sábado, 21 de enero de 2012

Sobre equipos grandes y chicos... De Alguna Manera...

Sobre grandes y chicos...


Equipos de fútbol grandes y chicos hubo y habrá siempre. Lo que creció en el fútbol es la clase media. Y sus representantes están siempre listos para dar el salto hacia la elite. Así lo piensa reconocido periodista Diego “Chavo” Fucks.

Muchos hinchas –la mayoría, diría, por una cuestión de edad—hablan de “equipos chicos” y “equipos grandes” sin saber que esas denominaciones vienen desde el fondo de la historia. Si bien ese lugar se lo ganaron seis equipos en el amateurismo, cuando llegó la era profesional (1931) esos seis equipos tenían voto doble a la hora de las decisiones importantes. Y “seis” no es un error: los “seis grandes” eran Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo y Huracán. Sí, Huracán. Esa vieja disputa del “sexto grande” se dio por la caída de Huracán y porque en la era profesional, el cuadro de Parque Patricios fue campeón de Primera División una sola vez. Aquella estupenda formación de César Luis Menotti del Metropolitano de 1973 fue la que le dio la única vuelta olímpica en Primera al viejo Globo.


El profesionalismo fue corriendo y Boca y River fueron afirmándose como líderes indiscutidos de la mayoría de los corazones futboleros. Se repartieron todas las vueltas olímpicas que hubo en la Argentina entre 1931 y 1937. Fueron los tiempos de los cañoneros. EL bombardero de Boca se llamaba Francisco Varallo, el de River Bernabé Ferreyra. Independiente se les arrimó en los años 38 y 39, con un formidable equipo que sirvió de base para que el paraguayo Arsenio Erico se convirtiera (y aún hoy sea) en el máximo goleador de la historia de nuestro fútbol. Erico no tenía las características de “tanque” que se usaban en esa época. Más bien, era todo lo contrario. Era un bailarín, un acróbata increíble que, con sus saltos y sus brincos, llegaba a donde nadie llegaba.

Boca y River, como en los 30, se repartieron la primera mitad de la década del 40. En medio de esa Buenos Aires romántica y con la aparición fulgurante de Juan Domingo Perón y su vínculo irrompible con el pueblo (entonces era “el pueblo”, hoy es “la gente”), irrumpió un equipo glorioso, desde el mismísimo sur de la ciudad: San Lorenzo, el gran campeón de 1946. Pero sólo fue ese año. Los que siguieron fueron de River e Independiente.

Perón tenía un Secretario de Hacienda llamado Ramón Cereijo, de quien era muy amigo. Cereijo era fanático de Racing. La Academia había ganado títulos en serie en la década del 20, cuando el fútbol todavía no era profesional. Pero en el tiempo rentado, Racing no había sido campeón nunca. Huracán bajaba en la consideración, pero Racing se mantenía. Y su status reclamaba un título. La pelea con Independiente por el dominio de Avellaneda llegó a tal punto, que la Academia pudo haber construido su estadio en Retiro, en donde hoy está el Sheraton Hotel y desistió para no dejar solo en la ciudad a los Rojos. No sólo eso: construyó un extraordinario estadio a una cuadra del que tenía Independiente. El famoso “Doble Visera” de Independiente había sido construido en 1928 y fue el primer estadio de cemento de Sudamérica. Racing debió ser local en la Bombonera durante 1949, pero no fue obstáculo para que fuera campeón por primera vez. En ese año, River, Boca, Independiente y San Lorenzo quedaron debilitados por el primer gran éxodo de futbolistas de la historia, ocurrido a fines de 1948 y principios del 49. Racing pudo retener a sus futbolistas. Algunos suponen que por ese acercamiento de Cereijo con Perón, Racing consiguió los fondos para retener a sus principales figuras. Eso decían los “gorilas”, dicen los peronistas. La cuestión fue que Racing ganó los torneos del 49, 50 y 51. En el 50 inauguró su tradicional Cilindro y en el 51 venció a Banfield en tres finales impresionantes.

© Escrito por Diego “Chavo” Fucks y publicado por la Revista Cabal Digital el miércoles 7 de Septiembre de 2011.




El día que Pelé lloró... De Alguna Manera...

El día que Pelé lloró…


Fuimos héroes. La historia de un club que, surgido de una de las zonas más humildes de la capital santafesina, hizo morder el polvo de la derrota al gran Santos de Pelé. Alternativas de un episodio que se tornó leyenda. Dos videos para disfrutar.

Hubo un día en que nació una leyenda. Hubo un día en que un equipo pequeño le gano al más grande de ese tiempo. Hubo un día en que Pelé lloró en la Argentina.

El 10 de mayo de 1964 el Santos de Pelé perdió 2 a 1 contra Colón de Santa Fe que terminó un invicto de cuarenta y tres partidos. Ese día comenzó el mito de “El cementerio de los elefantes” como es conocido hasta hoy el estadio de ese club santafecino que para recibir a los brasileños tuvo cinco mil personas más de lo que permitía el estadio.



Ninguno de los que allí estuvo hoy lo olvida. “Yo entré con los jugadores de Santos: Altísimo era Gilmar”, cuenta Dady Brieva. “Uy… estamos al horno pensábamos entonces”.

