Adquiere un alargador de pene por Internet y le envÃan una lupa...
Inicialmente el pontevedrés estaba dispuesto a denunciar la supuesta estafa en ComisarÃa, pero finalmente desistió.
Quien más y quien menos ha visto, en algún momento de su vida, como sus expectativas hacia los Reyes Magos se frustraban. Sin embargo, pocos habrán padecido la decepción que sufrió hace unos dÃas un pontevedrés al abrir un paquete que anhelaba con ilusión.
Quien más y quien menos ha visto, en algún momento de su vida, como sus expectativas hacia los Reyes Magos se frustraban. Sin embargo, pocos habrán padecido la decepción que sufrió hace unos dÃas un pontevedrés al abrir un paquete que anhelaba con ilusión.
DÃas antes, según trascendió ayer, habÃa dado los pasos precisos para adquirir un alargador de pene. La compra no la realizó directamente en un establecimiento comercial, por asà decirlo, fÃsico sino que confió en una página web de las muchas que proliferan por la red de redes.
Un buen dÃa, lo que creÃa que era el alargador llegó a su poder. Sin embargo, sus ilusiones se cayeron por los suelos nada más abrir el paquete y encontrarse con que el remitente le habÃa enviado una vulgar lupa.
Fue el 6 de enero, dÃa de Reyes, cuando el pontevedrés se personó en la ComisarÃa Provincial. Su intención inicial fue la de interponer una denuncia al entender que estaba siendo vÃctima de una estafa telemática, extremo que comunicó a los agentes que se encontraban de servicio. Sin embargo, según trascendió ayer, una vez en la sede policial de JoaquÃn Costa debió pensárselo dos veces, ya que desistió y decidió volverse por donde habÃa venido.
«Técnicamente serÃa discutible hablar de una estafa porque agrandar, lo que se dice agrandar, es lo que, a fin de cuentas, hace una lupa», reseñó con ironÃa un funcionario de la ComisarÃa.
Otras fuentes, no obstante, precisaron que este tipo de conductas se encuadra en una modalidad de fraude que ha experimentado en los últimos tiempos una cierta expansión.
Consiste en la compra de toda clase de artÃculos por Internet donde se exige el pago previo del importe en una cuenta bancaria abierta, en ocasiones, con una identidad falsa. Una vez recibido el dinero, el vendedor suele desaparecer y con él las webs donde ofertaba los productos.
© Escrito por Alfredo López Penide y publicado por el Diario La Voz de Galicia de la Ciudad de Pontevedra, España el miércoles 11 de Enero de 2012.
http://www.lavozdegalicia.es
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