La
campaña del pajarito...
Los tuits sobre la campaña electoral pasaron de
unos 500 mil a 1,2 millón en los últimos días.
Especialistas
analizan el aumento de la politización y la polarización en Twitter. Las
campañas de los equipos del FpV y Cambiemos y el surgimiento de un apoyo a
Scioli por un sector que no estaba involucrado orgánicamente con el
kirchnerismo.
El primer
ballottage de la historia argentina es también el primer ballottage con redes
sociales de la historia argentina. Analizar lo que pasa en Twitter, Facebook y
otras plataformas 2.0 no se trata ya de un ejercicio confinado a los ámbitos
académicos. Todos los dirigentes políticos de primera línea tienen desde hace
tiempo sus equipos de campaña especializados en el tema.
Las redes
cada vez llegan a más gente, se convierten en una fuente de información que
permite entender procesos políticos y sociales complejos y se utilizan como una
herramienta de acción no sólo dentro sino fuera de Internet. Desde los días
previos a la elección general, el nivel de actividad política y de polarización
en las redes sociales viene aumentando de manera creciente, con medio millón de
tuits por día en aquel momento hasta alrededor de 1,2 millones de tuits
actualmente.
Cifras que
según Ernesto Calvo, profesor de la Universidad de Maryland y miembro de comité
académico del Observatorio de Redes, sólo se comparan con los primeros días
posteriores a la muerte del fiscal Alberto Nisman. Para Mariano Feuer, director
creativo de la consultora EsViral, “uno de los puntos diferenciales de esta
elección es que por primera vez salió a militar por Scioli gente que no está
orgánicamente relacionada con Frente para la Victoria”.
Más del 60
por ciento de los argentinos tiene una cuenta de Facebook. Twitter, aunque
sigue siendo bastante más pequeño, viene aumentando su cantidad de usuarios
hasta llegar, según los últimos datos, a unas 8 millones de cuentas activas.
Pero la influencia de las redes sociales no se mide sólo por su alcance
directo. “Lo importante es la caja de resonancia. Si sabés viralizar mensaje,
después llega offline.
Es un
disparador que pasa después a redes secundarias, terciarias, a los medios
tradicionales y también a vasos comunicantes familiares”, asegura Feuer,
docente de la Universidad de Buenos Aires. Según los informes que viene
realizando su consultora “hay un nivel de polarización muy fuerte” que puede
superar el 80 por ciento cuando ocurre algún hecho político puntual o se acerca
la fecha de la elección.
Para el
director creativo de EsViral, a partir del 25 de octubre, cuando el FpV ganó
por tres puntos la elección nacional pero quedó lejos de alcanzar sus
expectativas, se empezó a producir un “movimiento por debajo, genuino” que se
moviliza en contra de una eventual victoria de Mauricio Macri. “Podrá ser útil
o no, pero se va generando cierta épica”, completa.
Tanto la
consultora EsViral como el Observatorio coinciden en que Cambiemos
(fundamentalmente el PRO) tiene una política 2.0 más eficiente, en parte por el
grado de centralización del mensaje y de coordinación interna. “Cambiemos tenía
como objetivo primordial alcanzar el ballottage y así se tradujo en todos los
ámbitos. El centro de la red está concentrado, dominado y repleto de actividad
tuitera de todos los partidos, candidatos, dirigentes y militantes que integran
este acuerdo.
No por algo
la red de conexiones entre ellos es la más grande, amplia y densa”, aseguran
desde el Observatorio de Redes en un artículo publicado en el sitio Bastión
Digital. Se trata de un proyecto colectivo integrado por el grupo de
investigación sobre Coaliciones Políticas de la UBA, el Cippec y docentes de
distintas universidades públicas y privadas, viene registrando el comportamiento
tanto de los actores políticos como de los usuarios en Twitter y Facebook.
“El
PRO se construyó como un partido muy nuevo, casi al mismo tiempo que surgieron
las redes sociales y con una lógica distinta a los partidos tradicionales”,
explica a Página/12 Facundo Gruz, profesor de la UBA, la Universidad de San
Martín y becario del Conicet.
Podría decirse que partidos como el peronismo y
el radicalismo construyeron desde el territorio hacia las redes, mientras que
el PRO va desarrollando su territorialidad a la par que se fortalece en el
mundo 2.0. Director del observatorio junto a sus colegas Lara Goyburu y Paula
Clérici, Gruz explica como ese desarrollo en las redes les permitió revertir el
efecto del hashtag #SiGanaMacri, impulsado por el kirchnerismo.
“Vieron que se
estaba haciendo y lograron apropiarse de eso y utilizarlo a su favor”, señala
en referencia a la campaña que apeló al humor y la ironía respecto de las
consecuencias de una eventual presidencia macrista. En cambio, el hashtag opuesto
#SiGanaScioli, también impulsado por el FpV, no logró el nivel del anterior que
tuvo unos 34 mil tuits frente a unos 5 mil de su contrincante.
A diferencia
de Twitter, que es una red abierta, el funcionamiento en Facebook es muy
diferente. Se trata de comunidades cerradas, por lo que si bien su cantidad de
usuarios es mayor, la circulación de los mensajes es muy distinta a la red del
pajarito.
Por eso, explica Feuer, adquiere mayor relevancia la pauta
publicitaria que los distintos candidatos compran a la empresa. Esto permite
segmentar el mensaje según los distintos perfiles de los usuarios y llegar al
mismo tiempo a un público masivo pero con un contenido específico acorde a sus
gustos e intereses.
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