Esta es la historia de un club surgido en medio de una de las zonas más humildes de la capital santafecina y que, en medio de ese contexto siempre supo arreglárselas para ser figura en el futbol argentino. Y esa vez mostró la garra para ser noticia en todo el mundo cuando, para festejar su ascenso, su presidente de entonces, Ítalo Pedro Jiménez, prometió a los jugadores de su club: “Ya estamos en Primera “B” y vamos a jugar con el Santos de Pelé”. Al año siguiente de esta hazaña, Colón de Santa Fé llegaría a la primera división del futbol argentino.



Lo que no estaba en los planes de nadie era la jugada de Luis “Motoneta” López que ningún sabalero se cansa de escuchar: “Cuando arrancó amagando, veo que uno de ellos se cae. Llego al fondo y tiro el centro. El arquero del Santos, Gilmar, choca con uno de sus defensores que quiere cerrar y sacarla, entonces aparece Demetrio “Ploto” Gómez y se encuentra con la pelota servida en bandeja. Yo seguí corriendo, después del centro y lo levanto. Él no sabía lo que había pasado: era gol, era 2-1”

© Publicado en la Revista Cabal Digital el jueves 25 de Agosto de 2011.
 
  El día que Pelé lloró...


El cementerio de los elefantes...


Eufemismos... De Alguna Manera...

No te metas, dejá vivir, ¿A vos qué te jode?...


Hábitos de una sociedad en deuda. Eufemismos. A este paso, el siglo XXII encontrará a los argentinos balbuceando un diccionario vacío de palabras, pero repleto de eufemismos. Con el consabido respeto por las instituciones y los hábitos republicanos, hablar de convivencia democrática esconde una interesante serie de eufemismos.

Para vivir en sociedad, en esta sociedad en la que el que te afana no se conforma con hacerlo, sino que además necesita exhibirlo, siempre es bueno tener a mano un “no te metas”, un “no te compliques la vida”, un “dejá vivir”, un “¿a vos qué te jode?”, un “no es asunto tuyo”. No importa si ese asunto que no es tuyo es la muerte de un pibe por culpa de un conductor borracho a quien ni el Operativo Sol ni el 911 se encargó de frenar a tiempo. Un buen ciudadano debe saber que, si no es deudo, sobreviviente o abogado de parte, ése tema no es suyo.

Quienes hayan leído la columna de hace una semana, saben hasta el fastidio que mis vacaciones me impiden meterme de lleno en cualquier cosa que no sea la sabia secuencia desayuno-almuerzo-merienda-cena, mi entrenamiento diario, la vida en familia, perder algún partido de Trivial con mi amigo y compadre Horacio Castagnola –con mis hijas mayores como sus cómplices– y amagar casi a diario con volver a un casino al cual no volveré, entre otras cosas, porque es el más caro de la Argentina sin más mérito que el de pretender convocar a cada vez menos parroquianos.

De tal modo, comprenderán que mi sentido de “convivencia democrática” está también condicionada por esto de andar por la playa. Entonces, los “no te metas” son aún más descremados. ¿Qué derecho tengo yo, al fin, de putear al papá que le pone al nene un cuatri bajo el culo a volar a 90 por hora si todavía no mató a nadie cercano? Es verdad que no existe ninguna habilitación para que circule por las calles del país un aparato que sólo puede usarse en zonas específicas –no urbanas– y que, por lo tanto, ni siquiera está patentado. Pero no tengo ningún derecho a pretender que se cumpla la ley si hacerlo implica ir en contra de una de las fuentes de ingreso que genera el turismo veraniego. Supongo que lo mismo cuenta para la cocaína, las pastas o inyectarse rollitos hechos con textos de Paulo Coelho.

¿Desde qué presunción voy a explicarle yo a ese vendedor si sabe que acaba de venderle un freezer de 8 lucas a un señor que, al día siguiente, aparecerá en los diarios reclamando vía Twitter por el salario de los trabajadores? Eso tampoco es asunto mío. Y dar detalles me convierte, además, en un auténtico buchón.

¿Por qué contestarle lo que pienso a ese hincha de Racing que me grita entusiasmado por el regreso del Coco a la Academia? ¿Qué necesidad tengo de decirle que, por más que los diarios hablen de la Revolución Coco de la Buena Onda y el Inflador Anímico, un ratito de cualquier partido de verano bastará para que todos entiendan que no existen por definición ni tal revolución ni tal inflador anímico, sino que es mejor aspirar a tener buenos jugadores y jugar bien a la pelota? Además, dejando que las cosas decanten por su propio peso me ahorro pasar por más antipático de lo que ya soy.

¿Tengo derecho a explicarle la real relevancia de las declaraciones de un encordador de raquetas desplazado del equipo argentino de Copa Davis a aquel que se muestra preocupado porque un medio anda desparramando la especie de que, con Martín Jaite como capitán, se abatirán sobre nuestro tenis las siete –o diez, como quieran– plagas de Egipto? De hacerlo, me convertiría en un patético exponente de lo que una piara de mediocres simplifica con otro eufemismo: hacer periodismo de periodistas. Por cierto, no creo que exista el periodismo de periodistas. Ni el periodismo deportivo, ni el económico, ni el político, ni el de nada. Hay, eventualmente, especializaciones. Y pocas cosas me salen más fácilmente que hablar mal de gente que trabaja de lo mismo que yo. Igualmente, hoy no esperen mucho más de mí al respecto.

