sábado, 22 de abril de 2017

Honda PCX 150... Resumen Autoblog... @dealgunamanera...

Crítica: Honda PCX 150…



En mi cabeza tengo divididas a las motos en tres categorías principales, según el uso para el que fueron pensadas: deportivas, experiencia y urbanas. Obviamente entre estos grupos hay intersecciones, pero así es como tengo armado el mapa de las dos ruedas en mi cerebro.

© Escrito por Matías Albín el miércoles 16/10/2016 y publicado por Autoblog de la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos: Miss Karma.

En el primer grupo van las motos que son para usar en la pista, tanto las de velocidad como las que son para enduro y motocross. Motos pensadas para aquellos que necesitan constantemente la adrenalina de meterse en un circuito y andar a toda velocidad, o estar gran parte del tiempo en el aire.

En el grupo de las motos experiencia van todas aquellas cuyo objetivo principal es brindar esa sensación recreativa única, de paseo, de salida en grupo, de viaje inolvidable.

Este grupo lo conforman las touring, adventure, scramblers, naked, café racer, chopper, trail, cruiser, etc. Todas pensadas para fines distintos, pero bajo el mismo objetivo-paraguas que tiene que ver con la escapada. Así sea a comer una hamburguesa a 20 cuadras de tu casa, una salida con amigos los sábados o encarar la ruta y hacer un viaje épico, al otro lado del mundo.

Y en el tercer grupo, que nos tiene acá reunidos, es el de las motos urbanas, donde están los típicos ciclomotores que se usan para trabajo o transporte delivery y los scooters. Máquinas pensadas para escurrirse por el tránsito urbano, o dirigirse al trabajo en la menor cantidad de tiempo y con el costo más bajo posible.

A mi juicio, en lo que a soluciones de movilidad urbana respecta, el scooter es la combinación más apropiada. Son ágiles, muy cómodos, fáciles de manejar y generalmente cuentan con muchísimo espacio de guardado.

Por eso, esta semana le tocó el turno al flamante scooter de Honda PCX 150 (75.500 pesos). Ensamblado en Campana con kits importados desde Tailandia, lo probamos durante una semana para movernos por la cada vez más complicada ciudad de Buenos Aires -y sus alrededores-. La crítica completa se reproduce a continuación.

DESDE ABAJO

Por donde se lo mire, se trata netamente de un scooter. Es decir, un monopatín sobre ruedas al que se le agrega un asiento, para que el conductor pueda ir cómodamente sentado. A diferencia de su hermana menor, la Elite, esta PCX tiene el tanque de nafta adelantado y no debajo del asiento. Esto hace que la zona de apoyo para los pies no sea totalmente plana, sino que esté dividida por el depósito de combustible.

De esta manera, se logró un baúl muchísimo más grande, donde cabe perfectamente un casco -tipo abierto- y una muda de ropa, la computadora o algunas carpetas. El asiento, en dos niveles, es bien grande y pueden viajar cómodamente dos personas. El acompañante tiene dos buenos pedalines rebatibles, para apoyarse, y una gran asa que da toda la vuelta, para sujetarse bien.

De la moto, estéticamente, lo que más llama la atención es el gran carenado, bien aerodinámico, que va de punta a punta -en este caso, blanco perlado- y que parece ser una sola pieza. También se destaca el conjunto de luces 100% led, principalmente la luz diurna delantera, que quizás es la que brinda el toque más moderno a un diseño de scooter bastante clásico. Y no olvidemos al manillar cromado, de excelente calidad.

Las ruedas tienen buen tamaño, con sus llantas de aleación de 14 pulgadas.

DESDE ARRIBA

Posición clásica de scooter: espalda bien erguida, brazos relajados y los pies apoyados al mejor estilo sillón de barbería -ahora que están de moda, nuevamente-. El asiento es súper cómodo para cualquier persona que esté por debajo del metro noventa. A mí me coincidía el lugar de apoyo con el cambio de altura del asiento. Nada a lo que no pueda acostumbrarme, pero le faltaron cinco centímetros para ser perfecto.

