Huracán y un evento que permite observar al fútbol…
El accidente de
Huracán en Venezuela. Foto: AP
El terrible accidente que sufrió el plantel en Venezuela
mostró el trato que recibió el Globo por parte de la AFA, la CONMEBOL y los
rivales.
© Escrito por
Juan Manuel Herbella el jueves 18/02/2016 y publicado por el Diario Perfil de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Nadie está preparado para pasar una cosa así y menos nosotros. Por el
lugar que ocupamos como futbolistas en esta sociedad, uno piensa que es
intocable, que siempre está en el mejor lugar y con las mejores condiciones.
Aquí hubo negligencia, por algo pasan las cosas. No
sé de quién es la culpa pero podría haber sido una catástrofe”. Ramón Ábila, delantero de Huracán, sobre
el accidente.
Huracán viajó a jugar un partido de fútbol definitorio y volvió como si
hubiese ido a la guerra. El extenso parte médico presentado en la Asociación
del Fútbol Argentino, firmado por el Dr. Fernando Locaso, detalla la situación
de los futbolistas afectados. El vuelco del ómnibus que trasladaba al equipo rumbo al
Aeropuerto de Maiquetía, en la autopista de montaña que atraviesa el Parque
Nacional El Avila (hoy llamado Waraira Repano), dejó un tendal de heridos y
obligó a cancelar el partido por la segunda fecha ante Tigre.
Digna de resaltar, fue la actitud de Aldosivi que debía visitar a Huracán
por la tercera jornada, en un encuentro a disputarse entre semana, apenas un
par de días después del accidente. Sin esperar las determinaciones de AFA, su
entrenador Teté Quiroz sentó clara
su postura: “El partido no se tiene que jugar, aunque nos adaptaremos a lo que
ellos prefieran. Es desleal competir así”.
Fue la necesidad de programar la cuarta fecha, la que hizo trastabillar
a la AFA que durante un tiempo no supo bien qué hacer con Huracán.
Sinceramente, no era necesario esperar a que el club pidiese formalmente la
postergación para vislumbrar cual es el camino correcto: a
diez días del accidente y con una veintena de lesionados. La
decisión inicial de haber pautado el partido frente a Argentinos
Juniors en el fin de semana, forzando los tiempos, es una actitud bastante
cuestionable. Afortunadamente, primó el sentido común y la buena
predisposición.
Increíblemente, la determinación de la Asociación del Fútbol Argentino
que termina siendo más polémica, es la de hacer público (por sus canales de comunicación) el
parte médico de los veinticinco jugadores. Es probable que haya sido con buena
intención y pensando en dar a conocer los motivos de la nueva postergación (que
no necesitaban ser de público conocimiento), pero divulgó (de manera
innecesaria) información personal y vulneró
la confidencialidad del secreto médico.
El club determinó que la vuelta a las canchas sea el próximo martes 23
de febrero, por Copa Libertadores, en el Palacio Tomás Adolfo Ducó,
ante Atlético Nacional de Medellín. Cuando se supo que el partido se
jugaba, se corrió el rumor de que el conjunto colombiano no había aceptado la
reprogramación, lo que hubiese sido en una decisión repudiable. En realidad,
fue Huracán el que no pidió la postergación, a sabiendas de que en algún momento
deberán retomar la actividad: con cuatro futbolistas descartados por unas
cuantas fechas y con alguno más que podría sumárseles.
En este estado de necesidad, el entrenador Eduardo Domínguez, junto con su
ayudante de campo Gustavo Mhamed y sin el profe Santella (convaleciente de una
fractura) deberá: recuperarse de los golpes, levantar la moral del plantel y rearmar el rompecabezas futbolístico
de un equipo diezmado.
En el grupo de los descartados para el martes y que tendrán para un mes
de recuperación, están el zaguero Martín Nervo con una fisura de la apófisis
transversa de la columna y el mediocampista Lucas Villarruel con una lesión en la
rodilla izquierda. Los otros dos ausentes, con lesiones más graves, no está
claro cuándo volverán. Diego Mendoza con pérdida de sustancia ósea en el
talón y Patricio Toranzo con un traumatismo grave en
el antepie: con resección de falanges en el segundo, tercero, cuarto y
quinto dedo, y una herida importante en el hallux (“dedo gordo”).
Para Huracán, el viaje a Caracas y la clasificación agónica a la
Libertadores 2016, con gol de Mendoza en el último minuto, quedará en la
historia como una experiencia traumática que, por fortuna y de milagro,
no terminó en tragedia. Las vivencias y sensaciones de la loca carrera por la
autopista que une Caracas con La Guaira, en descenso libre, sin frenos ni caja
de cambio y a más de 150km por hora, jamás desaparecerá de la memoria. El
futbolista está acostumbrado a viajar mucho pero nadie jamás imagina que, por
un partido, puede perder la vida. Cada uno de ellos, procesará la situación a
su modo y en su debido tiempo. En un fútbol donde es habitual aprovecharse del
más débil, es importante no permanecer indiferente, destacar al generoso y
denunciar al ventajero.
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