China ya está lista para
recibir el fin del mundo…
Las siete bolas están
compuestas por un casco de fibra de vidrio y una armadura de acero. Cada una
cuesta unos 237 mil pesos argentinos. Foto: AFP.
Un fabricante de muebles
inventó un insólito refugio: esferas de acero. Cómo funcionan. A pocos días del
apocalipsis supuestamente anunciado por el calendario maya, un ciudadano chino
asegura haber encontrado la solución ante el fin del mundo: refugios esféricos
de alta tecnología capaces de resistir diluvios, tsunamis o terremotos.
Liu Qiyuan, de 45 años,
exagricultor reconvertido en la fabricación de muebles, examina su última
creación, una esfera de siete metros de diámetro bautizada "arca de
Noé", concebida para resistir a las peores catástrofes.
"La esfera no tendrá
el menor problema, incluso con olas de 1.000 metros de altura. Es como una
pelota de ping-pong: pese a que su piel es fina, puede resistir mucha
presión" asegura su creador, en su taller de Qiantun, a una hora de carretera
de Pekín.
Las siete bolas están
compuestas por un casco de fibra de vidrio y una armadura de acero. Cada una
cuesta 300 mil yuanes (unos 237 mil pesos argentinos) y están equipadas con
botellas de oxígeno, y reservas de agua y alimentos. Los habitáculos cuentan
con una mesa y una cama, y están empapelados con papel floreado.
También tienen cinturones
de seguridad. Liu los ha probado, pidiendo a sus asistentes que agiten
vigorosamente un arca en la que él mismo se ha instalado.
"Estas embarcaciones
están concebidas para poder transportar a 14 personas, pero es posible que
hasta 30 personas puedan sobrevivir en su interior durante dos meses",
explica.
El aislamiento es tan
bueno que "una persona podría vivir cuatro meses en su interior en el polo
norte o sur sin congelarse o ni siquiera tener frío", asegura el inventor.
"Si realmente se produce un apocalipsis, podré decir que habré contribuido
a la supervivencia de la humanidad", aseguró el fabricante.
El temor a un "fin
del mundo" se ha extendido a tal nivel en ese país, que en dos distritos
rurales se han agotado las velas, ya que sus habitantes están convencidos de
que el sol no volverá a levantarse tras el solsticio de invierno, según la
agencia China Nueva.
Sin suerte, las
autoridades chinas han pedido a la población que se maneje con “conceptos
científicos”. "El supuesto fin del mundo es un rumor", insisten.
A pesar de la cercanía de
la trágica fecha, Qiyuan no ha podido vender ninguno de los refugios, y teme no
poder devolver los créditos que pidió para construirlas.
"He invertido más de
la mitad de mis ahorros en estas esferas, porque vale la pena, es para salvar
vidas", insiste.
© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires el domingo 16 de Diciembre de 2012.
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