Por el contrario, quisiera esbozar una especie de alegato en contra del “no te metas”. Estamos impregnados por una cultura que sólo admite que no metas tus narices o, si las metés, que sea por intereses; aun los más espurios. Si lo hacés por un irredimible arrebato narcisista de aspirar a vivir en una sociedad menos tramposa, más sana, menos careta o tenés un tema personal con el involucrado, o te levantaste de mal humor o arrastrás destrato sexual. Yo me banco cualquiera de esas acusaciones con tal de lograr que o no haya más jueces que se compren anillos de 250 lucas verdes. O que los que se compren, al menos, sean de mejor gusto.

A tono con cualquier enero como éste, en el que lo que cotiza más alto son las confesiones de Pachano, el escándalo de la elección de colas en Corrientes o los vaivenes del safari que nos quitarán a los argentinos (me contaron de buena fuente: a los pilotos les molesta no ver ni camellos, ni beduinos ni gente desnutrida a la cual pisar a la vera del camino), no aparece debidamente expuesto este asunto de que el nuevo presidente de Independiente fue repudiado por ese encanto de la barra brava –se los vio un tanto escuálidos en volumen por la tele– porque decidió no aportar a la causa.

No conozco cómo piensa ni qué hará el nuevo presidente Rojo. Tampoco tengo claro que vaya a averiguar cómo se vendieron jugadores como para construir tres Maracanás y no se terminó un Libertadores, pero prometo averiguarlo pronto. De lo que sí estoy seguro es que, en esto de los barras, no puedo menos que ponerme totalmente de su lado. Como lo hice con Verón y la Gata Fernández cuando se carajearon con los imbéciles. Como lo haría con cualquiera que se digne a ponerse del otro lado de los mercenarios.

Sin embargo, debo advertir que el de los barras es el más elocuente caso del “no te metas” de nuestro fútbol. Y que los cerdos cuentan con la anuencia, la complicidad y hasta la admiración de una parte demasiado importante de la sociedad futbolera.

Y si no nos damos cuenta del daño que provocan a nuestra pasión, si no acompañamos fervorosamente a los aventureros que dan pasitos ante el gigante, lo más probable es que ese aventurero termine resignado, sometido o asociado a la mugre.

© Escrito por Gonzalo Bonadeo y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 14 de Enero de 2012.

La primera batalla de la guerra tecnológica… De Alguna Manera...

La primera batalla de la guerra tecnológica…

 Anonymous...
 
Viejas respuestas a problemas nuevos. El espíritu anárquico de Internet hace a su identidad. ¿Tiene derecho EE.UU. a convertirse en su celador?

El jueves se produjo la primera batalla de la guerra tecnológica mundial: la Casa Blanca, el FBI, el Departamento de Justicia, las discográficas Universal y Warner, entre otros sitios de la Web, fueron hackeados por Anonymous en respuesta al cierre de Megaupload.

En Argentina el tema fue casi inadvertido: la primera plana de los diarios del día siguiente estuvo dedicada a los barrabravas que tomaron por asalto el Hospital Santojanni.
 
Escribíamos hace unos meses en este diario que la revolución tecnológica dejó atrás a la política y la filosofía: las ciencias se quedaron sin respuesta frente a fenómenos concretos que ya forman arte de la vida cotidiana.
 
Un grupo de chicos en un garaje de Silicon Valley declaró obsoleto a Marx: la aparición de Internet ha modificado el concepto de propiedad, cambiado la lógica de distribución de los productos, eliminado el concepto de “copia” (¿cómo distinguir, en la era digital, cuál es el original?), y democratizado –como nunca antes, quizá, desde el nacimiento de la imprenta– el concepto de las comunicaciones.
 
Las redes de intercambio –también llamadas P2P– dieron nacimiento a las preguntas molestas: ¿es legal que, entre amigos, se presten los libros o los discos?
 
El problema es que esos amigos llegaron a convertirse en miles. Y a los libros les siguieron las películas, y luego las series, primero las viejas y más tarde las que se estrenaban, horas después de su salida al aire por el canal mundial que fuera, subtituladas por grupos de voluntarios que firmaban con nombres de guerra.
 
Asi como el reloj pasó a ser para las nuevas generaciones un objeto innecesario (los chicos miran la hora en el celular), la gran mayoría del público entre 15 y 35 años mira sus películas y escucha su música por Internet.
 
Dan por descontado que los asiste el derecho a la cultura, y que no deben pagar por ello.
 
Lo que comenzó como una desenfadada y romántica postura encontró, también, sus pescadores en río revuelto: muchas de esas páginas se llenaron de banners y se convirtieron en grandes negocios.
 
Ayer la prensa mundial informaba que Megaupload, por ejemplo, había recaudado 135 millones de euros en ese concepto.
 
La reacción inicial de algunos gobiernos fue francamente idiota: detener o multar a los consumidores, lucraran o no con ello.
 
