La
Selección Argentina se sacó todas las ganas de ganar...
Un golazo a la Manchester City –centro de Zabaleta, cabezazo de Agüero– le dio el primer triunfo en la Copa América al equipo nacional, que sufrió como en su debut ante Paraguay, pero se aseguró los tres puntos. Messi, Pastore, destacados.
La Selección ganó ayer un
partido chivo, que dominó ampliamente en la primera parte, frente a un Uruguay
que apenas se animaba a pasar el medio campo, y que lo sufrió como loco en el
final cuando, tras el gol de cabeza de Agüero, los dirigidos por el Maestro
Tabárez se le fueron encima con inesperado ímpetu. El arquero Romero, que no
había intervenido tanto en la noche chilena, terminó siendo clave en el final
para aguantar el resultado y salvar el cero en el descuento tras un remate de
gol de Hernández.
Pastore, Messi y Agüero fueron los destacados del equipo
nacional, que en los últimos sufrió horrores el hecho de haber perdido el
control del trámite. La victoria dejó al equipo de Martino como puntero del
Grupo B, junto a Paraguay, que en la previa venció 1-0 a Jamaica, y
prácticamente clasificado a la siguiente ronda.
Ni bien comenzó el encuentro,
la Selección fue inclinando la cancha hacia el arco rival aplicando su fórmula
predilecta: tener la pelota y jugarla segura a un compañero. Pastore era el eje
del equipo en esos primeros minutos, y gracias a él, Di María tuvo una muy
buena chance a los 8 minutos que no prosperó porque Muslera le tapó el remate
abajo sobre el primer palo. Uruguay, en cambio, buscaba su crecimiento con contraataques
rápidos y pases profundos, que no siempre llegaban a destino.
Uno de los méritos del equipo
de Martino fue la paciencia para mover la pelota para intentar abrir espacios
en ataque, mientras esperaba que Messi terminara de aparecer y se asociara más
frecuentemente con Pastore, quien a los 20, en combinación con el crack del
Barcelona, intentó sorprender al arquero uruguayo con un remate desde afuera
del área.
Argentina necesitaba cambiar
un poco el ritmo en el ataque, y cuando eso ocurrió el equipo contó con la
situación más clara de gol en la primera parte. Pastore habilitó a Messi, éste
sacó un centro perfecto para Agüero, cuyo cabezazo no entró en el arco de
milagro. Casi inmediatamente fue Messi el que probó con un frentazo desde el
corazón del área, que se desvió en un defensor uruguayo. La Selección había
encontrado una puerta a espaldas de Arévalo Ríos y se acercaba cada vez más al
dominio de Muslera.
Los uruguayos, por su parte,
siguieron ensayando su libreto: aguantar todos juntos en su campo y
contragolpear, con envíos profundos para que tanto Cavani –bastante peleado con
la pelota– como Rolan se inspiraran solitos en los últimos metros, y a las
jugadas de tiro libre que la Argentina le entregaba ocasionalmente sobre la
mitad de la cancha.
El equipo nacional necesitaba
un poco más de Agüero y de Di María, que se desmarcaran e incluso que se
retrasaran un poco en la cancha para entrar con mayor frecuencia en el circuito
de juego. Al cabo de la primera parte, Argentina consiguió una posesión del 71
por ciento, pero este dominio no se reflejó en los tiros al arco, donde la
relación fue de 5 contra 3.
Apenas arrancó la segunda
parte, Maxi Pereira le ganó la posición a Pastore y sacó un violento remate que
Romero, obligado, despejó con ambas manos. Una señal de alarma para el equipo
argentino.
Pero rápidamente la Selección
volvió al registro de la primera parte. Dominio de la pelota con buenas
combinaciones entre Messi y Pastore, a los que de a ratos se les sumaba Biglia
y las apariciones esporádicas de Di María y más frecuentemente de Agüero. En
eso estaba cuando, a los 54, tras una buena intervención del volante de PSG,
Zabaleta recibió el pase y metió un centro perfecto para que Agüero, ingresando
por sorpresa por el primer palo y ganándole la carrera a Giménez, metiera la
cabeza para abrir el marcador.
En desventaja, Uruguay soltó
amarras y se animó a adelantarse en el campo de juego. La Selección, de pronto,
encontró los espacios que hasta el gol se le habían negado, pero en el
intercambio del golpe por golpe terminó perdiendo el control, y sufriendo por
ello más de lo necesario. Pudo haber ampliado Messi cuando, luego de acelerar
sobre un costado de área, dejó desairado a Alvaro Pereira, se metió en la zona
de peligro y metió un centro picante que Godín terminó despejando con lo justo.
Unos minutos más tarde, con el partido calentito y las revoluciones arriba,
Pereira le devolvió gentilezas al argentino con una patada en la rodilla que le
dolió más a Mascherano que al propio Messi.
En medio de la desprolijidad y
el nerviosismo, Uruguay se volvió más agresivo y peligroso. El ingresado
Sánchez sacó un violento remate desde afuera que Romero despejó y que luego
tomó Rolan para, a tiro del empate, definir por arriba del travesaño. La
Argentina respondió con un zurdazo de Messi desde afuera, que Muslera atrapó
sin problemas. Y, luego de una buena combinación con el ingresado Tevez, el
capitán argentino tuvo otra muy buena chance, pero volvió a encontrar respuesta
en el arquero uruguayo.
A puro vértigo terminó el
partido, con Uruguay lanzado en ataque y Argentina aguantando las embestidas.
Argentina 1
Romero; Zabaleta, Garay,
Otamendi, Rojo; Biglia, Mascherano, Pastore; Messi, Agüero, Di María. DT:
Gerardo Martino.
Uruguay 0
Muslera; M. Pereira, Giménez,
Godín, A. Pereira; A. González, Arévalo Ríos, Lodeiro, C. Rodríguez; Rolan,
Cavani. DT: Oscar Tabárez.
Estadio: La Portada (La Serena).
Arbitro: Sandro Ricci (Brasil).
Goles: 54m Agüero (A).
Cambios: 63m C. Sánchez por C. Rodríguez (U), 69m Hernández por
Lodeiro (U), 77m Banega por Pastore (A), 80m Tévez por Agüero (A), 87m Pereyra
por Di María (A).
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