Al Globo ya no lo
convocan…
Alejandro Nadur, presidente del Globo, anunció que el club realizó el pago correspondiente a todos sus
acreedores y, de esta manera, la deuda que tanto acechó a la institución ha
quedado saldada.
© Publicado el lunes
27/06/2016 por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El presidente Alejandro Nadur confirmó una noticia que
todos los hinchas de Huracán esperaban desde hace mucho tiempo: el club ha
realizado el pago correspondiente a todos sus acreedores y así, ha saldado la
deuda de la convocatoria que tanto acechó a la institución en los últimos años.
De todas formas el levantamiento de la misma aún no está
concretada oficialmente. En estos días se le elevará un informe al juez para
que éste le permita al Globo manejar sus ingresos independientemente.
¡Ya no lo convocan!
Huracán se está yendo a la quiebra…
El panorama en Parque Patricios es de tierra
arrasada, con un concurso de acreedores impago y variados pedidos de quiebra,
mientras se ventilan irregularidades en las ventas de Montenegro y Lucho
González y aparece cada vez más cuestionada la figura del presidente Marcelo
Buenaga. En el plano futbolístico, un empate como visitante ante Arsenal en
Lanús debe tomarse como un resultado positivo.
© Escrito por Gustavo
Veiga el Lunes 07/04/2003 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Huracán es el producto de demasiadas capas geológicas de adversidad y desaliento. Como en la quema, donde sentó raíces, a su alrededor han sedimentado algunos de los males que agobian a los argentinos. La postergación encarnada en su tradicional barrio de Parque Patricios, el abandono enseñoreado en su estadio descascarado y sin mantenimiento, la sospecha de deshonestidad personificada en sus sucesivas comisiones directivas y el declive pronunciado de su fútbol expresado en un equipo que podría descender por tercera vez en sus últimos 17 años de historia (las anteriores fueron en 1986 y 1999). El club, como Buenos Aires, tuvo dos fundaciones. Aunque hoy muchos hablan con cierta osadía de refundarlo cuando en rigor lo fundieron.
Huracán es el producto de demasiadas capas geológicas de adversidad y desaliento. Como en la quema, donde sentó raíces, a su alrededor han sedimentado algunos de los males que agobian a los argentinos. La postergación encarnada en su tradicional barrio de Parque Patricios, el abandono enseñoreado en su estadio descascarado y sin mantenimiento, la sospecha de deshonestidad personificada en sus sucesivas comisiones directivas y el declive pronunciado de su fútbol expresado en un equipo que podría descender por tercera vez en sus últimos 17 años de historia (las anteriores fueron en 1986 y 1999). El club, como Buenos Aires, tuvo dos fundaciones. Aunque hoy muchos hablan con cierta osadía de refundarlo cuando en rigor lo fundieron.
El problema clave es que un
juez del fuero comercial tiene en su despacho varios pedidos de quiebra
notificados y la amenaza de un desenlace similar al que sufrió Racing en marzo
del ‘99 cada día se torna más tangible. El cierre, la disolución y hasta un posterior
gerenciamiento pregonado por los arribistas del libre mercado, son los posibles
efectos de la crisis que más inquietan. Todas estas imágenes se suceden cuando
la Comisión Directiva que encabeza Marcelo Buenaga se fagocitó en un año y
medio la credibilidad que le otorgaron los socios -había ganado las elecciones
el 23 de septiembre de 2001– y un integrante del comité de acreedores acaba de
denunciar maniobras que rozan el delito. Pagos de comisiones sin recibos y la
utilización de testaferros en operaciones presuntamente dolosas, son apenas dos
botones de muestra.
Miguel Angel Grassano es un ex miembro de la comisión de
fútbol que en la actividad privada incursionó en el mercado de la carne. En
Huracán hay quienes dan crédito a sus recientes imputaciones y aquellos que
recuerdan con malestar cómo avaló desde el comité de acreedores cada uno de los
pasos del proceso concursal. Su denuncia consta de diecinueve carillas y fue
presentada ante el juez Raúl Taillade, el mismo que el pasado 27 de marzo convocó
a las autoridades del club y a quienes pretenden cobrar sus créditos a una
audiencia para que limaran asperezas.