Los políticos aún no entienden la Red: se llenan la boca con algunas palabras del libreto técnico pero le piden a la secretaria que baje sus mails.
 
Los consumidores, a su vez, sostienen que ya financian la cultura con impuestos directos y que no tienen por qué pagar dos veces.
 
Los autores, por su parte, viven en el desconcierto, y las industrias no han encontrado aún soluciones creativas de comercialización.
 
El espíritu anárquico de Internet tampoco ayuda: hace a su identidad y es casi imposible de controlar.
 
¿Tiene derecho Estados Unidos a convertirse en el celador mundial de la Red?
 
¿Qué sucederá con experiencias colaborativas como Wikipedia, donde millones de internautas escriben la enciclopedia y la actualizan con un código abierto?
 
¿Quién es el autor cuando son millones de ellos?
 
¿Cómo seguirán funcionando los sitios de agregación –como el Huftington Post, por ejemplo–, basados en linkear información de otros medios?
 
¿De quién son los derechos de los cientos de miles de programas de televisión o películas segmentadas que aparecen en YouTube?
 
No sirve de mucho dar respuestas viejas a problemas nuevos.
 
© Escrito por Jorge Lanata y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 20 de Enero de 2012. 
 
 

Cuando el imperio contraataca… De Alguna Manera...

 Cuando el imperio contraataca…

 El alemán Kim Schmitz, creador del sitio, fue arrestado el jueves en Nueva Zelanda. Foto: Agencia AFP

150 millones de afectados en todo el mundo por el cierre de Megaupload, uno de los más importantes sitios de descargas de archivos, fue cerrado por el FBI y el Departamento de Estado de EE.UU. por “violación de derechos de autor”. Rechazo de la Comisión Europea y ataques de hackers como repudio.

El cierre del sitio de descargas de archivos Megaupload, por parte del Departamento de Estado norteamericano y el FBI, afecta a unos 150 millones de usuarios de todo el mundo, que habían confiado allí, para compartirlos, archivos propios de audio y video. El procedimiento judicial, de inusual dureza, amenaza con poner en jaque a otros sitios, como el argentino Taringa! La medida generó reacciones en todo el mundo, desde las críticas de la Comisión Europea a los ataques de hackers que dejaron inactivas al menos diez páginas vinculadas con el gobierno de Estados Unidos y la industria del entretenimiento.

Megaupload, uno de los más importantes sitios de descargas de archivos, fue cerrado por la justicia estadounidense y el FBI, quienes acusan a su fundador y a tres de sus trabajadores de delitos de “violación a los derechos de autor”. Se trata de un servicio de archivos que, aunque guarda contenidos protegidos, era de una notable utilidad para usos legales.

El dominio megaupload.com fue creado en 2005 por el alemán Kim Schmitz, quien fue arrestado anteayer en Nueva Zelanda junto a otros tres colaboradores, a quienes se les imputan los cargos de “violación de derechos de autor y lavado de dinero”. Además, se acusa a su fundador de contar con una empresa llamada Vestor Limited, que “encubría actividades de Megaupload”; infracciones que serían penalizadas con 20 años de prisión.

El servicio de descargas directas de Schmitz facturó cerca de 175 millones de dólares durante los siete años en que funcionó. Asimismo, el cuatro por ciento del tráfico de Internet accedía a Megaupload, ya que unas 150 millones de personas tenían registro en el sitio.

Imágenes, música, videos y textos protegidos mediante derechos de autor eran subidos y luego podían ser descargados en cualquier otra computadora. El servicio básico se encontraba disponible de forma gratuita y permitía a los usuarios subir archivos de hasta 2048 MB. Mediante el pago de unos dólares o por 260 dólares de forma vitalicia, el usuario accedía a una amplia gama de privilegios, como descargas más veloces. El usuario libre no podía descargar archivos de más de 1 GB, mientras que el usuario registrado podía bajar hasta 100 GB de archivos almacenados.

El FBI y el Departamento de Justicia estadounidense afirmaron en un comunicado que “éste es uno de los grandes casos de violación de derechos de autor jamás tratados en Estados Unidos”. Sin embargo, desde Megaupload sostienen que “utilizaban un servicio de intercambio de archivos de forma legítima y privada. Con esto, eliminaba todo el contenido susceptible de estar protegido, que varias compañías reclamaban”.

En una semana signada por los polémicos proyectos SOPA (Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect Internet Protocolo Act), que apuntan a castigar a sitios web que pudieran vincularse con downloads que infringieran la legislación de ese país sobre propiedad intelectual, la Comisión Europea no sólo criticó esas propuestas de antipiratería en Internet, sino también la decisión de cerrar el sitio Megaupload.

Al respecto, Neelie Kroes, comisaría europea a cargo de las nuevas tecnologías, manifestó: “No necesitamos una legislación mala sino una forma de protección”. Añadió que “la reglamentación en Internet debe ser eficaz, justa y preservar los beneficios de una red abierta”.

José Massón, representante de Cooperativa Software Libre Argentina, explicó a Página/12 que “Megaupload era un gran repositorio de contenidos, donde la gente subía lo que quería, para que una vez establecidos en el servidor se pudieran compartir. Por ejemplo, si uno quiere pasar un video por correo electrónico no puede hacerlo porque es muy pesado; por eso, muchos usuarios accedían al sitio, subían su archivo y luego mediante un link lo compartían con quienes quisieran”.