Los espejos quedan muy por debajo de la vista del conductor, al menos en mi caso, y a pesar de ser cortitos se pueden mover en todas las direcciones, para acomodarlos a pilotos de todas las estaturas. Una vez regulados, cumplen muy bien su función y con una oteada rápida se puede observar bien lo que sucede atrás.

La primera impresión que tuve al subirme a la PCX tiene que ver con la calidad general de construcción de la moto. Todo lo que toqué transmitía la sensación de estar bien hecho y con buenos materiales, más allá de que pueda gustar o no. Los puños, las manetas, el manillar, el tablero, el asiento, los cerramientos. Y no es para menos, desde el arranque la moto tenía que empezar a justificar el precio.
El tablero resultó un tanto aburrido, a mi gusto, pero con la información necesaria: un gran velocímetro central con una pequeña pantalla digital en el centro que indica la hora, el nivel de combustible, odómetro total, parcial y consumo promedio y a cada lado de este los testigos de las luces de giro bien grandes -para no olvidárselos puestos-, de la luz alta, alerta de temperatura, falla del motor, idle stop activado y presencia de la llave.

Y, por último, dos de los chiches con los que cuenta esta Honda PCX 150: de un lado un gran espacio guardaobjetos -aunque de boca chica y difícil de acceder con los guantes puestos- en el que se encuentra una toma de 12v (muy útil para recargar el teléfono), y del otro lado una perilla selectora con la que, estando la llave presente, se puede bloquear el manillar, abrir el tanque de combustible y el asiento en forma remota y poner la moto en contacto para darle arranque.

MOTOR Y TRANSMISIÓN

El motor es un monocilíndrico de 149,3 cc, cuatro tiempos, dos válvulas, árbol de levas a la cabeza y refrigeración líquida. Está alimentado por inyección electrónica y cuenta con sistema Start&Stop (Idle Stop, según Honda), que detiene el motor cuando la moto está frenada, por ejemplo, en un semáforo. Entrega 13,5 caballos de potencia a 8500 rpm y un torque máximo de 13,1 Nm a 5500 rpm.

La transmisión es mediante correa, del tipo CVT, con embrague centrífugo en la polea y variador en la rueda.

COMPORTAMIENTO

Después de haberme movido por la ciudad en forma ininterrumpida, con sol y con lluvia, durante una semana arriba de esta Honda PCX, tengo un montón de cosas para destacar y muy pocas para achacarle. Empecemos por esto último.

El andar es muy agradable y se percibe una sensación de solidez importante. Incluso cuando se circula por los empedrados, la moto no hace un sólo ruido. Pero hay que tener bastante cuidado cuando se pasan badenes, lomos de burro o pasos a nivel, porque la suspensión trasera es muy corta y la moto golpea feo.

El parabrisas podría ser más alto, sobre todo porque este bichito levanta bastante velocidad. Se agradecería que sea más funcional y menos decorativo.

También me molestó mucho la posición de la bocina, que está donde se encuentra habitualmente el control de las luces de giro (en el 95% de las motos y el 98% de las Honda). Debería ser una convención mundial la posición de algunos comandos.

Pasemos a las buenas. El sistema de frenos tiene una particularidad llamada Combi Brake System. El freno delantero, (a disco) funciona de manera individual mediante la maneta derecha, pero cuando se utiliza el freno trasero también se ejerce presión sobre un circuito hidráulico secundario, que acciona el freno delantero para un mejor agarre, estabilidad y una frenada más segura. Apretando bastante fuerte el freno se logran buenas detenciones, sin riesgo de bloqueos.

Una semana arriba de esta PCX 150 me dejaron varias impresiones muy positivas, empezando por el motor. Es bien silencioso y desde el arranque casi no se percibe que la moto está en marcha. El sistema idle stop funciona de maravillas. De hecho, lo dejé activado toda la semana. Unos segundos después de que la moto se detiene por completo, el motor gira hasta una posición en la que queda listo para retomar su marcha con solo un chispazo. Y, cuando se acelera para retomar, la marcha lo hace en forma inmediata. Mejor que muchos autos con Start&Stop.

