Muere Simón Peres, el último líder 'histórico' de
Israel…
El cerebro de Simón Peres, la parte
más elogiada y activa de su cuerpo, ha sido finalmente su talón de Aquiles. El
que fuera presidente, jefe de Gobierno, titular de todos los ministerios
posibles y líder laborista de Israel ha fallecido
esta madrugada a los 93 años tras padecer un
masivo derrame cerebral hace dos semanas.
© Escrito
por Sal Emergui el miércoles 28/09/2016 y publicado por el Diario El Mundo de
la Ciudad de Madrid, España.
Su hijo Jemi ha sido el encargado de
anunciar su muerte recordando sus más de 70 años en el servicio público:
"Nos despedimos hoy con gran dolor de nuestro querido padre, el noveno
presidente de Israel, Shimón Peres. Nuestro padre era uno de los fundadores de
Israel, sirvió a
su pueblo con lealtad antes de la creación del Estado y una vez creado desde su
primer momento hasta el último". Su doctor personal y yerno, Rafi Valden, ha
agradecido las muestras de apoyo de todo el pueblo israelí y de dirigentes
mundiales revelando emocionado la llamada telefónica del presidente
estadounidense, Barak Obama.
El Premio Nobel de la
Paz (1994) -junto a Isaac Rabin y el líder palestino, Yasir Arafat por los
Acuerdos de Oslo- fue diputado
durante más de 40 años así
como miembro de doce gobiernos (dos de ellos como primer ministro).
Resumir la vida de Peres
es recorrer la historia del país que ayudó a construir desde sus inicios. El
joven pastor de ovejas que soñaba ser poeta será enterrado como uno de los estadistas más
importantes de Israel. Su mejor embajador en el mundo.
"El deterioro de su situación ha sido
dramático y esta
vez parece que no habrá milagro", informaba anoche uno de
los numerosos periodistas locales enviados al Hospital Tel Hashomer, cerca de
Tel Aviv, haciendo alusión a la longevidad y férrea salud del considerado
último líder "histórico" israelí.
Desde el pasado 13 de
septiembre, Peres se
encontraba en coma inducido y bajo respiración artificial. El
anuncio de una cierta mejora alimentó esperanzas pero la profundidad del daño
cerebral y la avanzada edad han colapsado todos sus sistemas convirtiendo su
última batalla en estéril.
"Ha luchado de forma heroica hasta la
última gota de sangre", nos dice
uno de sus allegados que, junto a la familia, fue llamado esta tarde de
urgencia al hospital para despedirse. "Le hemos prometido preservar su
enorme legado", dicen en su entorno.
Al frente del Centro
Peres por la Paz- creado para fomentar la convivencia entre judíos y árabes- el
nonagenario dirigente trabajó hasta el último momento.
Horas antes de ser
hospitalizado, grabó
un clip en Facebook para alentar la compra de productos israelíes y dio una charla a jóvenes
emprendedores. Con 'selfie' incluido ya que para todos los israelíes-más allá
de las diferencias ideológicas- Peres era un monumento histórico.
Dirigentes, artistas, empresarios,
deportistas, periodistas, escritores, jerarcas religiosos judíos, musulmanes y
cristianos, comparten el lamento en los micrófonos y las redes sociales.
El presidente Reuven Rivlin,
el primer ministro Benjamín Netanyahu y el líder laborista Isaac
Herzog se
despiden con emocionadas palabras al tiempo que numerosos dirigentes mundiales
envían mensajes de condolencia y admiración por el viejo "Shimon".
"¿Descansar?
¿Vacaciones? Me aburriría ¿Para qué? Yo no puedo vivir sin trabajary
hacer posible mi visión de futuro. No me gusta perder tiempo", respondía a
este periodista en una entrevista en sus últimos días como noveno presidente de
Israel. Si algo destacaba en sus entrevistas-más allá del factor tiempo y
espacio de las mismas- era que hablaba con igual pasión racional de la
nanotecnología, la investigación del cerebro o la necesidad de entenderse con
los vecinos árabes. Sobre todo con los palestinos.
'He recibido más
de lo que merecía'
El laborista ha 'decepcionado' a los que pensaban que era inmortal.
Un mes después de soplar 93 velas, se despide el hombre que mejor sabía juntar
palabras en los funerales de los principales políticos, empresarios y artistas.
Esta vez no habrá un Peres que se ocupe de enlazar brillantes frases y viejos
recuerdos del ausente.
