Todos conspiran…
¿Hay
un plan sistemático del imperialismo y sus aliados locales? ¿Se está
penalizando a estos gobiernos por medidas progresistas y populares?
© Escrito por Beatriz Sarlo el domingo
13/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad de Buenos Aires.
Cristina Kirchner ya está sugiriendo o
dejando oír a través de sus subordinados que si se la llama a declarar y se la
procesa, eso significará un golpe de la derecha y la potencia imperial del
Norte. Mientras fue presidenta tuvo la vaca atada (como decía Franco), pero la
lejanía del poder habilita todas las conspiraciones. Mucho más si se
interpretan los sucesos adversos como alianzas enemigas firmadas en la
oscuridad.
Luis Bárcenas, tesorero del Partido Popular
de España, está preso por corrupción. Desde entonces, una cascada de casos
inunda los tribunales españoles. Nadie sostuvo la tesis conspirativa de que se
estaba en presencia de una maniobra de la oposición, orquestada en las sombras
para provocar la caída de la derecha encabezada por Mariano Rajoy.
Ayer citábamos varios casos de corrupción, favoritismo y
mentiras vueltos públicos en algunos países
latinoamericanos. Es cierto que el eje pasa por naciones cuya amistad Cristina
Kirchner cultivó esmeradamente. La cuestión es si esta coincidencia de
situaciones sospechosas o ya probadas por la Justicia forma parte de un plan de
alguna gran potencia para cortar la flor y nata de gobiernos como el de Evo
Morales, Dilma Rousseff y, próximamente, desacreditar a Cristina Kirchner.
¿Hay un plan sistemático del imperialismo y
sus aliados locales? ¿Se está penalizando a estos gobiernos por medidas
progresistas y populares? ¿Brasil, que ha mantenido buen diálogo con Estados
Unidos y los poderes fácticos, ahora se ha convertido en el caso ejemplar con
que la gran potencia del Norte quiere darles una lección a los insubordinados
del Sur? Si se contesta afirmativamente a estas preguntas, deberá probarse una
orquestada intervención en los asuntos latinoamericanos, lanzada para disuadir
a cualquier gobierno con pretensiones de autonomía.
Como presidenta, CFK tuvo la vaca atada. Pero la lejanía
del poder habilita todas las conspiraciones
Resulta difícil adoptar sin más datos esta
hipótesis. Si se analizan los casos, las denuncias sobre el Petrolão pasaron de
la prensa a la Justicia brasileña hace bastante tiempo. Mucho antes de que un
periodista boliviano buscara a una ex amante para ponerle a Evo Morales un
obstáculo en el camino del plebiscito mediante el cual quería lograr una
reforma que habilitara su tercera reelección. Lo que habría que investigar es
si hubo relaciones entre la oposición y la investigación periodística, o si,
más directamente, la mujer que sale a hablar del pasado de Evo fue aconsejada
por sus opositores.
Si un dirigente popular enfrenta
adversarios que no quieren volver a verlo en el gobierno por otro período, debe
cuidar su retaguardia y su entorno tanto como su buen nombre. No fue feliz la
circunstancia de que el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera,
exagerara sobre títulos académicos que no poseía. ¿Fue un agente de
informaciones imperialista quien, casi al mismo tiempo, divulgó que Sendic, el
vicepresidente uruguayo, también estaba magnificando sus méritos
universitarios? En el caso de Linera, el golpe iba también contra Evo. En el
caso de Sendic, es más difícil afirmar que la denuncia era un tiro contra
Tabaré Vázquez. Resulta más sencillo pensarla como una intromisión en el
difícil equilibrio entre izquierdas y derechas en el Frente Amplio.
Brasil es el caso más descomunal. Las redes
de la corrupción ya han llevado a la cárcel a quien fuera la mano derecha de
Lula, José Dirceu, uno de los fundadores del PT y ministro desde 2003 a 2005.
Ese año, Dirceu tuvo que renunciar por diseñar y organizar el Mensalão. Fue
juzgado y condenado a prisión. En 2015 fue nuevamente acusado en otro escándalo
todavía abierto, el Lava Jato. Estos episodios rozaron al gobierno de Dilma
casi desde un principio. O sea que los partidarios de la tesis “imperialista”
deberían sostener que, por lo menos desde 2005, la maniobra conspirativa está
en marcha, con el auxilio de la Justicia brasileña que condenó a Dirceu y a
otros secuaces.
Es difícil asumir como probable la hipótesis de que
detrás de los escándalos de corrupción esté el imperialismo
Más bien habría que decir que las denuncias
de la prensa fueron ininterrumpidas e implacables y encontraron, incluso dentro
del blando vientre de un sistema político que se protege, formas de llegar a
los tribunales y ser abordadas allí con eficacia. Una de las razones que se
alegan es que Lula no construyó un imperio periodístico adicto y que encontró
jueces independientes. Los partidarios de la tesis de la intervención
imperialista unida a las acusaciones difundidas por la prensa pueden
reprocharle a Lula que no haya actuado como actuó Cristina Kirchner y quiso
seguir haciéndolo hasta el fin aunque no tuvo ni el tiempo ni el apoyo
institucional que necesitaba.
Nota al pie.
En Ecuador,
algunos funcionarios del gobierno han dicho que la oposición está “exacerbando”
el caso de las dos mochileras argentinas asesinadas en Montañita. Los
funcionarios locales afirman que las sospechas sobre la investigación tienen
como objetivo poner en duda o desmerecer el cuarto lugar que Ecuador ocupa, en
seguridad, dentro del continente. Falta menos de un año para la primera vuelta
presidencial en Ecuador y Correa ya obtuvo una reforma electoral que le permite
volver a presentarse por tercera vez.
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