Entre el motor y la transmisión se las ingenian para que este scooter salga disparado en cada semáforo, dejando a varias motos más grandes haciéndose preguntas. Sobre todo porque, hasta hace un segundo, tenías el motor apagado.

Llama la atención la facilidad con la que llega a una buena velocidad. Y, gracias al bajísimo centro de gravedad, es muy simple moverla para todos lados. Además el manillar tiene sobrado ángulo de giro. Cuando el tránsito está detenido, es de gran ayuda para seguir avanzando entre los autos.

Falta hablar del consumo. La computadora arrojó una autonomía de 37,7 kilometros por litro de combustible. O, lo que es lo mismo, 2,65 litros de consumo cada 100 kilómetros.

No sé que tan precisa será la compu en medir el flujo de combustible, pero sí les puedo decir que luego de una semana y más de 300 kilómetros recorridos, cuando fui a llenar el tanque para devolver la unidad todavía le quedaba algo de nafta en el tanque. Una semana de acá para allá por 150 pesos. Nada mal.

CONCLUSIÓN

Cuando publicamos las notas de lanzamiento de la PCX 150 y de ingreso al garage de Autoblog, la gran mayoría de los comentarios de los lectores se enfocaron en una sola cosa: su precio. Son 75.500 pesos.

“Que pase el que sigue”, “están locos”, “nos quieren vender espejitos de colores”, “a robar a los caminos”, fueron algunas de las reacciones que tuvieron nuestros lectores.

No voy a decir que el precio es barato. De hecho, es elevado y para pocos. No por nada Honda habla de un “scooter premium”Pero me gustaría poner las cosas en contexto.

Esta semana me puse a buscar unos datos en la internet y pude encontrar algunos datos no menores sobre el costo de esta moto. Al 12 de octubre de 2016, Honda llevaba importados de Tailandia unos 730 kits de la PCX 150, para ser ensamblados en la planta de Campana.

En promedio -no todas las importaciones tributaron igual, algunas pagaron IVA adicional del 20%- cada unidad puesta en Argentina tuvo un costo de 3.162,71 dólares, que al cambio actual rondan los 48.700 pesos. A esto hay que sumarles todos los costos que siguen desde el puerto de Campana hasta que el producto llega, ya ensamblado, a los concesionarios. Es una lista grande, no me voy a poner a detallarlos.

Con esto apunto a que sí, efectivamente, el precio es alto. Pero no es disparatado si se toma en cuenta el costo inicial del que se parte con las piezas que llegan desde Asia. No es que la marca y sus concesionarios estén trabajando con márgenes extraordinarios.
Si damos vuelta la página, cuando buscamos en el abanico de competidores, para encontrar un equipamiento similar hay que subir la cilindrada hasta 250 ccgatillar casi 35 mil pesos más para subirse a una Daelim S3. Para comprar una SYM Joyride 200i hay que desembolsar cinco lucas más, tiene un poco más de potencia y una garantía más extensa, pero no ofrece ni de cerca el equipamiento de esta PCX 150.

Lo mismo sucede con varios modelos que están dando vueltas por encima o debajo del precio de la Honda: mayor cilindrada y potencia, pero sin la tecnología y el equipamiento de la PCX. Y, cuando tengamos la oportunidad de probarlas, también habrá que ver su calidad de construcción.

Entonces, si quienes quieren comprar un scooter se deciden por Honda -por el motivo que sea-, ya cuentan con la opción más económica de la Elite 125 (47.000 pesos). Ahora, si en la búsqueda ingresás en la ecuación el equipamiento, la mecánica, el tamaño de las ruedas, el bajísimo consumo, el espacio de guardado y la calidad de construcción, vas a llegar a la misma conclusión que yo: el precio a pagar no es tan tirado de los pelos.

¿Es un valor alto? Sí. Pero, libra por libra, me atrevo a decir que es más valiosa que otras.
Los días de mucho viento y lluvias interminables no pudieron opacar el uso que le dimos a la PCX.

El vehículo más barato del mercado con “ESP”… de Enhanced Smart Power.

