La reducción
de los labios de la vagina ya es la nueva cirugía de moda…
Auge de la ginecoestética.
Por el uso de la depilación total y la
influencia de la pornografía, aumentó la demanda de procedimientos que buscan
cambiar el tamaño y hasta el color de la vulva.
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Escrito por Florencia Ballarino el sábado 16/01/2016 y publicado por http://rouge.perfil.com
Ni el aumento de las lolas, ni el levantamiento de la cola, ni la eliminación de las arrugas; el procedimiento de cirugía estética de moda entre las mujeres es la labioplastía, reducir el tamaño de los labios vaginales para poder lucir diminutas bikinis en la playa o llevar calzas ajustadas. Según la Sociedad Americana de Cirugía Estética (Asaps, por sus siglas en inglés), en el último año creció un 49% el número de labioplastía que se practican en los Estados Unidos.
En la Argentina, las intervenciones de cirugía estética
íntima se han duplicado en los últimos tres años, según ginecólogos y cirujanos
plásticos consultados por Perfil. Además de la reducción de los labios
vaginales menores (internos), entre las técnicas más demandadas por las mujeres
están la lipoescultura del monte de Venus, el estrechamiento vaginal, el
relleno de los labios mayores (externos) y el blanqueamiento de la zona púbica.
“Antes este tipo de cirugías era un tema tabú o sólo
estaba relegado a las actrices de películas pornográficas. Hoy recibo consultas
de mujeres de entre 18 y 64 años y opero a dos o tres pacientes por semana”, le
contó a Perfil Leonardo Imbriano, médico ginecólogo y especialista en cirugía
estética. Para el experto, existen dos factores socioculturales que hacen que
las pacientes le presten más atención a la zona púbica: por un lado, el uso de
la depilación total y, por el otro, que las mujeres hoy consumen más
pornografía.
En esto también concuerda la médica ginecóloga Celeste
Sluga, integrante del sector de Patología Vulvar e Infecciones Ginecológica del
Hospital Italiano: “las mujeres llegan a la consulta con la revista Playboy en
la mano, diciendo que su vulva es anormal. Quieren que los labios menores no
sobrepasen los mayores, que no haya flaccidez, que sea rosadita, cuando ésa es
la realidad de alguien de 15 años. Las tranquilizamos diciendo que la anatomía
de la mujer es variable, que no hay una vulva estándar”.
Indicación. Entre los procedimientos de ginecoestética
más solicitados está la labioplastía reductora o ninfectomía. Se recomienda a
mujeres que por razones congénitas u otras causas presenten labios vaginales
mayores o menores de un tamaño asimétrico o colgante. “Son pacientes que les
molesta para andar en bicleta, usar ropa ajustada o tener relaciones sexuales.
Las causas son por un lado genéticas: el 20% de las mujeres presentan
hipertrofia (tamaño exagerado) de los labios menores y, por otro lado, hay
otras causas, como los partos que puede hacer que los labios se estiren y
queden incómodos para las pacientes”, manifestó Imbriano.
“En la labioplastía se hace un resección en cuña, que
corta el labio en V y deja una cicatriz muy pequeña e interna; esa es la
técnica que preferimos. Pero hay veces que el labio es muy prolongado y tiene
un aumento de la pigmentación. En ese caso, hay otra técnica que es una
resección simple, pero que deja una cicatriz mayor. También se puede acompañar
por rellenos de grasa al labio mayor para que recupere turgencia”, explicó el
cirujano plástico Sergio Korzin, director de Lasermed y miembro de la Sociedad
Argentina de Cirugía Plástica Estética y Reparadora.
La intervención requiere anestesia local asociada a
sedación, es de régimen ambulante y su precio oscila entre $ 30 mil y $ 40 mil.
El post operatorio dura entre 20 a 30 días, en los que se recomienda a la
paciente que no haga ejercicio físico ni mantenga relaciones sexuales.
Como toda intervención quirúrgica, la labioplastía implica riesgos y debe ser
realizada por un médico especialista.
Para Sluga, aunque hay un verdadero auge de este tipo de
cirugías íntimas en el país y en el mundo, es necesario tener en cuenta si
estos procedimientos tienen indicaciones reales. “La mayoría de las mujeres que
se acercan al Hospital y consultan no necesitan una terapéutica quirúrgica, con
un buena asesoramiento desde la sexualidad y de cómo es la anatomía de la
mujer, basta”, concluyó.
El punto G, la clave.
Una de las intervenciones íntimas más polémicas pasa por
la ampliación del punto G, colocar ácido hialurónico en la pared anterior de la
vagina para aumentar el placer sexual. “La cirugía es netamente anatómica
y no funcional. Si indicamos una cirugía para mayor placer, estamos equivocando
la indicación. Estas cirugías no aumentan el placer sexual por sí solas, lo que
sí puede hacer es mejorar la autoestima de una mujer que se sentía acomplejada
cuando veía su vulva y, al sentirse mejor, disfrutar más su sexualidad”, aclaró
la médica ginecóloga Celeste Sluga. “Con respecto al relleno del punto G, no
hay evidencias científicas de que exista, nadie sabe dónde está y cuál es su
funcionalidad. Nosotros no recomendamos esa práctica como tampoco los
aclaramientos vulvares”, enfatizó.
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