En su presentación, Grassano sostiene que el club realizó
pagos sin justificación, no registró ni ingresos ni egresos en su contabilidad,
abonó deudas y cedió derechos por afuera del concurso y firmó pagarés a
testaferros. El denunciante acusa a los dirigentes más importantes, encabezados
por Buenaga, de “claro fraude, defraudación y estafa, amén de adulteración de
los libros contables...” en la transferencia de Luis “Lucho” González a River.
Se basa en que el dinero cobrado por el 35 por ciento del pase no figura
ingresado en su totalidad a Huracán. El comprador desembolsó 450 mil pesos casi
al contado y aceptó extender nueve pagarés con vencimientos entre octubre del
año pasado y junio próximo. Pero como el vendedor descontó los documentos
antes, tuvo que abonar demasiado en concepto de intereses.
Grassano también ventila irregularidades en la venta de
Daniel Montenegro –dice que a Huracán lo pasaron en 100 mil dólares– y en el
pase libre de Sebastián Morquio. En ambos casos ofreció pruebas documentales y
solicitó distintas pericias contables. En el punto F de su denuncia, compromete
al actual tesorero, Rubén Galazzo, a quien acusa de usar a un joven testaferro
(Cristian Lombardo) para percibir una deuda inventada de 300 mil pesos.
Grassano le informa al juez que “puede afirmar clara y concretamente que dicho
importe no ha sido percibido por el señor Lombardo sino por una sociedad
perteneciente al tesorero Rubén Galazzo, conforme me fuera informado por el
propio Banco Ciudad de Buenos Aires”.
Tampoco ahorra críticas hacia la AFA. Afirma que siempre
se avino a las peticiones de Huracán por lo que define a su actuación como
“paupérrima” ya que, según el acreedor-denunciante, convalidó “con ojos
cerrados el hacer y deshacer de los directivos, sin pedir explicación alguna, y
presentando informes que no reflejan la realidad”. Grassano va más lejos cuando
argumenta que el club concursado le cedió a la AFA derechos televisivos por
“u$s 150 mil” (en realidad son pesos) que debería recibirde Torneos y
Competencias, y por eso deduce que se perjudica a los restantes acreedores. “Es
decir que la AFA ve privilegiada su postura, pudiendo incluso llegar a percibir
su crédito en forma adelantada a las cuotas concordatarias, mientras que el
resto de los acreedores aguardan cuotas vencidas e impagas a la fecha.” Por
estos motivos, solicita que la AFA no integre más el comité de acreedores.
A río revuelto...
Pese al panorama de tierra arrasada que presenta Huracán,
con el concurso impago y que asciende a casi 8 millones de pesos –sólo se abonó
el 30 por ciento de la primera cuota–, una deuda post-concursal que supera los
15 millones y pedidos de quiebra que ya se cuentan por decenas, hay quienes
desean volver a gobernar, haciendo abstracción del pasado. También abundan
quienes pretenden volcar en Huracán su experiencia en el ámbito privado como
vendedores de bienes raíces. Son los casos de Guillermo Guariniello y un tal
Quintanar Baquero. Entre todos ellos emerge Juan José Zanola, el gremialista
bancario que presidió al club desde su sindicato, aunque inyectándole
considerables sumas de dinero que han sido sometidas al concurso bajo la
pantalla de una empresa que se denomina High Master SA.
Cuenta un ex vicepresidente que incursionó en la política
con suerte diversa: “Si quisiera, Zanola gana cualquier elección porque no se
aprovechó del club”. Y hay quienes sostienen todo lo contrario. No obstante, la
realidad indica que el líder de la bancaria continúa representado en el comité
de acreedores por el doctor Osvaldo Enrique Ferrero, un abogado de perfil bajo
que no coincide con las posiciones que adopta Grassano.
