La carta de Domingo Cavallo
a CFK...
El ex ministro de Economía
acusó a la mandataria de mantener un discurso “plagado de mentiras e
hipocresía” en cuanto a cómo se gestó la deuda.
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo acusó hoy a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de
haber dado anoche un discurso “plagado de mentiras e hipocresia” respecto a la convertibilidad, el
blindaje y el megacanje.
Fue luego de que anoche la mandataria hizo su dercargo tras conocerse la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de no tomar la causa respecto a los fondo buitre.
“Obviamente no prestó ninguna atención al esfuerzo que hice para sacarla del errado relato sobre la deuda en el que ha caído, error en el que ella y Nestor Kirchner no habían caído en los noventas ni en el que estaban a principios de 2002. Yo explique la verdadera relación entre la convertibilidad, el blindaje y el megacanje con el default en mi artículo “La lucha por evitar el default y la devaluación” , que presenté ante el juez Ballesteros en abril de 2002. A este artículo lo publiqué como apéndice en mi libro “Estanflación” y volví a referirme a él en “Camino a la estabilidad””, apuntó.
Cavallo advirtió que la mandataria es “refractaria a cualquier intento de ayudarla a salir de la telaraña en la que ha quedado enredada”. El ex funcionario adjuntó a su post una carta que envió a la Presidenta el pasado 5 de junio:
Estimada Señora Presidente,
Me dirijo de esta forma a Usted y no a través del “Querida Cristina”, como lo hubiera hecho antes de que asumiera sus altas funciones, no porque mis sentimientos hacia Usted sean diferentes a los de entonces, sino por respeto a su investidura.
Le hago llegar un ejemplar de mi nuevo libro “Camino a la estabilidad”, que escribí pensando precisamente en los problemas que Usted tiene que enfrentar de aquí al final de su mandato. Y en los problemas que deberá resolver quien sea elegido para sucederla. Se trata del mismo propósito que me animó a escribir “Estanflación” en el año 2008.
Como Usted verá, dedico el primer capítulo a explicar los errores conceptuales y de evaluación de la realidad del libro de Alfredo Zaiat, titulado “Economía a contramano”. Decidí hacerlo porque luego de escuchar sus elogios y constatar la semejanza de los razonamientos del autor a los del Ministro Axel Kicillof, me preocupa que esos errores puedan llevarla a Usted a adoptar medidas que agraven la situación inflacionaria y recesiva que estamos viviendo.
Se trata de la misma razón por la que dedico el segundo capítulo a criticar la interpretación de la inflación y de lo que se necesita hacer para derrotarla, que presenta mi amigo Federico Sturzenegger en su libro “Yo no me quiero ir”. Me preocupó escuchar a Mauricio Macri sostener que resolver el problema de la inflación es sólo cuestión de “hacer un poco de austeridad” y que no es un problema muy difícil. Ojalá el Jefe de Gobierno de la Ciudad salga de este error, porque si no lo hace y llega a ser elegido Presidente de la Nación, va a reducir en gran medida sus posibilidades de éxito.
También dedico un capítulo a explicar por qué Duhalde y Lavagna son, incluso, más responsables que Usted y que Axel Kicillof y sus anteriores Ministros de Economía de muchos de los problemas que estamos padeciendo. En este sentido quiero destacar que Usted estaba en lo cierto cuando sostuvo en la Cámara de Diputados de la Nación, al tratarse la derogación de la ley de Convertibilidad, que se trataba de un grave error, por lo que se abstuvo de apoyar esa propuesta de Duhalde.
Fue la pesificación forzosa y la gran devaluación que se produjo como consecuencia de esa decisión, la que creó todos los desajustes de precios relativos que explican la crisis energética y muchos otros problemas que hoy le adjudican a su gestión, precisamente algunos de los que inspiraron aquellas decisiones equivocadas.
En el capítulo dedicado a la historia de la inflación, me extiendo en detalle sobre la experiencia de los años 2001 y 2002. Si Usted lee esta historia, advertirá que tanto Néstor Kirchner como Usted, no estaban equivocados cuando valoraban la convertibilidad, brindaban apoyo a la reestructuración y privatización de YPF y criticaban, como recuerdo lo hacía Néstor con énfasis, el excesivo gasto y endeudamiento de las provincias a partir de que Duhalde y Menem comenzaron a competir por la candidatura presidencial del Justicialismo entre 1997 y 1999.
Mis únicas críticas sobre las decisiones de Néstor en aquellos años son dos:
Primero, que no haya utilizado los 700 millones de dólares que, siguiendo mi consejo, había podido ahorrar luego de cobrar las regalías que la Nación debía a la Provincia de Santa Cruz, para formar un consorcio con empresarios petroleros locales que compraran el paquete de acciones de YPF que el Presidente Menem decidió vender por licitación en 1999. De haber promovido la Provincia de Santa Cruz ese consorcio, aprovechando que ya tenía un buen porcentaje de acciones de la petrolera, en lugar de venderlas a Repsol, Ustedes, junto a empresarios petroleros argentinos, podrían haber pasado a controlar YPF.
Segundo, que cuando le propuse a Néstor, en julio de 2001, que la Provincia
de Santa Cruz aportara sus 700 millones de Dólares para integrar un Fondo
Monetario Interprovincial que receptaría además una cantidad equivalente de la
Nación y 1.600 millones de dólares del paquete que estaba aprobando el FMI,
cuyo consejo de administración presidiría Néstor Kirchner, él me dijo que no
confiaba en los gobernadores de las provincias que necesitaban asistencia
financiera y que prefería dejar los fondos de Santa Cruz en el exterior.
Por supuesto, mis críticas a la gestión económica desde el 25 de mayo de 2003 hasta la actualidad son muchas más, tal como lo destaco en mi libro, pero no las hago para adherirme a los ataques que Usted está recibiendo de parte de muchos de los que son más responsables que Usted de los errores cometidos, sino para ayudarla y ayudar a quienes se postulan para gobernar a la Nación desde el 10 de diciembre de 2015, a encontrar soluciones.
El Presidente Menem, a quien entre 1996 y 1999 yo critiqué con la misma intención con la que ahora lo hago a su gestión, me ha reconocido que mi actitud fue mucho más leal y constructiva que la de aquellos que entonces se desvivían por aplaudirlo y elogiarlo y que, tan pronto perdió el poder, se dedicaron a denostarlo. Lamentablemente vi y sigo viendo a muchos de esos personajes, tener hacia Usted la misma actitud que tenían hacia Menem. No me gustaría que cuando Usted ya no esté en el poder, hagan leña del árbol caído, como lo siguen haciendo con el Presidente Menem.
Mis libros fueron, son y serán, o al menos procurarán ser, aportes a la construcción de una Argentina estable, con desarrollo económico y progreso social. No me anima ningún otro propósito.
La saludo con la mayor consideración y le deseo éxito en el final de su
gestión.
Afectuosamente,
Domingo F. Cavallo.
© Escrito por Domingo F. Cavallo el Martes 17/06/2014 y publicado
por el Diario El Cronista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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