El por
qué de la selfie sexual...
Los
autorretratos hot como una fuente de estímulo. Hasta el año 2000 la
palabra selfie era desconocida pero, con el gran avance de las
redes sociales, apareció una práctica que pronto se transformó en moda y a la
que se denominó selfie.
Hasta el año 2000 la
palabra selfie era desconocida pero, con el gran avance de las
redes sociales, apareció una práctica que pronto se transformó en moda y a la
que se denominó selfie.
Su traducción: autorretrato.
Los autorretratos existen desde antes de la aparición de las primeras cámaras
de fotos, pero hoy son millones las personas que tienen acceso a él y ya no hay
que esperar meses a que se termine una pintura, o días para el revelado de
imágenes. En segundos, este autorretrato puede recorrer el mundo, ya sea desde
la misma cámara o desde un celular.
Cualquiera que se haya ido de
viaje solo sabe lo incómodo que es tener que pedir a otras personas que le saquen
una foto, es por esto que la selfie resuelve el tema. Este
soy yo con el obelisco de fondo o esta soy yo en el recital…
En el último tiempo, los
autorretratos también avanzaron al plano sexual cuando los protagonistas
pasaron a ser otras partes del cuerpo, además de rostros sonrientes. Sin duda,
este intercambio de imágenes puede ser muy excitante y hasta una práctica
recomendable para no caer en la rutina o para encender el deseo. Si bien el
envío de fotos de los órganos sexuales es cada vez más habitual, el problema es
que nunca se sabe dónde puede terminar esa imagen.
Muchos hombres y mujeres
cuentan que estas fotos caseras son un estímulo muy excitante, incluso mucho
más que las fotos eróticas profesionales o películas pornográficas. Esto se
debe a la naturalidad del autorretrato, lo que hace que la fantasía parezca
mucho más cercana a la realidad.
En las primeras selfies,
predominaban fotos tomadas en espejos de baños o ascensores, pero hoy ya no se
distinguen lugares. Lo que importa no es el lugar sino lo que se quiere
mostrar. Y muchas veces lo que se quiere mostrar es todo.
La tendencia de
compartir selfies demuestra que no sólo importa el lugar en
donde uno esté, sino también lo que se está haciendo: se puede mostrar el antes
o el después de un ardiente encuentro sexual, pero también están los que van un
paso más allá y retratan el durante. Para algunos este es el fin de
los límites entre lo público y lo privado. Lo que es indudable es la necesidad
de compartir la vida al ritmo de reality.
Uno de los Autorretratos Hot
más elegidos es el del After Sex y para muchos llegó a
reemplazar al famoso cigarrillo que algunos consumían después del sexo. En este
sentido, es un aporte muy saludable. Otro dato interesante es que, quienes
practican el Sexual Selfie experimentan sensaciones similares a las
de incorporar a un tercero a la relación, pero con menores riesgos. Lo
podríamos considerar como una alternativa intermedia entre la fantasía o de
incorporarlo realmente.
El interés llego a tal punto
que ya existen aplicaciones especialmente diseñadas para compartir Selfies
Sexuales, ya que las tradicionales censuran esos contenidos. Quentin
Lechemia, creador de una de estas redes sociales (Pornostagram), se ha
transformado casi en un activista de la Selfie y defiende la
posibilidad de compartir estas imágenes ya que, para él, la sexualidad es una
parte más de la vida de las personas y se debería poder compartir de la misma
forma que la foto de una pizza.
Finalmente, nadie está
obligado a ver selfies que no quiera ver ni a autorretratarse,
pero es importante comprender que ese autorretrato ya no es más de uno/a cuando
se comparte.
© Escrito por Patricio Gómez de Leva, Sexólogo del
Departamento de Educación Sexual de preservativos Prime Argentina, el Sábado 03/05/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Así lo asegura la Asociación Americana de Psiquiatría. La APA (Asociación Americana de Psiquiatría), tuvo su junta anual de directores de reunión en Chicago en la que sacó varias conclusiones, entre ellas, la de la “selfitis”. Ese fue el nombre que los profesionales le dieron al deseo compulsivo obsesivo para tomar fotos de uno mismo y publicarlos en las redes sociales.
Sostienen
que esa pulsión se debe a una forma de compensar la falta de autoestima y
llenar un vacío en la intimidad.
APA define tres niveles de trastorno:
Selfitis Borderline: tomar fotos de uno mismo por lo menos
tres veces al día , pero no su publicación en medios de comunicación social.
Selfitis aguda: tomar fotos de uno mismo por lo menos
tres veces al día y la publicación de cada una de las fotos en las redes
sociales.
Selfitis crónica: impulso incontrolable de tomar fotos
de uno de uno mismo durante todo el día y la publicación de las fotos en las
redes sociales más de seis veces al día.
© Publicado el Domingo 13/04/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
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