Mientras tanto, Buenaga, quien cierta vez atribuyó la decadencia
de Huracán a que “representa la zona pobre de la ciudad”, observa entre
titubeos y explicaciones poco sólidas (no quedó bien parado en una larga
entrevista televisiva que le realizó el periodista Alfredo Simón el último
jueves en TyC Sports) cómo se va horadando cada vez más su menguado poder. Las
demostraciones en su contra han ido desde pedidos de renuncia y banderazos
hasta repudiables amenazas de muerte.
El mandato del actual presidente concluye el año próximo
y la inhabilitación de su ex gerente, el cuestionado Jorge Batet (cobraba 3.674
pesos de sueldo), finaliza mucho antes: el 30 de este mes. Sin embargo, este
último ya sabe lo que le esperaría si insiste con retornar. La movilización que
realizó un puñado de socios e hinchas a fines del 2002 levantaba las consignas
“no a la quiebra, no al descenso, no a la falta de transparencia, no a la
corrupción dirigencial, no a la vuelta de Jorge Batet y no al gerenciamiento”.
Pese a estos mensajes, en Huracán hay quienes creen que reciclarse es posible.
Deberían saber que también pueden chamuscarse como ciertos desechos que
terminan en la quema.
¿Qué Huracán? Huracán
Julián Centeya, un desaparecido compositor de tangos,
escribió unos versos que dicen: “...Qué Huracán, Huracán: aquel de Tucho/ del
Turco Simes, de Salvini, Unzué/ Me queda este consuelo de encender el pucho del
recuerdo/ que me habla de aquel cuadro que fue...”. Son demasiados los años de
frustraciones deportivas, y ni siquiera la evocación más cercana de aquel
equipo de los sueños que ganó el único campeonato de la historia en el
profesionalismo, el de Miguel Brindisi, Carlos Babington y René Houseman en
1973, puede moderar la desazón del hincha de Huracán. Se van a cumplir treinta
años de aquel título y la situación del club es muy mala, aunque podría ser
peor.
Entre los pedidos de quiebra que el juez debe responder,
están los de Futbolistas Argentinos Agremiados por deudas concursales con ex
jugadores del club (16 mil pesos) y Osvaldo González (232.934 pesos), entre
otros. Resulta un disparate que si se verificaron los créditos del concurso
en1998 y había por entonces una deuda que apenas superaba los 8 millones de
dólares (luego pesificada), ésta casi no haya tenido modificaciones cuando a la
institución ingresaron unos 35 millones desde aquella fecha. Transferencias de
futbolistas, derechos de televisión, sponsors y otros recursos menores
contemplan esa suma millonaria.
Ese desaguisado no ha sido gratuito. Buenaga y quienes lo
acompañan en la conducción fueron denunciados penalmente y no pudieron aprobar
el balance que resultó rechazado tanto por la asamblea como por la junta
fiscalizadora. La misma asamblea que debe votar la revocatoria de los actuales
mandatos.
En Huracán se dilapidaron fondos de origen diverso, se
abonaron sumas desproporcionadas por el uso de varios teléfonos celulares y
honorarios profesionales excesivos, mientras el plantel profesional se vaciaba
de sus mejores talentos (Daniel Montenegro, Gastón Casas, Sixto Peralta, Andrés
Silvera y Luis González). Hoy, además de la AFA, High Master y Grassano, que
integran el comité de acreedores y manejan sus tiempos, existen otros
propietarios de créditos verificados que esperan por sus solicitudes de
quiebra. Nadie en el club desea oír la maldita palabra, pese a que a menudo repiquetea.
Es el vocablo que, por culpa de unos cuantos irresponsables, define una
práctica deportiva muy extendida en el ambiente del fútbol durante los últimos
años. Racing –el caso más emblemático–, Newell’s, Belgrano, Deportivo Español,
Atlanta, Temperley y Talleres pueden dar fe.
En Parque Patricios no quieren sumarse a esa lista negra,
aunque ciertos episodios podrían conducir, más temprano que tarde, hacia ella.
Dependerá de un juez, de un puñado de dirigentes que perdieron el consenso hace
tiempo y de la paciencia de los acreedores que han recibido migajas.
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