Los números que condenaron a Cristina…
Cristina Kirchner en una de las primeras audiencias del juicio oral
(Reuters)
Cortito
y al pie, en castellano y sólo con datos, desarmamos las 1616 páginas de la
condena a la Vicepresidenta. Cartelización, colusión, anticipos, prórrogas y
otros privilegios, entre varios pases de magia nivel “aunque usted no lo crea”.
Arranco
con un paréntesis: no se puede escribir
una condena en 1616 páginas, muchachos. ¿Qué fue de la vida del acceso a la
Justicia y el lenguaje claro? Sobre todo en un caso de esta relevancia pública,
tendrían que ser capaces de decirnos a todos los argentinos y argentinas, más o
menos en el idioma nacional y más o menos en 40-50 carillas digeribles (como
muchísimo), qué los convenció, con certeza, de que la dos veces presidenta de
la Nación y actual vice cometió hechos gravísimos de corrupción.
No digo que si son muchas páginas
es porque “no tienen nada”, como increíblemente sostuvieron algunos cual
expresión de deseo. Pero sería bueno hacer un esfuercito por sacar al derecho del oscurantismo.
Bienvenido el link en el que los jueces del tribunal colgaron la prueba para
ponerla a disposición de la sociedad, pero no sé si llenarnos de papelitos que
no podemos comprender es lo mejor que se puede hacer por la transparencia y el
acceso a la información en un caso como este. No sé, digo yo, eh. Y recordemos,
además, que digerir evidencias y escupir explicaciones no es tarea nuestra,
sino de ustedes. Cierro paréntesis.
Arranco
con un paréntesis: no se puede escribir
una condena en 1616 páginas, muchachos. ¿Qué fue de la vida del acceso a la
Justicia y el lenguaje claro? Sobre todo en un caso de esta relevancia pública,
tendrían que ser capaces de decirnos a todos los argentinos y argentinas, más o
menos en el idioma nacional y más o menos en 40-50 carillas digeribles (como
muchísimo), qué los convenció, con certeza, de que la dos veces presidenta de
la Nación y actual vice cometió hechos gravísimos de corrupción.
No digo que si son muchas páginas es porque “no tienen nada”, como increíblemente sostuvieron algunos cual expresión de deseo. Pero sería bueno hacer un esfuercito por sacar al derecho del oscurantismo. Bienvenido el link en el que los jueces del tribunal colgaron la prueba para ponerla a disposición de la sociedad, pero no sé si llenarnos de papelitos que no podemos comprender es lo mejor que se puede hacer por la transparencia y el acceso a la información en un caso como este. No sé, digo yo, eh. Y recordemos, además, que digerir evidencias y escupir explicaciones no es tarea nuestra, sino de ustedes. Cierro paréntesis.
Así que
acá estamos las ciudadanas y los ciudadanos, en una tremenda disyuntiva. O
dejamos en suspenso nuestra vida para ponernos a hacer la carrera de Derecho y
leer la prueba que colgó el tribunal o nos entregamos a las especulaciones
políticas y las elucubraciones jurídicas de las partes interesadas. Y, como
sabemos (porque no somos tan giles como parecemos), partes interesadas no son
solo Cristina, Lázaro, José López, los otros condenados y la fiscalía. Ojo,
también podemos olvidarlo todo y entregarnos al asado, la birra y Gran Hermano.
En lo que sigue vamos a intentar
salir de la disyuntiva sin ceder al hedonismo. ¿Cómo? Vamos a dejar de lado la
argumentación jurídica y vamos a considerar… No, no, ni siquiera eso. Vamos a
enunciar (y a lo sumo ironizar para que nadie se duerma, pero no mucho más) datos, números, billetes, fechas, kilómetros. Los
números que, según el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2, condenan a
Cristina.
-La extensión del daño: $ 84.835.227.378,04 actualizados al 6 de
diciembre de 2022. Un besito a quienes todavía creen que la corrupción sólo es
un problema moral.
-Entre 2003 y 2015, Santa Cruz fue la receptora N° 1 de inversiones
de obra pública vial. “No se puede juzgar a un Gobierno”, dijo siempre el
kirchnerismo. Los jueces le dieron la razón y hasta citaron como antecedente la
causa del dólar futuro. “No vamos a evaluar la oportunidad, el mérito o la
conveniencia de esta decisión”, dijeron. Pero, ojo, sí podemos revisar su
aplicación práctica, no sea cosa que hayan cometido un delito.
