Para Falkland deberían ser Malvinas…
Facsímil de parte de la carta enviada
por Lord Lucius Falkland a la embajadora en Londres, Alicia Castro.
El descendiente del hombre en cuyo honor los ingleses
bautizaron a las islas escribió una carta a la embajadora Alicia Castro, en la
que sostiene que tiene “la esperanza de alcanzar finalmente una solución
pacífica” para el conflicto.
En medio de
la escalada belicista británica en el Atlántico Sur, el apoyo a la causa
Malvinas puede llegar de los rincones más insospechados. Descendiente de
Anthony Cary, quinto vizconde de Falkland, en cuyo honor los ingleses
bautizaron las islas en el siglo XVII, Lord Lucius Falkland envió a la
embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, una carta difundida
ahora por primera vez, en la que califica de “piratería” la ocupación británica
y apoya una salida negociada.
En marzo de
2013, vísperas del referendum convocado por el gobierno británico en las islas
Malvinas, la embajadora Castro envió tres mil cartas e igual número de correos
electrónicos a parlamentarios británicos, miembros del cuerpo diplomático,
académicos y periodistas. Acompañado del documento “Las Naciones Unidas, la
Cuestión Malvinas y el principio de libre determinación” y de una copia de la
Resolución 2065 de la Asamblea General de la ONU, el mensaje de Castro dejaba
en claro que Argentina respetaba la identidad y el modo de vida de los
habitantes de las islas, pero era tajante respecto de la soberanía. “Son
británicos, pero el territorio en el que viven pertenece a Argentina”,
subrayaba la embajadora.
La carta
reiteraba el llamado al diálogo entre los dos Estados, exigido “por la
comunidad internacional por medio de 40 resoluciones de las Naciones Unidas
desde 1965”. Una de las respuestas más sorprendentes de esta iniciativa fue la
carta que recibió el 25 de marzo de 2013 del descendiente de Falkland. “Estoy
completamente de acuerdo con lo que dice”, señalaba, tras agradecer el mensaje.
En su
carta, Lord Falkland relataba la historia del nombre en inglés de las islas.
“La conexión histórica de mi familia con las islas en el siglo XVII es curiosa
y poco conocida o entendida aquí en Gran Bretaña. Mi antepasado tuvo un papel
decisivo en la elaboración de un consorcio de inversionistas para tratar de
recuperar valiosos restos de naufragios en la costa suroriental de América del
Sur. Esto parece haber sido un esfuerzo semioficial a través de su alto cargo
como Primer Lord del Almirantazgo y Tesorero de la Armada”, explicaba.
Esta
búsqueda de tesoros perdidos en altamar en 1690 llevó al primer contacto
británico con las islas.
“Las islas,
que no tenían nombre, fueron entonces llamadas Islas Falkland por el líder de
la expedición y creo que empezaron a aparecer como tales en las cartas de
navegación marítima, ¡casi como piratería, me atrevo a sugerir!”, relata Lord
Falkland.
La
colonización de los mapas de navegación no le sirvió de mucho al antepasado de
Lord Falkland, cerebro económico de la expedición. El famoso diarista del siglo
XVII, el parlamentario Samuel Pepys, se refirió a él en términos claramente
peyorativos. En marzo de 1694, el vizconde Falkland fue arrestado y enviado a
la Torre de Londres por peculado (malversación de fondos), donde murió de
viruela poco después, a los 38 años.
El futuro
de las islas que otorgó a su nombre una módica inmortalidad británica tendría
varias vueltas de tuerca en los siglos siguientes. La última, en estos días, es
la decisión del gobierno de su majestad de invertir 180 millones de libras en
la defensa de las islas ante lo que el secretario de Defensa británico Michael
Fallon llamó una “fuerte amenaza” de Argentina. El canciller Héctor Timerman
respondió que el gobierno argentino presentaría una denuncia ante el Comité de
Colonización de Naciones Unidas –lo que ocurrió ayer– para “seguir demostrando
que América latina y el Caribe han decidido ser una zona de paz”.
Las
elecciones del 7 de mayo son el trasfondo de esta embestida británica, como
indicó a Página/12 la embajadora argentina Alicia Castro. “Es sabido que la
Argentina, que reclama el diálogo y la negociación, no constituye una amenaza
bélica para los habitantes de las Islas Malvinas. En el contexto electoral, el
gobierno conservador quiere agitar el fantasma de 1982 para reflotar la figura
de Margaret Thatcher, quien –pudiendo evitar la guerra– prefirió asegurar con
la victoria su rédito electoral. El Reino Unido sigue incumpliendo con la
obligación que le impone el derecho internacional de buscar una solución a la
controversia por la vía pacífica y diplomática”, dijo la embajadora.
El descendiente del quinto vizconde de Falkland coincide
plenamente. “Personalmente tengo la mayor consideración para con Argentina, y
junto con muchos otros, la esperanza de alcanzar finalmente una solución
pacífica”, escribió en su misiva a la embajadora.
© Escrito por Marcelo Justo el martes 31/03/2015 y
publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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