"Nunca he
pensado en la muerte. Soy consciente y no me quejo de que toda persona tiene un
final. Cuando muera, estaré agradecido porque he recibido más de lo que
merecía", dijo hace unos años al diario Maariv.
Nacido como
Szymon Persky en 1923 en la localidad polaca de Wieniawie-hoy Bielorrusia-
tenía un abuelo rabino, Tzví Meltzer, que fue asesinado por los nazis en el
Holocausto. Como muchos familiares suyos.
El ideal
sionista le llevó a su 'tierra prometida' en 1934 entonces bajo el mandato
británico. Tres años antes lo había hecho su padre. Tras vivir y estudiar en un
internado agrícola, Peres se casó con Sonia. La educada y silenciosa muchacha
tenía otros planes pero se dio cuenta que su 'Shimon' no iba a dedicarse al
campo o a la literatura sino al movimiento político y social judío para la
creación de Israel en el 48.
Los más
veteranos le recuerdan aún como el joven y anónimo escudero del fundador del
país, David Ben Gurión. Peres se ganó al "viejo" cuando se convirtió
en el artífice del envío de armas y tecnología por parte de Francia. A los 29
años fue nombrado director general del ministerio de Defensa.
Otros le
recuerdan como el arquitecto de la central nuclear de Dimona y el impulsor de
la hoy potente industria aeronáutica. Los más jóvenes como la estrella israelí
que recibe elogios y abrazos de Barak Obama, Mijail Gorbachev,
el Papa, Robert De Niro, Sharon Stone o Bono.
Promotor del
proceso de paz
En los 70 y 80
fue uno de los padres de la construcción de asentamientos en los territorios
ocupados por Israel en la Guerra de los Seis Días (1967). Un dato que la izquierda
más militante solía recordarle. Un diputado árabe israelí dijo hace dos semanas
que Peres será recordado como "criminal de guerra" por su responsabilidad en operaciones militares en sur del Líbano y
Cisjordania. Sus palabras provocaron la condena generalizada israelí
y del sector árabe en particular.
Para muchos,
como su amigo el rais palestino, Abu Mazen, Peres era el hombre que en las últimas dos décadas promovió el proceso de paz.
La derecha no le perdonó los Acuerdos de Oslo firmados con Arafat ni la
retirada de la Franja de Gaza (2005) aplicada por Ariel Sharon con el que se
unió en el nuevo partido centrista Kadima.
Pero sus siete
años como presidente desde el 2007 le reconciliaron con amplios sectores de la
sociedad y potenciaron aún más su proyección internacional. Hasta ese año,
Peres era más querido fuera del país.
Peres fue el 'loser' de la política israelí ya sea en
sus derrotas internas en el laborismo ante Rabin o en elecciones generales como
la del 77 ante Menajem Beguin o las del 96 en la que se durmió como jefe de
Gobierno y se despertó sorprendido con escasos votos menos que el joven
Netanyahu. 20 años después, intentaba contener su malestar hacia las políticas
del dirigente conservador. Le criticaba en especial en todo lo relacionado con
el estancamiento del proceso de paz pero no con la dureza de otros políticos.
Quizá porque no era un político más. Era Peres.
"¡No
podemos con su ritmo!", nos confesó uno de sus jóvenes guardaespaldas sobre el
veterano líder que alternaba sin pausa discursos, giras, reuniones,
conferencias internacionales, gestiones políticas, económicas y tecnológicas.
Amigo íntimo del
escritor Amos Oz, Peres tenía como vicio la lectura. De diarios pero sobre todo
de libros. "Es tan importante leer como comer",
nos aconsejó en una ocasión en su despacho lleno de libros.
"Si no se
hubiera entregado a construir el esqueleto de Israel, sería un famoso
escritor", señala una asesora de su equipo formado en su gran mayoría por
mujeres. "Las mujeres son superiores a nosotros", justificaba.
"Prefiero
fracasar por confiar en las personas que desaprovechar oportunidades por no
confiar en ellas", sentenció en una de sus famosas frases.
En otra muestra
de optimismo, contaba su respuesta cuando le deseaban que llegara a
los 120 años: "No seáis tan tacaños".
Admirado por su
salud y ritmo de trabajo pese a la avanzada edad, Obama le preguntó una vez por
su secreto. "Vivir siendo optimista", le contestó Peres que deja tres
hijos, 8 nietos y 3 bisnietos.
Peres,
tras recibir el Nobel de la Paz junto a Arafat (izquierda.) y Rabin (derecha.) Foto:
EPA
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