-Hasta el 04/07/03, Lázaro Báez era monotributista. Para
enero de 2007 había conformado un grupo de cinco empresas con las que se
transformó en el principal adjudicatario
de obra pública vial de la provincia: Austral, Gotti, Kank y Costilla,
Loscalzo y Del Curto y la Sucesión de Adelmo Biancalani. ¿Para qué servían esas
empresas? Para simular una competencia que,
según el tribunal, no había.
-Austral (la empresa madre) se
constituyó el 08/05/03, cinco días antes de que Carlos Menem renunciara al
ballotage contra Néstor Kirchner. La primera vuelta se había hecho el 27/04/03.
Las encuestas lo daban ganador a Kirchner con una cifra cercana al 70%.
-Sobre un total de
$20.893.474.008,40 de obras viales certificadas a partir de 2010 en Santa Cruz, las empresas controladas por Báez se
quedaron con $ 16.386.868.049,53, es decir, el 78,4% del monto.
-Otro tanto ocurre si se mira la
cantidad de obras: Báez obtuvo 51 de 83
(el 61,45%).
-El índice de concentración empresarial de las empresas de Báez en Santa Cruz fue el mayor del país en todo el período 2003-2015 (y por mucho). El tribunal incluyó gráficos de cada una de las jurisdicciones. Mirá, por ejemplo, los de Buenos Aires, Córdoba y Santa Cruz.
-El Grupo Austral concentró el 72,6% de toda su actividad únicamente en Santa Cruz. ¿Castellano? Vivía solo de esa provincia, en donde ganaba la mayoría de las obras.
-El
73,83% de la obra en Santa Cruz se hizo por convenios de delegación con
vialidad provincial, mientras que el promedio para el resto de las provincias
fue de 20%. Lo que era excepcional en todo el país, allí era regla. ¿Por qué es
relevante esto? Porque implicaba menores
controles e intervención de organismos y personas de la jurisdicción que los
Kirchner manejaban desde 1991.
-Si se consideran solo las 51
obras investigadas en la causa, el 92,15% se hizo por delegación.
-El 100% de las obras se financió
con fondos del Tesoro Nacional.
-Cartelización: en la mayoría de
las licitaciones se presentaban solo tres empresas.
-Pero incluso esa competencia era
simulada: en el 76,5% Báez presentó
más de una oferta actuando a través de las distintas empresas de su grupo.
-El tribunal calculó el costo de
esa cartelización en $ 646.123.145,75.
-Los aumentos de precios
derivados de la colusión fueron cercanos al 20% con respecto a los montos
establecidos en los pliegos (diferencia entre el precio de licitación y el de
adjudicación).
-En un caso paradigmático (lo
contamos cuando alegaron los fiscales en el juicio), cinco días antes de la
apertura de sobres, vialidad nacional firmó un convenio con vialidad provincial
para financiar una obra por $ 238.248.064,42. ¿Qué decía el sobre con la oferta
de Austral? Exactamente el mismo monto, con centavos. ¡Magia!
-Las empresas de Báez designaron
al mismo representante técnico (que debe tener presencia permanente en la obra
de principio a fin) en el 68,6% de las licitaciones. Considerando que había
superposición temporal, ¿cómo hacía para estar en todos lados a la misma vez?
-Las
empresas de Báez presentaban en todas
las licitaciones el mismo listado de máquinas. De nuevo, considerando las
superposiciones temporales entre las licitaciones, ¿cómo hacían para usar las
máquinas en distintas obras a la misma vez?
-Y, ojo, porque hablamos de obras
de tipo similar (o sea, que requerían la misma maquinaria) y que no se hacían
en el mismo lugar. El tribunal incluye el siguiente ejemplo. De nuevo: ¡Magia!
-No se
respetaron los plazos entre la convocatoria a licitación y la apertura de
sobres (y eso que aplicaban la ley de obras provincial, más laxa). Hubo muchos
casos con recepción de ofertas a los cinco, seis y hasta dos o tres días después
de la publicación (que, encima, solo se hacía en medios zonales). ¿Cómo se prepara una oferta en dos días? ¡Magia!
-En un caso, se decidió hacer la
licitación el 27 de abril de 2007 y se puso el pliego a disposición de los
interesados tres días después, el 30 (y los edictos en el boletín oficial local
se publicaron el 2 y 3 de mayo), pero la boleta de compra del pliego de Austral
Construcciones tiene fecha del 10 de abril. ¿Cómo
compraron un pliego que aún no estaba disponible?
