Gracias Pichetto, no
te hubieras molestado…
El costo de las Lebac
duplica el monto de la poda de jubilaciones. La nueva fórmula de movilidad es
peor que la versión inicial del Gobierno. La modificación de la movilidad le
permitirá a la Anses desembolsar 100 mil millones de pesos menos en
jubilaciones. El Banco Central emite deuda con Lebac que devengará intereses
por un total de 210 mil millones de pesos en este año.
© Escrito por Alfredo Zaiat (alfredozaiat@gmail.com) el
Domingo 26/11/1950 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
El
stock de Lebac es de 1,2 billones de pesos. Es deuda emitida por el Banco
Central que devengará intereses por un total de 210 mil millones de pesos en
este año. Es una suma extraordinaria que alimenta lo que se denomina déficit
cuasi fiscal. Este espacio de especulación entregado al mercado financiero por
el titular del Central, Federico Sturzenegger, es atendido con recursos
públicos y está fuera del radar del ajuste que el gobierno quiere que sea
aprobado en el Congreso. Ese recorte no alcanza al mundo de las finanzas. La
mira fue dirigida hacia el sistema previsional y de seguridad social. El
objetivo que planteó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, es “ahorrar”
unos 100 mil millones de pesos, disminuyendo las jubilaciones y las
asignaciones (familiares y la AUH). Para conseguirlo, el gobierno presentó un
proyecto de ley para modificar la fórmula de movilidad de las jubilaciones que
significa una fuerte poda en el haber, que luego fue retocada por iniciativa
del senador Miguel Angel Pichetto, cuyo resultado es también una fuerte poda en
el haber. Este aporte para facilitar la aprobación del proyecto ha sido tan
entusiasta que el saldo puede ser peor para los jubilados que la versión
oficial.
La
relación entre el monto del déficit generado por las Lebac y la reducción del
dinero que la Anses destinará a pagar jubilaciones sirve como referencia para
exhibir la escala de prioridades en la gestión del gobierno de Cambiemos. No
significa que si se dejase de pagar tantos intereses de Lebac ese dinero podría
ir a los bolsillos de los jubilados. Esta comparación sólo deja al descubierto
que en la obsesión por el ajuste de las cuentas fiscales, el gobierno eligió
arremeter contra los jubilados y cuidar los privilegios del mundo de las
finanzas.
Fórmula Pichetto
El
ministro de Trabajo, Jorge Triaca, tardó apenas 15 minutos en aceptar la
fórmula Pichetto, luego que el senador facilitador de la tarea del gobierno en
la Cámara Alta hiciera un discurso muy crítico de la propuesta oficial que
modifica la actualización de las jubilaciones. Fue la puesta en escena para
permitir la inmediata adhesión del gobierno, que el ministro Dujovne agradece.
Con el esquema del 70 por ciento de evolución de la tasa de inflación y el 30
por ciento de variación del salario formal privado (RIPTE), el “ahorro”
previsional puede ser mayor al presupuestado por Hacienda. Si es más elevado,
significa que los jubilados recibirán un ingreso aún más recortado.
En
el suplemento económico Cash de esta edición, el especialista en materia
previsional Miguel Angel Fernández Pastor ofrece un par de datos que demuele la
fórmula Pichetto: en los 21 primeros meses del gobierno de Macri, el RIPTE
creció 59,08 por ciento, mientras que la inflación lo hizo en 71,3 por ciento.
Unos simples cálculos revelan que la muy desfavorable versión oficial para los
jubilados es mejor que la fórmula Pichetto:
La
propuesta del gobierno era un ajuste trimestral por inflación y un
insignificante aporte adicional del 5 por ciento del PIB real en junio de cada
año. En el acumulado de esos 21 meses, el aumento hubiera acumulado 71,3 por
ciento más 0,15 por ciento (el 5 por ciento de la variación del PIB del 3 por
ciento: 0,15 por ciento. Las caídas de PIB no se calcularían, según la versión
oficial, entonces el retroceso de 2016 no contaría). El saldo sería 71,45 por
ciento.
Con
el esquema de actualización Pichetto para ese período, el aumento hubiera sido
67,63 por ciento. Casi cuatro puntos porcentuales menos que la versión inicial.
El
70/30 perjudica a los jubilados, más en un gobierno conservador como el de
Cambiemos que tiene como objetivo explícito que el salario suba menos que la
inflación. Para las paritarias 2018 ya envió el mensaje a través de medios
oficialistas de que pretende un alza del 10 por ciento, variación que se ubica
por debajo de la estimación de inflación.
Esta
es la fórmula que la mayoría de los gobernadores avalaron en el dictamen en el
Senado, conversado en apenas cuatro horas sin abrir el espacio a la consulta de
especialistas. La comparación con un solo trimestre entre una y otra fórmula de
rebaja de las jubilaciones, además de que entrega una diferencia
insignificante, no es correcta. En un período más prolongado, como el
mencionado arriba, el saldo del nuevo acuerdo es más desfavorable para el
jubilado.
El
pacto además avala que se aplique la actualización con seis meses de retraso,
pues el ajuste de marzo del año próximo será con la inflación del trimestre
julio-septiembre de este año. Es otra disposición que perjudica a los jubilados
puesto que la nueva fórmula sería retroactiva. La presente movilidad se devenga
en el semestre julio-diciembre, lo que implica que a esta altura esta casi
completa, pero en el proyecto de ley se la descarta para que en marzo de 2018
se utilice la nueva. Esto implica que en lugar de un aumento de las
jubilaciones del 12 al 13 por ciento, el ajuste sería de 5,2 por ciento (con la
versión oficial) o de 5,7 por ciento (con la fórmula Pichetto).
