Filosofía del Ninjutsu...
NINJA KO NO
KOKORO
El principio máximo en Ninjutsu es llegar a tener un "corazón benévolo", en Japón se dice NINJA KO NO KOKORO y poder vivir acorde con estos diecisiete preceptos.
Serenidad: Sé tranquilo en tu interior. Deja que esa paz y
esa alegría interior irradien a través de un semblante sereno. Un semblante
sereno es pacífico, sonriente y serio, y no muestra ninguna emoción violenta.
Es como la superficie de un lago en calma.
Regularidad: Sé regular en tus hábitos diarios, en tus
prácticas espirituales y en tu trabajo. Levántate siempre a la misma hora. Sé
puntual en tus actividades. Eso te liberará de preocupaciones y ansiedades.
Harás siempre lo correcto en su justo momento.
Sinceridad: Deja que tus palabras coincidan con tus
pensamientos. Deja que tus acciones coincidan con tus palabras. Deja que haya
armonía entre tus pensamientos, palabras y acciones.
Simplicidad: Sé natural. Habla con sencillez. No retuerzas
las palabras ni los tópicos. Sé llano. Evita la diplomacia, el disimulo y la
sinuosidad. Viste con sencillez. Come con sencillez. Hazte como un niño.
Veracidad: Sé veraz. Cumple tus promesas. No exageres. No
retuerzas los hechos. Piensa dos veces antes de hablar. Habla dulcemente. Sé
preciso en lo que dices.
Ausencia de Vanidad: No alardees de tu nacimiento, posición,
cualidades o logros espirituales. Recuerda la naturaleza evanescente de todas
las cosas. Elogia a otros. Ve a Dios en todos. Trata incluso a la más pequeña
de las criaturas como a tu igual.
No Irritabilidad: La irritabilidad es precursora de violentas
explosiones de cólera. Vigila las alteraciones del equilibrio mental. Observa
las pequeñas olas de cólera que riegan el lago de tu mente. No permitas que
adquieran grandes proporciones. Entonces alcanzarás un estado de no
irritabilidad, de paz y amor.
Ecuanimidad: Ten calma. Soporta pacientemente el insulto, la
injuria, el sufrimiento, el fracaso y la falta de respeto. No te ensoberbezcas
con la alabanza, el éxito y los honores. En ambas situaciones mantén una
actitud equilibrada. Obra igual con los amigos y con los enemigos. No dejes
nunca que nada perturbe tu paz interior.
Fijeza: Recuerda que una mente inconstante no tiene
posibilidad de alcanzar nada. Desecha tu discriminación. Elige tu propio ideal.
Tenlo siempre presente. No dejes que tu mente se aparte de él ni un sólo
momento.
Adaptabilidad: Comprende la naturaleza de las personas con
quienes has de estar en contacto. Ajusta tu modo de ser y tu conducta hacia
ellos, de tal manera que puedas agradarles. Soporta alegremente las
excentricidades de otros. Reacciona siempre de modo armonioso. Sirve a todos.
Ama a todos.
Humildad: Respeta a todos. No eleves el tono de voz delante
de personas mayores o venerables. Todos confiarán en ti. Todos te obedecerán,
te respetarán y te reverenciarán. No consideres a nadie como inferior a ti.
Integridad: Desarrolla una personalidad íntegra. Recoge
todos los cabos sueltos de tu carácter. Hazte hombre de elevados principios
morales. Lleva una vida recta. Deja que emane de ti.
Nobleza: Huye de las bajezas de la mente como del veneno.
Nunca consideres los defectos de otros. Aprecia sus buenas cualidades. Nunca te
entregues a los malos pensamientos, palabras y acciones.
Managnimidad: Considera a todas las cosas con una mente
abierta. Ignora los defectos de otros. Sé noble y abierto en cuanto hagas.
Evita las charlas inútiles y el palique. No dejes que tu mente permanezca en
cosas pequeñas.
Caridad: Da, da, y da. Irradia tus pensamientos de amor y de
buena voluntad. Perdona a tu prójimo. Bendice al hombre que te injuria.
Comparte lo que tienes con todos. Alimenta y viste a todos. Disemina el
conocimiento espiritual. Utiliza los bienes materiales, el conocimiento y la
sabiduría espiritual que poseas como un don divino.
Generosidad: Sé liberal cuando des. Ten un corazón amplio.
No seas miserable. Deléitate con las alegrías de otros, y en hacer felices a
otros. La generosidad es una virtud hermana de la caridad. Es la culminación de
la caridad, la magnanimidad y la nobleza.
Pureza: Sé puro de corazón. Elimina la lujuria, la cólera,
la avaricia y otras malas cualidades. Sé puro en tus pensamientos. No dejes que
entren en tu mente malos pensamientos. Piensa en el bienestar de todos. Sé puro
en tus palabras. Nunca pronuncies palabras vulgares o groseras. Sé puro también
con tu cuerpo. Mantenlo limpio. Mantén tus ropas y tus alrededores limpios.
Observa las normas de higiene física, mental, moral y espiritual.
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