-Los tiempos que se tomaba la
comisión evaluadora de ofertas para recomendar la adjudicación también fueron
propios del mundo de la magia, incluyendo un caso en el que sus integrantes fueron designados luego de que
presentaran el informe de evaluación. ¡Volver al futuro! Mirá algunos
ejemplos:
-La magia no ocurría, en cambio,
cuando el comitente era vialidad nacional (o sea, cuando no delegaba en el
organismo provincial). Mirá:
-Las modificaciones de obra
autorizadas implicaron para el Estado un
mayor gasto de $ 1.579.502.297,87 (entre el monto comprometido en el
pliego y el efectivamente pagado), un aumento del 19,76%.
-Más allá de los cambios de plazo
por modificaciones de obra, hubo prórrogas
adicionales en 30 de las 51 obras evaluadas (el 58%).
-Se otorgaron anticipos financieros no previstos en 34 de los
51 contratos (el 67%), pero no hubo correlato en que las obras
concluyeran antes o, al menos, en el tiempo previsto. De las obras que
recibieron adelantos, 26 (el 76,47%) no tuvo reducción de plazo de ejecución.
Es más, de ese mismo universo que recibió anticipo, 32 obras (el 94%) no solo
no se hizo más rápido, sino que consiguió ampliaciones de plazo. Más que magia,
¡joda!
-En 2010, Vialidad nacional creó
un mecanismo para agilizar los pagos en casos excepcionales (por ejemplo,
fuerza mayor), pero no se publicó ni se informó a las contratistas y se usó
casi con exclusividad para las empresas de Báez. Es el famoso procedimiento
que, según la evidencia, se hacía los viernes de manera automática e inmediata.
“El jefe venía y decía ‘hay que sacarlo ya porque hay que pagar ya’”, dijo una
testigo. Este mecanismo especial se usó
en 34 de las 51 obras que recibieron las firmas de Báez.
-Muchas empresas tenían juicios
por mora en los pagos. Báez no. Mirá el promedio de demora para pagarle a
Austral vs. al resto del mundo:
-En diciembre de 2015, con las
elecciones presidenciales ya definidas a favor de Mauricio Macri, el Grupo Austral no tenía deuda exigible con vialidad
nacional. Y eran los únicos entre las 30 principales empresas
contratistas. ¡Qué suertudos! Mirá lo que le pasaba a los demás:
-Sobre el
rol de Cristina Fernández de Kirchner en todo esto, más allá de lo que se
desprende del teléfono de López en torno al plan
que la fiscalía llamó “limpiar todo” y a las relaciones comerciales y
de amistad (que, seguramente, se seguirán discutiendo en Casación y en la Corte
Suprema), hay algunos datos incontrovertibles. Dejo dos.
-Uno: entre 2008 y 2015, Valle
Mitre (la gerenciadora de los hoteles de los Kirchner) recibió en
acreditaciones bancarias $ 70.949.170,95 de Austral, $ 786.227,75 de Kank
Costilla, $ 481.773,60 de Loscalzo y otras acreencias de firmas del grupo por un
total de $ 73.053.584,80. De hecho, el
95,7% del dinero que tenía en sus cuentas Valle Mitre en 2008 provenía de
Austral.
-Dos: en 2012 y 2013, casi todo
el dinero que le entró a Valle Mitre en su cuenta del Banco Nación de parte de
Austral se usó para pagarle a Néstor Kirchner, a Los Sauces y a Hotesur.
¿Alcanza con esto para sostener
la condena? ¿Son todas casualidades? ¿Es casual que, a días de que Kirchner
fuera coronado, su amigo monotributista se armó un imperio de la construcción,
ganó buena parte de las obras públicas viales en la provincia que el rey
gobernó durante mil años, le adjudicaron todo en cinco minutos, se llenó de
guita, le dieron anticipos, le pagaron antes que a todos y más de lo que decían
los pliegos que iban a pagar, le extendieron los plazos para cumplir y después
este mismo chango le dio buena parte de esa misma guita a un par de empresas
del rey?
Y yo qué sé, mi amigo. Como diría
Karina Olga, lo dejo a tu criterio. Yo lo único que te puedo decir es que en la
magia hace rato que no creo.
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