“Los más perjudicados con el cierre de Megaupload son los usuarios que allí tienen sus contenidos guardados, porque ahora no pueden acceder a ellos. Esto constituye una verdadera violación a sus derechos”, señaló Massón.

Por su parte, Beatriz Busaniche, miembro de la Fundación Vía Libre, explicó a este diario que “la medida del gobierno estadounidense apunta a dar de baja nombres de dominio, limitar y bloquear el acceso a sitios y acelerar las causas por violación de la propiedad intelectual”. Aclaró que en cuanto a lo último “las más interesadas son las compañías cinematográficas y de entretenimiento, que cuentan con el mayor porcentual de las ganancias y no el artista, que muchas veces sube sus contenidos a sitios como Megaload para su difusión”.

Tras el cierre de Megaupload, el sitio argentino Taringa.net estaría en la mira de los enlaces sospechados por el gobierno de Barack Obama. “Taringa! es un gran foro donde los usuarios intercambian mensajes, no es un sitio para descargar archivos. El procesamiento penal contra Taringa se da porque los usuarios intercambian links hacia sitios como Megaupload, por eso ahora también está en la mira de las autoridades estadounidenses”, sintetizó Busaniche.

Anonymous –un grupo de hackers o “hacktivistas”– repudió el cierre de Megaupload mediante acciones que dejaron inactivas al menos diez páginas relacionadas con el gobierno estadounidense y la industria del entretenimiento. Los piratas informáticos aseguraron que el bloqueo de estos sitios, como el del Departamento de Justicia y del FBI, y el de la productora Universal Music, fue su “mayor ataque generalizado” hasta la fecha. Argumentaron además que estas operaciones fueron diseñadas para “defender la libertad de expresión y la ausencia de censura”.

Video Oficial de Anonymous tras atacar servidores de USA x Cierre Megaupload. Fuente: You Tube

© Escrito por Sabrina Améndola y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Enero de 2012.

Ángela Muruzabal de Westerkamp... De Alguna Manera...

“Se fue suavemente, se apagó”…

 José Federico Westerkamp, Ángela Muruzábal y su hijo Gustavo.

Murió Ángela Muruzabal de Westerkamp, luchadora por los Derechos Humanos. A los 97 años, murió una de las primeras mujeres universitarias, doctora en Química. Tuvo un rol clave en la fundación del CELS. La detención de su hijo Gustavo en 1975, que estuvo más de siete años preso, signó su vida y la de su esposo.

A los 97 años, luego de una vida dedicada a la ciencia y la investigación y de una intensa militancia para denunciar los crímenes del terrorismo de Estado, murió ayer Ángela Muruzábal de Westerkamp. Doctora en Química, docente universitaria, fundadora de la Universidad Tecnológica Nacional, su vida dio un giro radical tras la detención de su hijo Gustavo, que durante siete años y medio peregrinó por las cárceles de la dictadura. A través de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y más tarde del Centro de Estudios Legales y Sociales, siempre junto a su esposo José Federico “Pipo” Westerkamp, Ángela se ocupó durante años de ayudar a los familiares de presos políticos que la dictadura encerraba bien lejos de sus seres queridos y participó en 1980 de la difusión clandestina del “Informe prohibido” de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Creo que muchas mujeres estarán orgullosas, las representó muy bien”, escribió ayer Gustavo. “Se fue esta madrugada suavemente, se apagó”, apuntó en su perfil de Facebook. Ángela fue velada en su departamento de calle Juncal hasta ayer al atardecer y luego en una casa velatoria en Córdoba 3677. Hoy a las 9.30 será traslada al cementerio de la Chacarita.

Ángela Muruzábal había nacido el 18 de septiembre de 1914 en Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, donde vivió su primera infancia. Junto a su familia, numerosa, de origen vasco, se trasladó a Buenos Aires. A los veinte años ingresó a estudiar a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Corría 1935 y las mujeres eran minoría en la academia: sobre 45 matriculados, 40 eran varones. En la facultad conoció a quien sería su esposo, Pipo Westerkamp, con quien tuvo tres hijos, incluida una niña que murió a poco de nacer.

En 1940 se recibió de doctora en Química con diploma de honor y medalla de oro, que no recibió por falta de presupuesto, según historió la licenciada María Ferraro en el boletín de la Fundación Síntesis, que homenajeó hace un lustro la trayectoria de Muruzábal. Una vez recibida comenzó a ejercer la docencia en la Universidad de Buenos Aires y en el exterior, en las universidades de Columbia y de Nueva York. Durante sus años en los Estados Unidos conoció a Albert Einstein, en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, New Jersey. En nuestro país trabajó con los médicos Bernardo Houssay y Luis Federico Leloir en el Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UBA. En 1955, luego de quince años como docente de la UBA, participó de la fundación de la Universidad Tecnológica Nacional, donde se desempeñó hasta 1978.

