Cuando el imperio contraataca…
El alemán Kim Schmitz, creador del sitio, fue arrestado el jueves en Nueva Zelanda. Foto: Agencia AFP
150 millones de afectados en todo el mundo por el cierre de Megaupload, uno de los más importantes sitios de descargas de archivos, fue cerrado por el FBI y el Departamento de Estado de EE.UU. por “violación de derechos de autor”. Rechazo de la Comisión Europea y ataques de hackers como repudio.
El cierre del sitio de descargas de archivos Megaupload, por parte del
Departamento de Estado norteamericano y el FBI, afecta a unos 150
millones de usuarios de todo el mundo, que habían confiado allí, para
compartirlos, archivos propios de audio y video. El procedimiento
judicial, de inusual dureza, amenaza con poner en jaque a otros sitios,
como el argentino Taringa! La medida generó reacciones en todo el mundo,
desde las críticas de la Comisión Europea a los ataques de hackers que
dejaron inactivas al menos diez páginas vinculadas con el gobierno de
Estados Unidos y la industria del entretenimiento.
Megaupload, uno de los más importantes sitios de descargas de archivos, fue cerrado por la justicia estadounidense y el FBI, quienes acusan a su fundador y a tres de sus trabajadores de delitos de “violación a los derechos de autor”. Se trata de un servicio de archivos que, aunque guarda contenidos protegidos, era de una notable utilidad para usos legales.
El dominio megaupload.com fue creado en 2005 por el alemán Kim Schmitz, quien fue arrestado anteayer en Nueva Zelanda junto a otros tres colaboradores, a quienes se les imputan los cargos de “violación de derechos de autor y lavado de dinero”. Además, se acusa a su fundador de contar con una empresa llamada Vestor Limited, que “encubría actividades de Megaupload”; infracciones que serían penalizadas con 20 años de prisión.
El servicio de descargas directas de Schmitz facturó cerca de 175 millones de dólares durante los siete años en que funcionó. Asimismo, el cuatro por ciento del tráfico de Internet accedía a Megaupload, ya que unas 150 millones de personas tenían registro en el sitio.
Imágenes, música, videos y textos protegidos mediante derechos de autor eran subidos y luego podían ser descargados en cualquier otra computadora. El servicio básico se encontraba disponible de forma gratuita y permitía a los usuarios subir archivos de hasta 2048 MB. Mediante el pago de unos dólares o por 260 dólares de forma vitalicia, el usuario accedía a una amplia gama de privilegios, como descargas más veloces. El usuario libre no podía descargar archivos de más de 1 GB, mientras que el usuario registrado podía bajar hasta 100 GB de archivos almacenados.
El FBI y el Departamento de Justicia estadounidense afirmaron en un comunicado que “éste es uno de los grandes casos de violación de derechos de autor jamás tratados en Estados Unidos”. Sin embargo, desde Megaupload sostienen que “utilizaban un servicio de intercambio de archivos de forma legítima y privada. Con esto, eliminaba todo el contenido susceptible de estar protegido, que varias compañías reclamaban”.
En una semana signada por los polémicos proyectos SOPA (Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect Internet Protocolo Act), que apuntan a castigar a sitios web que pudieran vincularse con downloads que infringieran la legislación de ese país sobre propiedad intelectual, la Comisión Europea no sólo criticó esas propuestas de antipiratería en Internet, sino también la decisión de cerrar el sitio Megaupload.
Al respecto, Neelie Kroes, comisaría europea a cargo de las nuevas tecnologías, manifestó: “No necesitamos una legislación mala sino una forma de protección”. Añadió que “la reglamentación en Internet debe ser eficaz, justa y preservar los beneficios de una red abierta”.
José Massón, representante de Cooperativa Software Libre Argentina, explicó a Página/12 que “Megaupload era un gran repositorio de contenidos, donde la gente subía lo que quería, para que una vez establecidos en el servidor se pudieran compartir. Por ejemplo, si uno quiere pasar un video por correo electrónico no puede hacerlo porque es muy pesado; por eso, muchos usuarios accedían al sitio, subían su archivo y luego mediante un link lo compartían con quienes quisieran”.
“Los más perjudicados con el cierre de Megaupload son los usuarios que allí tienen sus contenidos guardados, porque ahora no pueden acceder a ellos. Esto constituye una verdadera violación a sus derechos”, señaló Massón.
Por su parte, Beatriz Busaniche, miembro de la Fundación Vía Libre, explicó a este diario que “la medida del gobierno estadounidense apunta a dar de baja nombres de dominio, limitar y bloquear el acceso a sitios y acelerar las causas por violación de la propiedad intelectual”. Aclaró que en cuanto a lo último “las más interesadas son las compañías cinematográficas y de entretenimiento, que cuentan con el mayor porcentual de las ganancias y no el artista, que muchas veces sube sus contenidos a sitios como Megaload para su difusión”.
Tras el cierre de Megaupload, el sitio argentino Taringa.net estaría en la mira de los enlaces sospechados por el gobierno de Barack Obama. “Taringa! es un gran foro donde los usuarios intercambian mensajes, no es un sitio para descargar archivos. El procesamiento penal contra Taringa se da porque los usuarios intercambian links hacia sitios como Megaupload, por eso ahora también está en la mira de las autoridades estadounidenses”, sintetizó Busaniche.
