Huracán festejó ante Atlético Tucumán.
Llegó Rivoira y con él
la alegría. Huracán, con goles de Alejandro Quintana y Milano, le ganó 2-0 a
Atlético Tucumán y volvió al triunfo tras siete partidos. Los visitantes
terminaron con nueve jugadores. En la próxima, el Globo visita a Rosario
Central.
Cambiaron los aires, cambió la mentalidad, y las alegrías se
hicieron presentes en apenas una presentación. 90 minutos necesitó el Chulo
Rivoira para sembrar una sonrisa en los hinchas de Huracán, que se deleitaron
con el 2-0 ante Atlético Tucumán en el Tomás Adolfo Ducó.
¿Motivos de semejante desahogo? El Globo venía de siete
partidos sin ganar, con tres derrotas consecutivas, pero pudo volver a festejar
en el reestreno de Héctor Rivoira, tras la salida de Néstor Apuzzo.
Eso sí, hubo que sufrir de lo lindo. Los tucumanos se
quedaron con diez a los 57 minutos por la roja a Carlos Fondacaro, pero así y
todo Huracán seguía sin quebrar el marcador. Hasta que apareció Alejandro
Quintana y, a los 75’, rompió el cero.
Pero lo mejor llegó al final: Edgardo Galíndez cometió un
penal y vio la roja, aunque Cámpora no pudo hacer efectivo el tiro desde los
doce pasos y estiró la agonía. Y como toda victoria que trae alivio, fue
sufrida hasta el último minuto; a los 94’, Mauro Milano selló el pleito y
estampó el 2-0 final. Con el Chulo, respira Huracán, que en la próxima visita a
Rosario Central.
© Publicado por el
Diario Deportivo Olé de la ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 28 de
Abril de 2012.
“El penal era de él”...
El Cachorro desvió feo el disparo desde los 12 pasos y la
hinchada gritó por Mauro.
Aunque la gente pidió que lo patee y él se fastidió, fuera
de la cancha Milano evitó la polémica y bancó a Cámpora. “Queda mal sacarle la
pelota”, largó.
Vaya uno a saber qué se le habrá cruzado a Milano por la
cabeza cuando, segundos después de que Jorge Baliño cobrara penal, revoleó la
pelota a la platea. Sea lo que sea, motivó el grito de toda la gente del Globo.
“Milano, Milano”, fue la ovación que bajó de las tribunas, las mismas que un
rato antes habían silbado a Pautasso y a Machín y que no han regalado muchos
mimos durante la magra campaña de Huracán.
El veredicto era claro: querían que
Mauro se hiciera cargo del disparo desde los 12 pasos. Sin embargo, la
responsabilidad la tomó Cámpora, el encargado después de Sánchez Prette, y ahí
empezó el berrinche del 7. Primero se acercó al área y habló con sus
compañeros. Ante la evidente negativa se fue caminando bien lejos, hasta la
mitad de la cancha, mirando el piso.
De fondo seguía sonando su nombre que se
convirtió en grito de guerra cuando el Cachorro erró feo el disparo. “El penal
era de él. Queda mal sacarle la pelota porque lo pide la gente.
No pasó nada”,
dijo, evitando la polémica. ¿Será así? Más tarde, Milano se tomó revancha y, de
cabeza, cerró el 2-0. Lo cierto es que se convirtió en el héroe (¿el único en
este lío?) del Globo. Apoyado por su buena actuación, fue el más aplaudido, aunque
él no se la creyó: “Hace dos meses era el peor del mundo y hoy soy el mejor. Yo
sigo laburando y entrego todo por Huracán”.
Además, el 7 bancó a Filippeto y a Villán y ya piensa en el
Canalla: “Todavía no nos reivindicamos con la gente. Hay que ganarle a Central.
Huracán merece estar más arriba”.
© Escrito por Sebastian Diaz y publicado por el Diario Deportivo Olé de la ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 28 de Abril de 2012.
“Venían negativos de
la cabeza”...
Al Chulo lo recibieron
con indiferencia, pero luego del 2-0 hubo aplausos.
El Chulo adjudicó el
triunfo al cambio de mentalidad. ¿Será?
El simple hecho de ver una sala de conferencia tan
concurrida (entre la prensa más aquellos que no tienen nada que hacer allí) da
entender que algo había pasado. Sí, ganó Huracán. Eso pasó. Y la buena nueva
fue para todos, o para casi todos. Para Héctor Rivoira, seguro. “Los jugadores
venían negativos de la cabeza. El autoestima tiene que estar más alta. Acá veo
un plantel para pelear más arriba en la tabla, pero la realidad es que estamos
luchando con el descenso directo”, arrancó el Chulo.
Y así como fue natural para graficar el presente del Globo,
también remarcó lo bueno y lo malo que tuvo ayer Huracán ante su ex equipo,
Atlético Tucumán. “Todavía nos falta mucho, pero me quedo con el compromiso que
demostraron los jugadores y sobre todo con la actitud. Lógico que hay que mejorar”,
contó. Y agregó: “Nos falta trabajo de campo, en la parte física venimos bien.
De a poco nos vamos a acomodar”.
Algo que tampoco dejó pasar Héctor Rivoira fue la fuerte
disputa interna que hay en el vestuario, aunque muchos, jugadores sobre todo,
lo niegan. “Sé que hay un run run muy fuerte y que se dicen muchas cosas
durante la semana. De hecho, pasaron muchas cosas. Pero ya me voy a ir metiendo
más y más”, aclaró el entrenador. Y para cerrar dejó un mensaje simple pero
claro: “Yo me voy a encargar de que el vestuario camine como quiero”. Y de que
también gane el Globo, ¿o no?
© Publicado por el Diario Deportivo Olé de la ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 28 de Abril de 2012.
Las fotos:
Alejandro Quintana festejando su gol.
No lo creen. Según dijeron los jugadores de Atlético, Baliño les inclinó
la cancha. Dirigió muy mal y ellos penaron. Foto: Matías Gabriel Nápoli Escalero para La Gaceta de Tucumán.
Indignado. "Antes del 2-0 hubo una mano clarísima; la vieron todos. El juez condicionó todo", se quejó Mosset. Foto: Matías Gabriel Nápoli Escalero para La Gaceta de Tucumán.
Indignado. "Antes del 2-0 hubo una mano clarísima; la vieron todos. El juez condicionó todo", se quejó Mosset. Foto: Matías Gabriel Nápoli Escalero para La Gaceta de Tucumán.
Hizo lo que pudo. Barrado, que le gana a Bustos, estuvo una vez más solo en la creación. Nadie lo ayudó. Foto: Matías Gabriel Nápoli Escalero para La Gaceta de Tucumán.
Los goles:
Las estadísticas:
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