caracterizarse como “emergencia ocupacional”.
Y que prohibir
las cesantías o encarecer las indemnizaciones ahuyentaría las inversiones,
provocaría retracción en la generación de empleo y perjudicaría principalmente
a las pymes, que ante la imposibilidad de acomodarse a una baja en la demanda
con recortes de empleo, se iban a ver condenadas al cierre.
“No es cierto que las pymes estemos en contra de una ley de emergencia
ocupacional”, manifestaron, en cambio, representantes de cinco entidades que
agrupan a pequeños y medianos empresarios, esta última semana en reuniones de
comisión o con grupos multipartidarios de legisladores. De estos diferentes
encuentros participaron Apyme (Asamblea de pequeños y Medianos Empresarios),
CEEN (Central de Entidades Empresarias Nacionales), Cgera (Confederación
General Económica de la República Argentina), CAME (Cámara Argentina de la
Mediana Empresa) y Cadieel (industrias electrónicas y electromecánicas), que
tuvieron como interlocutores a legisladores de prácticamente todos los partidos
con representación parlamentaria.
El CEEN manifestó explícitamente su apoyo al proyecto de emergencia
ocupacional y criticó a las entidades empresariales “que rechazaron
apresuradamente el proyecto anti despidos y aplaudieron una iniciativa
regresiva como la propuesta Plan Primer Paso”. Apyme sostuvo que era
comprensible la demanda del sector laboral de una ley que frenara los despidos,
pero esto no podía ser considerado una medida contra las pymes. “Si no se
atiende esta situación de emergencia económica con medidas urgentes, pequeños
empresarios y trabajadores vamos a correr la misma suerte, vamos a bajar las
persianas juntos. Ahí no hay indemnización doble ni simple”, expresó uno de sus
representantes, dando pie al reclamo de una ley de emergencia para micro,
pequeñas y medianas empresas.
CAME y Cgera habían manifestado, en principio, objeciones a la emergencia
ocupacional. La última entidad había cuestionado el proyecto con media sanción
del Senado porque “no se contempla que el empleo no es homogéneo, se estaría
protegiendo a las empresas que tienen menos problemas y no a las que ya
recibieron el impacto de la crisis”. Según la Cgera, “el proyecto primario
debería estar abocado a las pymes, que son las dadoras de trabajo”, en un
planteo similar al formulado por CAME.
En cambio, no hubo diferencias entre la
dirigencia pyme, ni siquiera de matices, en el diagnóstico de la crisis. La
industria, el comercio, los servicios y la producción agraria afrontan “una
situación de extrema fragilidad, con un alarmante y generalizado desmejoramiento
de su situación económica y financiera que compromete seriamente su
continuidad”, dice uno de los documentos presentados. Esta situación reconoce
su origen en políticas puestas en marcha por la actual administración, y no se
resuelve con despidos, se aclaró.
El debate en cada uno de estos encuentros fue acalorado e intenso.
Como resultado, se consensuó en dos aspectos centrales: las pymes no se
oponen a una ley de emergencia ocupacional. El otro, la necesidad de una ley
que declare la emergencia mipyme, dado el cuadro de situación presentado. Hasta
los representantes del Frente Renovador acordaron, al punto tal que el propio
José de Mendiguren propuso adoptar la consigna “ni un despido más, ni una pyme
menos”.
El proyecto, cuya formulación quedó en manos del Frente para la
Victoria y las entidades que estuvieron presentes, se limitaría a los puntos
más urgentes y de más rápida ejecución: financiamiento a tasa subsidiada, con
requerimiento simple de acceso, para el pago de aumentos salariales y aguinaldos;
subsidio a las tarifas en sectores seriamente afectados por los aumentos;
limitar las importaciones en sectores sensibles; suspensión de los embargos de
la AFIP por morosidad en el pago; y restablecimiento de los planes de
facilidades de la AFIP con plazos más extendidos.
El proyecto de emergencia mipyme podría presentarse en el transcurso de
esta misma semana para su tratamiento a partir de la siguiente. Estos acuerdos
se harían públicos en el transcurso de los próximos días, con la participación
de las entidades pymes. Entre los dirigentes del sector hay confianza en que el
proyecto que las protege tendrá rápido tratamiento en la Cámara Baja y no creen
que pueda haber resistencias en el Senado.
La cuestión será qué posición
asumirá el oficialismo, o más concretamente el PRO, ya que incluso, recibieron
algún guiño de los radicales. Imaginan que el macrismo no podrá trabar el
tratamiento y aprobación en el Parlamento, pero se preguntan, ¿podrá vetar el
Ejecutivo ambos proyectos? El interrogante, por ahora, no tiene respuesta.
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