Anonymous –un grupo de hackers o “hacktivistas”– repudió el cierre de Megaupload mediante acciones que dejaron inactivas al menos diez páginas relacionadas con el gobierno estadounidense y la industria del entretenimiento. Los piratas informáticos aseguraron que el bloqueo de estos sitios, como el del Departamento de Justicia y del FBI, y el de la productora Universal Music, fue su “mayor ataque generalizado” hasta la fecha. Argumentaron además que estas operaciones fueron diseñadas para “defender la libertad de expresión y la ausencia de censura”.
Megaupload, uno de los más importantes sitios de descargas de archivos, fue cerrado por la justicia estadounidense y el FBI, quienes acusan a su fundador y a tres de sus trabajadores de delitos de “violación a los derechos de autor”. Se trata de un servicio de archivos que, aunque guarda contenidos protegidos, era de una notable utilidad para usos legales.
El dominio megaupload.com fue creado en 2005 por el alemán Kim Schmitz, quien fue arrestado anteayer en Nueva Zelanda junto a otros tres colaboradores, a quienes se les imputan los cargos de “violación de derechos de autor y lavado de dinero”. Además, se acusa a su fundador de contar con una empresa llamada Vestor Limited, que “encubría actividades de Megaupload”; infracciones que serían penalizadas con 20 años de prisión.
El servicio de descargas directas de Schmitz facturó cerca de 175 millones de dólares durante los siete años en que funcionó. Asimismo, el cuatro por ciento del tráfico de Internet accedía a Megaupload, ya que unas 150 millones de personas tenían registro en el sitio.
Imágenes, música, videos y textos protegidos mediante derechos de autor eran subidos y luego podían ser descargados en cualquier otra computadora. El servicio básico se encontraba disponible de forma gratuita y permitía a los usuarios subir archivos de hasta 2048 MB. Mediante el pago de unos dólares o por 260 dólares de forma vitalicia, el usuario accedía a una amplia gama de privilegios, como descargas más veloces. El usuario libre no podía descargar archivos de más de 1 GB, mientras que el usuario registrado podía bajar hasta 100 GB de archivos almacenados.
El FBI y el Departamento de Justicia estadounidense afirmaron en un comunicado que “éste es uno de los grandes casos de violación de derechos de autor jamás tratados en Estados Unidos”. Sin embargo, desde Megaupload sostienen que “utilizaban un servicio de intercambio de archivos de forma legítima y privada. Con esto, eliminaba todo el contenido susceptible de estar protegido, que varias compañías reclamaban”.
En una semana signada por los polémicos proyectos SOPA (Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect Internet Protocolo Act), que apuntan a castigar a sitios web que pudieran vincularse con downloads que infringieran la legislación de ese país sobre propiedad intelectual, la Comisión Europea no sólo criticó esas propuestas de antipiratería en Internet, sino también la decisión de cerrar el sitio Megaupload.
Al respecto, Neelie Kroes, comisaría europea a cargo de las nuevas tecnologías, manifestó: “No necesitamos una legislación mala sino una forma de protección”. Añadió que “la reglamentación en Internet debe ser eficaz, justa y preservar los beneficios de una red abierta”.
José Massón, representante de Cooperativa Software Libre Argentina, explicó a Página/12 que “Megaupload era un gran repositorio de contenidos, donde la gente subía lo que quería, para que una vez establecidos en el servidor se pudieran compartir. Por ejemplo, si uno quiere pasar un video por correo electrónico no puede hacerlo porque es muy pesado; por eso, muchos usuarios accedían al sitio, subían su archivo y luego mediante un link lo compartían con quienes quisieran”.
“Los más perjudicados con el cierre de Megaupload son los usuarios que allí tienen sus contenidos guardados, porque ahora no pueden acceder a ellos. Esto constituye una verdadera violación a sus derechos”, señaló Massón.
Por su parte, Beatriz Busaniche, miembro de la Fundación Vía Libre, explicó a este diario que “la medida del gobierno estadounidense apunta a dar de baja nombres de dominio, limitar y bloquear el acceso a sitios y acelerar las causas por violación de la propiedad intelectual”. Aclaró que en cuanto a lo último “las más interesadas son las compañías cinematográficas y de entretenimiento, que cuentan con el mayor porcentual de las ganancias y no el artista, que muchas veces sube sus contenidos a sitios como Megaload para su difusión”.
Tras el cierre de Megaupload, el sitio argentino Taringa.net estaría en la mira de los enlaces sospechados por el gobierno de Barack Obama. “Taringa! es un gran foro donde los usuarios intercambian mensajes, no es un sitio para descargar archivos. El procesamiento penal contra Taringa se da porque los usuarios intercambian links hacia sitios como Megaupload, por eso ahora también está en la mira de las autoridades estadounidenses”, sintetizó Busaniche.
Anonymous –un grupo de hackers o “hacktivistas”– repudió el cierre de Megaupload mediante acciones que dejaron inactivas al menos diez páginas relacionadas con el gobierno estadounidense y la industria del entretenimiento. Los piratas informáticos aseguraron que el bloqueo de estos sitios, como el del Departamento de Justicia y del FBI, y el de la productora Universal Music, fue su “mayor ataque generalizado” hasta la fecha. Argumentaron además que estas operaciones fueron diseñadas para “defender la libertad de expresión y la ausencia de censura”.
Video Oficial de Anonymous tras atacar servidores de USA x Cierre Megaupload. Fuente: You Tube
© Escrito por Sabrina Améndola y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Enero de 2012.
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