Su vida dio un giro el 21 de octubre de 1975, cuando Gustavo fue secuestrado tras la revisación médica para el servicio militar obligatorio en el Regimiento de Patricios. Ángela sabía de la militancia de su hijo, incluso lo había acompañado al funeral de un amigo muerto en un enfrentamiento con militares. Westerkamp hijo fue torturado durante dos días en la Superintendencia de Seguridad Federal y luego comenzó a peregrinar por las cárceles de Villa Devoto, Sierra Chica, La Plata y Rawson, siempre a disposición del Poder Ejecutivo, pero sin cargo ni proceso. “Siete años y medio preso sin condena. Estos no se animaban a condenar”, afirmó Westerkamp padre, entrevistado para el archivo oral de Memoria Abierta.

“Angelita estuvo siempre al lado del movimiento de los derechos humanos, muy cerca del CELS en sus primeros tiempos”, recordó ayer Cristina Caiati, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales desde 1980. Recordó su participación en la reproducción y difusión del informe de la CIDH que ingresó al país Emilio Mignone, fundador del CELS, y que junto a un grupo de Madres de Plaza de Mayo hicieron llegar a políticos, periodistas, jueces y dirigentes. “También hizo un trabajo muy importante en 1981, cuando metieron presos a todos los miembros de la comisión directiva. Llamó a todo el mundo en Estados Unidos. Se movió mucho para que recuperaran la libertad”, apuntó. Caiati destacó en particular la relación que Muruzábal tejió con Tex Harris, un diplomático norteamericano que recibió a centenares de familiares de desaparecidos y que tendría un rol clave en la fundación del CELS. “Trabajó muchísimo para generar interés internacional sobre lo que pasaba en el país. Fue una mujer muy solidaria con todos los familiares y las víctimas”, recordó.

“Mi madre tuvo un ACV que le dejó paralizado todo el lado izquierdo del cuerpo (...) Los médicos no han dado un pronóstico favorable sino lo contrario. Ángela pone todo de sí para salir adelante, pero parece que no puede”, escribió Gustavo el jueves. “Ángela pone todo de sí para salir adelante pero parece que no puede. Nosotros tratamos de hacerle lo más suave posible este trance, pero parece que se va a ir apagando lentamente”, anunció. El desenlace se produjo el jueves a las siete de la mañana.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Enero de 2012

Una tira cómica de Gustavo Sala sobre el Holocausto desató una polémica...

La tira cómica que desató el escándalo. Foto: Facebook Gustavo Sala.

A 70 años de la “Solución Final”… La viñeta publicada por Página/12 satiriza sobre la vida en los campos de concentración nazis y el DJ David Guetta. El debate y los repudios.

La clásica viñeta del dibujante Gustavo Sala llamada "Bife Angosto" despertó en las últimas horas un debate sobre la presunta banalización del Holocausto y el exterminio judío que se realizó durante la dictadura nazi en Alemania.

La tira llamada "Una aventura de David Gueto" se subtitula "El DJ de los campos de concentración". No es la primera vez que el dibujante satiriza, no con poca acidez por cierto, temas que suelen ser considerados tabúes e inclusive discriminatorios. En el dibujo, el DJ invita con insistencia a los prisioneros judíos a bailar y divertirse a pesar de todo. La tira culmina inclusive con la aparición de Adolf Hitler quien ayuda a rematar el chiste, que a muchos no causó la más mínima sonrisa.

Términos como "bolitas", "negros", y demás calificativos suelen ser pronunciados e ilustrados de manera grotesca en sus chistes gráficos periódicos como en los publicados a través de sus libros en la prestigiosa Ediciones de la Flor. Sin embargo, es la primera vez que se genera una fuerte polémica como la ocurrida a partir de la viñeta publicada este jueves por Página/12.

Sala, quien suele compartir presentaciones de libros, charlas y talleres junto a otros ilustradores como Liniers y el chileno Alberto Montt, afirmó en diálogo con el programa radial Perros de la Calle que la tira se le ocurrió "simplemente porque Guetta le sonó a gueto" y agregó: "En ese momento no me di cuenta que era para tanto".

Sin embargo, la polémica rápidamente recayó en las redes sociales lo que generó que varios de los trending topic (temas más tratados) se refieran a la tira cómica. En tanto, el secretario general de la DAIA, Fabián Galante, le remarcó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que la entidad elaborará un documento de repudio al cómic, aparecido a una semana del Día Internacional del Holocausto.

En esta línea, Ángel Schindel, vicepresidente de la institución de la comunidad judía, dijo a AJN: "Es una falta de respeto a los sobrevivientes de la Shoá y una banalización del Holocausto. Se hace en un día muy triste, hoy a 70 años de la conferencia Wansee (donde se ideó el exterminio judío) y a días del Día Internacional de Recordación del Holocausto".

También destacó como "extraño" que Página/12 publique este tipo de cómics. "Traté de comunicarme varias veces con el Director del diario y no pude dar con él. A veces pueden deslizarse algunas cosas en el periodismo que algunos no quieren que salgan pero se publican igual. El control de calidad debe aplicarse en todos los órdenes", concluyó.

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 20 de Enero de 2012.


Página/12 pidió disculpas por el chiste sobre el Holocausto...

El diario publicó un mensaje en su sitio de internet.

