El juez y el fiscal tenían datos claves de Suiza sobre
Lázaro desde 2014...
Lázaro Báez, detenido. Foto: Telam
Ocaña y Garrido le habían entregado copias de un fallo de
la Justicia de ese país. Recién el jueves, con más detalles, citaron a los
hijos de Báez.
© Escrito por Nelson Castro el domingo
26/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
La maniobra por la que el juez federal Sebastián Daniel
Casanello y el fiscal federal Guillermo Marijuan han llamado a indagatoria a los
cuatro hijos de Lázaro Báez –Martín, Leandro, Luciana y Melina– ha sido perfectamente
esclarecida. Todo comenzó con la apertura en Panamá de una empresa
offshore a la que se llamó Kinsky Foundation. En 2011, esta empresa
extendió un poder a Helvetic Service Group –la firma cuyo propietario, Marcelo Ramos, está prófugo y
con pedido de captura internacional– para que sirviera de conducto a través del
cual se buscó hacer circular la plata negra
que pertenecía a la familia Báez.
Una vez completada esta autorización, Kinsky Foundation
procedió a abrir una cuenta en el Banco Safra de Ginebra, a través de la cual
se movieron alrededor de 20 millones de dólares pertenecientes
a Austral Construcciones, la empresa madre del Grupo Báez. Pero
eso no fue todo. Hubo 5 millones de dólares más
atribuidos a la firma Epsur, que es la compañía del grupo que
se dedica a la actividad petrolera. Ahora se sabe que los titulares de esa
cuenta bancaria son Martín, Leandro, Luciana y Melina Báez, quienes, además,
son los beneficiarios de la Kinsky Foundation.
Por otra parte, cabe consignar que el
abogado Jorge Chueco y el contador Daniel Pérez Gadín eran, a su vez, los directores de la Kinsky Foundation y
de la Tyndall Limited Inc., empresa
que fue abierta en Panamá con una cuenta que funcionaba desde 2011 en el Banco
Lombard Odier, con sede en Ginebra. Este banco, con antecedentes floridos en
maniobras de lavado de dinero, fue mencionado por Leonardo Fariña en su declaración
ante el juez Casanello. Por
si alguien lo olvidó, hay que recordar que tanto Chueco como Pérez Gadín están
procesados y presos por estar acusados de lavar dinero.
En los últimos meses del año 2011, Tyndall
Limited recibió tres transferencias por un monto total de unos 700 mil dólares provenientes de la empresa
Teegan Inc., que también había sido abierta en Panamá y estaba a nombre de Martín Báez. Hubo una transferencia más originada en la firma Worldwide
Investments Properties LTD, poruna suma de 299.970 dólares.
Tanto para el juez Casanello como para el
fiscal Marijuan, la maniobra se completa con la transferencia de dinero que se
hizo desde la Kinsky Foundation y la compañía Wodson Internacional SA hacia
Helvetic Service Group, con la finalidad de comprar bonos de la deuda pública,
instrumento que se utilizó para hacer reingresar al país ese dinero ya
“lavado” y “blanqueado”.
Hasta aquí, todo lo referente a la
operatoria para llevar adelante la maniobra. Pero en lo referente a la
investigación y sus tiempos, ¿qué hay detrás del anuncio del viernes realizado
de manera espectacular entre bombos y platillos por el doctor Casanello? Lo
primero que hay que señalar es que fue el fiscal José Campagnoli junto a su equipo al frente de la Secretaría de Investigaciones
Penales quien, a partir de los dichos del financista Federico Elaskar –que manejaba La Rosadita– y Leonardo Fariña, promovió la
investigación de la maniobra y en menos de 48 horas corroboró parte de las
declaraciones y referencias manifestadas por “los arrepentidos”. Al cabo de
veinte días, el equipo de Campagnoli ya tenía el mapa del origen
del dinero y gran parte de la ruta.
La causa terminó en el juez Casanello con los detalles
del trabajo realizado por el fiscal. Vale decir que transcurrieron
más de dos años con la investigación prácticamente dormida en algún cajón de los
tribunales. José Campagnoli fue desplazado por la
procuradora Gils Carbó y la Secretaría de Investigaciones Penales disuelta y
condenada al olvido.
Pero todavía hay más. La Justicia suiza
emitió dos fallos entre marzo y junio de 2014 que, de haber sido tenidos en
cuenta por Casanello, hubieran sido vitales para el avance de
la investigación sobre
lavado que involucra a Báez y las más altas esferas del poder. La legisladora Graciela
Ocaña y el
diputado nacional (MC) Manuel Garrido se involucraron en el caso y le enviaron al juez apodado “tortuga” copias del fallo
dictado por los tribunales suizos y la correspondiente traducción para evitar
dilaciones.
Para sorpresa de todos, la investigación de
los jueces de la Confederación Helvética ya había
bloqueado hacía dos años las cuentas vinculadas a los hijos de Báez.
Casanello no podía desconocer esta información y, como prueba de ello, obra el
escrito presentado por Ocaña al propio juez:
“Acompaño una traducción no oficial de los fallos, para
facilitar la comprensión de algunos datos interesantes que allí aparecen, como
por ejemplo:
a) El Ministerio Público de la Confederación logró que se
dispusiera el secuestro e inmovilización de una suma muy significativa de
dinero depositada en cuentas bancarias, ya que podría tratarse de activos
provenientes de actos de corrupción;
b) Se hace mención a 15 millones de dólares enviados en
pequeñas cantidades y colectados en una cuenta (típica operación de lavado
desagregado e integración);
c) El cierre de cuenta en un banco, ante la imposibilidad
de explicar el origen de la operación que fue génesis de los fondos
depositados; c) envío de su saldo a otro banco, a cuenta de una ignota y
sospechosa fundación”.
En otras palabras, parte de lo anunciado por el juez como
una novedad podría haber sido develado mucho antes. El único descubrimiento fue
aportado por la Unidad de Información Financiera (UIF) –ahora en manos de
profesionales sin comisarios políticos–, que confirmó que aquellas cuentas
suizas pertenecen a los hijos de Báez.
Toda esta serie de hechos que conmueven al
país han dejado al Frente para la Victoria en estado de shock. La diáspora que había comenzado a
principios de año no tiene
otra alternativa que profundizarse. “Lo
de López marca un antes y un después”, señaló un dirigente
clave del kirchnerismo bonaerense. Pero no son sólo las valijas llenas de
millones de dólares de López o las cuentas no declaradas de los hijos de Báez
lo que está en la génesis de esta hecatombe; también están las cartas de CFK, que desde su irrealidad trata de convencer a los suyos
de que todo este escándalo le es ajeno.
López es Kirchner; Báez es Kirchner; De Vido es Kirchner;
Jaime es Kirchner. “Uno
aprende, cuando se hace viejo, que ninguna ficción puede ser tan extraña ni
parecer tan improbable como lo sería la simple verdad”. (Emily Dickinson). Es
lo que muestra esta historia de bolsos, billetes, bóvedas y valijas.
Producción periodística: Santiago Serra.
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