Feliz día triste...
Memoria. La película 1985 nos recordó el papel que
tuvieron los jueces después de la dictadura. Fotografía: CEDOC
Hace mucho tiempo, en Jujuy, a
golpe de caja una coplera cantaba: “Siempre me andan diciendo que me aguante la
tristeza, el que no lleva la carga no sabe lo que pesa”. Miento. Decía pobreza,
no tristeza, “que me aguante la pobreza”, Sepan disculpar. Son días en los que
cuesta salir de ahí, “pobreza/tristeza”. Si acaso les pasa, compartimos. Si no,
nada. A otra cosa. Cada uno la lleva como puede.
© Escrito el viernes 13/10!2023
por Carlos Ares, Periodista, y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
En una
semana, cuarenta años después desde que volvimos a votar, toca elegir otra vez.
Jodidos aniversarios. Demoledoras fechas que se acercan contra toda voluntad de
negarlas. Marcan el paso. Imponen el recuento. Cortan los atajos. Las excusas.
Impiden zafar de los hechos. Los desnudan. Nos dejan en bolas frente a la
realidad. Hay que bancar ese malestar. La democracia está sobrecargada de
ilusión y decepción. No simules que no pesa.
Arrancamos como para golear. Octubre, 1983, gana Alfonsín. El
candidato que denunció el pacto sindical-militar, el único que no reconoció la
amnistía que se concedió la dictadura, el único que prometió juzgar a los
responsables. Jura el diez de diciembre, firma el decreto. Crea la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), que el peronismo se negó
a integrar. El 9 de diciembre de 1985, un tribunal civil condena a los
culpables. El mundo asiste asombrado a semejante exhibición de poder político.
No llores. Secá esas lágrimas. Te ahorro los detalles de la
historia que sigue a continuación. Carapintadas. Aldo Rico. Ubaldini. Huelgas.
Hiperinflación. Menem. Dromi. Privatización. Reparto de joyas de la abuela.
Corrupción. Uno a uno. Pizza. Champán. Vicco. Yoma. Contrabando de armas.
Explosión de Río Tercero. Muertos. Alianza. De la Rúa. Corralito. Corralón.
Ruckauf. Aníbal Fernández. Saqueos. Muertos. Duhalde. Asesinatos. Kosteki.
Santillán. Menem. Néstor. Báez. Bolsos. De Vido. Felipe Solá. Scioli. Cristina.
Nisman. Macri. Alberto. De Mendiguren. Insaurralde. Kicillof. Massa.
Parecer ser que fracasamos treinta y nueve años a uno. La derrota parece irremontable.
Revisá la cuenta. Hacé números. Dibujalos como quieras. Tiempo en
el Gobierno del que cada uno, tiene que hacerse cargo. Cantidad de pobres,
indigentes, vidas arruinadas. Ceros que le sacaron a los billetes, devaluación,
inflación, sumá las deudas a pagar, a patear, los desocupados, desamparados,
desnutridos, pibes sin destino, jóvenes emigrados, jubilados en espera de que
los atiendan para pedir turno, personas en situación de pérdida de sentido que
nunca más se van a recuperar.
Fracasamos treinta y nueve años a uno. La derrota parece
irremontable. Los dirigentes honestos, decentes, de buen pie, buena leche,
dejaron de darse pelota con otros que tenían camisetas de colores parecidos.
Las mafias pasaron a controlar sindicatos, gobernaciones, Legislaturas,
ministerios, obras sociales, cámaras empresarias, medios de comunicación.
Contraatacaron en banda. Los jueces comenzaron a cobrar para ellos, sólo les
faltó ir a cabecear. Si no hubiera sido por la película Argentina, 1985 que nos
recordó aquel golazo inicial, el resultado hasta ahora sería cuarenta a cero.
Alguien nacido a comienzo de los años ochenta podría decir, con el
natural optimismo de quien todavía se siente joven que, en términos humanos,
esto recién comienza. El país la pasó mal, se comió varios pelotazos, pero
pronto llega el entretiempo, la calma del verano. Un par de meses para que el
nuevo cuerpo técnico con otros jugadores meta cambios en puestos claves,
corrija errores, proponga una táctica de esfuerzo solidario que reanime al
equipo. Si al toque la estrategia narrativa convence, la sufrida hinchada
apoyará el juego limpio antes de volver a putear.
Linda fantasía. Perdón por interrumpirla. Si siguen los que están,
o recuperan el poder los que reivindican la dictadura, justifican sus crímenes,
se asocian con el hijo del general Bussi, con los restos de la casta base del
peronismo, Barrionuevo, Moyano, o con comprobados servicios de inteligencia de
los militares como el sindicalista Gerardo Martínez, secretario general de la
Uocra, habrá que revisar los videos. Además de comernos esa goleada histórica,
nos estamos haciendo todos los goles en contra.
Pasaron cuarenta de los años que tanto esperamos. Feliz día
triste.
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