Después de la polémica que desató una tira cómica sobre el Holocausto en Página/12, el diario salió esta tarde a pedir disculpas.

En un escueto mensaje, el matutino porteño lamentó "haber provocado angustia o dolor y pide disculpas a todos los que pudieran sentirse afectados".

La historieta, que jugaba con la similitud del nombre del DJ David Guetta con la palabra "gueto", ha sido duramente criticada en redes sociales. En tanto, Ángel Schindel, vicepresidente de la DAIA, la calificó como "una falta de respeto" y "una banalización del Holocausto".

A continuación, el mensaje que emitió luego Página/12 en forma completa:

"En las últimas horas, este diario recibió protestas institucionales y personales por la tira publicada el jueves pasado en el suplemento NO, en la que se hacía referencia a los campos de exterminio nazi. De acuerdo con su histórica toma de posición en contra de la discriminación, Página/12 lamenta haber provocado angustia o dolor y pide disculpas a todos los que pudieran sentirse afectados".

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 20 de Enero de 2012.

domingo, 15 de enero de 2012

¿De que barrio sos?... San Lorenzo... ¿De que barrio sos?... De Alguna Manera...

La única oferta de Carrefour: en Boedo va un nuevo mercado…


Pura pasión. La soñada vuelta al predio donde funcionó el Viejo Gasómetro entusiasma a todos los hinchas del Ciclón. Marcharon a la Legislatura y a la embajada de Francia.

La empresa francesa descarta la construcción de un estadio. Mientras impulsan una ley en la Legislatura porteña, los hinchas planean un boicot pacífico.

Parece la escena de una película, pero no: en una ostentosa oficina de París los integrantes del directorio de una poderosa multinacional reciben el reclamo de un remoto club de fútbol que jamás escucharon nombrar y que les disputa el terreno que hace treinta años ocupa una sucursal.

Parece un cuento rosarino, pero no: hinchas de ese club planean un boicot pacífico contra la empresa si no entregan ese terreno para construir un estadio. Parece una novela de intriga, pero no: una comisión integrada por legisladores de distintos partidos políticos hace equilibrio entre la pasión de miles de votantes y el negocio de la multinacional. Estas escenas bien podrían haber salido de alguna ficción, pero no: es el estado de situación del proyecto impulsado por San Lorenzo para volver a Boedo, ese mítico lugar en avenida La Plata donde funcionó el Viejo Gasómetro durante 63 años y Carrefour instaló su primera tienda en 1982.

En este caso se habla de reparación histórica, de casa matriz, de expropiación y de marchas. Aparecen el ex intendente de facto Osvaldo Cacciatore, el ex presidente Moisés Annan, empresarios, legisladores del PRO y un grupo de hinchas que impulsaron la vuelta a Boedo como una cruzada en la que les va la vida. Nada tiene vinculación con la pelota ni con los habituales protagonistas del fútbol. Todo está enmarcado en un conflicto de intereses. Por un lado, el negocio; por otro, la pasión. Unos hablan con el corazón y otros contestan con el bolsillo. Pero nadie cede.

Tierra Santa.

El Carrefour de avenida La Plata al 1700 está cerrado desde agosto de 2011 por reformas. Desde entonces crecieron las especulaciones. Cómo evitar el sueño de cada hincha de San Lorenzo que pasa por el frente y lo encuentra vallado y sin accesos. Pero lo cierto es que la estrategia del directorio de la empresa está bien lejos de la construcción de un estadio. Lo más parecido a la pasión que contempla el nuevo destino para un domingo a la tarde es la facturación de la línea de cajas.

El plan de la empresa para la sucursal avenida La Plata propone la construcción de un supermercado bajo un nuevo estilo que en Europa se conoce como Carrefour Planet. Se trata de un concepto que ofrece mayor espacio en los pasillos, góndolas más bajas, sectores divididos por colores, espacios para los niños y un restaurant. El proyecto nunca menciona una tribuna con capacidad para tres mil visitantes sentados.

“Ni se nos ocurre barajar la posibilidad de construir nada que se parezca a un estadio de fútbol –le confía un directivo de la empresa a PERFIL–. Además, jamás recibimos un proyecto concreto. Estuvimos en la Legislatura, los escuchamos, pero nunca nos entregaron nada puntual. De todos modos, la decisión final la tienen que tomar en la casa matriz.” Si algún hincha de San Lorenzo se entusiasmara con una buena nueva desde Francia, se recomienda paciencia: para aprobar la reforma de esta sucursal tardaron más de un año. Aunque siempre aparece un premio consuelo: “A lo sumo les podríamos ceder un espacio para que hagan un museo, algo conmemorativo, es cuestión de negociar”, finaliza el directivo. Carrefour tiene 15.937 tiendas en 33 países y es evidente que no tienen intención de desprenderse de ninguna.

Lesa humanidad.

San Lorenzo perdió el Viejo Gasómetro en 1979, cuando el brigadier Osvaldo Cacciatore, por entonces intendente de la Ciudad, firmó una ordenanza que planteaba la continuación de las calles Muñiz y Salcedo. El cuestionado presidente Moisés Annan cedió al reclamo y el club perdió su lugar en avenida La Plata. El equipo y su gente se despidieron el 2 de diciembre, en un cero a cero contra Boca. Pero el nuevo trazado de las calles nunca ocurrió, y un par de años después Carrefour compró el terrero e instaló su primer supermercado en el país.