Combi Brake System. Al utilizar el freno trasero, también aplica fuerza de frenado a la rueda delantera. No es un ABS, pero aporta mucha seguridad.

Otro factor de diferenciación: luces de emergencia y sistema Start&Stop. Quienes no deseen este último, lo pueden desactivar.

El scooter tiene mucho equipamiento. Viene con pie lateral y caballete. Si el primero está bajo, no se puede arrancar la moto.

La llave es presencial -también tiene alarma con inmovilizador- y el arranque, las aperturas remotas y el bloqueo de manillar se manejan desde acá. 

Todas las luces de la PCX son led. La batería, agradecida. La estética, también.

Así podés cargar el celular. La guantera es de boca chica, pero cabedora. Es como la Meriva de López. Y cierra herméticamente, para que no se te mojen los bill… el celular.

Gran asiento en doble altura. Si se pudiera correr cinco centímetros para atrás sería perfecto, para todas las estaturas de pilotos.

Y debajo hay lugar de sobra. Entra bien un casco y hasta podés prescindir de una mochila, o guardarla acá adentro.

Está fabricada con materiales muy buenos, por donde se la mire. Encontré algunos detractores de este manillar cromado, pero todos elogiaron su calidad.

Piezas de gran robustez, como estos pedalines nivel luchador de Sumo. Son muchos los lugares donde se puede comprender de alguna manera el por qué de su alto precio.

El tablero súper simple, pero muy completo. El consumo es bajísimo. Así estaba el tanque de combustible antes de llenarlo, para devolver la unidad después de más de 300 kilómetros.

Es fácil distinguirla cuando viene de frente, por la forma de su luz diurna.

Ensamblada en la Argentina. Las primeras unidades comenzaron a llegar a los concesionarios hace algunas semanas.

La Honda PCX 150 brinda la posibilidad de recorrer varios rincones de la ciudad de manera muy silenciosa.

Llega con rapidez a lugares donde otros vehículos no pueden hacerlo.

No fueron los mejores días para circular por las calles de Buenos Aires.

Pero los neumáticos Dunlop ayudaron mucho para movernos con confianza sobre el piso mojado.

El carenado cubre bien al conductor. No nos ensuciamos ni un poquito.

Ensamblado en Campana con kits importados desde Tailandia.


FICHA TÉCNICA

Modelo probado: Honda PCX 150
Origen: Argentina
Precio: 76.200 pesos (U$S 4.700 Aprox.)
Garantía: Un año o 12.000 kilómetros
Comercializa: Honda Argentina (
motos.honda.com.ar)

MOTOR
Tipo: monocilíndrico, 4 tiempos, OHC, 2 válvulas, inyección electrónica, refrigerado por líquido.
Cilindrada: 149,32 cc
Potencia: 13,5 cv a 8.500 rpm
Torque: 13,1 Nm a 5.500 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: Por correa
Caja: Tipo CVT, con variador y embrague centrífugo

CHASIS
Suspensión delantera: Horquilla telescópica 89mm
Suspensión trasera: Basculante con doble amortiguador hidráulico y resorte helicoidal 114mm
Frenos delanteros: disco con circuito hidráulico de 220mm
Frenos traseros: Tambor, con sistema CBS para accionamiento del freno delantero
Neumáticos: 90/90 – 14 M/C 46P adelante y 100 / 90 – 14 M/C 57P atrás.

MEDIDAS
Dimensiones: Largo 1.931 mm x ancho 737 mm x alto 1.103 mm
Distancia entre ejes: 1.315mm
Altura del asiento: 761mm

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 118 km/h
Consumo medio: 2,65 l/100km
Capacidad del tanque de combustible: 8 litros
Peso en seco: 124 kilos

EQUIPAMIENTO

Transmisión V-Matic
Luces 100% led
Luces de emergencia
Cargador de 12v
Sistema de Freno Combi Brake
Apertura remota de asiento y tanque de combustible
Llave presencial con mando a distancia
Alarma con inmovilizador
Velocímetro
Display digital central multifunción
Apoyo lateral
Caballete
Sistema Idle Stop
Kit de herramientas
Arranque eléctrico



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