Las
jubilaciones perderían así unos 7 puntos porcentuales, deteriorando su poder
adquisitivo y brindando el “ahorro” previsional que el gobierno busca. Al haber
mínimo de 7246 pesos se le podaría 455 pesos del aumento. Como precisó David
Cufré en el Panorama Económico en la edición de ayer de este diario, la
jubilación mínima quedaría en 7660 pesos en lugar de los 8115 pesos que hubieran
correspondido.
Bicicleta
Mientras
en el Congreso empezó el debate del proyecto oficial para recortar jubilaciones
y asignaciones (familiares y AUH), la bicicleta financiera sigue rodando a
velocidad. El viernes la paridad cambiaria terminó la semana con una caída de
diez centavos, para ubicarse en 17,69 pesos, el mismo nivel que hace dos meses.
Ese retroceso fue explicado por operadores de la city por el ingreso de dólares
a la plaza local para aprovechar las muy elevadas tasas de interés que regala
el Banco Central con las Lebac.
El
último reporte del balance cambiario del Banco Central indica que las
inversiones de cartera de no residentes (capitales extranjeros especulativos)
sumaron en forma neta 420 millones de dólares en octubre pasado, siendo uno de
los meses de más ingresos del año. Esos fondos fueron destinados a colocaciones
en pesos, detalló la entidad monetaria, para aprovechar la renta que ofrece la
tasa de interés en moneda local. La consultora macrista Elypsis calculó que el
inversor que canjeó dólares por pesos en enero de 2016 y fue renovando ese
capital en Lebac hoy tiene acumulado una ganancia en dólares del 17 por ciento.
Es una rentabilidad extraordinaria de la bicicleta de las Lebac. Como ilustra
la prensa internacional, Argentina se ha convertido en un paraíso financiero
para el capital especulativo.
La
emisión de esos títulos de deuda en pesos de cortísimo plazo es utilizada por
el Banco Central con el doble propósito de desalentar la compra de dólares al
tiempo de retirar pesos del mercado con el esquivo objetivo de bajar la
inflación. No consigue ni uno ni otro objetivo. Pero igual sigue con esa
política seduciendo a los inversores con tasas de interés elevadas, que
tuvieron su pico del 38 por ciento en marzo de 2016 y hoy se ubican casi en el
30 por ciento anual. Esas tasas han invitado a inversores extranjeros a
participar del negocio que se denomina currency carry trade sobre el peso
argentino: ingresar dólares a la plaza local, luego venderlos y con los pesos
obtenidos comprar Lebac, para que en un plazo determinado recomprar más dólares
con el capital e intereses de esa inversión en pesos.
Esta
estrategia monetaria y cambiaria que recibe críticas de economistas de
diferentes vertientes ideológicas tiene un costo altísimo para las cuentas
públicas, en este caso las del Banco Central. Desde diciembre de 2015, la deuda
con Lebac aumentó 245 por ciento y devengó intereses por más de 310 mil
millones de pesos. Sólo en este año sumarán 210 mil millones de pesos. Esta
cifra más que duplica el monto que el gobierno quiera “ahorrar” en el sistema
previsional recortando aumentos de las jubilaciones.
Trabajadores
Sin
tocar las ganancias privilegiadas del mundo de las finanzas, la administración
Cambiemos arrastra del cuello a un grupo de gobernadores para impulsar una
reforma que no sólo castiga a los jubilados, sino que avanza sobre derechos
previsionales de trabajadores activos. Instala la suba de la edad de
jubilación, para hombres y mujeres, en los 70 años, y pretende disminuir el cálculo
del haber inicial del futuro jubilado.
Fernández
Pastor indica que en el artículo segundo del proyecto de ley se establece que
los salarios con que se efectúa el promedio de ingresos del que surgirá el
haber inicial de los futuros jubilados ya no se efectuará por la fórmula de
movilidad, sino por el índice combinado aplicado para la actualización de las
sentencias en la Ley de Reparación Histórica (inciso b, artículo 5 ley 27.260)
que, como es reconocido por el propio gobierno, implica una quita muy
importante. El especialista previsional señala que en el mencionado artículo se
especifica que la actualización de los salarios se efectuará por el índice de
Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE). ¿Qué
significa esto? Si los salarios disminuyen, los trabajadores que quieran
jubilarse tendrán un haber inicial más bajo del que surgiría aplicando la ley
de movilidad. En base a la evolución de la inflación y el RIPTE desde diciembre
de 2015, cifras detalladas arriba, hoy la pérdida acumulada es de 12,22 puntos
porcentuales en apenas dos años.
Modificar
la movilidad jubilatoria para atarla a la evolución de la inflación, disminuir
la tasa de sustitución (la relación entre el último salario del trabajador con
el haber inicial como jubilado) y elevar la edad jubilatoria son las
recomendaciones del FMI al gobierno argentino, incluidas en el informe de
noviembre de 2016, y que pasaron a formar parte de la reforma previsional.
No
deja de ser notable como la Alianza Cambiemos decidió empeorar la calidad de
vida de los jubilados, con el aval de gobernadores, siendo que se trata de su
núcleo electoral más intenso. La apuesta oficial es que el cambio de clima
político les permita naturalizar la reducción de las jubilaciones hasta pensar
que no tiene costos afirmar que son muy elevadas, mientras le sigue ofreciendo
al mercado financiero la rentable fiesta especulativa de las Lebac.
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