Contundente rechazo de los curas villeros a la despenalización del aborto…
En un documento, afirman que "no necesitamos más muertes" y
reclaman "propuestas de vida digna" combatiendo la pobreza.
Lamentaron la utilización de los sectores vulnerables como justificación para
avanzar en esta legislación. Los acompañan los dos nuevos “Obispos Villeros”
© Escrito por Sergio Rubin
el viernes 16/03/2018 y publicado por Valores Religiosos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fuente: VR
De modo contundente, los curas villeros salieron hoy a
rechazar la despenalización del aborto, al señalar que “no necesitamos más
muertes”, sino que “nuestros barrios necesitan propuestas de vida digna y una
sociedad que proteja al más débil” por lo que consideran que debería
“priorizarse”el combate a la pobreza.
En una declaración suscripta por más de treinta sacerdotes de asentamientos de la capital y el gran Buenos Aires –además de los dos curas villeros recientemente designados obispos y dos monjas villeras- refutan, además, a quienes apelan a la situación de precariedad de las embarazadas de escasos recursos.
“Algunos planteos de otros sectores sociales —creemos que este es uno de ellos— toman a los pobres como justificativo para sus argumentos. Se habla de la tasa de mortalidad por aborto de las mujeres de los barrios más pobres”, dicen.
Y agregan: “Lo primero que hay que hacer en nuestros barrios es luchar contra la pobreza con firme determinación y en esto el Estado tiene las mejores herramientas. Con casi un 30% de pobres —detrás de los cuales hay rostros e historias— hay discusiones que debieran priorizarse”.
Además critican al Poder Ejecutivo por haber “propuesto” de debate sobre la cuestión pese a que “no estaba en su plataforma electoral” y destacan que el Gobierno de Cristina Kirchner “no sólo no propició este debate, sino que incluyó a las mujeres embarazadas en la Asignación Universal por Hijo”.
"Eso es un gesto concreto de una política a favor de la vida", Subrayan.
Texto del Documento:
Texto del Documento:
1. El Poder Ejecutivo ha propuesto el debate acerca de la despenalización del aborto. Este tema no estaba en su plataforma electoral. El Ejecutivo anterior no solo no propició este debate, sino que incluyó a las mujeres embarazadas en la Asignación Universal por Hijo. Eso es un gesto concreto de una política pública a favor de la vida.
2. Nuestras opciones son por “la vida como viene”, sin grises. Especialmente la vida amenazada en cualquiera de sus formas. Por eso hemos hablado a favor de los inmigrantes, de la lucha por la justicia, de que nadie a raíz de la desnutrición tenga su futuro hipotecado, que nadie muera por enfermedades que podrían curarse, como por ejemplo la tuberculosis. Por eso estamos en contra del gatillo fácil. Por eso hemos apoyado las manifestaciones de “Ni una menos” contra los femicidios. Y a esta opción la confirmamos con acciones comunitarias concretas, que realizamos en nuestros barrios para que se viva bien, se viva con dignidad.
3. Como curas y religiosas desde las villas y barrios populares, nuestra experiencia de vecinos, fruto de una consagración, es la de haber aprendido de los villeros a amar y cuidar la vida. La cultura popular de estos barrios nos ha mostrado una manera real de optar por la vida. Muchas veces donde el Estado no llega, donde la sociedad mira para otro lado, la mujer sola o atravesada por la marginalidad encuentra en las redes de amor que se generan en nuestros barrios su ayuda y su esperanza, para ella y sus hijos.
4. En esta línea hay muchos ejemplos de mujeres que saben cuidar a los niños como si fueran sus propios hijos. Creemos que debería ser más sencillo el camino para adoptar un niño. Somos testigos de que muchos matrimonios de la villa fueron marginados de la posibilidad de adopción porque no tenían, por ejemplo, título de su vivienda.
5. Algunos planteos de otros sectores sociales —creemos que este es uno de ellos— toman a los pobres como justificativo para sus argumentos. Se habla de la tasa de mortalidad por aborto de las mujeres de los barrios más pobres. Lo primero que hay que hacer en nuestros barrios es luchar contra la pobreza con firme determinación y en esto el Estado tiene las mejores herramientas. Con casi un 30% de pobres —detrás de los cuales hay rostros e historias— hay discusiones que debieran priorizarse.
6. Muchas veces miramos a los países poderosos y “desarrollados” de nuestro mundo. En muchos de ellos está legislado el aborto. Y en muchos casos se descarta así a los niños que van a nacer con Síndrome de Down. ¡Cuánto nos enseñan estos niños a los que tenemos atrofiada la capacidad de amar! La lógica de los poderosos, de los fuertes, que deciden sobre los que menos posibilidades tienen, es la lógica dominante. Y esto también, de alguna manera, se traslada al tema de la niña o niño por nacer.
7. A lo largo de cincuenta años este equipo de sacerdotes de las villas, que se fue ramificando en otros lugares como la provincia de Buenos Aires, ha sido testigo de muchas propuestas de muerte. Han muerto catequistas, religiosos y sacerdotes por la dictadura. Por el tráfico de armas y de drogas continúan las muertes de adolescentes y jóvenes. No necesitamos agregar más muertes. Nuestros barrios necesitan propuestas de vida digna. Y una sociedad que proteja al más débil.
Que la Virgen de Luján, Madre del Pueblo, nos enseñe a cuidar de nuestra Patria, comenzando por los más frágiles.
P. José María Di Paola. Villa La Carcova,
13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín.
Mons. Gustavo
Carrara. Obispo auxiliar de la
arquidiócesis de Buenos Aires. Vicario para la Pastoral en Villas de la Ciudad
de Buenos Aires.
P. Juan Isasmendi,
P. Eduardo Casabal, P. Ignacio Bagattini. Villa 1-11-14. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Lorenzo de Vedia, P. Carlos Olivero, P. Gastón Colombres.
Villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Guillermo Torre,
P. José Luis Lozzia, P. Marco Espínola.
Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Domingo Rehin. Villa Lanzone. Villa Costa Esperanza. Diócesis de San
Martín.
Mons. Jorge García Cuerva. Obispo auxiliar de la diócesis de
Lomas de Zamora.
P. Basilicio Britez. Villa Palito. Diócesis de San Justo.
P. Nicolás
Angellotti. Puerta de Hierro, San
Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis de San Justo.
P. Sebastián Sury,
P. Damián Reynoso. Villa 15.
Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Rodrigo Valdez. Villa Playón de Chacarita. Arquidiócesis de Buenos
Aires.
P. Martín Carroza y
P. Sebastián Risso. Villa Cildañez.
Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Pedro Baya
Casal, P. Adrián Bennardis. Villa 3 y
del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Joaquín
Giangreco. Villa Trujuy. Diócesis
Merlo-Moreno.
P. Nibaldo Leal. Villa Hidalgo. Diócesis de San Martin.
Carlos Morena,
Mario Romanín, Alejandro León, Juan Carlos Romanín, Salesianos, Don Bosco.
Cecilia Lee, misionera franciscana. Bea GmiItrowicz, misionera franciscana, Villa Itatí.
P. Antonio Mario
Ghisaura. Villa Tranquila. Diócesis
Avellaneda- Lanús.
P. Alejandro Seijo. Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Andrés Tocalini. Villa los Piletones. Arquidiócesis de
Buenos Aires.
P. Dante Delia. Barrio la Loma de Roca. Diócesis de San
Isidro.
P. Franco Punturo. Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires.
P. Omar Mazza. Villa Inta. Arquidiócesis de Buenos Aires.
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