Gestión del Cambio. En 2018 no alcanzará con tecnología: la clave será el cambio cultural…
No solo Tech.
Si la tecnología no se acompaña con asimilación del cambio exponencial que
supone, se termina utilizando apenas 30% de la capacidad instalada. Foto:
CEOP Perfil
El retorno de la inversión (ROI) que ofrece la automatización de procesos
ronda el 15%, pero si se acompaña con la gestión del cambio que impone la
tecnología, el porcentaje se puede duplicar.
El desembarco de la “Revolución
industrial 4.0” ya es tema de agenda en la mayoría de las
organizaciones privadas y públicas.
Desde las empresas de taxis que utilizan aplicaciones (app) y GPS para
organizar la distribución de viajes de sus móviles, pasando por las grandes
distribuidoras de gaseosas y los bancos que incorporaron chat-bots para mejorar
la atención a clientes, o las automotrices que sumaron robots soldadores a sus
líneas de producción, hasta las áreas del Estado que digitalizaron procesos
para el cobro de servicios e impuestos… de uno u otro modo, todas están
atravesadas por el cambio exponencial que implica la tecnología, y la
inteligencia artificial (IA) en particular.
Según un informe de PwC, la IA impulsará un aumento de
14% del PBI global de aquí a 2030 (equivalente a US$ 15.700 millones
adicionales). A su vez, una
investigación de Accenture & Frontier Economics indica que en 2035 la
inteligencia artificial le aportará a la economía de la Argentina casi US$
59.000 millones de Valor Agregado Bruto (VAB), para un total de US$ 702.000 millones,
lo cual significará poder sostener un ciclo de crecimiento del 4%, como base. Y
esto no es algo que ocurrirá “allá afuera”; Córdoba ya es un potente ecosistema
creador de IA aplicada a múltiples industrias, con tecnológicas como Apex,
Dicsys o Intelydrone.
Sin duda, la automatización de procesos es un camino sin
retorno: aumenta la productividad, hace más eficientes los costos y ofrece un
retorno sobre su inversión (ROI) de al menos el 15%. Sin embargo, allí donde
radican sus bondades se esconden también sus vulnerabilidades: cuando sólo se
pone foco en la tecnología y no en los talentos, se usa 30% de la capacidad
tecnológica instalada, asegura una investigación realizada por ASUG (Grupo de
Usuarios de SAP Argentina).
De acuerdo a esta fuente, ocho de cada diez CIO`s (Chief
Information Officer) reconocen “resistencia cultural tras grandes
implementaciones” y 95% de ellos cree que es “muy importante” la gestión del
cambio cultural que debe acompañar al proceso.
Este tema será clave
en 2018 para las empresas que destinen inversión a este tema. En efecto,
deberán acelerar los resultados de su aplicación y su retorno para poder lidiar
con una economía de, todavía, bajo crecimiento (3,5%, en el mejor escenario).
Ahora bien ¿cómo hacer para acelerar
el ROI del proceso de automatización con la gestión del cambio que conlleva?
Cinco claves.
Perfil Córdoba recopiló cinco tendencias, en base a una investigación publicada por la
firma global Top Employers Institute (a partir de la certificación de los
procesos vividos por 1.200 compañías líderes en todo el mundo) y a las
“Tendencias 2018” identificadas por la empresa española Value Experience:
1. Reinvención. La gestión del
cambio será imprescindible para que las compañías puedan reinventarse. No se
entenderá solo como transformación tecnológica, sino, sobre todo, como un
cambio cultural que replanteará toda la manera de trabajar. La preocupación se
centrará en cómo el equipo es capaz de enfocarse en resultados; coordinar
tareas, roles y funciones; gestionar la incertidumbre; mejorar
procesos; resolver problemas e Innovar.
2. Colaborar será crítico. De la
gestión de personas se pasará a la gestión de equipos. Esto dará lugar a nuevas
formas de liderar: los sistemas jerárquicos y estáticos darán lugar a las redes
de equipos autogestionados, que pueden adaptarse a entornos en constante
cambio.
3. Comunicación horizontal. El 2018 será
también el año de la comunicación multidireccional en todos los ámbitos de la
gestión del talento. Esa comunicación deberá promover procesos de
aprendizaje, escalabilidad del desempeño, creación de ambientes creativos
y disruptores. Saber escuchar y crear conversaciones con valor agregado marcará
la diferencia.
4. Estrategias de retención. La propuesta
de valor al empleado (EVP en sus siglas en inglés) será más estratégica para
así retener talentos y reducir la rotación. En un contexto de
consolidación de la generación millennials (con sus demandas de flexibilidad en
los estilos de trabajo) será prioritario ofrecerles una EVP personalizada:
opciones para tele-trabajo, becas de capacitación, espacios para intrapreneurs
(emprendedores al interior de la empresa que innovan por iniciativa propia),
etc.
5. Planificación de carrera. Será una
de las principales prioridades de Recursos Humanos, no solo para los puestos
clave, sino para toda la organización. Se promoverá la movilidad vertical, y
también la horizontal y multifuncional, impulsando que los propios
profesionales tomen las riendas de su desarrollo de carrera. Será muy valorado
el “líder coach”, que estimula el crecimiento de su equipo.
¿Y… Los Salarios?
Dada la realidad macroeconómica del país,
se anticipan estas tendencias:
-Paritarias al 17%. Las expectativas inflacionarias del sector privado están en 16,6% para el
año que viene, por lo que se espera que las paritarias cierren en torno a ese
porcentaje. El BCRA sigue con la meta de entre el 8% y el 12%. El Presupuesto
Nacional prevé un 15,7%.
-Remuneraciones
consolidadas. Durante 2018, también se verá una
creciente tendencia a la “retribución integrada”. Esta propuesta incluye
elementos retributivos tradicionales como el salario, más la monetización de
los beneficios extra que ofrecen las empresas, la inversión en formación e
incentivos a largo plazo.
-Incrementos por
productividad. Más allá de los ajustes por
inflación, se consolidará la tendencia de entregar aumentos atados al
crecimiento de la productividad.
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