El despojo de la dictadura fue el punto de partida para que un grupo de hinchas de San Lorenzo proponga lo que llamaron Restitución Histórica. Y llevaron el reclamo a la Legislatura porteña, que desde julio de 2006 viene tratando el tema. Hubo idas y venidas, falta de quórum, proyectos de leyes aprobados y vetados, hasta que en noviembre de 2010 ingresó al recinto el Proyecto de Restitución Histórica, un paso vital para los Guardianes de la Vuelta a Boedo.

Bruno Screnci, diputado porteño por el PRO y presidente de la Comisión legislativa que trabaja en la recuperación del predio, reconoce que a Carrefour no le presentaron un proyecto concreto y que los directivos asistieron a la primera reunión en la Legislatura y después no aparecieron más. De todos modos, confía: “Están anoticiados de todo lo que se vino resolviendo en las otras reuniones. Tienen voluntad de escuchar”. Aunque pone reparos ante la mención de una posible expropiación: “La voluntad política de intermediar entre el club y la empresa está, pero también es indispensable que el proyecto se autofinancie. La idea es colaborar sin poner plata”.

Pasional.

¿El Gobierno de la Ciudad no quiere poner dinero? No importa. ¿Hay que llenar la Ciudad de hinchas de San Lorenzo? En eso estamos. ¿Carrefour tiene otros planes? Ya veremos. Los militantes de la vuelta a Boedo son fundamentalistas de la causa. Van con cinco delanteros y laterales que se proyectan. No entienden eso de especular, de cuidar un cero a cero trabado. Saben que esta final es más importante que la Libertadores que tantas veces se les negó.
“Para la construcción del estadio, cotizado en unos 30 millones de dólares, ya conseguimos dos empresas que pondrían dinero, y con la venta anticipada de plateas y palcos juntaríamos lo que falte”, aclara Adolfo Res, historiador de San Lorenzo y miembro de la Comisión de

Restitución Histórica.

—¿Y qué pasaría si la Ciudad no quiere poner la plata en caso de que se apruebe la ley que expropie los terrenos? –preguntó Perfil.

—También tenemos un plan B para conseguir ese dinero.
—Entre el estadio y el predio necesitarían unos 50 millones de dólares.
—La plata no va a ser un impedimento.

Además de complejas cuestiones económicas, los militantes pro Boedo también planean lo que Res define como un “plan de lucha pacífico”, que explica así: “Nos vamos a juntar en Avenida La Plata antes de los partidos, con cortes de calles y choriceada, vamos a armar festivales, mateadas en la calle”. Y finaliza: “¿Vos irías a comprar a un supermercado que permanentemente esté rodeado por hinchas?”.

© Escrito por Claudio Gómez y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 14 de Enero de 2012.

Alargador de pene... De Alguna Manera...

Adquiere un alargador de pene por Internet y le envían una lupa...

Inicialmente el pontevedrés estaba dispuesto a denunciar la supuesta estafa en Comisaría, pero finalmente desistió.

Quien más y quien menos ha visto, en algún momento de su vida, como sus expectativas hacia los Reyes Magos se frustraban. Sin embargo, pocos habrán padecido la decepción que sufrió hace unos días un pontevedrés al abrir un paquete que anhelaba con ilusión.
Días antes, según trascendió ayer, había dado los pasos precisos para adquirir un alargador de pene. La compra no la realizó directamente en un establecimiento comercial, por así decirlo, físico sino que confió en una página web de las muchas que proliferan por la red de redes.
Un buen día, lo que creía que era el alargador llegó a su poder. Sin embargo, sus ilusiones se cayeron por los suelos nada más abrir el paquete y encontrarse con que el remitente le había enviado una vulgar lupa.
Fue el 6 de enero, día de Reyes, cuando el pontevedrés se personó en la Comisaría Provincial. Su intención inicial fue la de interponer una denuncia al entender que estaba siendo víctima de una estafa telemática, extremo que comunicó a los agentes que se encontraban de servicio. Sin embargo, según trascendió ayer, una vez en la sede policial de Joaquín Costa debió pensárselo dos veces, ya que desistió y decidió volverse por donde había venido.
«Técnicamente sería discutible hablar de una estafa porque agrandar, lo que se dice agrandar, es lo que, a fin de cuentas, hace una lupa», reseñó con ironía un funcionario de la Comisaría.
Otras fuentes, no obstante, precisaron que este tipo de conductas se encuadra en una modalidad de fraude que ha experimentado en los últimos tiempos una cierta expansión. 
Consiste en la compra de toda clase de artículos por Internet donde se exige el pago previo del importe en una cuenta bancaria abierta, en ocasiones, con una identidad falsa. Una vez recibido el dinero, el vendedor suele desaparecer y con él las webs donde ofertaba los productos.
© Escrito por Alfredo López Penide y publicado por el Diario La  Voz de Galicia de la Ciudad de Pontevedra, España el miércoles 11 de Enero de 2012.

http://www.lavozdegalicia.es